La inteligencia artificial (IA) ha llegado para equilibrar las reglas del juego. Ahora, las pymes pueden utilizar esta tecnología para aumentar su eficiencia, mejorar el servicio al cliente y ser más competitivas sin incurrir en costes elevados ni contratar personal adicional. No es casual que el 72% de las empresas españolas se plantee aumentar su inversión en IA en 2025.
Aunque la mayor adopción se concentra en el área de IT y ciberseguridad, los departamentos de Recursos Humanos también están comenzando a aprovechar el potencial de esta tecnología para automatizar tareas repetitivas, procesar un mayor volumen de datos y tomar decisiones de forma más ágil e imparcial. ¿Cómo la están usando exactamente?
La IA es muy útil para automatizar el proceso de búsqueda de candidatos en fuentes de datos internas y externas, como LinkedIn. Puede promocionar la oferta de empleo y enviar mensajes personalizados a los candidatos potenciales, invitándolos a participar en el proceso de selección.
A continuación, puede encargarse de uno de los mayores desafíos del departamento de Recursos Humanos: encontrar al candidato ideal sin perder semanas revisando cientos de currículums. Herramientas como ATS (Applicant Tracking Systems) analizan automáticamente los currículos para identificar los perfiles más adecuados.
Además, los chatbots con IA pueden responder preguntas frecuentes a los candidatos, programar entrevistas y proporcionar actualizaciones sobre el proceso de selección. Eso mejora la experiencia del candidato y, al mismo tiempo, reduce la carga de trabajo del equipo de RR. HH.
La IA también puede agilizar la integración y formación de los nuevos empleados. Plataformas como Docebo o TalentLMS utilizan la inteligencia artificial para personalizar los procesos de aprendizaje, ajustándose al perfil, rol y carencias del empleado. Así, los trabajadores reciben contenido adaptado a sus necesidades, lo que acelera el proceso de capacitación.
Además, los chatbots pueden actuar como asistentes virtuales durante las primeras semanas, respondiendo dudas sobre políticas internas, procesos o herramientas de trabajo. Eso reduce la dependencia de los supervisores y permite a los nuevos empleados adaptarse a la empresa con mayor autonomía y rapidez.
La capacidad de la IA para analizar grandes volúmenes de información combina diferentes fuentes de evaluación, desde datos en tiempo real sobre la productividad y feedback de los compañeros hasta métricas de cumplimiento de los objetivos para generar informes que brinden una imagen más completa y objetiva del rendimiento de los trabajadores.
Además, la IA es capaz de realizar evaluaciones continuas, contribuyendo a identificar rápidamente las fortalezas y debilidades de los empleados para actuar en consecuencia. Detectar a los trabajadores más talentosos, por ejemplo, permite desarrollar un plan de carrera profesional adecuado para que puedan seguir creciendo dentro de la organización.
Por otro lado, plataformas como Peakon y Leapsome analizan los comentarios de los empleados y las encuestas de clima laboral para detectar su nivel de satisfacción. Eso ayuda a los líderes de RR. HH. a identificar patrones y anticiparse a problemas como la desmotivación o la rotación de personal para implementar acciones correctivas antes de que sea demasiado tarde.
El departamento de RR. HH. se encarga de muchas tareas administrativas que podrían automatizarse con la implementación de la inteligencia artificial para que el personal pueda dedicarse a funciones que aporten más valor a la empresa.
Las herramientas de automatización agilizan la creación y procesamiento de documentos como los contratos laborales, formularios de incorporación y plantillas de beneficios. Por otro lado, los chatbots con IA pueden responder rápidamente a las consultas de los empleados sobre políticas internas, vacaciones y más, mientras facilitan la asignación de turnos o la gestión de solicitudes de días libres.
En cualquier caso, la implantación de la IA en RR. HH. no busca reemplazar a los equipos humanos, sino proporcionarles herramientas más potentes para que tomen mejores decisiones y se enfoquen en lo que realmente importa: las personas. Su uso ayuda a atraer y retener el talento, crear un mejor clima laboral, aumentar la satisfacción de los empleados y ser más eficiente, por lo que es una apuesta con la que todos ganan.