La infraestructura de tecnología de la información (TI) se ha convertido en un área estratégica dentro de las empresas para afrontar las exigencias de un mercado en constante evolución y de unos consumidores que eligen y compran cada vez más en el entorno digital. No obstante, cuando la infraestructura TI de una empresa no está bien diseñada puede representar unos costes elevados que lastran la eficiencia y los beneficios corporativos.
La infraestructura TI de una empresa siempre está expuesta a problemas, por lo que es importante estar preparados para solucionarlos con rapidez y minimizar su impacto negativo en el negocio. Para lograrlo, hay que aplicar sistemas de monitoreo que permitan identificar fallas, indisponibilidad y/o exceso de solicitudes.
Realizar pruebas continuas a través de DevOps ayuda a identificar defectos del software de manera temprana, antes de que afecten al funcionamiento de la empresa. También permiten aplicar mejoras continuas para que la empresa pueda sacar el máximo provecho a su inversión en TI. Así se implanta un sistema más robusto y se hace un uso más racional de los recursos.
El modelo On-premise, que consiste en comprar el software para instalarlo en la empresa y pagar cada año por su mantenimiento y actualización, está quedando desfasado, ya que aunque brinda más seguridad, tiene un costo elevado. Cada vez más empresas están apostando por el modelo de suscripción, también conocido como modelo SaaS, en el que se paga por el uso del software, pero no se adquieren las licencias, de manera que es mucho más rentable.
De hecho, los modelos de suscripción son ideales para empresas que están creciendo rápidamente o experimentan cambios constantes, ya que permiten ajustar las funciones y recursos a las diferentes necesidades del negocio. Las facilidades de pago son otra ventaja de este tipo de licencia, pues se puede ahorrar realizando una compra anual o extender los pagos en cantidades más pequeñas si se dispone de un presupuesto ajustado.
Otra alternativa para ahorrar en infraestructura TI es el Hybrid Cloud, una mezcla de SaaS y On-premise. En práctica, una parte de los datos y las aplicaciones se guardan en la empresa y la otra en los servidores de un proveedor especializado, mientras la nube híbrida conecta ambos sistemas de manera fluida. Esta solución permite ahorrar costes manteniendo el control del software, siendo muy ágil y escalable, por lo que facilita la digitalización de las pymes.
A las grandes empresas les resulta más rentable, a largo plazo, invertir en centros de datos dedicados, pero para las pymes la inversión en infraestructura TI de alto nivel suele representar un coste operativo demasiado elevado. Una alternativa consiste en mantener esos centros de datos en la nube. Así se ahorran costes de instalación, ejecución, administración, seguridad y actualización de la tecnología, mientras se automatizan procesos y se mejora la eficiencia operativa.
Otra opción para reducir los gastos en infraestructura TI de una empresa consiste en optar por las soluciones de código abierto. Así no se dependerá de un proveedor individual que pueda bloquear la empresa, sino que el software es proporcionado por desarrolladores especializados. Al contar con múltiples colaboradores, es más fácil detectar y solucionar fallas de seguridad y problemas de rendimiento, así como modificar la tecnología para ajustarla a necesidades de TI únicas.
En cualquier caso, hay que tener presente que cada empresa tiene necesidades tecnológicas diferentes que deben estar alineadas con sus objetivos comerciales y de negocio. Por eso, lo ideal es contratar un servicio de consultoría de TI que realice un diagnóstico individualizado para proponer soluciones que ayuden a reducir los gastos y lograr una infraestructura TI más eficiente.