Si ya has comprado o alquilado un local, el próximo paso será acondicionarlo para que se adapte a las necesidades de tu negocio y transmita la imagen corporativa que deseas.
Reformar el local comercial te dará la oportunidad de aprovechar al máximo el espacio distribuyéndolo de manera inteligente, así como de crear el ambiente adecuado para que tus clientes se sientan a gusto. Te explicamos los pasos básicos para que reformar un local no se convierta en un dolor de cabeza.
Primero necesitas conocer las normativas que se aplican a la actividad que vas a desarrollar. No importa que el local haya estado ocupado por una empresa similar a la que vas a abrir, es conveniente que preguntes todos los detalles en el Ayuntamiento, donde debes solicitar el Certificado de Compatibilidad Urbanística, en el que se determina que puedes desarrollar tu actividad económica en ese local y sin el cual no podrás solicitar la Licencia de Apertura.
Antes de reformar el local también es importante que compruebes los suministros de agua, luz y gas. Cada negocio tiene sus peculiaridades, por lo que quizá puedes plantearte implantar pequeñas modificaciones que te permitan ahorrar energía. Considera que en la mayoría de los locales comerciales el principal gasto energético se debe a la iluminación, mientras que el aire acondicionado y la calefacción representan apenas un 35 por ciento.
Si la reforma es considerable, elegir una empresa profesional con experiencia en el sector es una garantía de que conoce la normativa y de que sabrá sacarle el máximo partido al espacio, proponiéndote todos los cambios necesarios.
Considera que cuanto más detallado y preciso sea el proyecto, menos sobrecostes tendrás que enfrentar. No olvides que en el contrato deben figurar el presupuesto y los plazos. Incluso puedes incluir una cláusula de penalización en caso de que la empresa tarde más tiempo del previsto.
Para reformar un local comercial es necesario contar con una licencia de obras, de la cual normalmente se encarga la empresa que has contratado. Los documentos a presentar varían en dependencia de la ubicación del local y la actividad económica a desarrollar.
Por ejemplo, si el local se encuentra en una planta alta, debe tener una licencia de obras donde conste el uso terciario del mismo, así como un Certificado expedido por el Administrador o el presidente de la Comunidad de Propietarios en el que se indique el uso de cada uno de los locales del edificio.
Mientras la empresa tramita la licencia de obras, puedes ir solicitando la licencia de actividad. Puedes comenzar los trámites presentando el proyecto técnico, siempre y cuando cumpla la normativa, esté realizado por un profesional acreditado y tenga el visado del colegio profesional. También deberás presentar una Declaración Responsable, en la que manifiestas cumplir los requisitos exigidos por la normativa vigente. En el caso de los pequeños comercios, dado que su actividad económica se considera inocua, suele ser más fácil obtener la licencia de actividad.
Cuando finalice la reforma, la empresa te debe entregar el Certificado Final de Obra visado por el Colegio de Arquitectos o de Aparejadores, el cual no solo representa una garantía del trabajo hecho sino que también certifica que cumple la normativa vigente.