La mayoría de los autónomos que llegan a la edad de jubilación reciben pensiones más bajas que los trabajadores por cuenta ajena, lo cual suele deberse a que suelen cotizar a la Seguridad Social por la base mínima. En España, la pensión media de un autónomo es de 646,30 euros al mes, un 10% menos que la de un empleado. Las diferencias no terminan ahí, los requisitos de la jubilación anticipada para los autónomos también difieren de las condiciones que se aplican a los trabajadores asalariados.
Hace unos años, la jubilación anticipada para los autónomos ni siquiera se concebía. En 2007 se comenzó a prever para casos excepcionales en los que existiese una situación de discapacidad o se ejercieran actividades peligrosas, tóxicas o que supusieran una gran carga física. Afortunadamente, con la aprobación del Decreto-ley para favorecer la continuidad de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad y promover el envejecimiento activo, ahora los autónomos también pueden jubilarse antes de tiempo. Además, deben tener su finiquito.
Los requisitos para la jubilación anticipada son:
Tener cumplidos dos años menos que la edad legal de jubilación que corresponda, teniendo en cuenta que la edad de jubilación en 2018 es de 65 años y 6 meses pero irá aumentando progresivamente, de manera que en 2027 serán 67 años, lo cual significa que podrías jubilarte con 65 años.
Haber cotizado al menos 35 años a la Seguridad Social aunque los periodos cotizados también aumentarán gradualmente, de forma que en 2027 se requerirán 38 años y 6 meses para la jubilación ordinaria. Se permite computar un año de servicio militar obligatorio o de la prestación social sustitutoria.
Acreditar que al menos dos años de la cotización fueron trabajados dentro de los quince anteriores a la solicitud de la jubilación anticipada.
Que el importe de la pensión a recibir supere la pensión mínima que te correspondería por tu situación familiar al cumplir los 65 años de edad.
En el caso de los autónomos, no se contempla la jubilación anticipada forzosa debido a la crisis, despidos o situaciones similares, escenarios que sí están previstos en el Régimen General, en cuyo caso esos trabajadores podrían jubilarse cuatro años antes de la edad reglamentaria, siempre y cuando hayan cotizado al menos 33 años.
Solicitar la jubilación anticipada implica que la pensión que recibirás será menor que la que te correspondería si siguieras cotizando durante unos años más, por lo que tendrás que sacar cuentas para saber si realmente te compensa.
Considera que se aplican unos coeficientes reductores que dependen del tiempo que hayas cotizado y los trimestres que te faltarían para cumplir la edad reglamentaria de jubilación:
Eso significa que, si te retiras con 63 años y has cotizado menos de 38 años, por ejemplo, tu pensión se reducirá en un 15% durante toda la vida.