En un mercado cada vez más competitivo y saturado, el branding para pymes te permitirá destacar y distinguirte de tus competidores directos. Una buena estrategia de branding mejora la reputación de la marca, proyecta una imagen de confianza y facilita la fidelización de los clientes, lo cual se traduce en un negocio más sólido y, en consecuencia, un incremento de las ventas.
El branding es el proceso a través del cual se construye y gestiona una marca para lograr que sea reconocible y se afiance en la mente de los consumidores. Engloba todas aquellas estrategias dirigidas a diferenciar una marca y darle una identidad corporativa, de manera que los consumidores puedan asociarla a valores específicos. El objetivo final es lograr una marca notable que aporte valor a la empresa.
El branding es una herramienta muy poderosa para diferenciar tus productos y servicios. Te ayudará a encontrar el valor diferencial de tu pyme y potenciarlo a través de una estrategia de marketing que genere conciencia de marca. A través de la estrategia de branding, podrás unificar los valores y atributos de tu marca, integrándolos bajo una identidad corporativa única que los consumidores puedan reconocer y con la cual se identifiquen.
El branding te ayudará a mostrar el lado más humano de tu negocio, de manera que te resulte más fácil crear vínculos emocionales con los consumidores. El objetivo de la estrategia de branding es lograr que tu marca se convierta en una ‘lovemark’. Los clientes no solo tiene que estar dispuestos a pagar por tus productos, sino que deben llegar a sentirse identificados con ellos, como han hecho exitosamente marcas como Apple o Converse.
El objetivo final del branding es posicionar la marca en el mercado, de manera que tu pyme incremente sus ventas. Si tu marca logra colarse en el “Top of Mind” del consumidor, tu volumen de negocio aumentará considerablemente, como demostró un estudio realizado en la United International University, según el cual la primera marca en la que piensa el consumidor es sinónimo de ventas, sobre todo cuando se trata de productos de uso cotidiano.
Un buen nombre facilita el recuerdo, pero un mal nombre condena la marca al olvido o, incluso, puede generar asociaciones negativas en la mente del consumidor. No es casual que grandes marcas cambiaran de nombre, como Research in Motion, que pasó a llamarse Blackberry, o AuctionWeb, que se convirtió en eBay. Por tanto, el primer paso para crear una marca es elegir un nombre único, original, atemporal y fácil de pronunciar.
Los detalles gráficos de tu marca son tan importantes como el nombre, ya que muchas veces generan emociones o activan simbolismos en la mente del consumidor. Eso significa que debes asegurarte de que los colores y diseños que elijas transmitan el mensaje adecuado y puedan conectar rápidamente con tu público.
¿Por qué un consumidor debería comprar tu producto? Para hacer branding en tu pyme necesitas encontrar la propuesta de valor única que te diferencia de la competencia. No pienses únicamente en los atributos que te diferencian sino en el valor y los beneficios que estos aportan a tu público ya que, al fin y al cabo, es a ellos a quienes debes convencer.
Una vez que hayas determinado tu propuesta de valor, la identidad visual, el mensaje que deseas transmitir y el tono que utilizarás, es importante que mantengas esa coherencia en todos los medios de comunicación que utilices, desde las redes sociales hasta los anuncios publicitarios, el packaging y el diseño del punto de venta. Así reforzarás tu identidad corporativa en la mente del consumidor.