Con las herramientas informáticas actuales, poner en marcha una tienda online es relativamente sencillo y, a diferencia de los negocios físicos, no es necesario pedir un permiso de apertura.
Esas facilidades, unido al crecimiento sostenido del e-commerce en España, pueden animarte a abrir un negocio online, pero antes de dar ese paso debes conocer cuáles son tus obligaciones fiscales y legales.
Para facturar las ventas de un negocio online debes estar dado de alta como autónomo o haber creado una pyme. En dependencia del tipo de producto y su costo, emitirás una factura normal o simplificada. En el caso de los productos digitales, como los ebooks, cursos, música y videojuegos, tendrás que aplicar el IVA vigente en el país del comprador y guardar durante diez años dos pruebas no contradictorias que demuestren la localización del mismo.
Internet es un medio proclive al robo de la propiedad intelectual, por lo que es importante que no olvides registrar la marca de tu empresa y te asegures la propiedad del dominio que elijas para tu negocio online. Si dejas el desarrollo del e-commerce y la tramitación del dominio en manos de otra persona, podrías descubrir que el dominio no está registrado a tu nombre. Puedes comprobar la propiedad en Whois, donde tu nombre debe aparecer como “Registratario”.
Desde el punto de vista legal, no existen grandes diferencias entre una tienda física y un negocio online. En las ventas a distancia el plazo de entrega de los productos es de 30 días naturales a partir de la venta. El cliente tendrá un plazo de catorce días para devolver el producto sin tener que alegar ninguna causa y tú tendrás un plazo similar para devolverle el dinero. Si la compra se realizó con una tarjeta no identificada electrónicamente, el titular tiene derecho a exigir la anulación inmediata de la operación.
La Ley de Comercio Electrónico se asegura de que los usuarios y clientes de los negocios online tengan todos los datos necesarios para tomar decisiones informadas. En la página de “Aviso Legal”, por ejemplo, tienes la obligación de indicar el nombre de tu pyme, su domicilio fiscal, los datos del Registro Mercantil, el NIF y la dirección de correo electrónico. Si eres un profesional autónomo de un sector colegiado, tendrás que indicar además el colegio y número de colegiado.
La LSSI también regula la política de cookies de tu e-commerce. Tienes el deber de informar de forma clara y visible sobre las cookies que utilizas en tu negocio online para que el usuario pueda dar su consentimiento expreso. Debes explicar qué es una cookie, qué tipos utilizas, cuál es su finalidad y cómo deshabilitarlas. Incumplir la política de cookies se puede multar con hasta 600.000 euros.
La página de “Condiciones de Uso” también es vital. Debes dejar claros los derechos y obligaciones del consumidor, las formas de pago y las condiciones de compra, así como la política de devoluciones. Y en el precio de los productos debes indicar si están incluidos los impuestos, gastos de envío o cualquier otro cargo.
Si tienes un e-commerce, almacenarás los datos de tus clientes, trabajadores y/o proveedores. Toda esa información se rige por la Ley de Protección de Datos personales y empresariales, cuyo incumplimiento puede dar pie a sanciones de hasta 600.000 euros.
Si manejas datos de nivel de seguridad medio o alto, debes inscribir los ficheros en el Registro de la Agencia Española de Protección de Datos y hacer al menos una auditoría cada dos años. Con la nueva ley de protección de datos en el ámbito europeo también estás obligado a comunicar a la AEPD cualquier vulneración de la seguridad.