Abrirse al mercado internacional es una decisión importante que no puede estar motivada únicamente por una contracción del nacional, debe ser una fase natural en tu camino de expansión empresarial. Internacionalizar una empresa puede hacerte ganar en competitividad y acelerar el ritmo de crecimiento, pero antes de dar ese paso debes asegurarte de que tu pyme tiene la fuerza suficiente. Te desvelamos cuáles son los aspectos más importantes que debes evaluar en ese análisis de viabilidad.
Sin un buen producto, no tiene sentido plantearse una estrategia de internacionalización. El producto debe ser lo suficientemente interesante como para hacerse un hueco en el nuevo mercado y debe tener un precio competitivo alineado con el mercado local. No olvides que sobre ese precio tendrás que recargar aranceles, costes de transportación, certificaciones de calidad y permisos varios.
Externalizar este servicio no es conveniente, lo ideal es que tengas un área comercial y de marketing en la cual apoyarte para diseñar las estrategias de ventas para internacionalizar la empresa. Esta área será la encargada de estudiar los nuevos mercados, analizar las prospecciones de ventas, establecer una red comercial encontrando a importadores, distribuidores o representantes y registrar las marcas correspondientes.
Si produces los productos que vendes, la economía a escala te permitirá fabricar para distintos mercados sin incrementar los costes o incluso abaratándolos. Para dar ese paso necesitarás comprar la materia prima en grandes cantidades, desarrollar un sistema que te permita controlar mejor todo el proceso y tener un equipo humano comprometido y competente.
Hace poco, KFC tuvo que cerrar cientos de sus establecimientos en el Reino Unido debido a que su nuevo socio logístico no fue capaz de suplir sus demandas. La elección del medio del transporte y transportista es esencial en tu estrategia para internacionalizar la empresa pues no sólo te permitirá entregar con mayor rapidez y flexibilidad, ganando la confianza de tus nuevos clientes, sino que también minimizará los costes por retrasos o daños en la mercancía.
Todo proceso de internacionalización de una empresa demanda una inversión inicial. Antes de emprender esta aventura, debes asegurarte de que cuentas con la capacidad financiera necesaria pues no solo tendrás que mantener tu flujo de caja sino también dar cobertura a las nuevas operaciones. Considera que el retorno de la inversión suele ser a medio o largo plazo, por lo que debes cerciorarte de tener suficiente oxígeno para no abandonar a mitad del camino.
Para internacionalizar una empresa con éxito es necesario cambiar la mentalidad laboral. Tus empleados tendrán que afrontar nuevos desafíos, por lo que es probable que algunos necesiten una formación adicional. El departamento financiero y legal, por ejemplo, tendrá que ponerse al día con el sistema internacional, el responsable de almacén tendrá que formarse en logística y transporte internacional y tus comerciales tendrán que buscar activamente nuevos mercados para tus productos.