Lácteas Cobreros, una empresa familiar que consiguió circulante para hacer frente a la crisis del Covid-19

Lácteas Cobreros, empresa zamorana ubicada en Castrogonzalo, tiene una potente presencia en el mercado internacional.

Se trata de una compañía con orígenes en 1975, cuando la familia propietaria comenzó su andadura en el sector del transporte, en el que crecieron de manera relevante. En 1988 la compañía reorienta su acción al transporte de suero lácteo y en 1990 la empresa familiar pasa a ser operador lácteo, con el objetivo de satisfacer la demanda del mercado en esa época, especialmente importante en Francia.

En 1997 se constituye la actual Lácteas Cobreros y en 2000 se construye una nueva fábrica para la elaboración de rulo de cabra, leche en polvo y cuajada láctica. La empresa es pionera en Castilla y León en el primero de los productos, que ha sido enseña de la empresa hasta el día de hoy.

En la actualidad transforman en producto final 40 millones de litros de leche de cabra al año (acapara más del 75% de su facturación) y 11 millones de litros de leche de oveja, o lo que es lo mismo, elaboran 4.000 toneladas de queso al año, con el rulo de cabra en distintas variedades como absoluto protagonista, del que aseguran fueron pioneros en su fabricación hace 15 años.

La empresa zamorana vende sus 180 referencias en los cinco continentes. Aunque Lácteas Cobreros exporta el 50% de su producción, China es un mercado con gran protagonismo en su operativa.

Lácteas Cobreros ha conseguido decenas de galardones, entre ellos una docena en los International Cheese Awards (Reino Unido) en 2017, con dos oros para las perlas de cabra rellenas de mermelada de higo y los dados de queso de cabra con trufa.

Aunque la vinculación con Iberaval viene de lejos, con motivo de la crisis provocada por el COVID-19, la empresa, que cuenta con casi un centenar de empleados, acudió nuevamente a la sociedad de garantía para disponer de circulante, con una financiación en excelentes condiciones.