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Pymes: Pymes

Cuando los autónomos ganan nuevos clientes o deciden emprender proyectos más ambiciosos, tienen que empezar a pensar en la contratación de personal. Es habitual que acaben empleando a familiares que ya les echaban una mano en el negocio de manera puntual. Esos trabajadores podrían entrar dentro de la categoría “autónomos colaboradores”, una figura que se beneficia de algunas bonificaciones, lo que te permitirá seguir creciendo con el apoyo de personas de confianza mientras alivias la carga económica inicial que implica ampliar la plantilla.
¿Qué es un autónomo colaborador?
Los autónomos colaboradores son los familiares directos de los autónomos titulares, que trabajan para él y conviven bajo su mismo techo. Esta figura representa el 5,2% del total de los autónomos, según los últimos datos de la Seguridad Social. Curiosamente, también ha sido el colectivo que más ha disminuido en términos absolutos en 2024, en comparación con el año anterior.
A efectos de la Agencia Tributaria, solo los siguientes familiares pueden catalogarse como autónomos colaboradores:
- Cónyuge, incluidas las parejas de hecho que estén inscritas en el registro correspondiente y puedan acreditar que han convivido al menos 5 años.
- Padres.
- Hijos mayores de 16 años.
- Otros familiares por consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado, por lo que podría tratarse de abuelos, nietos, hermanos, cuñados, suegros y yernos o nueras.
Sin embargo, para formar parte de la categoría de autónomo colaborador no basta con ser familiar, también hay que cumplir otros requisitos:
- Vivir en el mismo hogar del autónomo titular y estar a su cargo.
- No estar dado de alta como trabajador por cuenta ajena.
- Que no sea una colaboración puntual, debe estar empleado por el autónomo titular de manera habitual, lo cual implica que el autónomo colaborador tiene que estar dado de alta un mínimo de 90 días en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social.
Vale aclarar que esta figura no tiene cabida cuando se trata de autónomos societarios que ejercen su actividad profesional a través de una Sociedad Limitada.
¿Qué bonificaciones tienen los autónomos colaboradores?
Los autónomos colaboradores no pueden disfrutar de la tarifa plana que se aplica a quienes comienzan a trabajar por cuenta propia. Tampoco tienen la posibilidad de aprovechar la denominada “cuota cero” con la que algunas Comunidades Autónomas cubren al 100% las cuotas a los autónomos que inicien su actividad en sus territorios.
Sin embargo, en 2015 se aprobó una normativa en materia de autoempleo que incluyó bonificaciones para los autónomos colaboradores. El objetivo de esta medida, que se mantiene vigente, es favorecer la cotización de los familiares de los autónomos que trabajan en el negocio familiar.
De hecho, si decides incorporar a un familiar a tu actividad, debes tener en cuenta que tiene que cotizar a la Seguridad Social independientemente de las horas trabajadas, aunque tienes la posibilidad de aprovechar la siguiente bonificación durante los primeros dos años.
- Bonificación del 50% de la cuota de autónomos durante los 18 meses después de haberse dado de alta en la Seguridad Social. Con esta bonificación podrás contratar a un familiar pagando solo 156,5 euros al mes, en vez de los 314 euros que representa la cuota de estos autónomos en 2025.
- Bonificación del 25% desde el mes 19 al 24 después del alta en la Seguridad Social. Esta subvención de seis meses tiene el objetivo de facilitar la transición al pago de la cuota completa, para que puedas ir ajustando tus cuentas. En este periodo pagarás 234,75 euros.
Cabe aclarar que dicha bonificación se aplica a la base por contingencias comunes correspondiente a la cuota mínima. Desde 2023, el autónomo colaborador cotiza por la base mínima de 1.000 euros porque, como es difícil conocer con certeza sus rendimientos netos, cuando entró en vigor del nuevo sistema de cotización por ingresos reales, la Seguridad Social determinó una base y cuota mínima para este tipo de afiliados.
A lo largo de 2025 la base mínima de 1.000 euros no debería variar, aunque es probable que aumente ligeramente debido al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), cuya cotización subirá un 0,1% para nutrir el Fondo de Reserva de las pensiones.
Por otra parte, es importante recalcar que estas bonificaciones solo se aplican a la base de cotización mínima. Los autónomos colaboradores que escojan un nivel base superior, cotizarán al tipo general del 31,3% por la diferencia restante.
También debes saber que este incentivo solo se puede aprovechar una vez, no se podrá solicitar si el autónomo colaborador ya se ha beneficiado de este descuento en las cuotas a la Seguridad Social.
¿Cómo darse de alta como autónomo colaborador?
Los trámites para darse de alta como autónomo colaborador son bastante sencillos ya que no tiene que darse de alta en Hacienda, solo en la Seguridad Social.
Tendrá que presentar la Solicitud de alta en el régimen especial de autónomos como “Familiar colaborador del titular de la explotación” a través del modelo TA0521/2. Deberá presentar además el libro de familia o certificado que acredite la relación, DNI y una copia del alta en Hacienda del autónomo titular del negocio.
Al completar este proceso, el familiar colaborador quedará registrado en la Seguridad Social y podrá comenzar a cotizar.
¿Qué obligaciones tienen el autónomo titular y el colaborador?
Cuando incorporas a un colaborador a tu actividad, las reglas del juego cambian. Ya no solo tendrás que gestionar tu trabajo, también deberás asumir otras responsabilidades. Para evitar sorpresas desagradables y mantener todo en orden, es fundamental que tanto el autónomo titular como el colaborador conozcan sus respectivas obligaciones.
El autónomo titular que contrate a un familiar como colaborador tiene los mismos deberes que para con el resto de sus trabajadores. Eso significa que tendrás que afrontar las cuotas a la Seguridad Social del autónomo colaborador y pagarle el salario estipulado, conforme a su categoría profesional y el convenio aplicable.
En cambio, el autónomo colaborador solo tiene la obligación de presentar su declaración de IRPF anual. No debe realizar declaraciones ni impuestos trimestrales de IVA e IRPF ya que estos corren a cargo del autónomo titular. El autónomo colaborador tiene una nómina que tributa como rendimiento del trabajo, al igual que cualquier otro trabajador asalariado, no como una actividad económica por cuenta propia. Tampoco tendrá que llevar su contabilidad ni emitir facturas, como hace un autónomo tradicional.
No obstante, eso significa que tampoco puede realizar ningún trabajo por su cuenta, ya que para ello tendría que darse de alta en Hacienda y comunicar la actividad que va a realizar. El autónomo colaborador depende directamente del autónomo titular, ese es el motivo por el que tiene pocas obligaciones contables y fiscales, pero también queda sujeto a ciertas limitaciones.
Resumiendo, la figura del autónomo colaborador es ideal para regular la colaboración de los familiares en los pequeños negocios en el marco de la ley. Por tanto, si estás pensando en dar de alta a un familiar bajo este régimen, comprueba los requisitos para que puedas aprovechar las bonificaciones en la cuota de autónomos y ahorres costes. Recuerda que los gastos que supone el autónomo colaborador son partidas deducibles de tu actividad, así que planifica con cuidado y consulta a un asesor fiscal si tienes dudas. La gestión correcta de todo el proceso podrá ahorrarte muchos dolores de cabeza en el futuro.

Si tienes un negocio, es importante que sus cuentas estén cuadradas. Un buen control contable te permitirá supervisar las actividades y movimientos para asegurarte de que todo se desarrolla según el plan estratégico que has trazado. Una de las herramientas de control económico más importantes es la conciliación bancaria, pues te permitirá detectar y corregir posibles desviaciones que podrían afectar a la salud financiera de tu negocio.
¿Qué es una conciliación bancaria?
La conciliación bancaria consiste en comprobar los registros de los libros contables de la empresa con los extractos de las cuentas corrientes para detectar potenciales diferencias y realizar las correcciones o ajustes que sean necesarios. A través de esta operación, verificas que la cuenta bancaria refleja fielmente lo que ocurre en la contabilidad de tu empresa.
¿Cuándo debes hacer la conciliación bancaria?
Lo ideal es ir comprobando cada uno de los asientos contables minuciosamente, razón por la cual se recomienda no dejar pasar demasiado tiempo entre una conciliación y otra. Mientras más meses transcurran, más difícil será cuadrar las cuentas.
Este procedimiento, cuyo principal objetivo es mantener las cuentas y los movimientos bancarios bajo control, debería realizarse al final de cada mes, comparando el extracto de la entidad bancaria con las operaciones registradas de gastos e ingresos durante ese periodo de tiempo.
No obstante, su frecuencia dependerá de factores como el tamaño de la empresa y el volumen de las transacciones. Si tu negocio realiza muchos movimientos bancarios, deberías hacer la conciliación al menos cada 15 días, pues de lo contrario se convertirá en una tarea bastante engorrosa.
¿Cómo beneficia la conciliación bancaria a tu pyme?
La conciliación bancaria es mucho más que un simple ejercicio contable, es una práctica que aporta claridad y confianza en la gestión financiera de tu pyme. Cuando alineas tus registros internos con los informes del banco, no solo te aseguras de que cada transacción esté registrada correctamente, sino que también puedes detectar posibles errores antes de que se conviertan en problemas mayores.
- Mayor control de los recursos económicos. La conciliación bancaria te permitirá comprobar la veracidad de la información contable, de manera que podrás tener una imagen exacta de la situación económica de tu pyme. Tener la contabilidad al día y conocer tu saldo te ayudará a distribuir de manera más eficiente los recursos con los que cuentas para propiciar un crecimiento sostenido y viable a lo largo del tiempo.
- Detectar los errores contables. La conciliación bancaria evita sorpresas desagradables en la contabilidad de tu pyme. Te permitirá detectar errores en las entradas de los libros de contabilidad, cheques girados que no han sido cobrados, consignaciones registradas en los libros que el banco aún no ha abonado o, al contrario, notas de débito o crédito que el banco ha cargado o abonado, pero que todavía no has registrado en tus libros.
- Comprobar los pagos y cobros. Si tienes un volumen de negocio considerable, la conciliación bancaria se convertirá en la mejor herramienta para comprobar las transacciones que ha hecho tu pyme. Podrás tener claro a qué proveedores has pagado y mantenerte al día con los cobros, sabiendo la fecha de los vencimientos para reclamar a los clientes el pago de las facturas no abonadas.
- Prevenir pérdidas. La conciliación bancaria es vital para evitar pérdidas en el negocio. Este procedimiento no solo te permitirá detectar las facturas no cobradas, sino también posibles cargos erróneos. Además, te ayudará a detectar lo que no está funcionando, aquellas áreas que están generando pérdidas económicas, para que puedas replanteártelas.
- Facilitar la toma de decisiones. Cuanta más información poseas sobre el estado financiero de tu pyme, mejores decisiones podrás tomar. La conciliación de la cuenta bancaria te permitirá tomar decisiones estratégicas, basándote en datos fiables y actualizados, para que puedas potenciar las áreas más exitosas y rediseñar aquellas que no están dando los beneficios esperados.
- Mayor seguridad ante una inspección. La conciliación bancaria no es obligatoria, pero tendrás que hacerla para presentar los impuestos trimestrales y tus cuentas anuales. Además, tener la contabilidad al día y las cuentas cuadradas te hará sentirte más seguro, sobre todo de cara a una inspección, pues ya habrás detectado y corregido los errores o desajustes. Así, no tendrás problemas fiscales y evitarás sanciones económicas.
¿Qué tipos de conciliación bancaria existen?
Conocer los diferentes tipos de conciliación bancaria te ayudará a elegir la modalidad más adecuada para tu negocio. Así podrás llevar una gestión financiera más eficiente, que te ayude a mantener tus cuentas en orden y prevenir problemas fiscales de cara al futuro.
- Conciliación individual o aritmética. Es el tipo de conciliación bancaria que más utilizan las empresas y consiste en ir comparando los movimientos cronológicamente. Partiendo del saldo de los libros contables de la empresa, debes encontrar las diferencias con el saldo bancario para hacer los ajustes contables necesarios y actualizar el saldo del libro de bancos, cuya validez depende de que las operaciones mensuales estén verificadas en el extracto bancario.
- Conciliación conjunta o contable. En este tipo de conciliación bancaria se elabora un documento que contenga toda la información sobre los asientos que no corresponden y se usa para crear las pólizas de corrección (recuerda que, si registras mal una póliza, no puedes cancelarla ni borrar los movimientos, sino que tendrás que realizar una póliza nueva con el movimiento inverso). Las correcciones que sean necesarias estarán a cargo del banco o la empresa, dependiendo de quién es el responsable de los errores.
Las principales causas de los descuadres
Cuando hagas la conciliación bancaria, encontrarás básicamente dos tipos de inconsistencias: temporales o permanentes. Las inconsistencias temporales se deben a un descuadre entre la fecha que reflejan los libros contables y la del extracto bancario. En cambio, las inconsistencias permanentes son errores que comete la empresa o el banco al contabilizar los apuntes en cuestión.
Existen diferentes razones por las cuales el saldo final del banco no cuadra con la información que contienen los libros contables de tu negocio:
- Cheques girados por la empresa que los beneficiarios no han cobrado.
- Consignaciones en los libros contables que el banco no ha abonado.
- Notas de débito que el banco carga a la cuenta bancaria, pero que la empresa no ha registrado.
- Notas de crédito que el banco abona a la cuenta de la empresa, pero que ésta no ha registrado.
- Diferencia de tiempo en el registro de las partidas, ya que los bancos suelen tardar más en reflejarlas.
- Errores de la empresa al registrar los conceptos y valores en sus libros de contabilidad.
- Cobros por un terminal punto de venta en los que aparecen varias operaciones de venta agregadas, difíciles de vincular a las facturas.
- Errores de la entidad bancaria en la liquidación de determinados conceptos.
¿Cómo hacer la conciliación de una cuenta bancaria?
Para realizar la conciliación bancaria, necesitas información de dos fuentes contables distintas: los extractos bancarios y los libros contables. Los extractos bancarios recopilan todos los movimientos de las cuentas de tu empresa, indicando su concepto, la fecha y el importe.
Lo habitual es que cada cierto tiempo, generalmente de manera mensual, el banco te envíe un estado de la cuenta con todos los movimientos registrados. Las entidades bancarias se rigen por la norma 43 de la Asociación Española de Banca, la cual regula las características del archivo en el que se reflejan los movimientos de la cuenta corriente y que usarás para realizar la conciliación bancaria.
Por otra parte, debes consultar:
- Libro diario, que recoge todas las operaciones comerciales y financieras del negocio en orden cronológico, registradas en términos de “debe” y “haber”.
- Libro de ventas e ingresos, que refleja las facturas emitidas por orden de numeración.
- Libro de compras, que reúne las facturas que implican un gasto para la actividad.
- Libro de bancos, un registro contable auxiliar donde se registran todas las operaciones relacionadas con las cuentas bancarias.
Para facilitar esta tarea, sobre todo si tienes que lidiar con un gran volumen de operaciones, puedes dividirlas por periodos de días o semanas. Lo habitual es comenzar comprobando el saldo inicial y final para ver si existe alguna diferencia. Si es así, tendrás que revisar y verificar cada uno de los movimientos, punteando las operaciones correctas, para encontrar la diferencia o error.
- Compara fechas y movimientos de ingresos
Revisa la información del libro diario y el libro de ventas para comprobar si concuerda con los movimientos de “Haber” que se han producido en la cuenta empresarial.
- Compara fechas y movimientos de gastos
Constata si los datos del libro diario y el registro de gastos coinciden con los movimientos de “Debe” en la cuenta bancaria del negocio.
- Suma las cantidades
Además de comprobar la información interna con el registro bancario, realiza la suma de todas las operaciones para asegurarte de que no existen errores.
En cualquier caso, recuerda que no es inusual que los saldos sean diferentes. Los errores más comunes consisten en duplicar un registro u olvidar contabilizar un movimiento. También es habitual equivocarse al colocar una coma o invertir el orden de los dígitos.
La diferencia no siempre es un error, en algunos casos puede deberse a la aplicación de un criterio de devengo diferente. Por ejemplo, la entidad bancaria no registra una operación hasta que no la contabiliza, pero como pyme es posible que ya hayas reflejado esa actividad en tus libros contables. En esos casos, solo tendrás que realizar una anotación contable para dar seguimiento a la diferencia.
También es recomendable llevar un historial de los ajustes que hagas para tener futuras referencias de las discrepancias. Cuando hayas terminado de corregir los errores y realizar los ajustes, tendrás que conciliar nuevamente para verificar que los saldos coinciden y que la información concuerda, es precisa y está completa.
Por último, cabe aclarar que no vale establecer una partida conciliatoria y olvidarte del descuadre. Si acumulas partidas conciliatorias, terminarás con una contabilidad alejada de la situación real de tu pyme y cada vez será más difícil cuadrar las cuentas.
Automatizar la conciliación bancaria
Tanto por motivos legales como prácticos, es recomendable que tengas la información contable de tu negocio al día. Eso significa que tendrás que realizar la conciliación bancaria con cierta periodicidad, un proceso que te llevará tiempo, sobre todo a medida que tu empresa crezca.
La buena noticia es que existen programas específicos de gestión de tesorería que pueden encargarse de esa tarea, garantizando la integridad de los registros contables de tu pyme y una gestión financiera más eficaz.
Softwares como Quipu, Sage o Holded ofrecen soluciones de gestión de facturación, tesorería e impuestos. Normalmente, estos programas centralizan todas las cuentas bancarias de la empresa, lo que implica una gran ayuda si tienes en cuenta que los reportes de cada banco o entidad, así como sus sistemas internos, suelen tener diferentes formatos y aportan datos distintos, lo que dificulta aún más la conciliación bancaria.
Estas soluciones de software también suelen sincronizar en tiempo real los movimientos bancarios y los asocian con las facturas correspondientes o, en el caso de que no existan, crean la factura, ticket o nómina. Algunos, incluso, permiten añadir reglas para agilizar la conciliación de los movimientos recurrentes o brindan propuestas de conciliación masiva para que no tengas que aceptarlas y validarlas individualmente.
Con la tecnología, una tarea que suele ser tediosa y propensa a errores se convierte en un procedimiento más sencillo y rápido que te ahorra tiempo y recursos, mientras te proporciona una visión más clara de la situación financiera de tu negocio en cada momento.
Transformación digital para pymes y autónomos

Con la llegada de la computación en la nube, el big data, las plataformas móviles y la Inteligencia Artificial, la transformación digital representa una nueva revolución para el sector empresarial. El 48% de las grandes empresas en España ya se han digitalizado pero solo el 14 % de las pymes, microempresas y autónomos tienen la intención de sumarse a esa revolución digital, según indicó EuropaPress. El coste de la transformación digital es uno de los principales obstáculos, pero los beneficios que reporta son tantos que deberías plantearte seriamente digitalizar tu negocio.
¿Qué es la transformación digital?
Implementar cambios tecnológicos en una empresa no basta para iniciar una transformación digital. Tener presencia en las redes sociales, aplicar un plan de marketing digital o abrir una tienda online no es sinónimo de digitalización. La revolución digital implica reconstruir las dinámicas del negocio a partir de las tecnologías, adaptándolas a las nuevas demandas del mercado.
La transformación digital consiste en aplicar la tecnología a los procesos y productos de la empresa para ganar en eficiencia, aportar valor a los clientes, disminuir los riesgos o descubrir nuevas oportunidades para generar ingresos. La integración de las tecnologías digitales implica un cambio en la forma de operar de la empresa ya que se reelaboran los procesos, productos y/o estrategias de negocio.
Ventajas de la transformación digital para pymes y autónomos
Mejora la eficiencia operativa y la capacidad de respuesta.En un mercado tan cambiante como el actual, la capacidad de respuesta es esencial para ganar y conservar clientes. Un estudio realizado por CA Technologies reveló que la transformación digital permite ganar en rapidez. Las empresas digitalizadas reconocen que logran satisfacer las demandas del mercado un 33 % más rápido y que han reducido en un 32 % el tiempo necesario para tomar decisiones.
Genera una experiencia mejorada en el cliente. El 74 % de los negocios que han implementado la transformación digital reconocen que la experiencia de sus clientes ha mejorado hasta en un 40 %, lo cual incrementa la retención a largo plazo. La digitalización actúa en diferentes niveles ya que brinda nuevas vías de comunicación con los clientes, permite brindarles respuestas más rápidas y obtener una retroalimentación casi instantánea que ayude a mejorar los productos y/o servicios.
Crea nuevas fuentes de ingresos. La transformación digital brinda a las pymes la entrada en nuevos mercados a los que no podía acceder siguiendo un modelo de negocio tradicional. A menudo también le abre las puertas a comerciar en un mercado global. No es casual que las empresas que han puesto en marcha la transformación digital reconozcan que han aumentado en un 37 % las ganancias provenientes de nuevas fuentes de ingresos.
Reduce costes y mejora la calidad. Gracias a la optimización de los procesos internos, los negocios que se han digitalizado aseguran que sus costes fijos han disminuido una media del 37 % mientras que la calidad de sus servicios ha aumentado hasta un 39 %.
Ampliar el público. El 76 % de las empresas digitalizadas reconoce que han mejorado su alcance digital captando a un nuevo público. Eso se traduce en un aumento de las ventas y las ganancias.
Diferenciación competitiva. En un mundo donde muchas pymes y autónomos aún no se han digitalizado, sumarse a la revolución digital implica una importante ventaja competitiva para diferenciarse y conectar mejor con los clientes, aportándoles un valor añadido que otras empresas no pueden darle.
Impulsa la cultura de la innovación. La transformación digital estimula la cultura de la innovación en la empresa. Las pymes que se digitalizan mejoran su marca empleadora y atraen talento, que puede aportar, a su vez, más ideas innovadoras que impulsen el crecimiento del negocio.
Por supuesto, antes de implementar la transformación digital, debes realizar un examen minucioso de las diferentes áreas de tu empresa. Quizá tengas que aplicar cambios organizativos, en la cadena de suministro o en la relación con los clientes para lograr que tu negocio sea más competitivo.

Cada vez más pymes deciden emprender el camino de la internacionalización, a pesar de que el 54% de ellas cree que acceder ahora a nuevos mercados internacionales es más difícil, según EuropaPress. Una estrategia para poner a prueba el músculo financiero y logístico de tu pyme consiste en comerciar con los países de la Unión Europea ya que, debido al mercado común, las operaciones intracomunitarias se agilizan y los trámites necesarios para el comercio exterior son más sencillos.
¿Qué son las operaciones intracomunitarias?
Las operaciones intracomunitarias son todas las actividades comerciales que realizan las empresas con clientes fuera de España pero que pertenecen a la Unión Europea, cuyas respectivas administraciones se mantienen conectadas para intercambiar y verificar información. Cuando vendes o compras algo a otro país miembro, estás realizando una operación intracomunitaria que está sujeta a ciertas normas y obligaciones tributarias.
Tipos de operaciones intracomunitarias
Según el tipo de transacción que se lleve a cabo, las operaciones intracomunitarias se dividen en:
Entrega intracomunitaria de bienes o servicios. Tu pyme exporta los productos al país o brinda sus servicios, ya sea vendiendo directamente al consumidor final o comerciando con una empresa.
Adquisición intracomunitaria de bienes o servicios. Tu pyme importa los productos o contrata un servicio de una empresa perteneciente a un país de la Unión Europea.
¿Cómo se aplica el IVA en las operaciones intracomunitarias?
Como regla general, las operaciones intracomunitarias están exentas de IVA, de manera que tributan en el país de destino. Sin embargo, para que el proveedor en origen pueda justificar la no repercusión de ese IVA y la aplicación de la exención, debe probar que la mercancía o los servicios se dirigen a un país comunitario. Por ese motivo es importante que las dos empresas que intervengan cuenten con el Número de Operador Intracomunitario, o NIF intracomunitario, y estén dados de alta en el censo VIES.
El hecho de que una de las empresas no posea el NIF intracomunitario no le impide realizar operaciones con otros países de la Unión Europea, aunque el tratamiento fiscal será diferente. Por eso, si te planteas importar o exportar de otro país miembro con cierta regularidad, es conveniente que tengas toda la documentación en regla.
Si tu pyme es quien emite la factura, existen diferentes escenarios:
Si ambos tienen NIF intracomunitario, debes emitir la factura a tu cliente sin IVA. No obstante, debes reflejar esa operación en el modelo 303 de declaración de IVA y en el modelo 349 de Declaración Recapitulativa de Operaciones Intracomunitarias. Este último modelo es meramente informativo ya que la Agencia Tributaria también recibirá el 349 de tu cliente y lo comparará con el tuyo para comprobar que todos los datos concuerdan.
Si tu cliente no tiene NIF intracomunitario, debes emitir la factura con IVA. En ese caso, tu cliente pagará el IVA y luego deberás liquidarlo en el modelo 303.
Si no tienes NIF intracomunitario pero tu cliente sí, tendrás que emitir la factura con IVA. Tu cliente pagará el IVA y luego tendrás que liquidarlo al final del trimestre.
Si ninguna de las partes implicadas tiene NIF intracomunitario, tendrás que aplicar el IVA en la factura y liquidarlo al final del trimestre.
Si se trata de una adquisición intracomunitaria; es decir, tu pyme es quien recibe la factura porque ha comprado productos o contratado servicios a otra empresa de un país comunitario, las normas son las mismas. Por tanto, si ambos tenéis NIF intracomunitario no tendrás que pagar el IVA de su país. En el resto de los casos, tendrás que pagar el IVA que se aplique en el país de tu proveedor.
Si quieres recuperar el IVA pagado dentro de la Unión Europea, tienes que presentar el modelo 360 de gestión de devoluciones a empresarios y profesionales, indicando los datos del proveedor y la factura, aunque tendrás que cumplir estos requisitos.
Teletrabajo: Ventajas de ofrecerlo en tu empresa

El número de personas que trabaja, al menos de manera ocasional, desde su casa ha ido aumentando desde 2006. En la actualidad, 1,43 millones de españoles han adoptado el teletrabajo, lo cual significa que 1 de cada 14 empleados trabaja desde su hogar, según el Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo. La Comunidad de Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana lideran esta tendencia, en ellas más del 8 % del total de los empleados trabaja en casa. Si tienes una pyme, deberías conocer las ventajas del teletrabajo para valorar su implementación.
¿Qué es el teletrabajo?
El teletrabajo es una forma flexible de organización de la actividad laboral en la que el trabajador no se encuentra físicamente en la sede de la empresa, sino que desempeña su actividad profesional desde otra ubicación, ya sea su casa, un hotel o incluso un cibercafé.
Existen diferentes modalidades de teletrabajo. Algunas empresas tienen teletrabajadores a tiempo completo que acuden muy poco a la oficina, solo para las reuniones más importantes o la presentación de los resultados, y otras aplican esta fórmula a tiempo parcial, de manera que algunos días el trabajador se encuentra en la empresa y otros días trabaja fuera de ella.
¿Cómo funciona el teletrabajo?
El teletrabajo se sustenta en las tecnologías de la información y las comunicaciones. Como empresa, necesitas poner en marcha un sistema interno que facilite el trabajo a distancia, la comunicación con los empleados y el seguimiento de los proyectos en curso.
Herramientas como una intranet, el correo electrónico, los sistemas de videoconferencia o las plataformas de gestión de proyectos son esenciales para que el teletrabajo fluya. Con el sistema de comunicación y control adecuado, podrás lograr que tu equipo trabaje de manera eficiente sin necesidad de desplazarse todos los días hasta la oficina.
¿Cuáles son las ventajas del teletrabajo para tu empresa?
Disminuir los costes del negocio. Implementar el teletrabajo te ayudará a reducir los costes de tu empresa. No solo disminuye el coste por producción, sino que también se reducen los costes fijos del negocio y se optimiza el uso de los puestos de trabajo que quedan en la oficina.
Aumentar la productividad. Es más productivo trabajar por objetivos que por horas, aunque es imprescindible que en la empresa prime una cultura de la responsabilidad compartida por todos los trabajadores. Un metaanálisis realizado en la Universidad de Calgary demostró que el teletrabajo aumenta la productividad, fortalece el compromiso con la empresa y mejora el desempeño laboral.
Expandir el negocio con una inversión mínima. Una de las mayores ventajas del teletrabajo es que disminuye la necesidad de equipamiento e infraestructura, lo cual te brinda la posibilidad de expandir tu negocio con una inversión mínima ya que no necesitas implementar grandes cambios a nivel estructural.
Facilitar la conciliación de los trabajadores. El teletrabajo brinda una gran flexibilidad horaria, lo cual permite que el trabajador concilie mejor su vida personal y profesional. Todo eso se revierte en una mayor satisfacción y motivación laboral. Además, con el teletrabajo se reduce el absentismo laboral ya que cada trabajador puede organizar mejor su semana de trabajo según sus necesidades.
Reducir los problemas laborales. El hecho de que los trabajadores no tengan que compartir el mismo espacio en la oficina evita los típicos conflictos causados por el roce cotidiano, de manera que el teletrabajo contribuye a disminuir los problemas de clima laboral. Se trata de un detalle importante ya que el Estudio sobre la Retención del Talento Tecnológico reveló que un 46 % de los profesionales buscaría otro empleo si el ambiente en la oficina fuera malo, independientemente del salario y el proyecto en que trabajen.
Atraer y retener el talento. La posibilidad de reclutar a profesionales más cualificados, sin importar su ubicación o disponibilidad de desplazamiento, abre un nuevo universo de posibilidades para incorporar a personas talentosas a tu pyme. El teletrabajo también mejora tu marca empleadora y contribuye a retener ese talento.

Para poner en marcha una empresa o lanzar un nuevo producto o servicio, es fundamental conocer el mercado, saber cuáles son las necesidades de los compradores y en qué dirección se está moviendo la competencia. Las grandes empresas realizan estudios de mercado para disminuir su nivel de riesgo y proyectar mejor su estrategia, pero esta herramienta también es muy útil para las pymes y autónomos.
¿Qué es un estudio de mercado?
El estudio de mercado es un proceso de recolección y análisis de datos e información sobre los clientes y competidores, que se realiza generalmente para crear un plan de negocios viable o lanzar un nuevo producto o servicio.
El objetivo del estudio de mercado en una empresa es conocer el perfil y comportamiento del prospecto o cliente potencial, ante el lanzamiento o reposicionamiento del producto o servicio. También permite identificar elementos innovadores que puedan representar una oportunidad de negocio para anticiparse a la competencia.
¿Para qué sirve el estudio de mercado a las pymes?
Segmentarás mejor a tu target.
Un estudio de mercado te permitirá conocer y comprender mejor las características de tu prospecto. Usando diferentes herramientas de segmentación podrás crear distintos perfiles de consumidores que te permitirán diseñar mejor tu producto o servicio o lanzar una campaña de marketing más eficaz para promocionarlo.
Conocerás mejor a la competencia.
El estudio de mercado también implica un análisis profundo de tu sector y la competencia. Podrás saber qué están haciendo tus competidores, descubrir las estrategias que funcionan y detectar nichos desatendidos o necesidades insatisfechas en los consumidores.
Minimizarás los riesgos.
El estudio de mercado te brinda diferentes herramientas de análisis que puedes usar para tomar decisiones estratégicas que te permitan minimizar los riesgos que suelen entrañar los cambios e innovaciones. Conocer los movimientos de los compradores y vendedores te permitirá tomar decisiones más acertadas para el crecimiento de tu negocio, descartando aquellas que tienen más probabilidades de fracasar.
Ahorrarás costes y tiempo.
El estudio de mercado te permitirá conocer las tendencias y planificar mejor los recursos de tu negocio, lo cual se revertirá en un ahorro de costes y tiempo. También podrás saber cómo cambian los gustos y preferencias de los consumidores para adaptarte rápidamente a ellos y aventajar a la competencia.
¿Cómo realizar un estudio de mercado en una empresa?
Define tu objetivo
Antes de comenzar, debes definir qué quieres lograr con tu investigación. ¿Quieres determinar la viabilidad y rentabilidad de un nuevo producto o servicio antes de introducirlo en el mercado? ¿O quizá necesitas analizar el posicionamiento de tu empresa?
Recoge información
Recopila información de terceros haciendo uso, por ejemplo, de Internet, donde podrás encontrar informes especializados en tu sector con estadísticas y datos útiles, sobre todo en los sitios web del Instituto Nacional de Estadística y las Cámaras de Comercio e Industria. También puedes recurrir a herramientas y técnicas propias como la observación directa de la competencia, encuestas o entrevistas en profundidad a los clientes y/o grupos de discusión.
Analiza la competencia
Una parte del estudio de mercado se centra en descubrir cómo están trabajando las empresas similares a la tuya. Determina quiénes son los líderes del mercado para que puedas saber qué estrategias están funcionando y cuáles no. Identifica oportunidades interesantes y nuevas tendencias. En plataformas como eInforma podrás conocer detalles sobre sus cuentas anuales y la evolución de las ventas, pero en sus propios sitios web y redes sociales también podrás hallar pistas sobre sus estrategias de marketing.
Define a tu target
El estudio de mercado te permitirá realizar un perfil de tu prospecto, teniendo en cuenta no solo sus datos demográficos sino también sus intereses, comportamientos de compra, aficiones y valores. Al segmentar a tu público podrás lanzar campañas de marketing más específicas que conviertan mejor.
Realiza un análisis DAFO
El estudio de mercado termina con un análisis de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de tu empresa en el mercado. Así podrás tener claro cómo enfocar tu estrategia de negocios y qué puntos necesitas reforzar.
Inbound Marketing para pymes y autónomos

Uno de los mayores obstáculos de las pymes y autónomos a la hora de promocionar sus productos y servicios es la carencia de recursos ya que la publicidad en los medios tradicionales suele demandar una inversión considerable y constante a lo largo del tiempo. Un anuncio en la televisión nacional puede oscilar entre los 400 euros en la madrugada hasta los 25.000 euros en prime time, según Visual Service. En este escenario, el Inbound Marketing es una alternativa cada vez más interesante para las pymes y autónomos.
¿Qué es el Inbound Marketing?
El Inbound Marketing consiste en atraer al prospecto o cliente potencial, de manera que sea él quien inicie el primer contacto. A diferencia del marketing tradicional, que se esfuerza por llamar la atención, las estrategias del Inbound Marketing se centran en lograr que el prospecto encuentre a la empresa, lo cual se logra creando contenido útil que aporte valor.
El Inbound Marketing para pymes y autónomos implica un cambio en la manera de hacer publicidad y relacionarse con el público. El objetivo no es llegar al mayor número de personas posible sino analizar sus necesidades, valores, preferencias y hábitos para personalizar los mensajes y atraer a una audiencia de calidad, lo que se denomina leads cualificados.
¿Cuáles son las ventajas del Inbound marketing para pymes y autónomos?
Atraer una audiencia interesada. Uno de los principales objetivos del Inbound Marketing es atraer al sitio web o blog de la empresa a potenciales clientes que estén realmente interesados en esos productos o servicios. Esos leads cualificados, que se encuentran cerca de la conversión, contribuyen a incrementar las ventas. De hecho, el 60 % de los publicistas reconocen que las prácticas de Inbound Marketing generan los leads más cualificados para la venta, según el último informe de HubSpot.
Optimizar las conversiones. El Inbound Marketing es una excelente estrategia para crear una base de datos de calidad que te permita clasificar y cualificar al prospecto a través de una serie de acciones personalizadas para convertirlo en un cliente, lo cual se conoce como lead nurturing. Con el Inbound Marketing el proceso de conversión ocurre de manera más natural, de forma que el prospecto no siente que estás intentando venderle algo, sino que le aportas valor.
Ahorrar en los costes de adquisición. Los costes de adquisición de un cliente usando los medios de marketing tradicionales suelen ser altos, con el Inbound Marketing pueden ser hasta un 62 % más baratos. Por cada euro invertido en el marketing de contenidos se obtienen tres veces más leads que con las estrategias de marketing convencionales, según datos de Demand Metric.
Mejorar la imagen de marca. El Inbound Marketing aumenta la visibilidad de tu negocio en Internet y te permite ganar reconocimiento de marca. El contenido de calidad también te ayudará a ganar credibilidad y confianza entre los clientes potenciales o incluso te permitirá convertirte en un referente en tu sector. Todo eso contribuirá a generar un valor añadido en torno a tus productos o servicios que puede servirte para diferenciarte de la competencia.
Fidelizar al cliente. Tener un canal directo de comunicación con tus clientes como el que propone el Inbound Marketing te ayudará a crear una marca más cercana y generar engagement o compromiso por parte del cliente. También te brinda más información en base a la cual diseñar propuestas personalizadas que aumenten la satisfacción con tus productos o servicios. Es probable que muchos de esos clientes incluso se conviertan en embajadores de tu marca y recomienden tus contenidos a sus contados y amistades.
Optimizar las campañas de marketing. Una de las principales ventajas del Inbound Marketing para pymes y autónomos es que permite optimizar las campañas sobre la marcha, a diferencia del marketing convencional en el que tienes que esperar al final para analizar los resultados. Con los indicadores de rendimiento adecuados podrás medir en tiempo real los resultados de la campaña y cambiar lo que no esté funcionando. Así lograrás un mayor impacto con un presupuesto menor.

El alquiler de oficinas sigue creciendo, impulsado por la creación de empleo y las buenas previsiones económicas. La superficie de oficinas contratada encadena varios años en alza, en 2017 superó los 892.000 m2 firmados en Madrid y Barcelona, lo cual representa un incremento interanual del 21 % para ambas ciudades, según reveló el informe de la consultora JLL.
El incremento de las operaciones y la disminución de las oficinas de alquiler disponibles han hecho que, en ciudades como Madrid, el precio medio haya crecido un 8,4 %, sobre todo en los distritos de negocios y los mejores inmuebles de las zonas periféricas. Por tanto, si tienes un negocio y estás pensando en alquilar una oficina, será mejor que te prepares para negociar.
¿Qué pasos seguir para negociar el alquiler de una oficina?
Los contratos de alquiler de oficinas se rigen por la Ley de Arrendamientos Urbanos, en la cual se especifica que “en la regulación de los arrendamientos para uso distinto al de vivienda, la ley opta por dejar al libre pacto de las partes todos los elementos del contrato”. Esto significa que pueden existir diferentes tipos de contratos de alquiler pues dependen del acuerdo al que llegues con el arrendador. Para no dar un paso en falso, es conveniente que compruebes una serie de detalles antes de firmar el contrato.
Verifica que el local se puede destinar al uso que le piensas dar
Si el local albergaba una actividad similar y no vas a realizar grandes obras, solo tendrás que hacer el cambio de titularidad de la licencia, un trámite bastante sencillo. Si el local no tiene licencia, es conveniente que pidas información al Ayuntamiento y solicites en el registro de la propiedad los estatutos de la comunidad de la finca donde se encuentre el local para comprobar que se puede utilizar como oficina.
Si planeas reformar el local para adaptarlo a las necesidades de tu negocio, un técnico tendrá que elaborar un informe en el que certifique que todos los cambios cumplen la normativa. Debes adjuntar ese informe a los documentos para solicitar la licencia de apertura y al (al o el?) contrato de alquiler.
Negocia la renta a pagar y la duración del contrato
La variación del precio y la duración del contrato de la oficina en alquiler son dos detalles importantes, sobre todo si haces obras y quieres amortizar esa inversión. Los propietarios suelen pedir un mínimo de duración, generalmente tres años, periodo antes del cual no podrás desistir del arrendamiento y, si lo haces, tendrás que pagar una penalización, según los términos del contrato.
Durante ese tiempo, el precio del alquiler se suele actualizar, por lo que debes tener claro si esa subida estará ligada al IPC o a otros valores como la renta de mercado. Lo más conveniente es acordar un límite en esa variación, para que no se produzca un aumento excesivo del alquiler que luego no puedas afrontar. También puedes negociar una renta escalonada, la cual te dará un respiro durante el primer año, sobre todo si has hecho reformas.
Clarifica quién correrá con los diferentes gastos del local
Antes de firmar el contrato de alquiler de la oficina, verifica a cargo de quién corren los diferentes gastos del local y la carga mensual que representan. Si es posible, pactad un límite máximo. En el caso de las oficinas, lo habitual es que los gastos de la comunidad corran a cargo del propietario, los cuales suelen incluir la conservación y el mantenimiento exterior, aunque no siempre es así. Y no olvides comprobar si el contrato prevé la cesión y subarriendo.
¿Qué ayudas existen para que pymes y autónomos puedan alquilar oficinas?
Los propietarios suelen pedir garantías para acceder al alquiler de oficinas. La fianza establecida legalmente es de dos meses, que se puede realizar mediante depósito, con aval bancario o con el aval de una SGR para alquilar un local, el cual también te brindará una posición más ventajosa a la hora de negociar.
Algunos municipios han puesto en marcha sus propias ayudas para facilitar el alquiler de una oficina o local comercial. Estas ayudas no solo pretenden incentivar el autoempleo sino también revitalizar algunas zonas de la ciudad. Las modalidades difieren, algunas cubren los primeros seis meses o el primer año de alquiler del local a coste cero, para luego ir disminuyendo escalonadamente. Infórmate en el Ayuntamiento si existe alguna ayuda disponible para alquilar una oficina.

“Una gran visión sin grandes personas es irrelevante”, escribió Jim Collins, consultor de negocios y gestión empresarial. Las personas son el alma de una empresa, por lo que no solo tienes que asegurarte de contratar a los mejores sino también de retenerlos y formarlos. Todas esas son funciones de Recursos Humanos, un departamento que no es exclusivo de las grandes empresas, sino que puede aportar mucho valor a las pymes.
¿Cuáles son las funciones de RRHH?
Selección del personal
La selección de personal es una de las funciones más conocidas de Recursos Humanos. Este departamento se encarga de reclutar a las personas más adecuadas para un puesto, no solo aquellas que tengan la formación y competencias necesarias, sino que además compartan los valores de la empresa.
RRHH lanzará la convocatoria, comprobará los currículos, realizará las entrevistas y aplicará las pruebas de aptitud. Suya también es la tarea de describir los puestos de trabajo, de manera que no se produzca un solapamiento de funciones y tareas que afecte la productividad de la pyme.
Gestión de personal
Recursos Humanos no solo se encarga de las contrataciones sino también de la administración del personal, asumiendo toda la gestión documental de los trabajadores. Entre las funciones de RRHH se encuentra supervisar los permisos y vacaciones de los trabajadores, así como los días trabajados, las bajas por enfermedad y las horas extra. También confecciona el inventario de personal, gracias al cual se puede planificar a medio y largo plazo las necesidades de personal, teniendo en cuenta la rotación del mismo y el crecimiento de la empresa.
Retribución laboral
Todos los aspectos relacionados con la retribución laboral entran dentro de las funciones de Recursos Humanos. Este departamento no se limita a determinar las nóminas y bonificaciones, sino que realiza un trabajo más profundo. Analiza cuál es la retribución más adecuada para cada puesto de trabajo y diseña las escalas laborales, realizando además la evaluación de desempeño de los trabajadores. También se encarga de planificar la política de incentivos de la empresa y proponer medidas de conciliación laboral.
Formación de los trabajadores
Entre las funciones de RRHH se encuentra la formación de los trabajadores, la cual es esencial para el desarrollo de la empresa. Este departamento analiza las necesidades formativas de la pyme y el potencial de sus trabajadores para diseñar el plan de formación más adecuado. Gestiona todo lo relacionado con la búsqueda y planificación de los cursos de formación, así como las bonificaciones a las que la pyme tiene derecho.
Legislación y relaciones laborales
El departamento de RRHH asume todo lo relacionado con la legislación laboral, desde los convenios colectivos hasta la negociación con los representantes de los trabajadores si surge algún conflicto laboral. Determina qué tipo de contratos son más adecuados y se encarga de formalizarlos, así como de elaborar el régimen disciplinario que se aplicará en la empresa.
La prevención de riesgos laborales es otra de las funciones de Recursos Humanos. Este departamento establece el nivel de protección adecuado para la salud de los trabajadores y marca las condiciones mínimas de higiene y seguridad que se deben cumplir en cada puesto de trabajo.
Comunicación interna y clima laboral
La gestión de la comunicación interna y el clima laboral son las funciones de RRHH menos conocidas, pero de vital importancia para la empresa. Este departamento debe asegurarse de que existan los canales adecuados para que la comunicación fluya con rapidez y claridad en la organización.
También realizará estudios de clima laboral y analizará las causas del absentismo para proponer cambios que aumenten la motivación laboral y el compromiso de los trabajadores con la organización. Su aplicación mejorará la satisfacción laboral, impulsará la marca empleadora y aumentará la productividad.
En resumen, el departamento de RRHH no solo se encarga de optimizar la gestión del personal, sino que también te brinda información valiosa sobre todo lo que ocurre en tu pyme para que puedas tomar decisiones estratégicas que hagan crecer tu negocio.

Los recursos humanos en las pymes representan su activo más importante. Unos trabajadores motivados y comprometidos con la visión del negocio pueden marcar una gran diferencia, por lo que es importante que prestes atención a la gestión de tus recursos humanos y evites cometer algunos errores que pueden terminar saliéndote muy caros, ya sea porque incrementan la rotación de personal, dan pie a demandas legales, afectan las ventas o dañan tu reputación como empleador.
RRHH en pymes: Los errores que no debes cometer
Implementar un deficiente proceso de selección de personal
Generalmente la gestión de los RRHH en las pymes queda en manos del propietario del negocio, quien termina contratando a personas que le han recomendado o le han causado una buena impresión sin realizar un proceso de selección exhaustivo para encontrar al candidato idóneo. Contratar a una persona que no está cualificada para el puesto suele suponer un gran coste para tu empresa, por lo que deberías dedicar más tiempo y recursos a la selección de personal. Verifica los datos de los candidatos, pide referencias y haz entrevistas en profundidad. Si no te sientes capacitado, puedes externalizar este servicio dejándolo en manos de empresas especializadas en la selección y gestión de recursos humanos.
No brindar formación a los empleados
La gestión del talento en las pymes sigue siendo su talón de Aquiles, incrementando la rotación del personal y afectando a la productividad. Un plan de formación interna mejorará la cualificación de los trabajadores y su motivación, generando un sentimiento de pertenencia con la empresa que aumentará su periodo de permanencia. Como resultado, tu pyme podrá adaptarse mejor a los cambios del entorno, será más competitiva y brindará productos o servicios de mejor calidad.
No contar con un plan de integración
En la mayoría de las pymes la integración de los nuevos empleados ocurre al azar, lo cual limita su productividad. Se estima que un trabajador necesita entre 3 y 12 meses, en dependencia de la complejidad del trabajo que desempeña, para alcanzar el máximo de su productividad, según reveló el Institute for Corporate Productivity. Un buen plan de integración acelerará ese proceso y reducirá a la mitad los costes. Tus empleados podrán adaptarse más rápido a la cultura organizacional y dominarán antes su trabajo, de manera que comenzarán a contribuir antes a la empresa.
No realizar una descripción de cargos y funciones
Muchas veces las pymes van contratando personal a medida que lo necesitan, por lo que no cuentan con un organigrama que especifique los cargos y funciones de los diferentes miembros de la organización. Ello puede dar pie a un solapamiento de tareas y funciones, así como a un desaprovechamiento de los recursos humanos, que terminará afectando a la productividad. Al contrario, una empresa con una adecuada gestión de los recursos humanos, en la que cada empleado tenga claras sus tareas, funciones y responsabilidades, será mucho más competitiva y facilitará la toma de decisiones rápidas ya que no habrá dobles mandos.
No tener un inventario de recursos humanos
El inventario de recursos humanos es una herramienta de gestión de personal muy poderosa que muy pocas pymes usan pero que puede ayudarles a planificar con bastante precisión la rotación del personal para disminuir sus costes. Con el inventario de recursos humanos podrás detectar el talento y encontrar a candidatos que puedan ocupar puestos clave dentro de tu organización. También te servirá como base para mejorar la escala retributiva de los trabajadores según su rendimiento, cualificación y aptitudes.
Desarrollar un enfoque reactivo ante los problemas del personal
La gestión de los recursos humanos en las pymes suele ser reactiva, lo cual significa que se actúa cuando surgen los problemas, en vez de tomar medidas para evitar su aparición. Ese enfoque suele generar un clima laboral negativo y puede aumentar los costes, además de exponerte a acciones legales por parte de los empleados. Por eso es fundamental contar con un plan de prevención de riesgos laborales y un plan de mejora del clima laboral que contemple un canal de comunicación eficaz.
Recuerda que una buena gestión de los recursos humanos beneficia a todos: tus empleados se sentirán más a gusto trabajando y su productividad aumentará, los clientes estarán más satisfechos y tu pyme mejorará su competitividad y reputación como empresa empleadora.