“El talento es el ingrediente más indispensable para tener éxito, pero el éxito también depende de cómo se gestiona ese talento”, escribió Allan Schweyer, especialista en Recursos Humanos. La fuerza de una empresa proviene de sus empleados, por lo que, si tienes trabajadores a tu cargo, debes asegurarte de que se encuentran motivados y comprometidos.
De hecho, los incentivos económicos no son el único camino para retener el talento. Hoy en día, los profesionales también aprecian otro tipo de beneficios, como una mejor conciliación familiar o la posibilidad de desarrollarse profesionalmente a largo plazo. Por esa razón, el plan de carrera es una excelente herramienta para encauzar tu negocio y motivar a tus empleados, mostrándoles que te preocupa su formación y que estás comprometido con su crecimiento profesional.
Un informe realizado por PwC reveló que el 65 % de los trabajadores considera que la formación profesional es tanto responsabilidad suya como de la empresa y el 83% se mostró dispuesto a aprender nuevas capacidades o incluso reciclarse por completo, lo cual desvela que cuando se les ofrece la oportunidad, los trabajadores están dispuestos a seguir formándose en el seno de la organización.
El plan de carrera es un proceso mediante el cual se establecen metas profesionales y se identifican tanto los pasos a dar como los recursos que se deben destinar para alcanzarlas. En el caso de las pequeñas y medianas empresas (pymes), el plan de carrera se pacta con cada uno de los trabajadores, teniendo en cuenta sus objetivos e intereses, así como su trayectoria laboral y competencias profesionales.
Esa “hoja de ruta” no solo contempla las necesidades formativas de los trabajadores, sino también los objetivos de negocio de la empresa y las características del sector donde opera. En la práctica, hacer un plan de carrera te servirá para identificar el desarrollo que cada empleado puede tener dentro de tu empresa y satisfacer sus aspiraciones profesionales, así como para gestionar de manera más transparente y eficaz tu negocio.
1. Determina las necesidades futuras de tu negocio
Para elaborar un plan de carrera profesional, debes planificar tu plantilla, considerando el número de empleados actuales y sus cargos. No olvides detalles como el porcentaje de rotación, la tasa de abandono y las jubilaciones. Por ejemplo, si sabes que el encargado de un área se jubilará dentro de cinco años, tendrás que cubrir su puesto, por lo que es recomendable que vayas formando a alguien para que ocupe su lugar.
Comienza evaluando el talento con el que ya cuentas dentro de tu empresa. Es importante que conozcas las fortalezas y debilidades de los trabajadores para determinar en qué áreas necesitan mejorar, así como sus aspiraciones dentro de la empresa. De esta manera, podrás identificar a los profesionales más capaces y comprometidos, que puedan acceder a puestos de mayor responsabilidad, para que aporten un valor añadido a la organización.
2. Identifica las competencias necesarias para cada puesto
Cada puesto de tu empresa tiene un perfil por competencias. Por ejemplo, un comercial debe tener buenas habilidades comunicativas, ser empático, tener iniciativa, saber negociar y llegar a acuerdos. Conocer las competencias de cada puesto te permitirá encontrar a la persona más adecuada para cubrirlo. Puedes comenzar creando un perfil individual de cada uno de tus empleados con estos datos:
3. Diseña un posible mapa de carrera
Con el organigrama en una mano y las descripciones de los puestos de trabajo en otra, puedes diseñar los vínculos entre los diferentes puestos en tu empresa. El objetivo es crear un mapa de carrera que sea transparente, en el que resumas las demandas de cada puesto y el camino a seguir para llegar hasta ellos.
Así tus empleados tendrán claro, desde el primer momento, cuáles son sus posibilidades de crecimiento dentro de la empresa y qué pasos necesitan dar para ascender y alcanzar las metas profesionales que se han propuesto. Esa transparencia habla bien a favor de la organización y motiva a la plantilla a esforzarse.
4. Planifica la formación
En esta fase debes determinar qué tipo de formación necesita cada uno de los empleados para que puedan ascender en tu empresa. Es una buena idea partir de las evaluaciones de desempeño, pues te ayudarán a comprender cuáles son las capacidades y potencialidades de los trabajadores, así como sus puntos débiles y áreas a reforzar. De hecho, debes asegurarte de que la formación sea lo suficientemente desafiante como para motivar a los empleados a aprender algo nuevo y salir de su zona de confort.
Al mismo tiempo, no pierdas de vista las necesidades de tu empresa, ya que son vitales a la hora de fijar las metas formativas a cumplir en el plan de carrera profesional. Obviamente, también es importante mantener una comunicación fluida con la plantilla y las personas que ocupan puestos directivos, ya que toda la empresa debe conocer las acciones formativas.
Puedes aprovechar tanto la formación bonificada y los programas de capacitación como la experiencia de otros trabajadores que pueden formar a los empleados más jóvenes. Incluso, puedes hacer rotación de puestos de trabajo para que los empleados vayan conociendo las diferentes áreas de la empresa y se formen una imagen más global de su funcionamiento. Sea cual sea la acción formativa que elijas, asegúrate de que siga un plan bien estructurado, que prevea la posibilidad de que el trabajador asuma puestos intermedios.
5. Elabora un cronograma de aplicación
Un plan de carrera profesional sin fechas límite tiene grandes probabilidades de convertirse en papel mojado. Es fundamental que, junto a tus empleados, estiméis un tiempo prudencial para cumplir cada uno de los objetivos. Lo ideal es moverse en diferentes marcos temporales: corto plazo (3 a 6 meses), medio plazo (1 a 2 años) y largo plazo (más de 3 años), los cuales se deben ajustar a las necesidades de tu empresa y la plantilla.
En cualquier caso, recuerda que los empleados necesitan tener tiempo suficiente para aprender cosas nuevas sin que ello afecte a su desempeño en otras áreas, no solo en la laboral sino también en la esfera familiar. Por esa razón, es recomendable dividir el plan de carrera profesional en objetivos más pequeños, cada uno con fechas límite razonables.
6. Evalúa y actualiza el plan de carrera
El progreso del plan de carrera profesional se debe medir y revisar periódicamente, por lo que es importante incluir plazos de evaluación. Así, siempre sabrás en qué punto del camino os encontráis y si es necesario introducir correcciones. El proceso de evaluación y control del plan de carrera profesional suele ser más sencillo si fijas metas anuales y las compruebas al final de cada año, pero también puedes realizar evaluaciones trimestrales o semestrales.
Es conveniente evaluar las competencias y habilidades que van adquiriendo los empleados, poniéndolas a prueba en la práctica, si su rol dentro de la empresa lo permite como parte de su trabajo. Por supuesto, también es fundamental medir su nivel de satisfacción con la formación, para ir ajustando el plan de carrera a sus necesidades y expectativas.
En todo caso, recuerda que el plan de carrera profesional no es un documento estático, sino un proyecto en continua evolución que debes mantener siempre actualizado. Así, los empleados podrán avanzar en su carrera profesional y tu empresa podrá responder a los continuos cambios que se producen en el mercado y la sociedad.
Marriott International es un buen ejemplo de un plan de carrera profesional. A pesar de operar en un sector que se caracteriza por la elevada rotación de su personal, el grupo hotelero puede presumir de tener uno de los índices más bajos de rotación de personal (18%) y haber sido catalogada como una de las 100 mejores empresas donde trabajar.
Esta cadena hotelera cuenta con un sólido programa de capacitación y desarrollo de los empleados, que se pone en marcha desde el mismo momento en que contrata a una persona. Cada programa sigue trayectorias diferentes para formar a los empleados en las áreas que más les interesen y que necesite la empresa.
Marriot prioriza las promociones internas, brindando a cada empleado la oportunidad de avanzar tan lejos como se lo permitan sus habilidades y capacidades. De hecho, la empresa afirma que el 50 % de sus directivos actuales han sido promovidos desde dentro. Así, el plan de carrera les ayuda a construir un liderazgo sólido, perpetuar una cultura organizacional que fomenta el bienestar de los empleados y los alinea con los objetivos de negocio, además de brindarles una ventaja competitiva en el sector.
Por último, recuerda que la formación suele ser mucho más eficaz cuando se realiza de forma estructurada y reflexiva. Contar con un plan de carrera profesional sólido demostrará a la plantilla que la empresa está dispuesta a apoyar su crecimiento, pero también te permitirá formarte una idea general sobre su progreso y sabrás lo que puedes esperar de cada uno de ellos durante un período de tiempo determinado. Esa transparencia contribuirá a crear un ambiente de trabajo más positivo, planificar proyectos futuros con mayor precisión y diseñar mejores estrategias de reclutamiento que hagan crecer tanto al negocio como a sus trabajadores.