La vía del emprendimiento no es sencilla, pero suele implicar desafíos añadidos para las mujeres. En sentido general, las mujeres consideran que emprender es una buena opción profesional, pero tienen una percepción más baja de sus capacidades emprendedoras que los hombres, confían menos en sus habilidades para emprender y se sienten inseguras sobre sus conocimientos.
Esos son los resultados del último informe GEM, que también reveló que, de los nuevos emprendedores en España durante el 2018, el 47,8 % eran mujeres y el 52,2 % hombres. Aunque hay menos mujeres emprendedoras, las tasas de abandono son 10 puntos porcentuales más altas en los hombres, lo cual significa que una vez que se superan los retos iniciales, las emprendedoras son capaces de desarrollar negocios exitosos a lo largo del tiempo.
Los emprendedores más exitosos comenzaron con una idea de negocio. Esa idea debe ser original e innovadora para que destaque en el mercado y atraiga inversores, pero también tiene que ser rentable a corto o medio plazo para que veas el retorno de la inversión lo antes posible. Eso significa que debes convertir esa idea en un plan de negocio viable que guíe tus pasos. Alexa von Tobel, CEO y fundadora de LearnVest, una compañía de planificación financiera, aconseja tener una estrategia de negocio clara antes de dar el salto para maximizar las posibilidades de tener éxito.
El mercado actual cambia constantemente, a la par que los gustos y las necesidades de los consumidores, por lo que para convertirte en una mujer emprendedora de éxito debes ser capaz de captar esas tendencias y ajustar tu modelo de negocio. No basta con estar al tanto de las nuevas tendencias en tu sector, sino que debes anticiparte a ellas para ganar una ventaja competitiva. Para lograrlo, es importante que esos cambios no te intimiden, sino que los asumas como nuevas oportunidades para detectar nichos de mercado desatendidos, lanzar nuevos productos o aplicar cambios que mejoren la productividad.
Uno de los peores errores que puedes cometer al emprender consiste en no saber priorizar. Quizá pienses que nadie hará las cosas como tú o que puedes encargarte de todo, pero solo terminarás sobrecargándote de trabajo innecesariamente. Llevar una empresa no es una carrera de velocidad sino de resistencia. Kristin Hege, CEO y cofundadora de Wired PR, cree que la clave radica en tener claras las prioridades, tanto para las cosas más importantes de la vida como para las más pequeñas, y encontrar un equilibrio. Necesitas identificar aquellas tareas que no son tan importantes y delegarlas en el equipo que has construido.
El emprendimiento no tiene que ser una carrera en solitario. Si necesitas ayuda o apoyo, no dudes en pedirlo. Los consejos de mujeres emprendedoras que han recorrido ese mismo camino pueden evitarte cometer costosos errores y si te rodeas de un equipo de trabajo competente y positivo, tu negocio podrá crecer mucho más rápido, nutriéndose de sus propuestas. Esa fue una de las apuestas ganadoras de la diseñadora Carolina Herrera, quien reconoció que lo más difícil de su negocio ha sido elegir y mantener al equipo correcto.
El mito del emprendedor que se construye a sí mismo sin ninguna preparación ha quedado relegado al pasado. La motivación es importante, pero no asegura que un proyecto empresarial llegue a buen puerto, por lo que es fundamental que cuentes con una formación básica en finanzas, administración de empresas y marketing. Puedes inscribirte en cursos presenciales u online, así como asistir a seminarios, conferencias y charlas de emprendimiento organizadas por las cámaras de comercio o las universidades. Así descubrirás las claves para llevar adelante tu negocio y conocerás a otros profesionales con los cuales podrás crear nuevas sinergias.