Darse de alta como autónomo es un proceso rápido, sencillo y sin coste que puedes completar en un solo día. Puedes hacerlo tú mismo en la Agencia Tributaria y la Seguridad Social, pero es importante que te informes bien antes de dar ese paso para que no cometas algunos errores que podrían acabar costándote caro.
El sueño de trabajar por cuenta propia y ser tu propio jefe puede convertirse en una pesadilla, si no prestas atención. Desde la elección incorrecta del epígrafe fiscal hasta olvidar algún trámite o elegir el método de tributación menos conveniente, algunos errores pueden tener repercusiones legales y financieras, por lo que es importante que te asegures de comenzar con buen pie.
Lo adecuado es comenzar el proceso de alta en la Seguridad Social, en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), y luego tramitar el alta en el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) de la Agencia Tributaria o Hacienda Foral. De hecho, un error habitual consiste en que el alta en la Seguridad Social no coincida con la de Hacienda.
La propia Seguridad Social advierte que “ambas altas debes de realizarlas antes o en el mismo día de la fecha de inicio de la actividad, si lo haces después, perderás el derecho a beneficios sobre la cuota y puede que se aplique algún recargo en tu cuota”. Por tanto, podrías desaprovechar la oportunidad de beneficiarte de la tarifa plana o de solicitar algunas ayudas y bonificaciones que podrían suponer un alivio financiero significativo durante esos primeros meses de actividad.
Además, si empiezas a trabajar sin estar dado de alta en Hacienda, te expones a una multa que oscila entre 300 y 3.000 euros. Y en caso de que no hayas pagado la cuota de la Seguridad Social, se te aplicará una penalización del 20% sobre las mensualidades pendientes.
Es probable que necesites adquirir algunos materiales para trabajar, pero si los compras antes de darte de alta como autónomo en Hacienda, no podrás deducirlos como gastos, ya que la factura tiene una fecha anterior. ¿Qué puedes hacer?
La Agencia Tributaria permite deducir los gastos e inversiones en los que incurras antes de iniciar tu actividad, pero tienes que avisarle con antelación de tu intención de emprender, presentando el modelo 036, en el cual tendrás que marcar la casilla 504 entregas posteriores a adquisiciones, señalando además la fecha de inicio en la casilla 505. Así, podrás deducir las facturas emitidas con fecha posterior a la comunicación.
Otro de los errores más comunes al darse de alta como autónomo consiste en no escoger bien los epígrafes que describen tu actividad, una equivocación que puede costarte una sanción de 250 euros. El Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) para autónomos está dividido en tres grandes grupos: actividades empresariales, actividades profesionales y actividades artísticas, desglosadas a su vez en las diferentes actividades económicas, cada una con su código.
Es vital que elijas el epígrafe que mejor refleje la naturaleza de tu actividad como autónomo, ya que suele determinar cómo tributarás y las obligaciones fiscales que deberás cumplir. Lo ideal es escoger una sola actividad, ya que simplificará tu declaración. Si no es posible, intenta elegir actividades que tengan los mismos regímenes fiscales a efectos de IVA e IRPF. Recuerda que la elección incorrecta podría llevarte a tributar en un régimen fiscal inadecuado que afecte la rentabilidad de tu negocio.
Una de las decisiones más importantes que tendrás que tomar como autónomo al iniciar tu actividad consiste en elegir entre dos formas de tributación: el régimen de estimación directa y el de estimación objetiva. Tributar en el régimen adecuado te facilitará la declaración para que cumplas correctamente con tus obligaciones fiscales.
Si elijes la estimación directa, pagarás los impuestos según tus ingresos y gastos reales durante el año fiscal. Si cumples los requisitos y escoges la estimación objetiva, pagarás una cantidad fija que se calcula en función de la supuesta rentabilidad del negocio, estimando sus beneficios sin considerar sus altibajos.
Cada régimen tiene pros y contras: la estimación objetiva simplificará mucho tu gestión fiscal y contable, pero no es un sistema tan flexible como la estimación directa, que admite una mayor deducción de gastos y brinda más libertad para determinar el valor de los elementos patrimoniales.
Si trabajas en casa, puedes deducir un porcentaje de las facturas del hogar, pero es imprescindible que estén a tu nombre y que hayas reflejado la vivienda en la Agencia Tributaria, en el momento de darte de alta como autónomo, mediante los modelos 036 o 037. Debes indicar cuántos metros cuadrados de la vivienda destinas al trabajo, ya que en base a ellos se calcula la proporción de los gastos del hogar que corresponden al negocio.
Como norma general, el autónomo que trabaje desde casa y lo haya notificado a Hacienda puede acogerse al 30% de deducción de los suministros de agua, luz y otros de la parte proporcional de la vivienda destinada a la actividad. En cambio, si no lo especificas, no podrás deducir ninguno de esos gastos.
Olvidar datos en la declaración censal es otra equivocación habitual de los autónomos al darse de alta en la Seguridad Social y en Hacienda. Indicar adecuadamente el domicilio fiscal, por ejemplo, es fundamental para el IRPF, ya que la Agencia Tributaria lo utiliza para gestionar tus obligaciones fiscales.
De hecho, omitir detalles importantes, como la provincia en la que vas a realizar tu actividad, puede causarte problemas a largo plazo. Podrías perder parte de la tributación autonómica y las deducciones aplicables, así como imposibilitarte acceder a las ayudas y subvenciones disponibles. Además, recuerda que debes notificar cualquier cambio en tu domicilio fiscal y de actividad, en caso de que difieran.
Tomarte el tiempo necesario para entender los trámites que debes realizar y cumplir correctamente con todos los requisitos legales no solo te ahorrará problemas y gastos futuros, sino que también te proporcionará la tranquilidad de saber que estás cumpliendo con todos los requisitos legales, de manera que podrás enfocarte en hacer crecer tu negocio.
Darse de alta como autónomo es un proceso rápido, sencillo y sin costo que puedes completar en un solo día. Puedes hacerlo tú mismo en la Agencia Tributaria y la Seguridad Social, pero es importante que te informes bien antes de dar ese paso para que no cometas algunos errores que podrían costarte caro.