En el mundo actual, los datos se han convertido en un activo valioso para las empresas, prácticamente a la par del talento humano, la maquinaria o el capital. Si se utilizan de manera adecuada, son una fuente de crecimiento empresarial que impulsa la eficiencia y competitividad, pero es necesario aprender a separar el grano de la paja en el momento de su recolección, sacarles provecho con inteligencia y generar una cultura organizacional que sea capaz de usar todo su poder.
Muchas organizaciones ya recopilan y analizan datos con regularidad, elaboran informes y toman decisiones basándose en ellos. Sin embargo, ese nivel de gestión no es suficiente para considerarse una empresa data driven.
Una compañía data driven es aquella que “trata culturalmente los datos como un activo estratégico y genera capacidades para usarlos, no solo para tomar las decisiones más importantes, sino también para la acción cotidiana en la primera línea”, según Ishit Vachhrajani, estratega corporativo de AWS.
Una organización data driven es aquella que usa los datos para optimizar su funcionamiento, adaptando su cultura empresarial a un entorno digitalizado. Son empresas que aplican las últimas tecnologías para analizar la información e implementan un sistema de analítica de datos bien estructurado que les permite dar seguimiento a los principales KPI del negocio. Todo con el objetivo de tomar decisiones óptimas que fomenten el éxito empresarial a largo plazo.
Potencia la eficiencia. Las empresas data driven suelen ser más eficientes que aquellas que no utilizan inteligentemente los datos, ya que estos permiten medir los procesos, detectar tendencias de mercado e identificar problemas con rapidez para reaccionar en consecuencia. Así, las organizaciones también pueden invertir sus recursos de manera óptima en las áreas clave, lo cual conduce a mejores resultados.
La buena noticia es que el desarrollo empresarial basado en datos no es exclusivo de las grandes empresas. Las pymes también pueden aprovechar estas soluciones para mejorar las experiencias de sus clientes y generar valor a partir de sus operaciones. Existen diferentes vías para convertirse en una organización data driven, pero generalmente todo comienza con un proceso de digitalización que incluya iniciativas de Big Data y Business Analytics para ampliar la capacidad de recopilación y análisis de los datos.
Por supuesto, a lo largo del proceso las empresas tendrán que enfrentar varios desafíos, desde la cantidad y calidad de los datos que gestionan hasta las restricciones de tiempo y presupuesto, pero generalmente el mayor obstáculo no es técnico sino la resistencia al cambio. Por tanto, si quieres aprovechar el potencial de los datos en tu negocio, debes asegurarte de desarrollar la cultura adecuada, de manera que las habilidades de análisis no se circunscriban a los científicos de datos, sino que se extiendan a todos los puestos de la organización.