La mayoría de las empresas necesitan financiación en algún momento de su vida, ya sea al inicio para poner en marcha el negocio, más adelante para cubrir las necesidades de circulante puntuales o cuando llega el momento de expandir sus actividades. El acceso a esos recursos económicos y las condiciones pueden marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso.
El “XIV Informe sobre Financiación de la pyme en España”, realizado por CESGAR, desveló un escenario más positivo en 2024, marcado por una reducción del nivel de endeudamiento y de los gastos financieros.
No obstante, pese a que muchas pymes aumentaron su facturación, no han visto un incremento de los beneficios, probablemente debido al crecimiento de los costes operativos.
En 2024, cinco de cada diez pymes (47,7%) necesitaron financiación, lo que representa más de 1,6 millones de negocios. Aunque supone una disminución de 6 puntos porcentuales respecto al año anterior, supera con creces dichas necesidades antes de la pandemia, por lo que siguen siendo relativamente elevadas, en especial entre las empresas pequeñas y medianas.
Los instrumentos financieros a los que más recurrieron las pymes fueron:
1. Líneas de crédito (21,3%)
2. Préstamo bancario (18,4%)
3. Líneas ICO (15,5%)
4. Crédito comercial (14,9%)
5. Leasing (10,4%)
6. Subvenciones (6,5%)
Cabe destacar un ligero aumento en el uso de productos bancarios, subvenciones, crédito comercial, así como avales y garantías de las SGR, acompañados de un descenso en las líneas ICO.
En cuanto al destino de la financiación:
- El 64,6% se dedicó a cubrir el circulante, una necesidad que sigue perdiendo peso.
- El 53,4% se dirigió a inversiones, especialmente en equipo productivo.
En menor medida, las pymes también necesitaron financiación para emprender procesos de expansión en el mercado nacional o extranjero, aunque esta exigencia ha cedido terreno, junto a la digitalización y la sostenibilidad.
En general, 2024 fue un año más favorable para obtener financiación externa. El 38,3% de las pymes accedió con facilidad, frente al 23,4% en 2023. Aun así, siguen existiendo dos obstáculos principales en el acceso a financiación:
- Coste de la financiación, señalado por el 38,1% de las pymes, aunque su incidencia ha disminuido de manera considerable con respecto a 2023.
- Falta de garantías solicitadas, mencionado por el 23,4% de los negocios.
En cuanto al acceso a financiación bancaria, un 36,5% de las pymes señala haberla requerido en 2024. Y la respuesta de los bancos ha sido muy positiva, ya que el 90% de las pymes con necesidades de financiación bancaria la ha obtenido y aceptado.
Los negocios que tuvieron necesidad de presentar garantías o avales pasaron del 16,2% en 2023 al 18,1% en 2024, representados fundamentalmente por las medianas y pequeñas empresas, aunque también aumentó el número de autónomos que las necesitaron.
Las garantías demandadas se destinaron fundamentalmente a acompañar las solicitudes de financiación bancaria destinada al circulante. No obstante, las peticiones de avales técnicos crecieron de manera notable (del 33,5% en 2023 al 47,3% en 2024).
Por tanto, no es extraño que cada vez más pymes conozcan los servicios de las Sociedades de Garantía, sobre todo entre las pymes que han tenido necesidades de financiación (39,1%) y aquellas que han tenido necesidades de garantías (62,5%).
El informe también indica los principales beneficios de las SGR señalados por las pymes:
- Mejorar el acceso a la financiación bancaria (86,2%)
- Obtener mayores importes de financiación (76,4%)
- Recibir un asesoramiento financiero adecuado (74,1%)
- Optar por mayores plazos de devolución de la financiación (74,1%)
El informe de CESGAR reveló una tendencia al alza en las perspectivas de crecimiento a corto plazo de las pymes. El 43,9% de ellas espera que su facturación aumente en los próximos doce meses y solo un 2,4% prevé una gran disminución.
Sin embargo, ese crecimiento no se trasladará al empleo, ya que solo un 10,8% afirma que creará puestos de trabajo en los próximos doce meses. Ese contraste revela que, aunque la recuperación se consolida y hay optimismo, las decisiones estratégicas siguen marcadas por un contexto de volatilidad. Por tanto, la financiación seguirá siendo clave para sostener el tejido empresarial español.