Tras varias prórrogas, el Brexit finalmente se hizo efectivo el pasado 31 de enero de 2020. Todavía quedan muchos cabos sueltos por atar, pero no cabe dudas de que la salida del Reino Unido de la Unión Europea tendrá un impacto en la economía española y, en especial, en las pymes que trabajan con este mercado.
El Proyecto de Ley de Retirada de la Unión Europea prevé que, a lo largo del año en curso, Londres y Bruselas negocien los términos de su nueva relación comercial, aunque es probable que las negociaciones se alarguen y se tarde mucho más en llegar a un acuerdo, por lo que es fundamental que las pymes españolas se preparen para afrontar diferentes escenarios.
Reino Unido es el tercer mercado para las exportaciones españolas de bienes y servicios. En 2018, el conjunto de las exportaciones españolas al Reino Unido sumó 38 746 millones de euros, de las cuales el 49,3 % fueron bienes, lo que convierte al país anglosajón en el quinto destino de las exportaciones españolas de bienes. En 2019, los sectores con más peso en las exportaciones totales a Reino Unido fueron: automóviles y motos, frutas y legumbres y vehículos de transporte de mercancía por carretera, según el ICEX.
El principal problema es que, de las aproximadamente 10 000 empresas españolas que exportan al Reino Unido, la mayoría son pymes, lo cual significa que estas quedan particularmente expuestas si se produce una contracción importante de las exportaciones. Una caída de la libra esterlina, por ejemplo, puede disminuir el poder adquisitivo de los compradores británicos, lo cual disminuiría la demanda de productos españoles. El aumento de los costes asociados a las exportaciones, ya que Reino Unido pasa a ser un país extracomunitario, también puede producir un frenazo en las exportaciones.
La posible pérdida de los acuerdos comunitarios de libre comercio o los cambios en las condiciones de los mismos harán que surjan nuevos procedimientos aduaneros, por lo que es probable que hacer negocios con el Reino Unido sea un proceso más complejo, costoso y lento. Los nuevos acuerdos entre la Unión Europea y el país anglosajón posiblemente implicarán cambios en el sistema arancelario, el IVA y las bases regulatorias, debido a que el flujo de mercancías se considerará una operación extracomunitaria.
La aplicación de esos nuevos aranceles aduaneros puede reducir los márgenes de beneficio en las operaciones comerciales de las pymes españolas o disminuir su facturación. A esto se le suman los cambios en los libros de contabilidad, ya que el tratamiento que se aplica al IVA será diferente. También es probable que tengas que presentar nuevos modelos y solicitar otros documentos para exportar, como el Número de Registro e Identificación (EORI) en la Agencia Tributaria, imprescindible para realizar exportaciones extracomunitarias.
Una de las consecuencias del Brexit menos mencionadas, pero esencial de cara al futuro de las pymes españolas, es el freno a la innovación. Reino Unido es el segundo socio más importante de España en términos de proyectos conjuntos en el marco del H2020, el programa que financia proyectos de investigación e innovación en diversas áreas en el contexto europeo.
El Brexit podría limitar tanto el acceso al conocimiento como a las posibilidades de compartir experiencias relevantes en el campo de la innovación, sobre todo debido a las barreras burocráticas. De hecho, muchos de los programas de apoyo a la innovación exigen que las empresas pertenezcan a la Unión Europea, lo cual significaría que muchas pymes españolas no podrían contar con el apoyo o la inversión productiva de empresas o universidades británicas, lo cual podría restar competitividad en el área de I+D y limitar el crecimiento del negocio.