La conciliación de la vida laboral y familiar se ha convertido en un factor determinante a la hora de elegir la empresa donde trabajar. De hecho, España ya es el país europeo en el que los trabajadores más valoran la conciliación, según reveló el informe anual “Randstad Employer Brand Research”. Por esa razón, las empresas están poniendo en marcha diferentes estrategias de conciliación laboral, desde la jornada laboral flexible hasta el teletrabajo.
La conciliación de la vida laboral y familiar se refiere al equilibrio entre las actividades profesionales y el tiempo de ocio y en familia. Por tanto, engloba una serie de medidas y estrategias encaminadas a garantizar que los trabajadores tengan la posibilidad de alcanzar ese balance, facilitándoles las condiciones y el tiempo para disfrutar de su vida personal.
Una de las medidas de conciliación laboral más disruptivas de los últimos tiempos es la jornada laboral de 4 días, que ya se ha aplicado a modo de experimento en diferentes países. En Islandia, por ejemplo, entre los años 2015 y 2019, aproximadamente el 1% de la población activa trabajó menos horas semanales cobrando lo mismo.
En la mayoría de los centros de trabajo se mantuvo la productividad e, incluso, aumentó. Los trabajadores reportaron sentirse menos estresados y el riesgo de desarrollar síndrome de burnout disminuyó, mientras mejoraba su esfera familiar y personal. En la actualidad, los sindicatos islandeses siguen negociando una reducción de la jornada laboral.
Escocia también está probando la jornada laboral de cuatro días, apoyando económicamente a las empresas que se sumen a la iniciativa. Suecia realizó un experimento similar reduciendo la jornada laboral a 6 horas. Algunas empresas decidieron mantener esa jornada reducida al comprobar que mejoraba la productividad y la calidad de vida de sus trabajadores.
Por su parte, en España, un total de 41 empresas han presentado su solicitud para las ayudas dirigidas al impulso de la mejora de la productividad en pequeñas y medianas empresas industriales a través de proyectos piloto para probar la semana laboral de cuatro días. Esta convocatoria, puesta en marcha por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a través de la Fundación Pública EOI, está dirigida a pymes industriales españolas.
Por su parte, en España, un total de 41 empresas han presentado su solicitud para las ayudas dirigidas al impulso de la mejora de la productividad en pequeñas y medianas empresas industriales a través de proyectos piloto para probar la semana laboral de cuatro días. Esta convocatoria, puesta en marcha por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a través de la Fundación Pública EOI, está dirigida a pymes industriales españolas.
A pesar de los resultados positivos de muchos de estos experimentos, no todas las empresas pueden asumir la pérdida de las 8 horas diarias de trabajo de cada empleado sin reducir los salarios. Por esa razón, la aplicación de una jornada laboral de 4 días necesita el apoyo del Gobierno, ya sea en forma de incentivos o deducciones fiscales.
La jornada laboral de 4 días no es una fórmula válida para todos los sectores y empresas. Otra alternativa para propiciar la conciliación consiste en la llamada “jornada laboral de 7 días”. En este modelo, el trabajador puede organizar su jornada laboral como le resulte más conveniente a lo largo de la semana.
De esa forma, un empleado puede trabajar de manera tradicional de lunes a viernes y otro puede trabajar los fines de semana y librar los jueves y viernes, por ejemplo. Básicamente, la empresa determina las franjas horarias en las que se puede trabajar, hasta llegar a las 40 horas semanales, y cada empleado elige los días que trabajará. Todo sin aplicar reducciones de salario.
Arup fue una de las empresas pioneras en probar la jornada laboral de 7 días para facilitar la conciliación entre la vida laboral y familiar de sus empleados. En su sede en Liverpool, el 82 % del personal flexibilizó sus horarios y un tercio optó por trabajar los fines de semana al menos una vez, durante el periodo de prueba de tres meses.
Nueve de cada diez empleados dijeron que su productividad había aumentado y que habían encontrado un equilibrio mejor entre el trabajo y la vida personal. Como resultado, la empresa extendió el modelo a su otra sede en Queensland y lo mantiene.
La jornada laboral de 7 días presenta un modelo de conciliación laboral ventajoso porque la empresa no tiene que reducir el número de horas de trabajo, de manera que su viabilidad económica se mantiene intacta, mientras los trabajadores ganan en flexibilidad para organizar su semana sin que su salario se resienta.
La propuesta es particularmente conveniente y fácil de aplicar en las empresas cuyos empleados trabajan en remoto o por proyectos, entornos en los que la presencialidad no es tan importante y no es necesario ceñirse a un horario laboral rígido. También es ideal para los negocios con proyección internacional, como Arup, que trabajan con diferentes horarios a lo largo del mundo, ya que les permite mantenerse operativos durante toda la semana y brindar un servicio mejor a sus clientes internacionales.
El trabajo híbrido y a distancia son otras alternativas para facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar. El trabajo híbrido está diseñado a medida de las necesidades de los trabajadores, sin descuidar las prioridades de la empresa, por lo que combina la modalidad presencial con aquella a distancia, de manera que estos pueden desempeñar algunas de sus labores en casa y otras en la oficina.
Por otra parte, el teletrabajo implica que los trabajadores realicen sus funciones desde casa usando las tecnologías de la información. En este caso, las empresas pueden establecer un horario fijo de oficina en el que el empleado debe estar conectado, ya que el empleador lo supervisa a través de sistemas de logueo o pueden implantar un sistema de trabajo por proyectos u objetivos que ofrezca mayor flexibilidad horaria.
Es importante tener en cuenta que la implantación de estas modalidades de trabajo para facilitar la conciliación laboral y familiar requiere capacitación y una inversión inicial destinada a garantizar que el sistema tecnológico sea seguro y eficaz, por lo que las empresas deben formar a sus trabajadores y proporcionarles las herramientas que necesitan para desarrollar sus actividades fuera de la oficina.
Ambas dinámicas laborales ayudan a los trabajadores a compaginar su vida personal con sus funciones laborales, brindándoles una mayor flexibilidad a la hora de planificar sus agendas. Al mejorar la experiencia laboral, también es más probable que se sientan satisfechos con su trabajo, de manera que estas medidas de conciliación mejoran la retención de personal.
Además, al tener más libertad para organizar el trabajo, ambas modalidades potencian la concentración, de manera que suelen aumentar la productividad y la eficiencia. Por tanto, las medidas de conciliación laboral y familiar no solo benefician a los trabajadores, sino que sus efectos también son positivos para las empresas, las cuales tendrán a empleados más motivados, comprometidos y eficaces.