Las importaciones pueden representar una gran oportunidad para hacer crecer tu empresa. No es casual que el 32 % de las empresas españolas realicen importaciones, según el informe de Club Inter Pyme. No obstante, importar también representa un riesgo, de manera que para tener éxito en tu primera importación, necesitas mantener bajo control una serie de detalles, desde los plazos de entrega y las condiciones de pago hasta la documentación aduanera necesaria.
Ampliar el número de proveedores. Con la importación amplías tu base de proveedores, lo cual te permitirá disminuir la dependencia de los proveedores nacionales y evitar situaciones coyunturales que puedan afectar tu negocio.
Mejorar la competitividad de la empresa. Abrirte a proveedores extranjeros puede ofrecerte una ventaja competitiva en el mercado, ya sea en términos de precio del producto, de calidad o acceso a tecnología de última generación.
Disminuir los costes. La importación de productos puede ayudarte a reducir los costos que representan los insumos y algunos gastos fijos de personal o producción.
Maximizar la capacidad de distribución. Al incorporar una capacidad productiva externa a la estructura de distribución de tu empresa, podrás centrarte en optimizar tu sistema de distribución, de manera que incrementes las ventas y mejores la satisfacción de tus clientes.
Una de las decisiones más importantes para que tu primera importación tenga éxito es la elección del proveedor. Muchas empresas suelen comenzar su búsqueda por China y otros países vecinos ya que estos se han convertido en auténticas fábricas mundiales, pero debes tener en cuenta que en algunos casos, los costes de envío y el tiempo que tarda en llegar la mercancía pueden hacer que la opción aparentemente más conveniente no sea tan económica.
Como importar por primera vez no es sencillo, podrías plantearte aprovechar las similitudes económicas, políticas, culturales y/o legales que ofrece el nearshore. El citado informe confirma que el 54,9 % de las importaciones de las empresas españolas provienen precisamente de la Unión Europea y solo un 20 % de Asia. Países como Portugal, República Checa, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Rumanía y Bulgaria podrían ser tu punto de partida para encontrar proveedores.
En cualquier caso, es conveniente que cuentes con el asesoramiento de empresas especializadas en el mercado local. Estas empresas pueden presentarte a diferentes proveedores, ayudarte a negociar los Incoterms, inspeccionar las fábricas que has elegido, revisar la calidad del pedido y gestionar su transporte.
Si vas a importar mercancía para venderla en España, esta debe cumplir con los estándares de calidad que exige la Unión Europea. El Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación de las Exportaciones (SOIVRE) es el organismo encargado de supervisar y controlar todo tipo de mercancías, asegurándose de cumplir con la ley de control a la importación.
Debes cerciorarte de que la mercancía que importas cuente con ese visto bueno, para lo cual quizá tengas que recurrir a una empresa certificadora que homologue la calidad del producto al estándar europeo, siendo fundamental que la misma sea reconocida en España.
También debes asegurarte de tener toda la documentación en regla pues si no es así, la mercancía no podrá entrar al país y se quedará retenida en aduana hasta que se solucione el problema, lo cual podría representar un gasto importante. Existen tres documentos básicos que necesitas para que tu primera importación transcurra sin incidentes:
Factura comercial. Sirve como comprobante de venta y refleja tanto las condiciones de venta de la mercancía como sus especificaciones.
Packing list. Es un complemento de la factura en el que se detallan los contenidos del paquete.
Conocimiento de embarque o carta de porte aéreo. Es el documento de embarque en puerto o aeropuerto, que refleja las condiciones del contrato para que se acepte la carga en el barco o avión.
Y no olvides seguir al pie de la letra los trámites necesarios para el comercio exterior, de manera que puedas importar con todas las garantías y dentro de la ley.