Trabajar desde casa es una realidad cada vez más común. En España 1,43 millones de personas ya trabajan desde sus casas, según un informe de Adecco. Tener un negocio propio y gestionarlo desde casa no solo es cómodo sino también rentable, pero si no eres lo suficientemente disciplinado puedes desarrollar malos hábitos que disminuyan tu productividad y, a la larga, afecten tu calidad de vida.
Ahorras costes. Trabajar desde casa implica tener menos gastos. No tendrás que alquilar una oficina, ahorrarás el coste del transporte e incluso podrás deducir una serie de gastos como autónomo relacionados con el alquiler del piso y los suministros del hogar.
Tienes flexibilidad horaria. Tener un negocio propio y trabajar en casa te brinda más flexibilidad para planificar tu jornada, de manera que podrás conciliar mejor las necesidades personales y profesionales. También evitarás los largos viajes hasta la oficina, un tiempo que puedes aprovechar para trabajar o solucionar tus asuntos personales.
Eres más eficaz. Trabajar desde casa puede aumentar en un 13 % tu productividad, según reveló un estudio realizado en la Universidad de Stanford. Es probable que puedas concentrarte más, al no estar expuesto a los ruidos y las conversaciones de la oficina. También tendrás más libertad para organizar el trabajo, aprovechando tus momentos de mayor productividad, de manera que seas eficiente.
Aunque trabajes en casa, es importante que tengas una oficina o, al menos un lugar donde puedas tener a mano todos los documentos y materiales que necesitas. Tener un espacio acondicionado para trabajar, te ayudará a evitar las distracciones del hogar y contribuirá a que seas más productivo porque, apenas pongas un pie en esa oficina, tu cerebro entrará en “modo trabajo”. Lo ideal es que sea un sitio agradable y tranquilo donde te sientas a gusto.
Si tu trabajo demanda entregar proyectos y estar en comunicación constante con tus clientes, elegir una buena plataforma de trabajo te ahorrará tiempo y dolores de cabeza. Con opciones como Smartsheet podrás asignar proyectos, darles seguimiento y entregar documentos, de manera que el trabajo fluya con rapidez. También puedes recurrir a aplicaciones que te ayuden a planificar tu trabajo, como Google Calendar, o incluso apostar por un software de facturación y/o contabilidad para ahorrar tiempo en las tareas administrativas de tu negocio.
Una de las principales ventajas de trabajar desde casa es la flexibilidad horaria, pero también debes ser lo suficientemente disciplinado como para ceñirte a un horario que te permita cumplir con los plazos de entrega. No es necesario que trabajes desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde, pero si tienes que trabajar 8 horas al día, debes asegurarte de que nada te perturbe durante ese tiempo.
Aunque tengas un negocio propio y trabajes desde casa, lo ideal es que planifiques los asuntos personales o las citas médicas como lo harías si tuvieras que ir a la oficina; o sea, temprano por la mañana o por la tarde. Si cortas tu flujo de trabajo a mitad de la jornada, luego te resultará más difícil recuperar la concentración y es probable que termines perdiendo gran parte del día.
Aunque las teleconferencias y las vídeollamadas están a la orden del día, es conveniente que, de vez en cuando, planifiques reuniones presenciales con tus clientes. La mayoría de los espacios de coworking brindan la posibilidad de alquilar sus salones de reuniones, un detalle que te ayudará a proyectar una imagen más profesional ante tus clientes y te permitirá salir del aislamiento en el que, a menudo, se sumen los emprendedores que trabajan desde casa.