El seguro de caución es una garantía que suelen demandar las Administraciones Públicas y las grandes empresas privadas para conceder determinados proyectos, ya que, de esa manera, cuentan con un respaldo económico adicional, más amplio del que puede brindar una pyme o autónomo por su cuenta.
A diferencia del aval bancario, la póliza de caución suele ser más económica puesto que las aseguradoras ofrecen tasas más competitivas y tampoco conlleva gastos de estudio, apertura, formalización o mantenimiento. Se suele conceder más rápido y sus garantías se aplican inmediatamente, siendo un producto más flexible que se diseña a medida.
La póliza de caución se rige por la Ley del contrato de Seguro y sirve para garantizar a la persona física o jurídica con la que has contraído un acuerdo, que lo llevarás a cabo pues, en caso de que no puedas cumplir con tus obligaciones legales o contractuales, la aseguradora se hace cargo del pago o resarce económicamente al asegurado.
En práctica, la aseguradora se encargará de pagar la deuda que hayas contraído si no puedes hacerle frente, o indemnizará a la persona o empresa si no puedes realizar las obras según lo estipulado en el contrato. Obviamente, si has incumplido con tus obligaciones por causas que se te pueden imputar, la aseguradora te exigirá el importe que ha pagado.
La póliza de caución es una condición habitual en los contratos de suministro, ejecución o gestión de obra, aunque puede utilizarse con diferentes fines:
Se solicita como garantía de oferta o licitación, siendo imprescindible para acceder al concurso o subasta pues respalda la seriedad de la oferta. El importe de la garantía suele variar entre un 2-10 por ciento del precio de la obra que sale a concurso.
En este caso, el seguro de caución garantiza que cumplirás con tus obligaciones contractuales, siendo además una garantía de buena ejecución que cubre los perjuicios económicos que puedas causarle al acreedor, los cuales estarán cubiertos por la aseguradora según el capital asegurado. En España normalmente se demanda un importe del 5 por ciento.
Este seguro de caución se solicita en los contratos por importes elevados en los que necesitas que la empresa que ha contratado tus servicios te anticipe cierta cantidad, generalmente no más de un 30 por ciento del precio total. Con esta póliza garantizas que destinarás ese dinero a la obra, pero dado que la aseguradora cubre el 100 por cien del anticipo, suele considerarse una operación más arriesgada y es más costosa.
Con este seguro de caución, que generalmente tiene un plazo de un año, garantizas la calidad de la obra o servicio. En práctica, cubre los defectos de fabricación que podrían depender de factores como la calidad del material que utilizaste, por ejemplo.
En algunas operaciones de tránsito aduanero, sobre todo cuando los productos entran para después salir de España, Aduanas exige una póliza de caución para asegurar el cobro de la deuda tributaria en caso de que la mercancía finalmente no abandone el país.