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¿Qué es un avalista?
Si eres un autónomo o tienes una pyme, es probable que en algún momento necesites solicitar un préstamo para tu negocio, ya sea para financiar las necesidades de circulante, poner en marcha una nueva línea de productos, realizar inversiones en maquinaria, comprar un inmueble o emprender una estrategia de internacionalización.
Sin embargo, obtener esa financiación a veces se convierte en una carrera de obstáculos. En 2023, la carencia de garantías fue la segunda barrera más importante para acceder a los fondos necesarios, según el XIII Informe “La financiación de la pyme en España”, elaborado por Cesgar. Una de cada cuatro pymes consideró que no contar con los avales solicitados es un problema creciente.
Las necesidades de aportar garantías son mayores en las empresas innovadoras, exportadoras y las más jóvenes (con menos de 5 años de vida), aunque los negocios que ya han accedido a la financiación no siempre pueden respirar tranquilos, ya que las entidades bancarias o públicas también solicitan avales cuando llega el momento de renegociar la financiación. En ese contexto, contar con el respaldo de un avalista es la vía más segura para acceder a un préstamo o una línea de crédito con mejores condiciones.
¿Qué es un avalista?
El avalista es la persona o entidad que actúa como fiador, con el fin de garantizar o asegurar el cumplimiento de las obligaciones económicas que ha contraído el avalado. Mediante un aval, el avalista declara que está dispuesto a asumir los compromisos que ha adquirido el avalado frente al beneficiario, generalmente a través del pago de cierta cantidad de dinero.
La figura legal del avalista es muy amplia. Entre los particulares suele tratarse de una persona física de solvencia demostrada e ingresos estables, mientras que en el sector empresarial los propios bancos, las compañías aseguradoras o las Sociedades de Garantía Recíproca son quienes se encargan de avalar a las pymes y autónomos.
Cabe aclarar que, aunque los avalistas suelen garantizar la amortización de un préstamo, también pueden asegurar el cumplimiento de otras obligaciones cuando el autónomo o la pyme se presenta a un concurso público, subasta o ejecución de obra. En ese caso, tendrá que firmar un aval técnico.
¿Cuáles son los derechos y obligaciones del avalista?
La principal obligación del avalista consiste en hacer frente a los compromisos que ha contraído el avalado ante terceros. Si el avalado incurre en impagos de la deuda o no cumple con las condiciones del contrato, faltando a los servicios pactados, el avalista tendrá que asumir el coste económico.
En este sentido, el Código Civil indica que “las obligaciones del avalista se extinguen al mismo tiempo que las del deudor”, lo cual significa que su responsabilidad sólo cesa cuando el avalado termina de pagar el préstamo o finaliza correctamente los servicios para los que había sido contratado.
Si el avalado incumple su compromiso, el beneficiario puede ejecutar el aval. Para ello, debe presentar el aval y los documentos que justifiquen el incumplimiento de las obligaciones del deudor principal.
Como regla general, en el propio aval se especifican las condiciones para su ejecución, un detalle importante para el avalista, puesto que los avales a primer requerimiento obligan a satisfacer las condiciones garantizadas cuando el beneficiario las reclame, sin que tenga que acreditar mínimamente que el avalado no ha cumplido con sus obligaciones. Aunque el avalista puede defender sus derechos ante los Tribunales, probando que el deudor principal ha pagado o cumplido sus obligaciones.
Básicamente, el avalista puede ampararse en tres derechos fundamentales:
- Obligación del acreedor a dirigirse primero al deudor, de manera que la deuda o los perjuicios se reclamarán en un primer momento a éste.
- Posibilidad de señalar los bienes del deudor con los que se puede saldar la deuda contraída, de forma que estos sean confiscados para hacer frente a las obligaciones contraídas.
- Dividir la deuda entre las diferentes figuras obligadas al pago, en caso de que existan más avalistas.
Es importante destacar que, en el caso de los avales para los contratos financieros, estos derechos se suelen excluir, ya que se pacta una fianza solidaria. Esto significa que el avalista tiene la misma responsabilidad que el deudor en caso de impago, de manera que no puede obligar al acreedor a reclamar primero al deudor e intente incautar sus bienes.
Sin embargo, aunque el avalista tenga que hacer frente a la deuda que contrajo el beneficiario del aval, tiene derecho a reclamarle las cantidades abonadas, junto a los intereses de demora y una indemnización por los perjuicios causados.
En el caso de las personas que actúen como avalistas, deben tener claro que su fallecimiento no conduce a la extensión del aval. Las obligaciones del avalista siguen teniendo efecto y se transmiten a sus herederos, a menos que el aval tenga una duración determinada. En ese caso, pasado el plazo, el beneficiario no podría reclamar al avalista ni a sus herederos.
Por otra parte, las obligaciones del avalista cambian ligeramente cuando se trata de un aval técnico. Este tipo de aval garantiza que el avalado cumplirá con sus compromisos en forma y tiempo, asegurando, además, su capacidad técnica para desarrollar la obra o brindar el servicio pactado.
En estos casos, si el avalado incumple sus obligaciones, ya sea por problemas de calidad o plazos, el beneficiario tiene derecho a ejecutar el aval. El avalista técnico no tiene la obligación de sustituir al avalado en el compromiso contraído; o sea, no tiene que terminar la obra o brindar el servicio, pero está obligado al pago de una compensación económica.
¿Para qué necesitan un avalista las pymes en España?
Muchos autónomos y pymes tienen que presentar un aval para acceder a los préstamos bancarios que precisan para impulsar su negocio. En esos casos, contar con el respaldo de un avalista es muy conveniente. No es casual que el 75,5 % de las pymes consiga un crédito o préstamo mayor y con plazos de devolución más amplios gracias a los avales de las SGR.
De acuerdo con Cesgar, en 2023 las pymes españolas solicitaron garantías para acompañar las solicitudes bancarias destinadas a:
- Financiar el circulante
El 45,3% de las pymes que necesitaron avales pidieron fondos para cubrir sus gastos operativos diarios, como el pago a proveedores, salarios o la compra de materias primas. En esos casos, la figura del avalista ayuda a las empresas a acceder a préstamos o líneas de crédito que financien esas actividades a corto plazo, garantizando a la entidad bancaria que recuperará su dinero, aunque el negocio presente problemas de liquidez. Para muchas pymes, este tipo de apoyo es esencial, ya que su flujo de caja varía según la estacionalidad, por lo que, para funcionar todo el año, requieren un respaldo económico adicional.
- Inversiones
El 27,5% de las pymes buscaron un avalista que les permitiera encontrar la financiación que necesitaban para realizar inversiones, generalmente enfocadas en expandir o mejorar su negocio a medio y largo plazo. Este tipo de inversiones puede incluir la compra de maquinaria, así como la renovación de las instalaciones, el desarrollo de nuevos productos o la entrada a mercados internacionales. El avalista ofrece al prestamista la seguridad de que la empresa podrá realizar los pagos, incluso en los proyectos que representan un riesgo mayor. Dado que las inversiones son cruciales para el crecimiento empresarial, disponer de un aval puede marcar la diferencia en la capacidad de expansión, sobre todo para los autónomos y las micropymes.
- Avales técnicos
El 33,5% de las pymes han requerido avales técnicos para desarrollar su actividad. Ese tipo de avales aseguran el cumplimiento de las obligaciones no financieras, como los contratos de obra, suministro o servicios. Por tanto, cobran relevancia en sectores donde hay que cumplir requisitos técnicos muy exigentes o plazos de entrega muy ajustados, como la construcción, la ingeniería o algunos servicios. Una vez más, el avalista garantiza que, si la empresa no cumple con el acuerdo, la parte beneficiaria podrá recibir una compensación adecuada que cubra los perjuicios causados.
- Contratación pública
El 11,9% de las pymes usaron avales para acceder a contratos públicos. De hecho, es habitual que las administraciones exijan un aval para asegurarse de que la empresa puede cumplir las condiciones del contrato, ya sea en términos de plazos o de la calidad del servicio o producto. Esa garantía suele ser obligatoria para participar en licitaciones y competir por contratos con la administración. De cierta forma, nivela el campo de juego para que las pymes puedan competir con empresas más grandes y consolidadas. El avalista no sólo respalda la capacidad de la pyme para llevar a cabo el contrato y garantiza su solvencia económica, sino que también permite al Estado contar con socios fiables y reduce el riesgo de incumplimientos o problemas durante el desarrollo del proyecto.
- Cobro de subvenciones
El 9,5% de las pymes tuvieron que recurrir a los avales para cobrar subvenciones o acceder a fondos públicos. En este caso, el avalista garantiza que la empresa utilizará adecuadamente esos fondos y los destinará al fin acordado. Si, por ejemplo, la pyme no cumple con los requisitos al no lograr el objetivo para el cual se le dio el dinero, el aval permite a la administración pública recuperar el importe no justificado. De hecho, el avalista es una figura particularmente útil para las empresas más jóvenes o aquellas que, aun siendo viables, no tienen una trayectoria consolidada, ya que les otorga credibilidad frente a los organismos públicos, facilitando la obtención de los fondos que necesitan para iniciar o continuar su proyecto.
Ventajas para las pymes y autónomos de contar con un avalista
El aval siempre representa una garantía adicional para las entidades bancarias o las organizaciones públicas ya que, aunque el autónomo o la pyme que solicita la financiación tenga un buen historial crediticio, pueden producirse situaciones inesperadas que pongan en riesgo su negocio y le impidan cumplir con las obligaciones contraídas. En esos casos, la figura del avalista brinda una seguridad adicional.
No obstante, las pymes y autónomos también se benefician de la relación entre avalista y avalado:
- Permite ampliar la capacidad de endeudamiento. Con el apoyo de un avalista, mejorarás tu capacidad para obtener financiación, tanto a corto como a largo plazo, de manera que podrás acceder a préstamos o líneas de crédito que inicialmente estaban fuera del alcance de tu negocio.
- Reduce los costes financieros del préstamo, pues contar con un avalista reduce el nivel de riesgo que representa la operación. Ello te coloca en una posición más ventajosa para negociar con la entidad bancaria tipos de interés más bajos que reduzcan los costes totales de la operación.
- Facilita plazos de devolución más ventajosos para tu negocio, de manera que el préstamo no termine convirtiéndose en una carga asfixiante. Con el apoyo de un avalista, también puedes negociar otros detalles, como eliminar el coste por la amortización anticipada, si las cosas van bien y decides saldar antes la deuda.
- Brinda una imagen más profesional. Contar con un avalista, transmite una imagen más profesional y solvente, que te facilitará el acceso al crédito o a proyectos de mayor envergadura para que tu negocio pueda seguir creciendo.
- Acceso a servicios de asesoramiento financiero personalizado. En el caso de las SGR, éstas no solo brindan avales financieros y técnicos, sino que también ofrecen un servicio de asesoramiento, realizando un estudio detallado del funcionamiento de tu negocio para ayudarte a elegir la línea de financiación que mejor se ajuste a tus necesidades.
Por consiguiente, la figura del avalista se ha convertido en un pilar clave para el crecimiento y la estabilidad de las empresas, sobre todo en un entorno tan competitivo como el actual. Su respaldo no solo te permitirá acceder a los recursos financieros que necesitas, sino que también te abrirá las puertas a nuevas oportunidades de negocio, que muchas veces requieren una garantía externa sólida. Por eso, el avalista actúa como un aliado estratégico que aporta la confianza necesaria para que las empresas puedan asumir riesgos controlados y desarrollar al máximo su potencial.
Dependiendo de la industria en la que operes, adquirir un nuevo cliente puede ser entre 5 y 25 veces más costoso que retener uno existente. Además, aumentar la tasa de retención de clientes en apenas un 5% puede disparar las ganancias entre un 25 y 95%, según Harvard Business Review. Por tanto, si quieres aumentar tu facturación, quizá no necesites ampliar tu audiencia, sino cuidar más la que ya tienes.
¿Cómo retener clientes en una empresa?
Las estrategias de retención de clientes se orientan a conservar los compradores actuales durante más tiempo. Así, su valor aumenta, no solo porque siguen adquiriendo tus productos o servicios, sino porque a menudo también recomiendan la marca. ¿Cómo lograrlo?
- Brinda un servicio personalizado. El 71% de los consumidores espera que las empresas establezcan interacciones personalizadas y el 76% se frustra cuando no ocurre, de acuerdo con un estudio de McKinsey. Por consiguiente, un factor clave para retener clientes es conocerlos en profundidad y adaptar tus comunicaciones a sus necesidades y preferencias. Ofréceles recomendaciones personalizadas, basadas en su historial de navegación y en las compras anteriores para que sientan que no son un simple número.
- Pon en marcha un programa de fidelización. Recompensa la lealtad de tus clientes ofreciendo puntos, descuentos o beneficios exclusivos por cada compra. Este tipo de programas te permiten construir relaciones a largo plazo para que tus compradores perciban que su lealtad es valorada y premiada. Además, los animan a regresar y comprar más para aprovechar los beneficios acumulados. Cabe aclarar que no siempre tienen que ser incentivos económicos, también pueden ser recompensas que generen valor añadido y hagan que los clientes sientan que forman parte de algo especial y único.
- Ofrece experiencias memorables. No te limites a vender un producto o servicio, prodiga detalles y atenciones que generen recuerdos. Si sorprendes a tus clientes con experiencias que no esperaban, generarás una conexión positiva con tu marca. Las opciones pueden ser tan sencillas como un envoltorio personalizado o un mensaje de agradecimiento escrito a mano, u otras más elaboradas, como una invitación a un evento exclusivo, una muestra gratuita de un producto nuevo o el acceso anticipado a promociones especiales. Ese tipo de estrategias no solo fidelizan, sino que también convierten a los clientes en embajadores de tu marca, al animarlos a compartir su experiencia.
- Comunicación constante, pero no invasiva. Para colarte en el top of mind de tu audiencia, debes mantener abierto un canal de comunicación, pero sin bombardearles. Puedes compartir desde actualizaciones periódicas sobre nuevos lanzamientos o promociones hasta newsletters con consejos, novedades o historias que les resulten interesantes y útiles. La comunicación constante refuerza el interés por tu marca y crea un vínculo más estrecho que va más allá de la compra. La clave radica en la microsegmentación, de manera que adaptes tus mensajes a los intereses, historial de compra y necesidades de cada grupo de consumidores.
- Servicio de atención al cliente eficaz. Las estrategias de retención del cliente deben ir más allá de la compra. Escuchar activamente y responder de manera rápida a sus dudas o problemas es fundamental para construir una relación de confianza y garantizar su satisfacción. Si un cliente ha adquirido un producto que requiere mantenimiento o instrucciones adicionales, por ejemplo, puedes enviarle recordatorios o tutoriales. También debes implementar canales de comunicación directa, como el correo o la mensajería, para brindar un soporte continuo que convierta la compra en una experiencia integral y demuestre que no solo te interesa vender, sino también acompañar al cliente en cada paso.
Por último, recuerda que la fidelidad no se compra, se construye en cada interacción, con cada detalle y en cada momento que demuestras que estás disponible para resolver y mejorar cualquier duda o problema de tu audiencia.
Con las estrategias de retención de clientes adecuadas, no solo ganarás compradores recurrentes, sino también verdaderos embajadores de tu marca. Esa base de clientes fieles podría ser tu mejor red de apoyo en tiempos difíciles.
Si acabas de abrir tu propia empresa, es probable que te sientas un poco abrumado por la contabilidad mercantil, ya que sus requisitos son más complejos que los de un autónomo. Uno de los aspectos más importantes que debes tener claro es el Impuesto sobre Sociedades, que grava la renta de las empresas y otras entidades jurídicas.
¿Qué es el Impuesto sobre Sociedades?
El artículo 31 de la Constitución Española establece que “todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica”. En el caso de las personas, el sistema tributario español prevé el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Sin embargo, cuando la renta es obtenida por una persona jurídica (sociedad, asociación, fundación) o un ente sin personalidad jurídica, pero que se considera contribuyente (fondos de inversión, UTE, fondo de pensiones), se aplica el Impuesto sobre Sociedades.
Por tanto, se trata de un tributo directo y de naturaleza personal que grava la renta de las sociedades y otras entidades jurídicas, como señala la Agencia Tributaria. Como norma general, sólo quedan exentas algunas sociedades civiles que no tengan objeto mercantil y determinadas entidades del sector público.
Por otra parte, las instituciones sin ánimo de lucro, benéficas o de utilidad pública, así como las organizaciones no gubernamentales, los colegios profesionales, sindicatos, asociaciones empresariales, cámaras oficiales o partidos políticos, deben declarar las rentas obtenidas, pero pueden aprovechar una exención parcial.
¿Qué tipos impositivos se aplican en 2024?
El Impuesto de Sociedades se calcula a partir del resultado contable de la empresa, al cual se le aplica la base imponible correspondiente, que indicará cuánto debes pagar ese año. La Ley 27/2014, de 27 de noviembre regula todo lo relacionado con este tributo y determina diferentes tipos impositivos:
Tipo general del 25 por ciento
En 2014, el tipo general del Impuesto de Sociedades era del 30 por ciento, pero con la reforma fiscal se fue reduciendo, de manera que desde el 1 de enero de 2016 y, hasta la fecha, se aplica el 25 por ciento a las sociedades anónimas y sociedades de responsabilidad limitada.
Tipo reducido del 15 por ciento para emprendedores
Desde 2015, las sociedades de nueva creación pueden beneficiarse de un tipo reducido, que se aplica durante los dos primeros años en los que generen ganancias. No obstante, debes tener presente que ese 15% se aplica sobre la base imponible hasta 300.000 euros. Por encima de esa cantidad, los beneficios se gravan con un 20%.
Tipo reducido del 23 por ciento para pequeñas empresas
El 1 de enero de 2023 entró en vigor un tipo reducido del 23% para las pymes, microempresas y otras entidades de dimensiones reducidas. La condición que deben cumplir es que el volumen de negocios en el año anterior haya sido inferior a 1 millón de euros.
Tipo reducido del 20 por ciento para las cooperativas protegidas fiscalmente
Se aplica a todas las sociedades cooperativas protegidas fiscalmente, aunque los resultados extracooperativos deben tributar al tipo general o al 25%.
Cabe aclarar que las sociedades cooperativas de crédito y cajas rurales tributan al 25% y sus resultados extracooperativos al 30%.
¿Qué gastos puedes deducir?
Para poder deducir los gastos del Impuesto de Sociedades estos deben:
- Estar relacionados con la actividad de la empresa.
- Reflejarse adecuadamente en los libros de contabilidad.
- Estar justificados con una factura, preferentemente una factura completa, pues en algunos casos la factura simplificada común no es suficiente.
- Corresponder al ejercicio de la actividad, no se puede imputar a un año el gasto realizado en el ejercicio anterior, aunque existen gastos que se pueden dividir en varios años fiscales.
En 2024, gracias a una serie de sentencias emitidas por el Tribunal Supremo, los gastos deducibles en el Impuesto de Sociedades se han ampliado para incluir:
- Sueldo de todos los socios, aunque no esté reflejado en los estatutos, siempre que sean trabajadores y no administradores. El salario de los administradores y consejeros es igualmente deducible, a pesar de que no se haya establecido en los Estatutos de la Sociedad.
- Intereses y gastos de créditos. Los intereses y otros costes que soportan los autónomos y empresas, al pedir un préstamo o línea de crédito, se pueden deducir del Impuesto de Sociedades.
- Gastos de promoción. Los beneficios fiscales en el Impuesto de Sociedades se amplían a la promoción de la marca, por lo que las empresas pueden deducir los gastos que generen sus campañas publicitarias.
- Intereses de los aplazamientos tributarios en el Impuesto de Sociedades. Las multas y las sanciones no son deducibles, pero los intereses de demora sí, ya que están relacionados con el ejercicio de la actividad empresarial. Para incluirlos como deducción, dicho gasto no puede superar el 30% del beneficio operativo del ejercicio o sobrepasar el millón de euros.
¿Cuándo tienes que pagar el Impuesto de Sociedades?
Los plazos del Impuesto sobre Sociedades dependen del año fiscal de la empresa, lo cual significa que puedes seguir el año natural o elegir tu propio calendario. Aunque no existen fechas concretas, la ley establece ventanas temporales, por lo que tendrás un plazo máximo de 25 días naturales siguientes a los seis meses posteriores de cierre del ejercicio.
Si eliges el año natural, tendrás que presentar el impuesto, a más tardar, el 25 de julio. Recuerda que es obligatorio presentar el Modelo 200 de la Agencia Tributaria, aunque no resulte nada a ingresar o devolver o no hayas desarrollado ninguna actividad.
Además del modelo para presentar la declaración anual del Impuesto sobre Sociedades, también tendrás que presentar el modelo fraccionado. El modelo 202 se presenta en los meses de abril, octubre y diciembre, si tuviste un resultado positivo en tu última declaración del modelo 200. De esta forma, realizas un anticipo o pago a cuenta del importe total de la próxima declaración anual.
¿Qué hacer si no puedes pagar el Impuesto de Sociedades?
Si cuando llegue el momento de pagar el Impuesto de Sociedades, no cuentas con la liquidez suficiente, puedes pedir un aplazamiento. No obstante, debes tener claro que la deuda que se posterga es la que deriva del modelo 200, la declaración anual del Impuesto de Sociedades, no la cantidad a desembolsar en el modelo 202, que es un pago fraccionado.
Desde 2015, Hacienda dejó de pedir garantías para conceder el aplazamiento o fraccionamiento, siempre que la cantidad no superara los 30.000 euros. A partir de abril de 2023, dicha cantidad asciende a 50.000 euros. Si es mayor, la Agencia Tributaria solicitará un aval bancario, seguro de caución o garantía hipotecaria.
También ha ampliado los plazos máximos de pago para las solicitudes de tramitación automatizada exentas de aportar garantías. En el caso de las personas jurídicas, el plazo se ha extendido de 6 a 12 meses. Además, ha ampliado los plazos máximos de 36 a 60 meses cuando aportas un aval bancario o seguro de caución para facilitar, aún más, el pago del Impuesto de Sociedades.
Consejos para encontrar socios para tu empresa
Encontrar socios para una empresa no es tarea fácil, pero muchas veces es imprescindible para llevar adelante una idea de negocio o hacerlo crecer. Tu elección marcará la diferencia porque un buen socio puede aportar visión, capital o esa red de contactos que te falta, mientras que uno inadecuado puede comprometer el futuro de tu negocio. Por ese motivo, es fundamental que elijas a un socio que mire en tu misma dirección.
¿Por dónde comenzar a buscar un socio para tu negocio?
“Ningún viento es favorable para quien no sabe hacia dónde navega”, dijo Séneca. Por tanto, comienza definiendo claramente tus objetivos y las habilidades que necesitas o los recursos que te faltan para seguir adelante.
Cuando tengas las ideas claras, piensa en un socio que pueda aportarte capital, experiencia o contactos. Recuerda que, como regla general, mezclar las relaciones personales con los negocios no suele ser una gran idea. Por tanto, un buen punto de partida son tus colegas de confianza.
Para buscar socio capitalista puedes utilizar las redes de emprendimiento, eventos de networking o incluso plataformas online especializadas, como la de la Comisión Europea. También existen opciones como EmprendApp, que te ponen en contacto con otros emprendedores para crear sinergias y colaboraciones o posibles proyectos en común.
Cómo elegir el socio adecuado para tu empresa en 5 pasos
¿Sabías que aproximadamente el 70% de las asociaciones fracasan, según Forbes?. Si no hay una buena comunicación o tenéis diferentes niveles de compromiso en lo que respecta al tiempo o el dinero, el vínculo puede disolverse a velocidad de la luz.
- Comparte visión y valores
Para garantizar una relación sólida y equilibrada, es vital compartir valores y tener la misma visión a largo plazo. Si imaginas un crecimiento rápido y agresivo, pero tu socio prefiere seguir un enfoque conservador, es probable que los conflictos no tarden en llegar. Asegúrate, además, de comulgar con los principios éticos, ya que influirán en la toma de decisiones y la cultura del negocio.
- Busca complementariedad
El objetivo no es encontrar un alter ego, sino a un socio que te complemente. O sea, un profesional cuyas habilidades o recursos refuercen tus puntos débiles. Por ejemplo, si eres excelente en la parte técnica, pero flojeas en ventas o finanzas, busca a alguien que destaque en esos aspectos. Esa complementariedad añadirá equilibrio y eficacia al negocio.
- Evalúa la compatibilidad a nivel personal
Aunque los negocios se limitan al plano profesional, la relación personal que mantengas con tu socio será determinante. Es fundamental que seáis capaces de tener una comunicación abierta y honesta. También es vital que seáis constructivos a la hora de abordar los conflictos y las diferencias de opinión que inevitablemente surgirán. Si no podéis lidiar con los problemas de forma madura, la sociedad no durará mucho.
- Comprueba experiencia y antecedentes
Hay personas maravillosas que pueden ser socios pésimos. Por tanto, investiga a fondo la trayectoria profesional y la reputación de los potenciales socios para tu empresa. Intenta descubrir cómo han gestionado negocios anteriores, si han tenido éxito o han fracasado y, sobre todo, cómo han afrontado las dificultades. Eso te dará una idea de su capacidad de resiliencia y la habilidad para afrontar situaciones de crisis.
- Cierra un acuerdo que aclare expectativas y responsabilidades
“Cuentas claras, amistades largas”, dice un antiguo refrán que también podría aplicarse a la relación con los socios capitalistas o ejecutivos. Antes de empezar, aclara cuáles serán las responsabilidades de cada uno para evitar malentendidos en el futuro. Hablad sobre las contribuciones y la forma de tomar decisiones. Y luego, dejadlo todo negro sobre blanco. Plasma todos los detalles en un acuerdo formal por escrito, desde las contribuciones de cada socio hasta la participación en las ganancias o el plan de salida en caso de que uno decida abandonar el negocio.
No cabe duda de que buscar socio para un negocio puede llevarte tiempo, pero encontrar a la persona adecuada te permitirá seguir adelante con tu proyecto, con más apoyo y seguridad. Con un buen acuerdo y expectativas claras, podréis construir una relación de confianza y respeto mutuo que os permita emprender con éxito.
15 negocios para emprender en Navidad
Algunos negocios experimentan una caída de las ventas en Navidad y otros, incluso, cierran durante este período, pero ciertas actividades pueden recibir un gran impulso gracias a las compras navideñas. De hecho, la recta final del año puede suponer una gran oportunidad, ya que el gasto de los consumidores se dispara.
Los clientes gastan de media un 12% más en cada compra durante la campaña navideña, según Kantar, motivados, en gran medida, por el ambiente festivo, los tradicionales regalos y las cenas familiares. Si estás buscando ideas de negocio para emprender, existen algunos sectores que te permitirán comenzar con buen pie tu aventura empresarial en este momento del año.
Ideas para emprender en Navidad
Con la llegada del periodo navideño, no solo se encienden las luces, también florecen algunas ideas de negocio que, bien ejecutadas, pueden suponer el inicio de una actividad exitosa, ya sea a largo plazo o de forma estacional. El ambiente de consumo, la búsqueda de regalos personalizados, el deseo de vivir nuevas experiencias y la demanda de servicios especiales crean el escenario ideal para emprender.
- Confeccionar cestas de Navidad. Las cestas navideñas han resurgido. En 2023, el 80% de las empresas las regalaron a sus trabajadores, según señaló Puro Marketing, un mercado cuyo valor asciende a aproximadamente 1.000 millones de euros. Si decides emprender en este sector, solo debes asegurarte de confeccionar cestas navideñas con artículos únicos que te permitan destacar sobre las empresas que ofrecen estos servicios tradicionalmente.
- Planificador de viajes. En Navidad, muchas personas deciden viajar, pero no siempre tienen tiempo para planificar los detalles, a lo cual se le suma que es más difícil encontrar alojamiento o conseguir entradas para ciertos eventos, por lo que es un excelente momento para lanzar un servicio de organización de viajes personalizado que ofrezca experiencias únicas.
- Organizador de eventos. Durante el periodo navideño, muchas empresas celebran cenas o fiestas para sus trabajadores, por lo que es la ocasión perfecta para emprender un negocio en este sector. Incluso puedes ofrecer estos servicios a personas que deseen organizar fiestas especiales en sus hogares con varios invitados.
- Pastelería gourmet. La Navidad evoca las galletas recién salidas del horno y los dulces, de manera que, si estás pensando en abrir una pastelería gourmet, no hay mejor momento del año para poner en marcha esos hornos. Añádeles un toque artesanal o experimenta con nuevos sabores para diferenciarte de la competencia.
- Servicio de catering. Si estás pensando en emprender en Navidad, puedes poner en marcha un servicio de catering, ya que en esta época tanto las empresas como los clientes particulares celebran banquetes, y muchos deciden dejar la cocina en manos de profesionales.
- Tienda online de regalos personalizados. Esta Navidad, los españoles gastarán una media de 499 euros y piensan dedicar casi 40 euros más que el año pasado a los regalos, de acuerdo con Business Insider. Sin embargo, casi la mitad quiere comprar menos obsequios, pero más especiales y pensados. Puedes aprovechar esa tendencia para abrir una tienda online de regalos personalizados que seguirá vendiendo durante el resto del año.
- Servicio de limpieza. Durante las fechas navideñas se celebran muchas fiestas, por lo que después hay que limpiarlo todo y ordenar. Muchas personas y empresas prefieren dejar este trabajo en manos de profesionales para no tener que dedicar sus días de descanso a ello, por lo que es una buena ocasión para comenzar a ganar cuota de mercado en este sector.
- Decoración de interiores. Muchas personas quieren darle un toque diferente a sus hogares u oficinas en Navidad, pero no tienen tiempo para hacerlo ellos mismos o desean algo único, por lo que un servicio de decoración de interiores podría suplir ese vacío. Lanzarlo en Navidad te permitirá captar a esos clientes y fidelizarlos para que cuenten contigo cuando decidan emprender proyectos posteriores de mayor envergadura en otro momento del año.
- Instalación de luces navideñas. Cada vez más empresas y particulares se animan a decorar sus espacios con luces de Navidad, de manera que podrías convertir esa demanda en una fuente adicional de ingresos durante la festividad. No te limites a las decoraciones clásicas, “tematiza” las luces según los gustos del cliente, inspírate en películas navideñas famosas, instala luces inteligentes o sincronízalas con el ritmo de los villancicos.
- Tienda de productos sostenibles o ecológicos. Poco a poco, la sostenibilidad también se ha ido colando en la campaña navideña. Siete de cada diez españoles afirman estar dispuestos a pagar más por regalos sostenibles de marcas responsables con el medio ambiente, como reflejó Bussines Insider. Tienes múltiples opciones, desde brindar envoltorios y paquetesde regalo reutilizables hasta vender adornos hechos a mano con materiales reciclados o biodegradables. También podrías enfocarte en los juguetes de madera certificada o crear set de regalos navideños con productos sostenibles.
- Alquiler de productos de temporada. La economía colaborativa está ganando terreno, pues cada vez son más las personas que prefieren alquilar en vez de comprar. Lanzar un negocio que permita alquilar productos de temporada, desde un equipo de patinaje sobre hielo, hasta árboles o luces de Navidad, como una plataforma P2P (¿qué es esto?), es una opción que vale la pena explorar. De hecho, incluso podrías alquilar trajes y disfraces navideños.
- Tienda de juguetes. Durante la Navidad y los primeros días de enero, antes del día de los Reyes Magos, las jugueterías hacen su agosto. Si tienes una idea de negocio para emprender relacionada con los juguetes, este es el mejor momento para lanzarla y probar su aceptación en el mercado.
- Librería online. ¿Sabías que los libros siempre se encuentran en el top 5 de los productos más comprados en Navidad? El año pasado, el 29% de los españoles compraron libros como regalo navideño, según el Observatorio Cetelem. La clave radica en ser más original. Puedes crear y vender cestas de lectura personalizadas con sets temáticos, como un libro acompañado de una vela relajante, una manta o una taza. También podrías hacer packs con las novelas más vendidas del año o de ensayos de crecimiento personal para empezar el año con buen pie.
- Ropa hecha a mano. La moda sigue siendo el producto estrella de la Navidad. De hecho, a pesar de que muchas categorías se contrajeron el año pasado, la moda creció un 7% en comparación con 2022, de acuerdo con los datos del Observatorio Cetelem. En 2023, el 44% de los españoles optó por regalar moda. Si te gusta la artesanía, este podría ser un buen momento para sacar a la venta bufandas, gorros y guantes hechos a mano con patrones inspirados en motivos invernales o navideños. También podrías diseñar suéteres navideños personalizados, hechos con tejidos naturales, y dejar que los clientes elijan colores, diseños o, incluso, bordados para que incluyan sus nombres o mensajes especiales.
- Cuidado de mascotas. En 2023, los españoles realizaron 9,4 millones de viajes de vacaciones por Navidad, según Statista. Muchos deciden llevarse a sus mascotas, pero otros no pueden, por lo que, si quieres emprender una actividad en este sector, la Navidad podría ser el mejor momento. Puedes abrir un hotel para mascotas, ofrecer servicios de paseo y cuidado a domicilio o, incluso, diseñar un “tratamiento navideño” en un spa móvil o fijo para que los propietarios mimen a sus mascotas en ese momento tan especial del año.
Después de estas ideas, puede que te interese leer nuestro artículo sobre cómo impulsar tu negocio online en Navidad.
El análisis DAFO es un proceso de evaluación que proporciona una visión global de la empresa. Consiste en identificar las fortalezas y oportunidades que impulsan el éxito empresarial, así como las debilidades y amenazas que pueden ponerlo en riesgo para tomar decisiones estratégicas más acertadas. Funciona como un marco de referencia para comprender la situación actual del negocio y se convierte en una brújula que permite adaptar la estrategia empresarial a los cambios del entorno.
¿Cómo se hace un DAFO?
- Investiga a fondo tu empresa
Para elaborar la matriz DAFO, debes recopilar información sobre tu negocio. Analiza los aspectos más relevantes, como la producción y organización, los recursos humanos, el área de contabilidad y finanzas, la logística y distribución, así como el marketing. Necesitarás tener a mano el organigrama, los reportes de ventas, informes financieros, planes de producción o la planificación de recursos humanos, sin olvidar la retroalimentación de los encargados de los diferentes departamentos. El objetivo es comprender bien el funcionamiento de tu empresa y saber en qué punto se encuentra.
- Analiza el mercado en profundidad
Tu empresa opera en el mercado, por lo que no puedes abstraerte del contexto. Estudia el público objetivo al que se dirigen tus productos o servicios, prestando especial atención al volumen del mercado y la evolución de la demanda. Identifica las tendencias en tu sector y las estrategias de la competencia. Por último, analiza los factores económicos, sociales, políticos, tecnológicos o ambientales que puedan influir de manera directa o indirecta en el desarrollo de tu negocio.
- Identifica las debilidades
Las debilidades son los factores internos que juegan en tu contra y obstaculizan el crecimiento empresarial. Pregúntate qué te está limitando, que podrías mejorar o cuáles son las principales quejas que recibes de tus clientes. Podrías descubrir que tienes problemas en la entrega de los productos, que tus empleados no cuentan con la capacitación adecuada para llevar adelante determinados proyectos o que no tienes suficiente presencia en Internet en términos de branding.
- Reconoce las amenazas
Las amenazas son los aspectos externos a tu negocio que pueden afectar su productividad, reputación corporativa o incluso hacerlo fracasar. Para detectarlas, pregúntate qué está haciendo mejor la competencia, cómo te podrían afectar posibles cambios legislativos, económicos o las tendencias emergentes entre los consumidores. Quizá tus competidores ofrezcan precios más bajos o una recesión económica podría contraer la demanda de tus servicios.
- Descubre tus fortalezas
Las fortalezas son los elementos internos positivos que impulsan el éxito de tu negocio. Analiza en qué es mejor tu empresa, qué valor añadido aportas a los clientes o qué aspectos únicos pueden ayudarte a tener éxito. Podría tratarse del talento humano, pero también de una gran presencia en las redes sociales, una base de clientes sólida o un enfoque en la sostenibilidad.
- Detecta tus oportunidades
Las oportunidades son eventos externos que puedes aprovechar para hacer crecer tu empresa. Para encontrarlas, fíjate en las tendencias del mercado que más te beneficien o en los cambios sociales, económicos o tecnológicos que puedan potenciar tu marca. Podrías descubrir un nicho de mercado desatendido, un aumento de la demanda o incluso una ocasión para mejorar el servicio marcando distancia con la competencia.
- Analiza los resultados y selecciona una estrategia
Cuando termines la matriz DAFO, tendrás una imagen global de tu empresa en el entorno en el que opera. Así, podrás detectar las áreas que demandan una atención prioritaria, ya sean problemas a solucionar u oportunidades que no debes dejar pasar. En este punto, tendrás que elegir entre diferentes estrategias:
- DA de supervivencia, enfocada en afrontar las amenazas manteniendo bajo control las debilidades.
- FO de ofensiva, encaminada a aprovechar al máximo las fortalezas internas y las oportunidades que ofrece el mercado.
- DO de reorientación, implica un cambio de rumbo, aprovechando las oportunidades y corrigiendo las debilidades.
- FA de defensa, dirigida a preservar las fortalezas del negocio y lidiar con las amenazas del mercado.
Por último, asegúrate de elaborar un plan de acción claro y detallado que te permita alcanzar esos objetivos. De esta forma, hacer un análisis DAFO no será un ejercicio abstracto, sino una actividad útil para valorar de forma imparcial y objetiva la realidad de tu empresa y, así, tomar decisiones fundamentadas que promuevan su crecimiento.
En el contexto económico actual, marcado por elevadas tasas de interés, una gran competencia de mercado y un laberinto de opciones de inversión, muchas empresas están reevaluando sus estrategias financieras. Una práctica, en especial, destaca por ser una poderosa herramienta para optimizar la gestión de efectivo y liquidez: el cash pooling.
Cash pooling: definición y usos
El cash pooling es un recurso contable al que suelen recurrir los grupos empresariales para gestionar de forma centralizada su tesorería. También conocido como “caja única” o “agrupación de efectivo”, su principal objetivo es equilibrar las distintas cuentas de las empresas que conforman el grupo.
Las organizaciones que lo aplican pueden aprovechar varios beneficios:
- Centralizar el saldo. Consolidar todos los saldos dispersos del grupo empresarial en una cuenta central brinda una visión clara del efectivo disponible y facilita la gestión de los recursos financieros. También evita la existencia de cuentas con fondos ociosos y agiliza el acceso a los mismos.
- Optimizar la gestión financiera. Crear una caja única simplifica la administración y contabilidad de la empresa. Refuerza el control sobre los flujos de efectivo, reduce el margen de error en las transacciones financieras y optimiza el uso del capital dentro del grupo empresarial.
- Evitar el sobreendeudamiento. Disponer de una cuenta global consolidada asegura una distribución más eficiente de los fondos. Evita las transferencias excesivas y refuerza el control de los niveles de endeudamiento, por lo que resulta más fácil solventar las deudas que algunas empresas hayan podido contraer, contribuyendo a mantener una estructura de capital más saludable.
- Reducir los costes por comisiones e intereses. Otra de las grandes ventajas del cash pooling es el ahorro que representa en costes financieros. En vez de pedir préstamos externos, el grupo puede aprovechar su superávit para invertir en las áreas que lo necesiten. Eso reduce la dependencia de fuentes de financiación externas, sorteando los intereses y comisiones bancarias.
- Mejorar la capacidad de negociación. Al consolidar los saldos de todas las empresas, el grupo mejora su posición frente a entidades bancarias y otros socios financieros. En vez de negociar con múltiples cuentas con pequeñas cantidades, puede presentar una cuenta única que refleje una mayor fortaleza financiera, lo que mejorará las condiciones de financiación.
¿Cómo se aplica el cash pooling en la contabilidad empresarial?
El cash pooling es un proceso complejo que demanda una gestión meticulosa y una planificación estratégica. De hecho, antes de implementarlo, el grupo empresarial debe clarificar su estructura y la manera en que las entidades gestionarán los fondos.
- Abrir una cuenta central. Se determina una cuenta bancaria principal, generalmente de la empresa matriz, que se usará como cuenta de concentración y compensación.
- Formalizar los acuerdos legales y contractuales. Todas las entidades negocian los términos y condiciones del cash pooling, delimitando sus responsabilidades.
- Configurar los límites y autorizaciones. Se determinan los aspectos prácticos, como los límites de crédito para las cuentas subsidiarias y las autorizaciones necesarias.
Con esos detalles claros, generalmente al final de cada jornada laboral o un día específico de cada mes, se “barren” los saldos (completos o el límite fijado de antemano) de las cuentas subsidiarias hacia o desde la cuenta central para consolidar los fondos.
A continuación, se compensan los saldos, aunque en el caso del notional cash pooling se realiza una compensación virtual para el cálculo de intereses, sin mover los fondos, como explica el Banco Central Europeo. Luego, se calculan los intereses sobre los saldos consolidados, lo que puede generar un ahorro neto de costes en términos de intereses para el grupo empresarial.
Por supuesto, esta herramienta también demanda supervisar constantemente los saldos de todas las cuentas para mantenerlos dentro de los límites establecidos y asegurarse de que la liquidez esté disponible donde y cuando se necesite.
Por último, cabe recordar que concentrar todo el efectivo aumenta el riesgo, si no se gestiona adecuadamente. Además, una entidad con problemas financieros puede afectar al resto del grupo. No obstante, si se aplica correctamente, el cash pooling permite simplificar procesos, aprovechar mejor los recursos empresariales, reducir costes y mejorar la capacidad de respuesta ante los imprevistos, lo que terminará fortaleciendo la posición financiera del grupo.
Si tienes un negocio, es importante que sus cuentas estén cuadradas. Un buen control contable te permitirá supervisar las actividades y movimientos para asegurarte de que todo se desarrolla según el plan estratégico que has trazado. Una de las herramientas de control económico más importantes es la conciliación bancaria, pues te permitirá detectar y corregir posibles desviaciones que podrían afectar a la salud financiera de tu negocio.
¿Qué es una conciliación bancaria?
La conciliación bancaria consiste en comprobar los registros de los libros contables de la empresa con los extractos de las cuentas corrientes para detectar potenciales diferencias y realizar las correcciones o ajustes que sean necesarios. A través de esta operación, verificas que la cuenta bancaria refleja fielmente lo que ocurre en la contabilidad de tu empresa.
¿Cuándo debes hacer la conciliación bancaria?
Lo ideal es ir comprobando cada uno de los asientos contables minuciosamente, razón por la cual se recomienda no dejar pasar demasiado tiempo entre una conciliación y otra. Mientras más meses transcurran, más difícil será cuadrar las cuentas.
Este procedimiento, cuyo principal objetivo es mantener las cuentas y los movimientos bancarios bajo control, debería realizarse al final de cada mes, comparando el extracto de la entidad bancaria con las operaciones registradas de gastos e ingresos durante ese periodo de tiempo.
No obstante, su frecuencia dependerá de factores como el tamaño de la empresa y el volumen de las transacciones. Si tu negocio realiza muchos movimientos bancarios, deberías hacer la conciliación al menos cada 15 días, pues de lo contrario se convertirá en una tarea bastante engorrosa.
¿Cómo beneficia la conciliación bancaria a tu pyme?
La conciliación bancaria es mucho más que un simple ejercicio contable, es una práctica que aporta claridad y confianza en la gestión financiera de tu pyme. Cuando alineas tus registros internos con los informes del banco, no solo te aseguras de que cada transacción esté registrada correctamente, sino que también puedes detectar posibles errores antes de que se conviertan en problemas mayores.
- Mayor control de los recursos económicos. La conciliación bancaria te permitirá comprobar la veracidad de la información contable, de manera que podrás tener una imagen exacta de la situación económica de tu pyme. Tener la contabilidad al día y conocer tu saldo te ayudará a distribuir de manera más eficiente los recursos con los que cuentas para propiciar un crecimiento sostenido y viable a lo largo del tiempo.
- Detectar los errores contables. La conciliación bancaria evita sorpresas desagradables en la contabilidad de tu pyme. Te permitirá detectar errores en las entradas de los libros de contabilidad, cheques girados que no han sido cobrados, consignaciones registradas en los libros que el banco aún no ha abonado o, al contrario, notas de débito o crédito que el banco ha cargado o abonado, pero que todavía no has registrado en tus libros.
- Comprobar los pagos y cobros. Si tienes un volumen de negocio considerable, la conciliación bancaria se convertirá en la mejor herramienta para comprobar las transacciones que ha hecho tu pyme. Podrás tener claro a qué proveedores has pagado y mantenerte al día con los cobros, sabiendo la fecha de los vencimientos para reclamar a los clientes el pago de las facturas no abonadas.
- Prevenir pérdidas. La conciliación bancaria es vital para evitar pérdidas en el negocio. Este procedimiento no solo te permitirá detectar las facturas no cobradas, sino también posibles cargos erróneos. Además, te ayudará a detectar lo que no está funcionando, aquellas áreas que están generando pérdidas económicas, para que puedas replanteártelas.
- Facilitar la toma de decisiones. Cuanta más información poseas sobre el estado financiero de tu pyme, mejores decisiones podrás tomar. La conciliación de la cuenta bancaria te permitirá tomar decisiones estratégicas, basándote en datos fiables y actualizados, para que puedas potenciar las áreas más exitosas y rediseñar aquellas que no están dando los beneficios esperados.
- Mayor seguridad ante una inspección. La conciliación bancaria no es obligatoria, pero tendrás que hacerla para presentar los impuestos trimestrales y tus cuentas anuales. Además, tener la contabilidad al día y las cuentas cuadradas te hará sentirte más seguro, sobre todo de cara a una inspección, pues ya habrás detectado y corregido los errores o desajustes. Así, no tendrás problemas fiscales y evitarás sanciones económicas.
¿Qué tipos de conciliación bancaria existen?
Conocer los diferentes tipos de conciliación bancaria te ayudará a elegir la modalidad más adecuada para tu negocio. Así podrás llevar una gestión financiera más eficiente, que te ayude a mantener tus cuentas en orden y prevenir problemas fiscales de cara al futuro.
- Conciliación individual o aritmética. Es el tipo de conciliación bancaria que más utilizan las empresas y consiste en ir comparando los movimientos cronológicamente. Partiendo del saldo de los libros contables de la empresa, debes encontrar las diferencias con el saldo bancario para hacer los ajustes contables necesarios y actualizar el saldo del libro de bancos, cuya validez depende de que las operaciones mensuales estén verificadas en el extracto bancario.
- Conciliación conjunta o contable. En este tipo de conciliación bancaria se elabora un documento que contenga toda la información sobre los asientos que no corresponden y se usa para crear las pólizas de corrección (recuerda que, si registras mal una póliza, no puedes cancelarla ni borrar los movimientos, sino que tendrás que realizar una póliza nueva con el movimiento inverso). Las correcciones que sean necesarias estarán a cargo del banco o la empresa, dependiendo de quién es el responsable de los errores.
Las principales causas de los descuadres
Cuando hagas la conciliación bancaria, encontrarás básicamente dos tipos de inconsistencias: temporales o permanentes. Las inconsistencias temporales se deben a un descuadre entre la fecha que reflejan los libros contables y la del extracto bancario. En cambio, las inconsistencias permanentes son errores que comete la empresa o el banco al contabilizar los apuntes en cuestión.
Existen diferentes razones por las cuales el saldo final del banco no cuadra con la información que contienen los libros contables de tu negocio:
- Cheques girados por la empresa que los beneficiarios no han cobrado.
- Consignaciones en los libros contables que el banco no ha abonado.
- Notas de débito que el banco carga a la cuenta bancaria, pero que la empresa no ha registrado.
- Notas de crédito que el banco abona a la cuenta de la empresa, pero que ésta no ha registrado.
- Diferencia de tiempo en el registro de las partidas, ya que los bancos suelen tardar más en reflejarlas.
- Errores de la empresa al registrar los conceptos y valores en sus libros de contabilidad.
- Cobros por un terminal punto de venta en los que aparecen varias operaciones de venta agregadas, difíciles de vincular a las facturas.
- Errores de la entidad bancaria en la liquidación de determinados conceptos.
¿Cómo hacer la conciliación de una cuenta bancaria?
Para realizar la conciliación bancaria, necesitas información de dos fuentes contables distintas: los extractos bancarios y los libros contables. Los extractos bancarios recopilan todos los movimientos de las cuentas de tu empresa, indicando su concepto, la fecha y el importe.
Lo habitual es que cada cierto tiempo, generalmente de manera mensual, el banco te envíe un estado de la cuenta con todos los movimientos registrados. Las entidades bancarias se rigen por la norma 43 de la Asociación Española de Banca, la cual regula las características del archivo en el que se reflejan los movimientos de la cuenta corriente y que usarás para realizar la conciliación bancaria.
Por otra parte, debes consultar:
- Libro diario, que recoge todas las operaciones comerciales y financieras del negocio en orden cronológico, registradas en términos de “debe” y “haber”.
- Libro de ventas e ingresos, que refleja las facturas emitidas por orden de numeración.
- Libro de compras, que reúne las facturas que implican un gasto para la actividad.
- Libro de bancos, un registro contable auxiliar donde se registran todas las operaciones relacionadas con las cuentas bancarias.
Para facilitar esta tarea, sobre todo si tienes que lidiar con un gran volumen de operaciones, puedes dividirlas por periodos de días o semanas. Lo habitual es comenzar comprobando el saldo inicial y final para ver si existe alguna diferencia. Si es así, tendrás que revisar y verificar cada uno de los movimientos, punteando las operaciones correctas, para encontrar la diferencia o error.
- Compara fechas y movimientos de ingresos
Revisa la información del libro diario y el libro de ventas para comprobar si concuerda con los movimientos de “Haber” que se han producido en la cuenta empresarial.
- Compara fechas y movimientos de gastos
Constata si los datos del libro diario y el registro de gastos coinciden con los movimientos de “Debe” en la cuenta bancaria del negocio.
- Suma las cantidades
Además de comprobar la información interna con el registro bancario, realiza la suma de todas las operaciones para asegurarte de que no existen errores.
En cualquier caso, recuerda que no es inusual que los saldos sean diferentes. Los errores más comunes consisten en duplicar un registro u olvidar contabilizar un movimiento. También es habitual equivocarse al colocar una coma o invertir el orden de los dígitos.
La diferencia no siempre es un error, en algunos casos puede deberse a la aplicación de un criterio de devengo diferente. Por ejemplo, la entidad bancaria no registra una operación hasta que no la contabiliza, pero como pyme es posible que ya hayas reflejado esa actividad en tus libros contables. En esos casos, solo tendrás que realizar una anotación contable para dar seguimiento a la diferencia.
También es recomendable llevar un historial de los ajustes que hagas para tener futuras referencias de las discrepancias. Cuando hayas terminado de corregir los errores y realizar los ajustes, tendrás que conciliar nuevamente para verificar que los saldos coinciden y que la información concuerda, es precisa y está completa.
Por último, cabe aclarar que no vale establecer una partida conciliatoria y olvidarte del descuadre. Si acumulas partidas conciliatorias, terminarás con una contabilidad alejada de la situación real de tu pyme y cada vez será más difícil cuadrar las cuentas.
Automatizar la conciliación bancaria
Tanto por motivos legales como prácticos, es recomendable que tengas la información contable de tu negocio al día. Eso significa que tendrás que realizar la conciliación bancaria con cierta periodicidad, un proceso que te llevará tiempo, sobre todo a medida que tu empresa crezca.
La buena noticia es que existen programas específicos de gestión de tesorería que pueden encargarse de esa tarea, garantizando la integridad de los registros contables de tu pyme y una gestión financiera más eficaz.
Softwares como Quipu, Sage o Holded ofrecen soluciones de gestión de facturación, tesorería e impuestos. Normalmente, estos programas centralizan todas las cuentas bancarias de la empresa, lo que implica una gran ayuda si tienes en cuenta que los reportes de cada banco o entidad, así como sus sistemas internos, suelen tener diferentes formatos y aportan datos distintos, lo que dificulta aún más la conciliación bancaria.
Estas soluciones de software también suelen sincronizar en tiempo real los movimientos bancarios y los asocian con las facturas correspondientes o, en el caso de que no existan, crean la factura, ticket o nómina. Algunos, incluso, permiten añadir reglas para agilizar la conciliación de los movimientos recurrentes o brindan propuestas de conciliación masiva para que no tengas que aceptarlas y validarlas individualmente.
Con la tecnología, una tarea que suele ser tediosa y propensa a errores se convierte en un procedimiento más sencillo y rápido que te ahorra tiempo y recursos, mientras te proporciona una visión más clara de la situación financiera de tu negocio en cada momento.
En un mundo cada vez más interconectado, el marketing de afiliación se ha convertido en una alternativa para emprender online. Sin grandes inventarios ni complicadas estructuras logísticas, este sistema te permitirá monetizar tu contenido simplemente recomendando productos o servicios. De hecho, el 83% de los profesionales del marketing ya utilizan programas de marketing de afiliados para aumentar el reconocimiento de marca y se espera que este mercado registre una tasa de crecimiento anual compuesta del 7,7% hasta 2030, según Forbes.
Marketing de afiliados: ¿Qué es y cómo funciona?
El marketing de afiliación consiste en promocionar productos o servicios de una empresa, haciéndolos llegar a un público más amplio. Cada vez que alguien realiza la acción objetivo a través de tu enlace de afiliado, ganas una comisión. Lo más habitual es recibir una cantidad fija o un porcentaje por cada compra, pero también existen otros modelos.
Como afiliado, también puedes cobrar por instalación; o sea, cada vez que un usuario descarga una aplicación móvil o el software de la web del comerciante. Este sistema también prevé una compensación según el potencial de conversión de los usuarios, como cuando rellena un formulario de contacto, se suscribe a un boletín o pide probar un producto.
En otros casos, el marketing de afiliados implica generar tráfico a determinados sitios web para intentar que los usuarios interactúen, por lo que también existen programas de PPC (pago por clic) en los que cobrarás en función del aumento del tráfico web.
Los pros y contras del marketing de afiliación
A primera vista los programas de afiliación pueden parecer lucrativos, pero lo cierto es que antes de abrazar este modelo es importante que conozcas sus luces y sombras.
Ventajas y fortalezas
- No requiere una gran inversión. La mayoría de los programas de afiliados no demandan un pago por entrar a formar parte de su red, solo tendrás que invertir en crear el canal a través del cual darás a conocer los productos o servicios, ya sea un sitio web, blog o las redes sociales, por lo que no arriesgarás mucho.
- Gestión sencilla. Muchos de los planes de afiliación proporcionan a sus socios todas las herramientas de marketing necesarias, desde los enlaces hasta los banners publicitarios, por lo que podrás añadirlos fácilmente sin tener conocimientos de diseño o programación.
- Olvídate de la logística y la gestión de clientes. Asegurar una buena experiencia de compra a los clientes y lidiar con sus quejas y reclamaciones corre a cargo del comerciante, por lo que solo tendrás que enfocarte en optimizar tus estrategias de promoción.
Desventajas y limitaciones
- Es difícil generar ingresos estables. La mayoría de los programas de afiliación te recompensan en función del rendimiento, por lo que es difícil estimar con exactitud las ganancias y es probable que varíen en dependencia de múltiples factores.
- No tienes control sobre el programa de afiliación. Uno de los principales problemas de este modelo es que no tienes control sobre la calidad de las promociones, los productos o las recompensas. Además, como afiliado quedas sujeto a las normas del programa, que suelen cambiar cada cierto tiempo.
- Debes cumplir con los requisitos de pago. Muchos programas de afiliación establecen condiciones para abonar las ganancias, como alcanzar una cantidad determinada. Si un mes no alcanzas esa cifra, tu dinero quedará retenido hasta que alcances el mínimo.
5 pasos para empezar en el marketing de afiliación
- Elige un nicho
Escoge un área que te apasione y que conozcas bien porque tendrás que dedicar muchas horas a crear contenido. Lo ideal es que optes por un tema específico y poco abordado que pueda atraer a una audiencia interesada, ya que así tendrás menos competencia y más probabilidades de vender.
- Determina la plataforma de contenido principal
Contar con una plataforma personal, como un blog o un sitio web, te dará mayor control, aunque también puedes promocionar tus contenidos a través de las redes sociales, una newsletter o, incluso, un podcast. Solo asegúrate de estar donde está tu público objetivo.
- Valora diferentes programas de afiliación
Antes de unirte a un programa de afiliados, investígalo a fondo hasta que comprendas bien su modelo de comisiones, conozcas sus productos o servicios y estés seguro de que se adapta a tu experiencia y conocimientos. El truco consiste en buscar comerciantes cuyos planes conviertan bien.
- Crea contenidos de calidad enfocados en tu público
Solo así podrás labrarte un nombre, generar tráfico y transmitir confianza. La clave radica en crear contenidos que resuelvan problemas reales de tu público y estén bien optimizados para SEO. No olvides colocar los enlaces de manera natural y elegir productos que realmente aporten valor a quienes te siguen.
- Amplía tu negocio de marketing de afiliación
Con el tiempo, puedes hacer crecer tu plataforma de afiliación, ya sea mejorando tu sitio web, abriendo nuevos canales de comunicación con tu audiencia o promocionando nuevos productos. Lo interesante de este modelo es su escalabilidad, por lo que, si lo haces bien, incluso puede convertirse en una fuente de ingresos pasivos muy interesante a lo largo del tiempo.
¿Qué es y cómo se hace el arqueo de caja?
La transparencia financiera es fundamental en cualquier negocio. Una divergencia entre los registros contables y los ingresos y gastos reales no solo transmite una imagen distorsionada del funcionamiento de la empresa, sino que esos desajustes económicos también pueden tener repercusiones a nivel legal y fiscal. Por ese motivo, necesitas que cuadren las cuentas.
Arqueo de caja: ¿qué es?
El arqueo de caja es un procedimiento de control que se realiza en la propia empresa para comprobar que el dinero disponible coincide con los registros contables. Su principal objetivo es detectar discrepancias, errores o posibles fraudes. Tendrás que contar físicamente el efectivo de la caja, pero también debes incluir los cheques, vales, tarjetas y otros medios de pago para contrastarlos con las transacciones registradas en el sistema.
Si manejas grandes volúmenes de efectivo, es recomendable que hagas el arqueo de caja a diario. Si tu negocio no factura tanto podrás espaciar un poco más esta tarea, pero nunca dejes pasar más de un mes, ya que cuadrar las cuentas podría convertirse en una misión imposible.
¿Qué funciones cumple el arqueo de caja en una empresa?
- Control de los flujos de efectivo. Permite supervisar los ingresos diarios, identificando posibles diferencias entre los registros contables y el dinero físico, por lo que es útil para detectar desajustes y tener una visión clara de la salud financiera del negocio que facilite la planificación financiera a corto y largo plazo.
- Conocer las preferencias de pago de los clientes. Brinda información valiosa sobre los métodos de pago más usados en la empresa, lo que será útil para ajustar tu estrategia comercial a las necesidades de los clientes, impulsar determinados sistemas de pago o diseñar estrategias de marketing para captar y fidelizar más clientes en base a sus hábitos.
- Detectar posibles irregularidades. El arqueo de caja es una medida preventiva de control interno para identificar y corregir posibles errores en las operaciones cotidianas, desde pequeños descuadres hasta transacciones omitidas. También podría sacar a la luz actividades fraudulentas, por lo que a la larga facilita la transparencia y la responsabilidad.
- Cumplimiento fiscal. Llevar un registro detallado del efectivo te ayudará a cumplir tus obligaciones fiscales en materia de auditoría y supervisión interna. Por otra parte, tener las cuentas saneadas también te facilitará la presentación de las declaraciones de impuestos y reducirá el riesgo de sanciones o multas.
- Optimizar la gestión operativa. Realizar el arqueo de caja con regularidad te servirá para identificar áreas de mejora, ya que también podría poner de relieve ineficiencias en la forma de gestionar las operaciones diarias, ya sea por falta de capacitación del personal o debido a una metodología de registro de transacciones inadecuada. Eso se traducirá en una mejor administración del tiempo y los recursos.
Arqueo de caja: ¿cómo se hace?
Para hacer un arqueo de caja, debes contar el efectivo que se encuentra en la caja registradora. Luego verifica las otras entradas de dinero, como los pagos con tarjetas de crédito, cheques, tarjetas regalo, vales y cualquier otro método de pago aceptado. Por último, no olvides restar los descuentos que les hayas dado a los clientes o el dinero que hayas sacado de la caja para pagar a tus proveedores o cubrir otros gastos de la empresa.
Comprueba las diferentes partidas de ingresos de manera independiente. Concilia los registros contables con el efectivo real en la caja y haz lo mismo con el resto de los pagos. Si encuentras diferencias, tendrás que repasar todas las transacciones para identificar las causas. Las discrepancias no siempre se deben a robos, en ocasiones son fallos contables, justificantes perdidos o errores al cobrar o pagar.
Por tanto, el arqueo de caja es mucho más que una simple verificación diaria del efectivo. Es una herramienta estratégica que, si se aplica de manera constante y minuciosa, protegerá tus finanzas y te permitirá tomar mejores decisiones que contribuyan a la estabilidad y solidez del negocio.