El desarrollo de la tecnología digital ha cambiado nuestra manera de buscar, comprar y consumir productos y servicios. En medio de la cuarta revolución industrial, las empresas que no apuesten por la digitalización se quedarán rezagadas, mientras que aquellas que se sumen a la transformación digital estarán en una posición privilegiada en los próximos años.
La transformación digital es un proceso complejo y amplio que va más allá de tener presencia en las redes sociales, contar con un blog o sitio web corporativo, montar un e-commerce o hacer campañas de marketing digital.
La transformación digital es la integración de la tecnología digital en todas las áreas de la empresa, lo cual supone un cambio en su manera de operar, pues no solo implica reajustes en los procesos del día a día, sino también en el propio modelo de negocio y la cultura organizacional.
Su principal objetivo es lograr que los procesos de la empresa sean más eficientes, desde la cadena de suministro hasta el flujo de trabajo, para aportar un nuevo valor al cliente y mejorar su experiencia en un mundo cada vez más digitalizado.
Llegar a nuevos mercados. Gracias a las nuevas tecnologías, la ubicación física ha dejado de ser un obstáculo para establecer colaboraciones o buscar nuevos clientes en otros países, de manera que las pymes pueden traspasar las fronteras nacionales e irrumpir en el mercado internacional.
Conocer mejor a los consumidores. Tecnologías como el Big Data permiten a las empresas conocer mejor a su público. El análisis de ingentes cantidades de datos desvela conexiones que pasan desapercibidas para la estadística convencional, permitiendo crear perfiles de consumidor más precisos que mejoran la captación, conversión y fidelización de los clientes, y permiten tomar mejores decisiones para el negocio.
Facilitar el trabajo en equipo. El uso inteligente de las nuevas tecnologías facilita una comunicación más fluida entre los diferentes departamentos de la empresa y las personas que componen los equipos de trabajo. La posibilidad de compartir información, documentos y proyectos en tiempo real facilita la colaboración, reduce los errores y elimina los retrasos.
Mejorar la experiencia del cliente. La transformación digital permite rediseñar todos los puntos de contacto con los clientes para lograr que sean más eficientes y se adapten perfectamente a sus necesidades. Así se logra un mayor engagement de los consumidores y se genera una experiencia más positiva que redunda en su satisfacción.
Reforzar la reputación de la empresa. Las empresas que invierten en transformación digital son mejor valoradas que las que no lo hacen. Los clientes valoran positivamente las ventajas de la omnicanalidad, mientras que la cultura de la innovación atrae a nuevo talento y contribuye a la retención de los trabajadores.
Reducir costes. La inclusión de la tecnología digital en la empresa permite mejorar la producción y optimizar los canales de comunicación, lo cual representa un ahorro de tiempo y recursos. Como resultado, se acortan los plazos de producción y disminuyen los errores, lo cual permite reducir los costes y mejorar la competitividad.
Aumentar la productividad. La transformación digital permite optimizar los procesos internos de la empresa para incrementar la productividad. La capacidad para ubicar y procesar los datos rápidamente, así como una comunicación más fluida entre los diferentes departamentos, optimiza la cadena de valor y aumenta el rendimiento, lo cual se traduce en más ingresos.
Generar nuevas ventajas competitivas. La transformación digital permite a las pymes ponerse un paso por delante de sus competidores. Gracias a la tecnología, no solo pueden mejorar su eficiencia operativa, sino también identificar nuevas áreas de negocio, productos o servicios que permitan a la empresa crecer y diversificarse.