El análisis DAFO es un proceso de evaluación que proporciona una visión global de la empresa. Consiste en identificar las fortalezas y oportunidades que impulsan el éxito empresarial, así como las debilidades y amenazas que pueden ponerlo en riesgo para tomar decisiones estratégicas más acertadas. Funciona como un marco de referencia para comprender la situación actual del negocio y se convierte en una brújula que permite adaptar la estrategia empresarial a los cambios del entorno.
Para elaborar la matriz DAFO, debes recopilar información sobre tu negocio. Analiza los aspectos más relevantes, como la producción y organización, los recursos humanos, el área de contabilidad y finanzas, la logística y distribución, así como el marketing. Necesitarás tener a mano el organigrama, los reportes de ventas, informes financieros, planes de producción o la planificación de recursos humanos, sin olvidar la retroalimentación de los encargados de los diferentes departamentos. El objetivo es comprender bien el funcionamiento de tu empresa y saber en qué punto se encuentra.
Tu empresa opera en el mercado, por lo que no puedes abstraerte del contexto. Estudia el público objetivo al que se dirigen tus productos o servicios, prestando especial atención al volumen del mercado y la evolución de la demanda. Identifica las tendencias en tu sector y las estrategias de la competencia. Por último, analiza los factores económicos, sociales, políticos, tecnológicos o ambientales que puedan influir de manera directa o indirecta en el desarrollo de tu negocio.
Las debilidades son los factores internos que juegan en tu contra y obstaculizan el crecimiento empresarial. Pregúntate qué te está limitando, que podrías mejorar o cuáles son las principales quejas que recibes de tus clientes. Podrías descubrir que tienes problemas en la entrega de los productos, que tus empleados no cuentan con la capacitación adecuada para llevar adelante determinados proyectos o que no tienes suficiente presencia en Internet en términos de branding.
Las amenazas son los aspectos externos a tu negocio que pueden afectar su productividad, reputación corporativa o incluso hacerlo fracasar. Para detectarlas, pregúntate qué está haciendo mejor la competencia, cómo te podrían afectar posibles cambios legislativos, económicos o las tendencias emergentes entre los consumidores. Quizá tus competidores ofrezcan precios más bajos o una recesión económica podría contraer la demanda de tus servicios.
Las fortalezas son los elementos internos positivos que impulsan el éxito de tu negocio. Analiza en qué es mejor tu empresa, qué valor añadido aportas a los clientes o qué aspectos únicos pueden ayudarte a tener éxito. Podría tratarse del talento humano, pero también de una gran presencia en las redes sociales, una base de clientes sólida o un enfoque en la sostenibilidad.
Las oportunidades son eventos externos que puedes aprovechar para hacer crecer tu empresa. Para encontrarlas, fíjate en las tendencias del mercado que más te beneficien o en los cambios sociales, económicos o tecnológicos que puedan potenciar tu marca. Podrías descubrir un nicho de mercado desatendido, un aumento de la demanda o incluso una ocasión para mejorar el servicio marcando distancia con la competencia.
Cuando termines la matriz DAFO, tendrás una imagen global de tu empresa en el entorno en el que opera. Así, podrás detectar las áreas que demandan una atención prioritaria, ya sean problemas a solucionar u oportunidades que no debes dejar pasar. En este punto, tendrás que elegir entre diferentes estrategias:
- DA de supervivencia, enfocada en afrontar las amenazas manteniendo bajo control las debilidades.
- FO de ofensiva, encaminada a aprovechar al máximo las fortalezas internas y las oportunidades que ofrece el mercado.
- DO de reorientación, implica un cambio de rumbo, aprovechando las oportunidades y corrigiendo las debilidades.
- FA de defensa, dirigida a preservar las fortalezas del negocio y lidiar con las amenazas del mercado.
Por último, asegúrate de elaborar un plan de acción claro y detallado que te permita alcanzar esos objetivos. De esta forma, hacer un análisis DAFO no será un ejercicio abstracto, sino una actividad útil para valorar de forma imparcial y objetiva la realidad de tu empresa y, así, tomar decisiones fundamentadas que promuevan su crecimiento.