Una de las primeras decisiones, y también una de las más importantes, que tienen que tomar tanto los autónomos como las pymes cuando ponen en marcha su negocio es elegir la marca de su empresa. Una buena marca será la carta de presentación de tu proyecto ante el mundo: te permitirá diferenciarte de la competencia y construir una imagen sólida de cara a tu público objetivo. Por tanto, es importante que la protejas.
La buena noticia es que registrar una marca no es tan complicado como parece. El trámite se realiza a través de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) y, aunque tendrás que cumplir ciertos requisitos y pagar unas tasas, el proceso es bastante sencillo y accesible. Así, te asegurarás de que el nombre de tu negocio, eslogan o logotipo estén protegidos legalmente y nadie más pueda usarlos sin tu consentimiento.
A diferencia del nombre comercial, que solo sirve para identificar y diferenciar a una empresa, la marca es lo que te permitirá distinguir tus productos o servicios en el mercado. Por tanto, es importante que represente los valores que deseas transmitir, sea fácil de recordar y no te relacione con otras empresas, productos o servicios.
Antes de escogerla, considera que la OEPM establece ciertas prohibiciones absolutas de registro:
Cuando tengas la marca, antes de solicitar su registro, es conveniente que te asegures de que está libre. Así no empezarás todo el papeleo solo para que te lo denieguen. La OEPM cuenta con un buscador de marcas y nombres comerciales que puedes utilizar por denominación o elementos figurativos. Otra alternativa consiste en solicitar el informe de búsqueda directamente en la OEPM, previo pago de una tasa.
Si el nombre o signo en el que has pensado ya está inscrito, no podrás registrar la marca. Considera que la OEPM tampoco acepta nombres muy similares a los de marcas populares, para evitar confusiones y posibles problemas legales.
Una vez que hayas elegido el nombre o signo y hayas comprobado que está libre, puedes registrar una marca. Si decides presentar el registro en papel, debes acudir al organismo regional encargado de la propiedad intelectual. Si tienes un certificado digital o firma electrónica, puedes realizar el registro de la marca de manera telemática, una vía mucho más rápida en la que también se aplica un 15 por ciento de descuento en las tasas a pagar.
Tendrás que rellenar un formulario para presentar la solicitud de marca, en el que debes especificar tus datos, qué actividad o servicio desarrollas e insertar el nombre y/o el logo que quieres proteger. En ese momento, deberás añadir la documentación necesaria, según la marca a registrar.
Por ejemplo, quizá necesitas la autorización de una persona, si vas a usar su nombre, firma, imagen o seudónimo. O tal vez tu marca contenga elementos protegidos por derechos de autor, si el logotipo lo ha creado un diseñador gráfico, en cuyo caso tendrá que cederte el uso de esos derechos.
La OEPM evaluará tu solicitud. La documentación pasa por exámenes de forma y licitud, en los que se comprueba que el expediente contiene toda la información necesaria y que la marca que has elegido no va en contra del orden público o las buenas costumbres. Si existe algún problema, te lo comunicarán para que lo subsanes en el plazo de un mes (dos meses para los domiciliados en el extranjero).
Si tu solicitud supera ese escrutinio, se publicará en el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial (BOPI). Así, cualquier persona que se sienta perjudicada podrá presentar un escrito de oposición a la concesión de la marca solicitada en el plazo de dos meses.
Transcurrido ese periodo, la OEPM vuelve a examinar tu solicitud para verificar que no incumple ninguna de las prohibiciones absolutas. Si alguien presentara una oposición o tu marca no pasa ese examen de fondo, la tramitación se suspende. En ese caso, tendrás un mes para presentar alegaciones o añadir más documentación.
Finalmente, si la marca que has solicitado no incurre en ninguna prohibición y no se han presentado oposiciones, la OEPM te la concederá.
En general, la OEPM plantea un plazo máximo para resolver una solicitud de marca de:
No obstante, en la práctica, la mayoría de las solicitudes tardan entre 6 y 12 meses.
Cabe aclarar que, una vez concedida, la marca es válida durante 10 años. Sin embargo, podrás renovarla indefinidamente por períodos sucesivos de diez años.
El precio del registro de una marca varía dependiendo de diferentes factores. El importe general para la solicitud de marca o nombre comercial asciende a 150,45 € (127,88 € si presentas telemáticamente) para la primera clase, que se refiere al producto o servicio principal que proteges.
Si tu marca cubre varios productos/servicios que pertenecen a distintas clases, pagarás 97,48 € (82,84 € por vía telemática) por cada clase adicional que desees proteger.
No obstante, debes tener en cuenta otros costes adicionales. Si haces modificaciones, recursos, solicitudes de revisión, cambios de titularidad, petición de registro internacional, entre otros procedimientos, tendrás que abonar otras tasas.
Por último, es importante que consideres que ese registro tiene un alcance nacional, por lo que también podrías plantearte obtener una protección internacional de tu marca. Si te interesa, puedes hacerlo en la propia OEPM, a través del Sistema de Madrid.
Recuerda que una marca es mucho más que un nombre o un logotipo, es la identidad de tu negocio. Registrarla evitará que un tercero pueda copiar tu idea o darle un uso indebido. Así, tendrás la seguridad de que estás construyendo un activo propio y exclusivo que nadie podrá usar sin tu permiso. A largo plazo, incluso podría convertirse en un bien intangible que te ayude a crecer, licenciar, franquiciar o vender el negocio con garantías.