La crisis económica produjo una contracción de la demanda interna que impulsó a muchas empresas españolas a buscar nuevos mercados más allá de las fronteras nacionales. Ese cambio se ha ido consolidando a lo largo de los años, de manera que en la actualidad el comercio internacional está desempeñando un papel cada vez más importante en muchas empresas y en la propia economía española.
En la última década las exportaciones han ido ganando protagonismo en la economía española, aumentando su peso en el PIB en 8,8 puntos porcentuales, según reveló un informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas. Esa relevancia se debe a que el número de las empresas exportadoras prácticamente se ha duplicado, pasando del 3,2 % en 2009 al 6,1 % en 2018.
Aunque esos datos son positivos, cuando se analiza en detalle el comercio internacional se puede apreciar que las exportaciones están muy concentradas en pocas compañías. El 9,9 % del total de las exportaciones españolas son generadas por apenas 5 firmas y el 58 % de las mismas pertenecen a 500 grandes empresas. Por tanto, es importante seguir incorporando empresas que exporten con regularidad, sobre todo pymes.
Gracias al comercio internacional, las pymes pueden diversificar los mercados en los que operan. La posibilidad de trabajar en diferentes países fortalece a la empresa, permitiéndole enfrentar mejor una posible contracción de la demanda interna o una pérdida de la cuota de mercado debido a la aparición de nuevos competidores. Contar con proveedores extranjeros también puede contribuir a reducir los costes de la pyme, de manera que sea más competitiva.
Las empresas que operan en el comercio internacional también suelen experimentar un aumento de las ganancias. Ahora mismo, más del 36 % del volumen de facturación de las pymes españolas que se dedican a la exportación proviene de los mercados exteriores, según reveló el Observatorio MESIAS de Pymes Exportadoras. Las claves para que las pymes puedan aprovechar las ventajas que ofrece el comercio exterior consisten en estudiar adecuadamente los posibles mercados, ofrecer productos o servicios de calidad y establecer un plan de negocios internacional viable.
Apostar por países cercanos, lo que se conoce como nearshore, puede ser una buena estrategia de internacionalización, sobre todo porque en la Unión Europea existe un marco legislativo común que facilita los complejos y, a veces, prohibitivos procesos que son necesarios para cumplir con los requerimientos de calidad y conformidad en los diferentes mercados. No obstante, existen países en vías de desarrollo que representan excelentes oportunidades de comercio internacional para las pymes españolas:
- América Latina. Los lazos culturales que unen a España con la mayoría de los países latinoamericanos facilitan la exportación, mientras que el idioma común puede agilizar las negociaciones. A esto se le suma que la marca España ha encontrado una gran aceptación, lo cual allana el camino a las pymes que quieran incursionar en este mercado. En sentido general, en Latinoamérica existen buenas oportunidades en el sector de la construcción, la logística y la distribución comercial, aunque también se puede invertir en bienes de equipo, transporte, energía y turismo.
- India. Este país en crecimiento, con una gran población, representa una excelente oportunidad para las pymes que quieran abrirse al comercio internacional. Las reformas que ha aplicado el gobierno en los últimos años han facilitado los negocios, y el aumento de la inversión estatal está generando buenas oportunidades en el sector de las infraestructuras, fundamentalmente en la construcción de carreteras, vías ferroviarias y aeropuertos. También se están impulsando las infraestructuras energéticas y de telecomunicaciones, así como la gestión de residuos y el tratamiento del agua. Otros sectores interesantes son la automoción y maquinarias.
- África. Durante la última década algunos países africanos han presentado un crecimiento económico sostenido, por lo que, con las reformas estructurales adecuadas, representan una oportunidad para el comercio internacional. Angola, por ejemplo, es uno de los mercados más interesantes para las pymes españolas, aunque en toda la región hay muchas industrias emergentes que necesitan un empuje, como la agricultura, que ya representa el mayor sector económico de África, pero aún tiene mucho margen para crecer. En países como Marruecos, Egipto, Túnez y Sudáfrica se está apostando por la manufactura y los servicios debido al aumento de consumo de una incipiente clase media, aunque también hay espacio para la construcción de viviendas, modernización de las infraestructuras y creación de fábricas.