Muchos proyectos no llegan a buen puerto o se estancan debido a la falta de dominio de las técnicas de cierre de ventas pues en un mercado tan competitivo como el actual no solo necesitas ofrecer un buen producto o servicio, también debes saber venderlo.
Es una técnica de venta un poco agresiva pero suele ser eficaz cuando el cliente ha mostrado un gran interés por el producto o servicio pero no se atreve a dar el paso final. En ese caso, debes asumir que el trato ya está cerrado, aunque la persona aún no lo haya confirmado. Puedes tantear el terreno a través de preguntas como: «¿A qué dirección realizamos el envío?» o «¿Qué método de pago prefiere?».
El objetivo de esta técnica de venta es lograr que el cliente imagine que ya ha realizado la compra pues una vez que lo haga, será más difícil que dé marcha atrás. Un estudio publicado en The Journal of Consumer Research reveló que cuando poseemos algo, inmediatamente ese producto aumenta su valor ante nuestros ojos y somos más reacios a deshacernos de él, es lo que se conoce como «efecto del propietario». Puedes generar esta sensación mediante una serie de preguntas que le ayuden a visualizar cómo usará el producto que deseas vender.
A veces el cliente titubea y pregunta sobre otros productos o servicios que pueden alejarte de cerrar la venta. Si no reencauzas la conversación, tendrás que empezar desde cero, por lo que en este caso la técnica de cierre consiste en centrarse únicamente en una característica y asumir que la venta ya está realizada. Por ejemplo, si el cliente indaga sobre un móvil más sencillo, puedes preguntarle si prefiere un modelo 3G y mostrarle directamente un modelo más simple.
La clave radica en crear una disposición mental positiva en el cliente, de manera que sea más propenso realizar la compra. Solo necesitas encadenar una serie de preguntas a las que la persona responda afirmativamente. Una estrategia más sencilla consiste en añadir una coletilla detrás de cada afirmación, como por ejemplo: “¿no es así? o “¿verdad?”. Cuantas más respuestas afirmativas tengas a tu favor, más probable será que cierres la venta.
Uno de los lineamientos básicos del marketing para autónomos, pymes y empresas es lograr que el cliente se sienta satisfecho con su compra. Para ello, una vieja estrategia de comprobada eficacia cuando el cliente se muestra receptivo a la compra pero parece no tener prisa, consiste en hacerle notar que podría perder la ocasión. Puedes aplicar el «principio de la escasez» haciendo referencia a que existe un número limitado de unidades o a que la oferta será válida solo durante un periodo de tiempo determinado.