La mayoría de los negocios, ya sea en sus inicios para poner en marcha la actividad o más adelante para impulsar el crecimiento empresarial o expandirse a nuevos mercados, necesitan financiación externa. La elección de la fuente de financiación tendrá un gran peso en el éxito o el fracaso del proyecto. Por eso es importante explorar y sopesar detalladamente las diferentes opciones, incluyendo fuentes de financiación alternativas como el crowdlending.
El crowdlending es una forma de financiación colectiva que se está abriendo paso en España. En 2019, este sector generó 72 millones de euros en préstamos a empresas, según el último informe de la Asociación Española de Crowdlending.
En este modelo de financiación colectiva los negocios o proyectos recurren a un grupo grande de personas (crowd) que les prestan dinero (lending) y actúan como inversores. En práctica, muchas personas invierten cantidades relativamente pequeñas a una empresa, que luego se les devuelve, añadiendo el pago de los intereses estipulados en el contrato de préstamo.
A diferencia del crowdfunding, donde existe la figura del accionista o donante, en el crowdlending solo existen prestatarios. Además, las plataformas de crowdlending suelen estar más orientadas a las empresas, mientras que el modelo de crowdfunding está más relacionado con proyectos de carácter social o cultural.
En el crowdlending, las empresas y los prestatarios suelen ponerse en contacto mediante una plataforma digital, como Mintos o NEO Finance. Esa plataforma es la encargada de analizar la solvencia de la empresa y determinar las bases del contrato jurídico, clarificando detalles como la cuantía del préstamo, los tipos de interés y el plazo de devolución.
Para acceder a esa financiación, la empresa que solicita el préstamo debe proporcionar la información que la plataforma le solicite para valorar su capacidad crediticia. Luego, los prestatarios pueden valorar las oportunidades y los riesgos que entraña el proyecto para decidir si invertirán su dinero.
Cuando el proyecto empresarial alcance la cantidad suficiente de inversionistas, la plataforma le transfiere los fondos. Entonces, la empresa tendrá que reintegrar el importe de la financiación y los intereses según los plazos pactados.