El nuevo año llega cargado de novedades para los autónomos. El Gobierno había planteado vincular las bases de cotización al crecimiento del IPC, acercar los tipos de cotización por contingencias profesionales y desempleo a la de los asalariados, así como obligar a cotizar por accidentes de trabajo y formación profesional. Estos cambios elevarían el tipo de cotización hasta el 31,4 %.
Ese incremento en la cuota de los autónomos multiplicaría por más de cinco las subidas medias que se han aplicado durante los últimos 15 años. De hecho, en la última década la base mínima de cotización ha aumentado casi un 14 % pero las prestaciones no han variado. La buena noticia es que la cuota de autónomos en 2019 sube, pero no tanto como se había previsto inicialmente, y trae una mejoría en las prestaciones.
Tras intensas jornadas de negociaciones, ATA y UPTA, las organizaciones más representativas de los autónomos, han llegado a un acuerdo con el Gobierno, de manera que no se aplicará la subida de 40 euros al mes que planteó inicialmente la administración sino tan solo de 5,36 euros.
La base de cotización mínima mensual subirá un 1,25 % en 2019, hasta alcanzar los 944,35 euros, y el tipo de cotización aumentará hasta el 30 %. Las contingencias profesionales tendrían un tipo del 0,9 % y el cese de actividad del 0,7 %, ambas de carácter obligatorio. De esta manera, la cuota de los autónomos en 2019 será de 283,30 euros al mes, lo cual representaría unos 64,35 euros más al año.
En el caso de los autónomos societarios, su cuota ascendería a 364,22 euros mensuales, lo que supone un incremento de 6,89 euros al mes y 82 euros más al año, en comparación con lo que pagaban en 2018.
No obstante, los tipos de cotización seguirán subiendo de manera escalonada hasta el 2022, aunque el Gobierno ha señalado que este nuevo sistema de cotización debe ser transitorio pues el objetivo final es que los autónomos coticen a la Seguridad Social según sus ingresos reales.
Con el incremento de las cuotas de autónomos en 2019, este colectivo también se beneficia de mejorías en las prestaciones:
Derecho a paro. Se mejora el acceso al paro flexibilizando las condiciones ya que las dificultades para acceder a esta prestación, incluso para los autónomos que cotizan para tenerla, genera cada año un superávit de más de 100 millones de euros. La duración de la prestación también se amplía, llegando a duplicarse.
Derecho a acceder a la formación continua, programas de reciclaje profesional y prevención de riesgos laborales. Esta actividad recaerá en las Mutuas, que serán quienes se encarguen de organizar los cursos de formación, con apoyo del Gobierno.
Derecho a la prestación por accidente de trabajo o enfermedad profesional desde el primer día de baja.
No pagar la cuota de autónomo a partir del segundo mes de baja por enfermedad o incapacidad temporal hasta el momento del alta.
En el caso de los autónomos que sufran una discapacidad sobrevenida, tendrán derecho a acceder a los mismos incentivos y apoyos que se encuentran disponibles para este colectivo. Hasta el momento, solo los autónomos con una discapacidad que iniciaban una actividad profesional tenían derecho a las bonificaciones.
La tarifa plana para los nuevos autónomos también sube, de los 50 euros de 2018 aumenta a 60 euros en 2019. Esa cuota incluye tanto la cobertura por contingencias comunes como por contingencias profesionales.
Una novedad es que las autónomas embarazadas podrán beneficiarse de esa tarifa plana durante 12 meses sin tener que haber cesado previamente su actividad, siempre que la soliciten dentro de los 24 meses posteriores a la prestación de baja por maternidad.
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