Muchas empresas, pymes y autónomos necesitan contratar personal, ya sea por las características de su negocio o porque les está yendo bien y quieren ampliarse. Si ese es tu caso, debes considerar que contratar un trabajador conlleva ciertos costos y obligaciones, por lo que es importante que elijas el tipo de contrato laboral más adecuado y te informes sobre los incentivos y bonificaciones que puedes aprovechar.
Si estás seguro de que necesitarás a un trabajador durante los próximos años y valoras la experiencia profesional, este es el tipo de contrato laboral más adecuado. No tiene una duración determinada pero puede ser a jornada completa, parcial o por la prestación de servicios discontinuos. Podrás aprovechar los incentivos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, algunos destinados a facilitar el acceso al empleo de diferentes colectivos, entre ellos los jóvenes y las personas mayores de más de 52 años o con discapacidad.
El trabajador prestará sus servicios durante un límite de tiempo determinado, ya sea a jornada completa o parcial. Es una buena alternativa cuando tienes trabajo o pedidos acumulados, en cuyo caso sería un «contrato eventual por circunstancias de la producción», con una duración máxima de seis meses y una única prórroga. También puedes recurrir a esta fórmula para cubrir temporalmente un puesto de trabajo porque la persona está de vacaciones o de baja por maternidad o enfermedad, o cuando necesites un servicio especializado y puntual para terminar un proyecto, en cuyo caso el contrato termina al finalizar el mismo. El contrato temporal también tiene incentivos, que puedes consultar en el Servicio de Empleo Público Estatal.
Este contrato laboral fomenta la práctica profesional, por lo que el empleo que ofreces tiene que estar relacionado con la titulación de la persona, que no puede llevar más de cuatro años graduada, aunque puedes contratar a personas mayores de 52 años para facilitar su formación y reinserción al mercado laboral. Prevé un plazo mínimo de seis meses hasta un máximo de dos años, ya sea a jornada completa o parcial, y el salario durante el primer año debe ser al menos un 60 por ciento de lo que cobra otro trabajador con experiencia que ocupe el mismo puesto.
Este tipo de contrato laboral está pensado para la cualificación profesional, por lo que solo puedes contratar a jóvenes de menos de 30 años que estén estudiando. En algunos casos se aplica una reducción del 100 por en las cuotas de Seguridad Social y si decides firmar un contrato indefinido, podrás aprovechar las bonificaciones durante un periodo de tres años. Su duración mínima es de un año, hasta un máximo de tres, pero la persona que contrates no puede tener un título profesional reconocido vinculado a la actividad. Además, la retribución no puede ser inferior al salario mínimo interprofesional.