El sistema de pensiones encadena una larga racha de déficits anuales que lo convierten en una vía insostenible a largo plazo. En la actualidad, en España hay 3 personas en edad de jubilación por cada 10 en edad de trabajar, pero en 2050 habrá un jubilado por 1,72 personas en edad laboral. El impacto del Covid-19 en la economía ha sacado a la luz ese problema con la merma de las cotizaciones a la Seguridad Social, poniendo sobre la mesa la necesidad de realizar una reforma pensional, según un informe de la EAE Business School.
El Instituto de Actuarios Españoles, que se dedica a analizar el riesgo, la incertidumbre y sus repercusiones financieras, realizó un informe sobre el sistema de pensiones en España y concluyó que todos recibimos más de lo que aportamos.
Un trabajador que cotiza por bases medias, por ejemplo, puede llegar a recibir el doble de lo aportado. Sin embargo, un trabajador que cotiza por la base mínima podría recibir 2,48 euros por cada euro ingresado por concepto de cuotas. En términos generales, el sistema devuelve al jubilado un 51 % más de lo que recibe.
En la actualidad, la cuantía de las cotizaciones no cubre todas las necesidades de la Seguridad Social, que destina unos 10.000 millones de euros mensuales a las pensiones, mientras la deuda del Estado sigue creciendo y en el Fondo de Reserva quedan solo 1.500 millones.
Para que este sistema sea sostenible, el citado informe indicó que el PIB español tendría que crecer un 5,67 % en los próximos 40 años, una cifra a todas luces inalcanzable, sobre todo tras el grave impacto de la pandemia. Eso no deja otro camino que realizar una reforma pensional con urgencia.
Es probable que la reforma de pensiones de 2020 no incluya cambios de gran calado como los que se aprobaron en 2011 y 2013, cuando se aumentó la edad de jubilación, se exigieron más años cotizados y se redefinieron las revalorizaciones anuales. No obstante, se espera que las nuevas reformas afecten a las personas a las que les faltan menos de cinco años para cumplir la edad de jubilación, ya que se buscan cambios que surtan efecto a corto y medio plazo.
También se prevén cambios en las prestaciones porque en la actualidad representan un 40 % del gasto de las cuentas públicas que prepara Hacienda. Una alternativa consiste en excluir de la Seguridad Social el pago de prestaciones, como las pensiones de orfandad, las SOVI y/o las pensiones de viudedad, que podrían ser asumidas por los Presupuestos Generales del Estado y, por ende, ser financiadas a través de otros impuestos. Con esta medida se conseguiría aliviar un poco las cuentas de la Seguridad Social.
Es probable que la nueva reforma pensional desincentive las jubilaciones anticipadas ya que, aunque implican penalizaciones que oscilan entre el 6,5 y el 8 % anual, esta modalidad de acceso al sistema ha crecido en un 66 % desde la última crisis. La idea sería aplicar un plan de mejoras fiscales e incentivos económicos para aquellos que esperen hasta la edad de jubilación. Con la reforma de pensiones de 2020 también se podría ampliar el periodo de cálculo de la pensión teniendo en cuenta la vida laboral más allá de los 25 años.
Es probable que una de las medidas que se incluya en la reforma de pensiones 2020 sea que los empleados aporten más a la Seguridad Social. Hasta el momento, las empresas eran las que más aportaban a este sistema. Sin embargo, en la situación actual, con muchas empresas echando el cierre o viendo cómo su volumen de negocio se reduce, es poco probable que les apliquen un aumento en las cotizaciones.
En el caso de los empleados, al aportar menos, existe cierto margen de maniobra para aumentar en algunos puntos su contribución a la Seguridad Social. No obstante, hay que tener en cuenta que los cambios en la reforma pensional también dependen del Pacto de Toledo, por lo que la última palabra aún no está dicha.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ya se ha dirigido a organismos como CEOE, Cepyme, CC.OO. y UGT para buscar un nuevo acuerdo sobre el sistema de pensiones. Aunque no existe una fecha concreta, se espera que las primeras negociaciones comiencen en octubre , para llegar a un acuerdo antes de fin de año, momento en el cual debería estar lista la reforma pensional.