Un evento de networking, un congreso o un encuentro fortuito en un sitio casual con un inversor potencial pueden cambiar positivamente el curso de tu negocio. Sin embargo, debes estar preparado para aprovechar esa oportunidad. El elevator pitch te permitirá llamar la atención y conseguir una reunión posterior para presentar el proyecto.
El elevator pitch es un discurso de presentación breve y conciso, enfocado en presentar un proyecto, producto o negocio durante el periodo de tiempo que dura un viaje en ascensor; es decir, menos de 2 minutos.
Su principal objetivo es generar interés y curiosidad en ese posible inversor o accionista, aunque también puede dirigirse a un cliente potencial o un superior, para obtener una entrevista o reunión en un segundo momento, donde puedas exponer tu idea o proyecto con más detalle. Por tanto, ese discurso debe condensar los puntos clave de tu negocio, convencer al interlocutor de que es viable y dejar clara tu propuesta de valor.
El elevator pitch convierte los encuentros casuales o las situaciones informales con personas de todos los ámbitos en oportunidades para hacer crecer tu negocio. Esta herramienta te permitirá aprovechar al máximo esos encuentros, sin mostrarte demasiado agresivo y sin quitarle demasiado tiempo a esa persona.
Podrás captar su atención y exponer tu proyecto, causando una buena impresión. Un elevator pitch bien estructurado, incluso, puede ayudarte a transmitir una imagen profesional y competente, logrando que tu negocio sea memorable frente a la competencia. Además, si tu discurso de presentación es convincente, te dará la oportunidad de realizar una presentación más amplia.
El elevator pitch no es un discurso de ventas, por lo que no debe tener un carácter demasiado directo ni comercial. Piensa en ese discurso como en un mensaje para ofrecer información que pueda interesar a tu interlocutor.
Las ideas de negocio exitosas suelen ser aquellas que resuelven un problema o satisfacen una necesidad de los consumidores. Por tanto, para elaborar tu elevator pitch debes partir de tu público objetivo y tener claro qué problema vas a solucionar o qué necesidad vas a satisfacer. Si puedes, usa ejemplos reales relevantes que tu interlocutor pueda comprender o con los que se sienta identificado.
Plantéate qué puedes aportar para solucionar ese problema o satisfacer esa necesidad existente. ¿Cuál es tu solución y por qué es original? Pregúntate qué te diferencia de la competencia y qué vas a hacer de novedoso. Ten clara tu propuesta de valor y comunícala de manera concisa para que a tu interlocutor le quede claro qué ofreces.
Si quieres convencer a un inversor, es fundamental que tengas un buen plan de negocio. No podrás contárselo en menos de dos minutos, pero puedes hacer alusión a algún aspecto clave interesante, como la escalabilidad. A tu interlocutor le debe quedar claro que se trata de una idea viable con la que puede obtener beneficios.
Los inversores son conscientes de que detrás de cada gran idea hay un gran equipo. Por tanto, menciona quién eres y a qué te dedicas, así como a las personas que forman parte de ese proyecto. Se trata de dar a tu interlocutor una razón por la cual deba confiar en ti y en tu equipo.
Un buen elevator pitch debe culminar con una llamada a la acción. Por consiguiente, no olvides mencionar la posibilidad de tener una reunión en otro momento para explicarle mejor tu proyecto y, por supuesto, déjale tu tarjeta de presentación.
Por último, recuerda que un elevator pitch está compuesto por cinco o seis frases. Sintetiza la información clave e intenta llamar la atención usando estadísticas relevantes, recurriendo a una historia interesante o, incluso, dándole un giro simpático. Y asegúrate de que suene natural.