Historia de éxito
Aválam
José Luis Delgado, gerente, Residencia Casa Emilio
Hotel Casa Emilio era un establecimiento hostelero con 35 años de trayectoria en la ciudad de Murcia que decidió reconvertirse en residencia universitaria. Los cambios en la oferta de alojamientos turísticos, unas instalaciones algo anticuadas y modificaciones en el plan de movilidad urbano que afectaban a su ubicación, fueron factores que repercutieron negativamente en las reservas del hotel y empujaron a su propietario a cambiar el modelo de negocio, aprovechando la alta demanda de estudiantes universitarios para alojarse en la capital murciana.
Una pequeña reforma y su céntrica ubicación han hecho que el negocio se haya reconvertido de manera exitosa en la Residencia Casa Emilio. “Con una inversión no muy grande, obtuvimos los alojamientos, reorganizamos el mobiliario de las habitaciones orientado al estudiante, y diseñamos las zonas comunes con una cocina grande y zonas de estar para vivir en coliving”, explica José Luis Delgado, gerente de Residencia Casa Emilio.
Pero para poder realizar esa inversión, tuvo que enfrentarse a algunos obstáculos a la hora de buscar financiación. “A pesar de tener un plan de negocio creíble y rentable, nuestros balances pasados eran negativos como consecuencia del descenso en el número de reservas tras los años de pandemia y los problemas ya mencionados”, señala Delgado.
Ante la negativa de algunas entidades bancarias y las duras condiciones en la concesión del préstamo que le ofrecían otras, Delgado no se desanimó y halló en Aválam el apoyo que tanto necesitaba para sacar adelante su reconversión del negocio. “En Aválam hemos encontrado unos profesionales que, además de analizar tu solvencia como los demás y amarrar bien las garantías, miran los balances hacia adelante, no hacia atrás”, subraya Delgado. La SGR fue de la mano con Banco Sabadell a la hora de conceder la financiación para la reforma de la nueva residencia universitaria. “El plan del proyecto ha primado sobre otros factores a la hora de lograr el apoyo financiero y todo se diseñó con un tipo de interés y plazo asumibles, por lo que no podemos estar más agradecidos a Aválam y Banco Sabadell”, concluye Delgado.