El impacto financiero de la pandemia ha supuesto una dura prueba para el sector empresarial español, en especial para las pymes. El XI Informe sobre “Financiación de la Pyme en España” elaborado por SGR-CESGAR señaló que, solo dos de cada diez empresas han comenzado a recuperarse económicamente tras la crisis causada por la Covid-19.
Según el informe, con respecto a 2020, solo dos de cada diez pymes afirman haber iniciado la recuperación económica y cerca de un 40% dice estar en una posición estable. Un 35,2 % de las pymes aseguró que su situación ha empeorado, y de ellas, un 2,6 % se encuentra en una situación muy vulnerable. En el último año, también se ha reducido el tamaño medio de las empresas, tanto en términos de empleo como de facturación anual, aunque muchos emprendedores se muestran optimistas y esperan iniciar su recuperación económica a lo largo de los próximos 12 meses.
En el último año, seis de cada diez pymes han tenido necesidades de financiación, el porcentaje más elevado de la serie histórica, que supera en más de 23 puntos el último dato prepandemia. El 75,2% de las pymes ha destinado esa financiación al circulante, un motivo que ha ganado peso en comparación con el contexto anterior a la pandemia, mientras que el 37,2 % invirtió en equipo productivo e inmuebles. En cambio, el 22 % de las pymes han recurrido a la financiación para realizar inversiones en digitalización y sostenibilidad.
En lo que respecta a las fuentes de financiación, las pymes han utilizado más los productos financieros, en especial el crédito comercial y los préstamos bancarios, seguidos por las líneas ICO, a las que han recurrido el 19,7 % de estas empresas. No obstante, la financiación bancaria se redujo en 11 puntos porcentuales respecto a 2019 y creció el recurso de la financiación ajena no bancaria. Recurrir a los fondos propios también perdió peso, siendo una opción para solo el 19 % de las pymes.
Cabe destacar que, a pesar de la pandemia y la demanda extraordinaria de necesidades de financiación, el sistema financiero ha respondido bastante bien manteniendo un escenario relativamente estable y proporcionando ciertas facilidades para acceder a la financiación. Las pymes lo confirman: el 63,3 % de las empresas con necesidades de financiación pudo acceder a la misma sin dificultades. A pesar de ello, el mayor obstáculo sigue siendo la falta de garantías solicitadas, seguida por el precio de la financiación y los trámites administrativos.
En línea con el fuerte incremento de las necesidades de financiación, también aumentó la cantidad de empresas que necesitaron garantías o avales, exactamente un 18 %, un dato superior a las cifras prepandemia. Las pequeñas y medianas empresas fueron las que más tuvieron que recurrir a esta fórmula, aunque también se apreció un fuerte aumento en el número de autónomos que necesitaron garantías para acceder a financiación, en comparación con 2019.
Obviamente, las necesidades de garantías fueron mayores en las pymes innovadoras, exportadoras y con menos de 10 años de experiencia. Más de la mitad de las garantías se solicitaron a pymes que ofrecen servicios a las empresas, se dedican al comercio y servicios personales y a la agricultura.
Sin embargo, en el último año mejoró notablemente el conocimiento que las pymes españolas tienen de las Sociedades de Garantía: un 34,5 % de ellas señaló que conocía sus servicios y los beneficios asociados a los mismos. Esta mejora en el grado de conocimiento de las SGR se debe, en gran medida, al papel protagónico que han jugado estas desde que comenzó la pandemia, avalando y asesorando a las pymes que atravesaban una situación financiera difícil.
Según el informe, las perspectivas son moderadas en lo que respecta a la creación de empleo, ya que un 84,2 % de las pymes considera que no aumentará su plantilla y que mantendrá un nivel de empleo estable en los próximos 12 meses. Solo un 11,4 % de las empresas afirma que creará nuevos puestos de trabajo.
Mientras, el 46,9 % de las pymes espera que su facturación aumente durante los próximos 12 meses, lo cual denota un mayor optimismo respecto al año anterior. El porcentaje de pymes que considera que se mantendrá estable desciende ligeramente, del 43,9 % en 2020 al 40 % en 2021, mientras se reduce el peso de las empresas que creen que su facturación va a disminuir, del 17,9 al 13 %.
Actualización. Si te interesa la información acerca de la situación de las pymes españolas y las personas que trabajan por cuenta propia (autónomos/as) en relación con la financiación ajena, puedes descargar aquí el último Informe sobre la financiación de la pyme en España, realizado por Cesgar.