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En España hay más de 3,3 millones de trabajadores autónomos, según reveló el último informe de afiliación del Ministerio de Trabajo y Economía Social. El año próximo, todos esos trabajadores estarán sometidos al nuevo régimen de autónomos, aprobado a finales de agosto de 2022 por el Congreso de los Diputados, el cual supone varios cambios, fundamentalmente en materia fiscal.
¿Cómo se aplicarán las nuevas cuotas de autónomos?
La nueva ley de autónomos incluye diferentes modificaciones que atañen a este sector, una de las más relevantes es el establecimiento de las nuevas cuotas de autónomos. El objetivo de este cambio es equiparar las prestaciones entre el régimen general y RETA, sobre todo teniendo en cuenta que la pensión media de los autónomos es un 43 % menor a la general, lo que supone unos 600 euros de diferencia.
El nuevo régimen de autónomos prevé 15 tramos de rendimiento neto para calcular las cotizaciones a la Seguridad Social, que abarcan desde una primera categoría, en la que se encuentran los autónomos que ganan menos de 670 euros al mes, hasta un último escalafón para quienes ganan más de 6 000 euros al mes.
Las nuevas cuotas de autónomos se aplicarán de manera progresiva, a partir del año próximo y hasta 2025. Por ejemplo, un autónomo que gane menos de 670 euros al mes pagará una cuota de 230 euros a la Seguridad Social en 2023. En 2024, esa cuota disminuirá a 225 euros y en 2025, será de 200 euros. En cambio, el autónomo que se encuentre en el tramo mayor y gane más de 6 000 euros mensuales, tendrá que pagar 500 euros el año próximo, 530 en 2024 y un total de 590 euros en 2025.
¿Cómo se calculará la nueva cuota de autónomos?
Los autónomos pueden elegir su base de cotización teniendo en cuenta sus rendimientos netos. De hecho, la nueva ley de autónomos permite modificarla hasta seis veces a lo largo del año, en vez de cuatro como hasta ahora. Con esa flexibilidad, la Agencia Tributaria facilita el ajuste de la cotización a la previsión de rendimiento anual, el cual suele variar en función de la actividad realizada. El cambio de la base de cotización se puede solicitar a la Tesorería General de la Seguridad Social el primer día de marzo, mayo, julio, septiembre, noviembre y enero del año siguiente.
No obstante, aunque la elección de la cuota es voluntaria y se basa en las estimaciones que el propio trabajador realiza de su ejercicio, en el nuevo régimen de autónomos la Agencia Tributaria desempeña un papel más fiscalizador, sobre todo a la hora de determinar los ingresos reales en base a los cuales se calculan las nuevas cuotas de autónomos.
Para calcular los ingresos netos, la Agencia Tributaria realizará la regularización correspondiente a cada ejercicio económico, al año siguiente. Por consiguiente, si durante el año el autónomo ganó más de lo previsto, Hacienda le reclamará las cotizaciones pendientes. En cambio, si ha sobrestimado sus ganancias y ha pagado más, podrá solicitar la devolución de la diferencia.
Los principales cambios fiscales en la nueva ley de autónomos
El nuevo régimen de autónomos prevé otros cambios, más allá de las cotizaciones a la Seguridad Social, que es importante conocer. Por ejemplo, además de las deducciones generales, se contempla una deducción por gastos genéricos del 7 % para los trabajadores autónomos individuales y del 3 % para los trabajadores por cuenta propia societarios.
Los autónomos que inicien su actividad podrán seguir pagando una tarifa plana, aunque un poco más elevada, de 80 euros durante los primeros 12 meses, prorrogables por otro año si registra ingresos inferiores al SMI durante su primer año de ejercicio.
La nueva ley de autónomos elimina el tope de cotizaciones para mayores de 47 años y permite una desgravación del 10 % de las aportaciones al plan de pensiones en el IRPF. Además, reconoce una prestación del 50 % de la base reguladora compatible con otra actividad, que se puede cobrar de cuatro meses a dos años, sin necesidad de darse de baja en el RETA y sin que el autónomo tenga que cerrar su negocio, aunque debe producirse un cese de actividad parcial con una reducción del 75 % en el nivel de ingresos o ventas.

La satisfacción del cliente es un indicador fundamental para cualquier negocio. Saber en qué medida tus productos o servicios han cumplido las expectativas de los consumidores te permitirá diseñar estrategias más eficaces para ser más competitivo. Las encuestas de satisfacción del cliente son una herramienta excelente para saber si vas por el buen camino o necesitas aplicar cambios.
¿Por qué es tan importante satisfacer al cliente?
En un mercado tan competitivo y saturado como el actual, es muy difícil encontrar un producto o servicio realmente único, de manera que la decisión de compra de los clientes a menudo se ve influenciada por factores como el nivel de satisfacción.
De hecho, el 96 % de los consumidores afirma que el servicio al cliente es un factor importante a la hora de decidir si seguirá siendo fiel a una marca, mientras que el 77 % reconoce que una experiencia de cliente negativa afecta a su calidad de vida, según Forbes.
Los clientes fieles tienen cinco veces más probabilidades de volver a comprar y cuatro veces más posibilidades de recomendar la marca a un amigo. Además, después de una experiencia de marca positiva, los clientes pueden gastar hasta un 140 % más que aquellos que han tenido experiencias negativas.
Como resultado, no es extraño que las empresas enfocadas en el cliente sean un 60 % más rentables que aquellas que no tienen en cuenta su nivel de satisfacción y no se esfuerzan por mejorarlo, sobre todo en un mercado en el que los consumidores quieren sentirse apreciados y escuchados.
Los beneficios de realizar una encuesta de satisfacción del cliente
- Enriquece la experiencia del cliente. El 77 % de los consumidores tienen una imagen más positiva de las marcas que piden retroalimentación a sus clientes y aplican sus recomendaciones. Sin duda, realizar encuestas de satisfacción al cliente demuestra el compromiso de la marca con los consumidores. Por ende, estos se sentirán más valorados al saber que la empresa escucha y valora sus opiniones.
- Favorece la fidelización. Las encuestas brindan información importante sobre las expectativas, necesidades y preferencias de los clientes, por lo que podrás conocerlos mejor y optimizar su experiencia con tu marca para que se conviertan en clientes fieles. Considera que, en algunos sectores, un incremento de apenas un 2 % en la retención de clientes equivale a reducir en un 10 % los costes de adquisición.
- Revela áreas de oportunidad. El 65 % de las empresas afirma que tener más datos es fundamental para mejorar la experiencia del cliente. Los resultados de las encuestas de satisfacción del cliente pueden indicarte áreas de tu negocio susceptibles de mejora o, incluso, poner al descubierto nuevas oportunidades que no habías detectado, ya sea en el diseño de productos o en el proceso comercial.
- Diferencia tu marca. La búsqueda de la excelencia tiene recompensa. Tener en cuenta las opiniones de los clientes para mejorar la calidad hará que tu marca se diferencie del resto de competidores y es probable que termines ampliando tu cuota de mercado. Recuerda que muchos consumidores estarían dispuestos a pagar hasta un 17 % más por los productos o servicios de las empresas que ofrecen un servicio de atención al cliente excelente.
Los 5 pasos para elaborar una encuesta de satisfacción del cliente
- Define el área a evaluar
- Determina la estructura de la encuesta
- Elige inteligentemente las preguntas
- Selecciona los canales de comunicación para aplicar la encuesta
- Crea indicadores de evaluación y seguimiento
Antes de diseñar una encuesta de satisfacción del cliente, necesitas definir los objetivos que quieres alcanzar y el área a evaluar. Puedes enfocar tu encuesta en la valoración de un producto o servicio, centrar las preguntas en las expectativas de los clientes o evaluar la importancia de determinados aspectos de ese producto o servicio para el cliente.
Puedes realizar una encuesta para evaluar, por ejemplo, el grado de satisfacción de los clientes con tu tienda online o ser más preciso y enfocarte en la usabilidad y experiencia de compra. También puedes hacer una encuesta específica para mejorar el servicio al cliente o identificar oportunidades para lanzar un nuevo producto.
La estructura de la encuesta de satisfacción es esencial para lograr que los clientes respondan a tus preguntas. Un diseño atractivo y sencillo animará a las personas a responder, mientras que una estructura compleja y un diseño denso aumentará la tasa de abandono.
Comienza ofreciendo una introducción clara para persuadir a las personas a participar en la encuesta y prosigue con las preguntas más sencillas e interesantes para captar su atención. Es recomendable organizar las preguntas por bloques temáticos y darles una secuencia lógica para que el encuestado sienta que va avanzando.
Las preguntas más sensibles se suelen ubicar al final de la encuesta, pues generalmente en ese punto la persona se siente más cómoda y confiada, por lo que es más probable que responda. Y no olvides incluir al final un agradecimiento por la participación.
Las encuestas interminables causan agotamiento, tienen un elevado índice de abandono y sus resultados son menos fiables, ya que las personas terminan rellenándolas automáticamente. Eso significa que debes seleccionar inteligentemente las preguntas que más información te aporten, según tus objetivos.
Algunos ejemplos de preguntas de encuestas de satisfacción del cliente que puedes incluir son: ¿Con qué frecuencia usas el producto?, ¿Qué aspectos del producto cambiarías?, ¿La descripción del producto ha sido útil?, ¿El servicio técnico resolvió tu problema?, ¿Cómo calificarías el trato recibido por el equipo de atención al cliente?, ¿Recomendarías la tienda a otras personas?
A la hora de elaborar las preguntas, recuerda que deben tener un contenido neutral, pues si expresan un juicio de valor, pueden influir sobre la opinión de las personas, de manera que terminarás recopilando datos sesgados que no te permitirán evaluar realmente el nivel de satisfacción. También es importante que sean lo más cortas y sencillas posible, para que no den pie a equivocaciones.
En cualquier caso, el formato de encuesta de satisfacción del cliente ideal mezcla preguntas cerradas que se responden con un sí o un no, con aquellas que incluyen sistemas de puntuación y preguntas abiertas que animan al cliente a expresar su opinión como: ¿Qué mejorarías en la web?
Para realizar una encuesta de satisfacción a los clientes debes elegir el medio a través del cual les harás llegar la información. Si tienes puntos de venta, puedes crear encuestas presenciales cortas que los clientes respondan a la salida. Una alternativa consiste en instalar terminales de feedback, basados en la escala Likert, para obtener una retroalimentación rápida de tus clientes.
También puedes recurrir a las llamadas telefónicas, aunque este medio suele tener un coste más elevado, sobre todo si tienes que recurrir a agentes encuestadores. Además, como muchos consumidores se encuentran saturados con el telemarketing, el índice de respuesta suele ser bajo.
Otras alternativas más interesantes consisten en enviar encuestas a través del correo electrónico o directamente a los dispositivos móviles de los clientes. Plataformas como QuestionPro ofrecen plantillas para encuestas de satisfacción del cliente que permiten crearlas, distribuirlas y analizar los resultados. También puedes recurrir a las redes sociales, sobre todo si tienes una comunidad activa.
Para aprovechar los beneficios de una encuesta de satisfacción del cliente, necesitas aplicar los resultados a tu negocio y evaluar su impacto. Por consiguiente, debes establecer indicadores de satisfacción que te permitan evaluar a lo largo del tiempo si las acciones que estás llevando a cabo brindan los resultados esperados.
Existen diferentes indicadores de rendimiento, desde el índice de satisfacción general hasta la puntuación de esfuerzo del cliente, que evalúa el grado de dificultad que tiene un consumidor para resolver un problema, o el Net Promoter Score que mide a cuántos clientes les gusta tanto tu marca que la recomendarían a otras personas. Elige los indicadores más relevantes para tu negocio y úsalos con el fin de dar seguimiento a tu estrategia para mejorar la satisfacción del cliente.
Por último, puedes considerar la posibilidad de aplicar algunas estrategias para aumentar el porcentaje de respuesta a la encuesta de satisfacción. Ofrecer premios e incentivos, como un sorteo, un descuento en la próxima compra o un cheque regalo, puede animar a los clientes a participar en la encuesta.

La idea de negocio es de vital importancia, puesto que es el punto de partida sobre el que se construirá el proyecto empresarial. No obstante, una idea de negocio, por muy original y novedosa que sea, no siempre es sinónimo de oportunidad y éxito, es fundamental que sea rentable y encuentre acogida en el mercado. Por esa razón, si estás pensando en emprender un proyecto como autónomo o poner en marcha una pyme, será mejor que primero evalúes cuidadosamente tu idea de negocio.
Siete detalles que distinguen a una idea de negocio exitosa
Original e innovadora
Enfocada en el público
Sencilla e intuitiva
Rentable a corto o medio plazo
Contextualizada en su tiempo
Potencial para crecer
Sostenible
Copiar a la competencia casi siempre es sinónimo de fracaso. Fue lo que le sucedió a Microsoft en 2006 con el lanzamiento del reproductor MP3 Zune, cuando Apple ya había alcanzado una gran cuota de mercado con su iPod. Microsoft gastó 9 millones en publicidad, pero durante el primer año solo vendió un millón de dispositivos. Sus siguientes versiones tampoco tuvieron éxito, por lo que la compañía terminó perdiendo 1,3 mil millones de dólares.
Su caso demuestra que la originalidad y la novedad son dos características esenciales para que una idea de negocio destaque en el mercado y atraiga inversores. También es importante que no sea fácilmente reproducible o que pueda patentarse, en especial para las pymes, porque es una “garantía” de que los competidores más grandes no podrán copiarla rápidamente.
No obstante, una buena idea de negocio no siempre implica el lanzamiento de un producto o servicio inédito. No es imprescindible que inventes la rueda, también puede tratarse de una modificación, pero en ese caso debes asegurarte de que aporte un valor añadido que marque realmente la diferencia para los consumidores.
Muchas ideas de negocio han fracasado porque los emprendedores no han sabido perfilar adecuadamente a su público. McDonald's cometió ese error en 1996, cuando lanzó una línea exclusiva de hamburguesas. El problema fue que la Arch Deluxe no difería mucho de la Big Mac, pero era más cara. La empresa perdió aproximadamente 100 millones de dólares en publicidad, ya que los clientes que buscaban comida rápida no estaban dispuestos a pagar más por una hamburguesa gourmet.
Su ejemplo revela la importancia de conocer a los clientes potenciales y profundizar en sus necesidades, preferencias y expectativas. No cometas el error de pensar que, solo porque un producto o servicio es “estupendo y original”, la gente lo comprará. Debes descubrir las necesidades de los consumidores y ajustar tu idea de negocio a las mismas, no a la inversa. Para determinar tu propuesta única de valor, pregúntate si tu idea de negocio es realmente útil y por qué las personas comprarían tu producto o contratarían tus servicios, en vez de recurrir a la competencia o a otras soluciones ya existentes en el mercado.
Aunque pocas personas conocen la historia, en 2002 la empresa tecnológica Xybernaut Corporation lanzó “Xybernaut Poma”, el primer wearable y un fracaso comercial total. La unidad de procesamiento era lo suficientemente pequeña como para caber en un bolsillo, pero la genialidad de la idea de negocio colapsó cuando la empresa agregó un teclado en el antebrazo y una pieza óptica montada en la cabeza.
Xybernaut Poma no solo tenía un hardware muy rudimentario, un rendimiento deficiente y un precio elevado de 1 500 dólares, lo peor de todo era que el wearable en realidad era muy difícil de usar fuera de casa, por lo que no cumplía su promesa.
Su historia muestra que las mejores ideas de negocio no solo deben resolver los problemas de los consumidores de manera única y original, sino que las soluciones deben ser intuitivas y fáciles de usar. Un producto que quiera convencer al gran público no puede ser muy complicado. Por tanto, asegúrate de que tu idea de negocio sea lo suficientemente sencilla como para poder implementarla con las personas y los recursos que tienes a tu disposición, al menos al inicio. Si la idea demanda una gran cantidad de recursos y resulta difícil de entender para los consumidores potenciales, es probable que termine siendo un fiasco.
Toda empresa necesita generar ganancias, por lo que una buena idea de negocio tiene que ser rentable. De hecho, es importante que no cometas el error de elegir una idea “espectacular” sin potencial de ganancias, como hizo hace algunas décadas la DeLorean Motor Company.
La empresa fabricante de automóviles se propuso crear un nuevo coche deportivo con el respaldo de 200 millones de dólares en fondos de inversión. En 1981, comenzó la producción del DMC con puertas de ala de gaviota de apertura vertical. Sin embargo, el aumento desmesurado de los costos duplicó el precio del coche cuando salió al mercado. Su precio elevado y las malas críticas hicieron que DeLorean vendiera solo la mitad de las unidades esperadas, por lo que al año siguiente la compañía se declaró en bancarrota.
Para no cometer ese error, evalúa el tipo de inversión que tendrás que realizar para poner en marcha el negocio y estima cuándo podrás comenzar a ver el retorno de la inversión. Considera el presupuesto mensual de costes y los gastos fijos y variables. Para que el negocio sea rentable, los costes fijos no pueden superar las utilidades generadas. Ten en cuenta, además, que las necesidades del mercado cambian continuamente, por lo que amortizar una inversión a largo plazo es una decisión financiera que suele implicar un gran riesgo. Por eso, lo ideal es que la idea de negocio comience a ser rentable a corto o medio plazo.
Muchas ideas de negocio innovadoras han fracasado porque se han lanzado antes de tiempo, cuando el mercado no estaba listo para asumir esos productos o servicios. Uno de los fracasos más famosos es el de Pets.com, que surgió a finales de 1990. Se trataba de un e-commerce especializado en productos para mascotas con precios más competitivos que las tiendas físicas. Tras invertir 300 millones de dólares en dos años, el negocio fracasó simplemente porque en aquel momento los consumidores no estaban preparados para realizar sus compras online.
Eso significa que es conveniente que la idea de negocio encuadre en un mercado en crecimiento. Cambiar los hábitos de consumo de las personas no es imposible, pero cuesta mucho tiempo y dinero, algo que no suele estar al alcance de los autónomos y las pymes, que necesitan una idea de negocio viable, que pueda ponerse en marcha rápidamente y que comience a generar beneficios cuanto antes.
Una buena idea de negocio debe permitir que la empresa crezca a un ritmo sostenido. Así no tendrás que alcanzar cierto número de clientes para funcionar, pero el negocio tampoco colapsará si aumenta la demanda. Gigantes tecnológicos como Netflix y Amazon son excelentes ejemplos de negocios fácilmente escalables con una estructura flexible que se adapta rápidamente a los cambios en el mercado.
Una idea de negocio es escalable cuando la empresa puede ofrecer la misma solución a una gran cantidad de consumidores sin que el producto o servicio pierda sus características originales. Este tipo de negocios utilizan los recursos que necesitan según la demanda, evitan realizar grandes inversiones iniciales y se van adaptando a medida que ganan clientes, gracias a un modelo de negocio eficiente.
Las empresas que no se sumen a la economía sostenible se quedarán atrás rápidamente. Por eso, las mejores ideas de negocio siempre son sostenibles a largo plazo. Eso significa que deben tener costes fijos relativamente bajos, ya que unos costes demasiado altos implican un riesgo mayor, no solo al inicio del negocio, sino a lo largo de toda su vida.
No obstante, la sostenibilidad económica debe ir de la mano de la sostenibilidad ambiental y social. Un negocio que no sea rentable económicamente, no sobrevivirá, pero la creciente presión de los consumidores, clientes, empleados y reguladores está obligando a las empresas a mejorar las condiciones de sus trabajadores y reducir el impacto medioambiental de su actividad.
Por consiguiente, antes de poner en marcha tu idea de negocio, cerciórate de haber valorado su impacto social y ambiental. Para que una empresa sea sostenible, lo ideal es que tenga acceso a recursos que duren mucho tiempo, pues el agotamiento o encarecimiento excesivo de los mismos podría ponerla en riesgo. Utilizar recursos renovables o establecer alianzas con proveedores sostenibles es una excelente manera para empezar un negocio con buen pie en los tiempos que corren.
¿Qué es y cómo funciona un hackathon?

La era digital ha acelerado el mercado, demandando la puesta en marcha más rápida de las ideas de negocios y el lanzamiento de productos y servicios, por lo que las empresas necesitan renovarse continuamente para evitar caer en la obsolescencia. Para seguir siendo competitivas, las pymes deben abrazar nuevos modelos de negocio y metodologías de trabajo que les permitan seguir el ritmo. Una manera rápida, creativa y efectiva de buscar soluciones consiste en celebrar un hackathon.
¿Qué es un hackathon?
El término hackathon es la unión de las palabras hacker y marathon, de manera que se trata de un evento competitivo en el que expertos en tecnología, como diseñadores, programadores y desarrolladores, colaboran para encontrar soluciones a un problema dentro de un plazo de tiempo determinado.
El objetivo de este tipo de eventos es promover la colaboración entre profesionales para desarrollar un prototipo funcional, ya sea de un sitio web, aplicación o robot, que se pueda poner en marcha para resolver un problema concreto.
Cabe aclarar que, aunque el hackathon suele ser un maratón de código para generar soluciones digitales, esta iniciativa se está extendiendo a otros sectores, permitiendo que diferentes profesionales colaboren para resolver problemas. Facebook y Google han sido pioneros en celebrar este tipo de eventos, pero la NASA, algunas entidades bancarias y todo tipo de empresas también los están aplicando.
¿Cómo funciona un hackathon?
Generalmente el hackathon se desarrolla en entornos diseñados para fomentar la creatividad y facilitar la generación de nuevos conceptos, prototipos e ideas innovadoras. El evento dura 24 o 48 horas, pero si el problema es complejo, puede prolongarse durante varios días.
En el hackathon se define el problema a resolver, así como las normas del evento y las herramientas que los profesionales pueden utilizar. Puede realizarse de manera virtual o presencial, aunque se suelen formar grupos pequeños de entre dos y cinco personas.
Cuando termina, cada grupo presenta su prototipo de producto o propuesta de servicio. La elección de la idea más original, viable y eficaz puede quedar en manos de un jurado especializado o ser votada por los mismos participantes.
Los beneficios de desarrollar un hackathon para las empresas
- Enfocarse en la solución de un problema. Muchas veces las tareas cotidianas y los imprevistos terminan limitando la creatividad y la innovación en las empresas, sobre todo en las pymes. Organizar un hackathon permite enfocarse en un problema que la empresa necesita resolver, identificar la necesidad subyacente y obtener diferentes soluciones que puede implementar en poco tiempo.
- Acortar el proceso de desarrollo. Una de las ventajas más interesantes del hackathon es que facilita la sinergia entre empleados de la empresa, colaboradores y profesionales externos. Esas nuevas miradas permiten abordar el problema desde diferentes ángulos y perspectivas, así como obtener distintas soluciones que, de otro modo, podrían haber costado semanas o incluso meses de trabajo. Por tanto, la celebración de este tipo de eventos puede acortar los tiempos de desarrollo de un producto o servicio.
- Aumentar la motivación laboral. Cuando los empleados tienen que realizar las mismas tareas, es probable que se desmotiven, lo cual afectará a su productividad. El hackathon rompe su rutina, supone un desafío nuevo y los anima a salir de su zona de confort. Estos eventos desarrollan las habilidades blandas de los empleados, les ayudan a reforzar sus competencias técnicas y les permiten aprender nuevas metodologías de trabajo. También son una oportunidad excelente para ampliar su red de contactos externa e interna.
- Reclutar talento. Un hackathon es uno de los mejores sitios para detectar y reclutar talento. En este tipo de eventos se puede constatar el potencial de los profesionales, identificar sus fortalezas y ver cómo trabajan bajo presión. De hecho, ya existen empresas que usan los hackatones como herramienta para reclutar personal, con un coste menor que los métodos de selección tradicionales.
- Mejorar la marca empleadora. Los hackathones son una oportunidad para mejorar la marca empleadora de la empresa y transmitir una imagen más moderna, innovadora y disruptiva que atraiga a profesionales talentosos. Este tipo de eventos también pueden recibir una buena cobertura mediática, sobre todo si son los primeros que se realizan en determinada industria, por lo que contribuyen a reforzar la conciencia de marca.
Los principios fundamentales del Design Thinking

En un mercado altamente competitivo, las empresas que deseen seguir siendo relevantes deben innovar continuamente. También deben mantener un contacto sistemático con su público objetivo para comprender mejor los cambios en sus necesidades y poder satisfacerlas. Por estas razones, no es extraño que en los últimos tiempos se emplee cada vez más el término Design Thinking.
¿Qué es Design Thinking?
El Design Thinking se refiere a un conjunto de conocimientos y procedimientos cognitivos, estratégicos y prácticos, que utilizan los diseñadores en el proceso de diseño de productos o servicios. Conjuga tanto una metodología para generar ideas innovadoras como un enfoque creativo de resolución de problemas, que los diseñadores emplean para crear nuevo valor.
Sus orígenes se remontan a la década de 1960, cuando los diseñadores comenzaron a aplicar los procesos y la metodología científica a los aspectos del diseño para comprender mejor cómo funciona el proceso intelectual y qué factores influyen en el mismo, fundamentalmente cuando hay que resolver problemas multidimensionales complejos.
Muy pronto las empresas aplicaron los principios del Design Thinking para mejorar sus procesos de diseño, fomentar la creatividad de los equipos de trabajo y crear nuevos productos y servicios que satisficieran las necesidades de sus clientes.
Los 3 principios del Design Thinking
- Empatía
- Pensamiento divergente
- Experimentación
El Design Thinking pone en el centro del diseño al usuario y limita el influjo de las suposiciones del diseñador para que este comprenda cómo piensa el consumidor. Por ese motivo, uno de los principios del Design Thinking más importantes es la empatía. Los diseñadores deben ponerse en el lugar de la audiencia para detectar sus necesidades y problemas específicos, en base a los cuales podrán proponer soluciones creativas.
Un principio del Design Thinking fundamental consiste en fomentar el pensamiento divergente en los equipos de diseño. Este tipo de pensamiento, más espontáneo y fluido que el pensamiento lógico, permite explorar diferentes soluciones. De hecho, el Design Thinking estimula precisamente la creatividad y la exploración de distintas perspectivas y caminos para resolver los problemas, dando como resultado soluciones originales y disruptivas.
El Design Thinking es un método eminentemente iterativo, por lo que la experimentación es uno de sus principios cardinales. Anima a los diseñadores a probar diferentes ideas para constatar cuáles funcionan y cuáles no. Se basa en la construcción de prototipos o productos mínimos viables para comprobar si la idea funciona o hay que realizar modificaciones antes de lanzarla al mercado.
Los 5 pasos para aplicar el Design Thinking
El Instituto de Diseño Hasso Plattner de Stanford propuso un modelo de Design Thinking relativamente fácil de aplicar en el ámbito empresarial, compuesto por cinco etapas:
- Empatizar: investigar las necesidades de los usuarios
- Definir: determinar los problemas de sus usuarios
- Idear: desafiar las suposiciones y generar ideas
- Prototipar: empezar a crear soluciones
- Probar: poner a prueba las soluciones
La primera etapa del Design Thinking se enfoca en investigar al público objetivo para desarrollar una visión empática del problema que se intenta resolver. En esta fase, los diseñadores pueden consultar a expertos y realizar observaciones, encuestas o entrevistas para comprender mejor a los usuarios, sus necesidades, expectativas, experiencias y motivaciones. Así, podrán dejar de lado sus suposiciones y desarrollar una visión más realista sobre las personas que usarán el producto o servicio.
La segunda fase del Design Thinking consiste en definir el problema desde la perspectiva del usuario. El diseñador utiliza la información recopilada en la fase anterior para delimitar las necesidades concretas de su público objetivo y el problema que debe resolver. También comienza a pensar en las características, funciones y elementos que sirvan para resolver el problema y se plantea las preguntas clave para encontrar las soluciones.
En la tercera etapa del Design Thinking, el equipo de diseño comienza a generar ideas e identifica las soluciones más innovadoras. Los diseñadores abandonan sus suposiciones iniciales y se centran por completo en el usuario para ver el problema desde diferentes perspectivas y proponer soluciones creativas. Generalmente se utilizan diferentes técnicas psicológicas para promover la creatividad, como la tormenta de ideas o el método Scamper. Al final, se eligen las mejores ideas.
En esta fase del Design Thinking el equipo de diseño comienza a crear soluciones, generalmente produciendo una serie de versiones reducidas y económicas del producto para investigar su viabilidad y comprobar si puede solucionar el problema. Es una fase experimental, cuyo objetivo es identificar la mejor solución posible y ayudar a los diseñadores a formarse una idea más clara sobre las limitaciones del producto y el uso que le darán los consumidores.
El último paso del Design Thinking es comprobar las soluciones para entender mejor el funcionamiento del producto y la respuesta de los usuarios. Los diseñadores ponen a prueba el producto acabado para determinar las modificaciones o mejoras que se deben realizar, así como para descartar soluciones alternativas. También comprueban cómo las personas interactúan con el producto y qué piensan de este. En este punto, no es inusual que sea necesario retroceder a una etapa anterior del proceso para replantearse algunos aspectos de la concepción del producto o servicio.

Más del 70 % de las personas que emprenden en España lo hacen motivadas por la escasez de empleo, según reveló el último informe del Observatorio del Emprendimiento. Casi todas las iniciativas emprendedoras necesitan una inversión inicial, pero dado que durante las primeras fases de un negocio suele ser difícil tener acceso a las vías de financiación convencionales, el 59 % de los proyectos de negocio se financian con los ahorros personales, mientras que solo el 17 % logra el apoyo de las entidades financieras. En ese contexto, capitalizar el paro es una solución interesante para emprender un proyecto propio.
¿Qué es capitalizar el paro?
La capitalización del paro es el cobro en un único pago de la prestación de desempleo, con el objetivo de iniciar una actividad profesional. Con esta iniciativa, recogida en la actualización de la normativa en materia de autoempleo, el Estado pretende fomentar el empleo autónomo entre quienes reciben una prestación por desempleo de nivel contributivo.
No obstante, también puedes utilizar la capitalización del paro para constituir una cooperativa o una sociedad laboral, o para integrarte en las mismas como socio trabajador. Otra posibilidad consiste en destinar ese importe al capital social de una empresa de nueva creación o creada en un plazo máximo de 12 meses anteriores a la aportación. En ese caso, debes poseer su control efectivo, ejercer en la misma una actividad profesional y darte de alta en la Seguridad Social en el Régimen Especial de Trabajadores por Cuenta Propia o en el Régimen Especial de Trabajadores del Mar.
¿Cuáles son los requisitos para capitalizar el paro?
Desde el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), indican los requisitos para capitalizar el paro:
- Ser beneficiario de una prestación contributiva por desempleo y tener pendientes al menos tres mensualidades. Si se trata de una prestación por cese de actividad, debes tener pendiente seis meses.
- No haber cobrado un pago único en los 4 años anteriores a la solicitud.
- Empezar la actividad en el plazo máximo de un mes desde que se concede el pago único. Puedes comenzar la actividad y darte de alta en la Seguridad Social antes de la resolución del pago, pero no antes de su solicitud. En un plazo de un mes, prorrogable por otro mes, tendrás que inscribirte en el Régimen Especial de Autónomos.
- Justificar, a través de una memoria, la finalidad de la inversión, indicando además el capital necesario total y la distribución prevista de la inversión.
Existen algunas condiciones adicionales para capitalizar el paro:
- Si se ha impugnado el cese de la relación laboral que ha generado la prestación por desempleo, tendrás que esperar hasta que se resuelva el procedimiento para solicitar el pago único. Tampoco se concede a quienes estén sujetos a un ERE de suspensión o reducción de jornada, o a los trabajadores fijos discontinuos.
- No puedes capitalizar el paro siendo autónomo; o sea, si en los 24 meses anteriores a la solicitud has conciliado la prestación por desempleo de nivel contributivo con un trabajo como autónomo.
- Si quieres unirte a una cooperativa que prevé un periodo de prueba, tendrás que presentar la solicitud.
- No puedes ser socio capitalista en una cooperativa o sociedad laboral, ya que la capitalización del paro está pensada para fomentar el autoempleo.
¿Cuánto puedes cobrar?
La cantidad a cobrar variará según el destino de esa capitalización, aunque en sentido general, si justificas la inversión, puedes obtener el 100 % del valor del importe de la prestación. Otra opción es recibir únicamente la cantidad que justifiques como inversión o el importe total destinado a subvencionar las cuotas mensuales a la Seguridad Social, si no necesitas realizar una inversión inicial.
Si no obtienes toda la prestación en un solo pago, tienes la posibilidad de solicitar a la vez el abono mensual del importe restante para subvencionar la cotización a la Seguridad Social durante el desarrollo de la actividad. En cualquier caso, de la prestación por desempleo que tengas pendiente, se deducirá el importe del interés general del dinero aplicable en el momento de la solicitud.
¿Dónde se solicita el pago único?
Si quieres capitalizar el paro, tendrás que solicitar el pago único en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), ya sea de manera presencial o telemática. De hecho, puedes solicitarlo al mismo tiempo que la prestación por desempleo o en un momento posterior.
Tendrás que presentar la solicitud junto con una memoria de la actividad que vas a desarrollar, en la que expliques detalladamente la finalidad de la inversión y el capital que necesitas. Recuerda usar importes sin IVA, ya que el IVA soportado en la inversión no es subvencionable.
Ventajas de capitalizar la prestación por desempleo para ser autónomo
- Acceso a un capital para arrancar tu actividad. A diferencia de otras ayudas y subvenciones para autónomos, que suelen tardar en llegar, la capitalización del paro generalmente se recibe un mes después de haber cursado la solicitud, por lo que podrás invertir rápidamente ese capital en poner en marcha tu negocio.
- Flexibilidad en las modalidades. Para capitalizar el paro, no es necesario que realices una inversión inicial, puedes destinar ese capital a cubrir los pagos de las cuotas a la Seguridad Social, lo cual te brinda más seguridad y tranquilidad a la hora de emprender.
- Acceder a formación. Capitalizar la prestación por desempleo puede servirte para ampliar tu formación y aumentar las probabilidades de que tu proyecto tenga éxito. La ley prevé la posibilidad de destinar hasta el 15 % de la cuantía del pago único de la prestación a servicios de asesoramiento, formación e información relacionados con la actividad que deseas emprender.
- Cubrir los gastos de constitución. La capitalización del paro no solo se puede destinar a cubrir la inversión inicial, como la compra de maquinaria, mobiliario o vehículos industriales, sino que también puedes usarla para cubrir los gastos de constitución y puesta en marcha de la actividad, así como para pagar las tasas y tributos correspondientes. Los gastos de puesta en funcionamiento incluyen tanto los correspondientes al activo fijo o inmovilizado como al activo circulante, así como otros derivados del acondicionamiento del local, pago de franquicia, traspaso o gastos de alta de suministros. Además, podrás incluir los gastos generados durante los tres primeros meses en alquileres, cánones y suministros.
- Es compatible con otras ayudas y subvenciones. Capitalizar el paro no te impide solicitar otras ayudas y subvenciones, pues no se trata de un capital público, sino del anticipo de una cantidad que te corresponde por ley, aunque algunos subsidios autonómicos y locales sí podrían ser incompatibles. En ese caso, si necesitas una ayuda adicional para emprender tu negocio, recuerda que puedes contar con el aval de una SGR.
En cualquier caso, es importante que destines el importe recibido únicamente a financiar los gastos que implique la puesta en marcha de tu actividad o la incorporación a la cooperativa o sociedad laboral, ya que utilizarlo con otros fines puede suponer una infracción muy grave.
Cabe aclarar que la prestación contributiva por desempleo tributa por IRPF cuando se percibe en la modalidad de pago mensual, pero queda exenta de dicho impuesto cuando se percibe en la modalidad de pago único. De hecho, si cesas la actividad antes de los cinco años, aunque sea por causas justificadas, tendrás que declarar el importe percibido en el siguiente periodo impositivo.
No obstante, debes saber que la ley no prevé un plazo de tiempo durante el cual debas mantener obligatoriamente la actividad. Si el pago único está justificado y el cese de la actividad se produce por causas ajenas a tu voluntad, la Administración no puede exigir su devolución. En ese caso, es importante que conserves toda la documentación que justifique el cierre de la actividad, por si recibes una inspección.

En un mundo híper conectado, la digitalización se ha convertido en una necesidad de primer orden para los negocios que quieran seguir siendo competitivos. La pandemia ha acelerado esa tendencia de la mano del teletrabajo y el consumo digital, pero también ha expuesto las brechas de seguridad digital de las empresas, allanando el camino a los ciberdelincuentes.
En 2021, el 94 % de las empresas sufrieron al menos un incidente grave de ciberseguridad, según reveló un informe desarrollado por Deloitte. A lo largo de ese año, los ciberataques aumentaron un 26 %, lo cual ha puesto de manifiesto la importancia de implementar mecanismos de protección digital para los negocios que salvaguarden tanto la integridad de los datos almacenados como el funcionamiento de sus sistemas informáticos.
Softwares enfocados en la protección digital de negocios
Countercraft
Los expertos en ciberseguridad creen que la seguridad digital de las empresas se verá comprometida en algún momento a lo largo de su vida, por lo que esta compañía ofrece una protección activa contra los ciberataques, basada en los conceptos de contrainteligencia y engaño cibernético.
Countercraft detecta y responde a las amenazas informáticas, usando un sistema de protección inteligente con el que atrae a los ciberdelincuentes a un entorno ficticio e indistinguible de uno real, lleno de servidores, perfiles y datos falsos que actúan como “cebos” para detectar a los atacantes en una fase temprana y estudiar las técnicas, tácticas y procedimientos que utilizan. Así, las empresas recopilan una información valiosa que les permite tomar mejores decisiones para reforzar su estrategia de ciberseguridad.
Ironchip
Con la implantación del trabajo a distancia, las empresas afrontan nuevos retos de ciberseguridad. Esta tecnológica se encarga, precisamente, de proteger el entorno virtual de trabajo recurriendo a un sistema de ubicación basado en ondas. Garantiza espacios y operaciones seguros, usando una tecnología que protege de la suplantación de ubicación.
En práctica, analiza las ondas que detecta un dispositivo en una ubicación particular y crea una identidad digital que permite reconocer a los usuarios fiables en función de sus patrones de comportamiento únicos. Utiliza la ubicación como clave para acceder y controlar los sistemas, permitiendo configurar una zona segura, así como supervisar, conceder y denegar accesos. Ironchip analiza, además, las transacciones y emite alertas en tiempo real sobre la ubicación de la operación para reducir el tiempo de respuesta de los negocios ante un ciberataque.
Internxt Drive
Cada vez más empresas recurren a soluciones en la nube para reducir los costes en infraestructuras y facilitar el trabajo colaborativo. Internxt Drive proporciona un nivel superior de protección digital de negocios, ya que cuenta con un cloud encriptado.
Los archivos subidos a su nube se encriptan desde el origen y la clave de desencriptación se almacena en el dispositivo del usuario, por lo que solo este puede acceder a ellos. Este cloud se basa en una tecnología descentralizada como el blockchain, de manera que los archivos encriptados en Internxt se dividen y suben a múltiples servidores en diferentes partes del mundo. Por esa razón, si un ciberdelincuente accede a un servidor, solo podrá obtener una pequeña parte del archivo, cuya contraseña no podrá conocer, pues solo la tiene el usuario.
Nymiz
Las soluciones de seguridad digital para empresas también se encargan del cumplimiento de la normativa RGPD. Nymiz, por ejemplo, proporciona un software de anonimización y seudo anonimización de datos personales, junto a algoritmos basados en Inteligencia Artificial, Machine Learning y Procesamiento de Lenguaje Natural.
Una de sus funciones consiste en detectar información personal en datos no estructurados como documentos Word, PDF, TXT, Excel o CSV para que las empresas puedan proteger la información de sus clientes. Así, pueden aplicar herramientas de analítica de datos y Big Data con la certeza de que, si son atacadas, los ciberdelincuentes no podrán sustraer ningún tipo de información personal que ponga en riesgo la reputación empresarial o la privacidad de sus clientes.¿Cómo internacionalizar tu comercio online?

El e-commerce internacional crece a buen ritmo. En los últimos cinco años, el volumen de negocio a nivel mundial que mueve el sector minorista online se ha más que duplicado y se espera que en 2025 prácticamente vuelva a duplicarse, según Statista. Ante esa perspectiva, no es extraño que el comercio internacional, y en particular el e-commerce, se esté convirtiendo en una opción cada vez más interesante para las empresas, sobre todo para las pymes, que ven en el mercado exterior una oportunidad para consolidar su negocio y aumentar las ventas.
Sin duda, abrirse al e-commerce internacional aporta muchas ventajas. No solo te permitirá ampliar tu cartera de clientes y encontrar nuevas oportunidades de negocio, sino que también mejorará tu competitividad, te permitirá ser más eficiente y aumentará los márgenes de beneficio. Sin embargo, para que todo vaya viento en popa es fundamental contar con un plan de internacionalización sólido que te permita minimizar los riesgos.
Claves para internacionalizar una empresa paso a paso
Determina tus objetivos de expansión
Antes de lanzarte a internacionalizar tu empresa y operar un e-commerce internacional, es fundamental que analices tu situación actual en términos de capital, recursos humanos y productos estrella. Identifica tus debilidades y fortalezas, así como los recursos de los que dispones y el nivel de riesgo que estás dispuesto a asumir.
Estudia, además, la viabilidad económica de tus objetivos de expansión, teniendo en cuenta qué necesitas para poner en marcha tu proyecto, los gastos en los que incurrirás y las ganancias que esperas obtener. Con esta información, podrás elaborar un plan de internacionalización detallado y, si necesitas una ayuda económica para ponerlo en marcha, puedes recurrir a opciones como ICO Internacional.
Analiza los hábitos de consumo en los mercados potenciales
El siguiente paso en la internacionalización consiste en decidir cuáles son los mercados a los que podrías expandirte, aquellos en los que tienes más posibilidades de vender tus productos. Si te vas a limitar a operar a través de un e-commerce, debes conocer muy bien las tendencias de compra, ya que los clientes tienen diferentes hábitos de compra en cada país.
En algunos países, la compra online se ha consolidado, pero en otros no. Un informe realizado por WeAreSocial y Hootsuite, por ejemplo, reveló que los países con mayor índice de penetración son Tailandia, Malasia, Corea del Sur y México, mientras que, en términos de gasto por consumidor, Hong Kong se posiciona como líder, seguido por Estados Unidos y Corea del Sur. También es importante que conozcas qué productos se venden bien por Internet en los mercados donde quieres entrar y cuáles no.
Infórmate sobre la legislación que se aplica en los diferentes países
Para acceder al mercado de otros países y poner en marcha un e-commerce internacional, es fundamental conocer con profundidad los aspectos legales, desde las leyes de importación y los aranceles hasta los estándares de calidad que se aplican en tu sector. Por ejemplo, cada país tiene una lista de productos prohibidos, de manera que no permiten el envío de los mismos dentro de sus fronteras.
Por supuesto, también es importante que conozcas las tasas de envío que se aplican y el tratamiento que reciben los productos en aduanas, ya que en algunos casos las empresas deben incluir la tasa aduanera en el momento de la compra y en otros se retienen los productos en aduana hasta que los clientes paguen el IVA. La normativa vigente en cada país puede determinar el rumbo de tu estrategia comercial, por lo que, si quieres analizar los mercados más a fondo y conocer las prohibiciones de importación, accede al ICEX.
Ten en cuenta el “efecto divisa”
La salida al mercado exterior es una excelente vía alternativa en periodos de crisis, sobre todo cuando la demanda en los mercados internos cae abruptamente. Sin embargo, es importante que te mantengas atento a la fluctuación del tipo de cambio de divisa, un factor que puede afectar tanto a tu capacidad para vender mercancías en el exterior como a la capacidad de los consumidores de adquirirlas.
El “efecto divisa” es un riesgo permanente en el mercado internacional. Las fluctuaciones en las tasas de cambio por los movimientos del mercado son un riesgo al que te expondrás, por lo que es fundamental que implementes diferentes mecanismos de cobertura. Si trabajas con otras empresas, podrías aplicar un enfoque de protección interno, ya sea firmando contratos exclusivamente en euros o realizando los pagos y cobros en el momento de la contratación para evitar posibles devaluaciones con el paso del tiempo.
Si decides poner en marcha un e-commerce internacional, considera que la mejor estrategia consiste en reflejar los precios en la moneda local, ya que así facilitas la compra y generas confianza en el consumidor. En ese caso, podrías valorar la posibilidad de recurrir a técnicas de cobertura externa, como los seguros de cambio o las opciones de divisas para cubrirte las espaldas.
Proyecta la estrategia de entrada
Cuando hayas elegido el mercado, el próximo paso en el plan de internacionalización es proyectar una estrategia de entrada al país. Vender directamente desde España, habilitando un e-commerce, es una alternativa sencilla sin grandes costes, pero te aleja de tus clientes, mientras que implantarte en el país demanda una logística más compleja y una mayor inversión, pero te permitirá tener el máximo control de tu negocio.
Otra opción es recurrir a los agentes de ventas para aprovechar su conocimiento del mercado, aunque tendrás que pagarles una comisión y la logística seguirá recayendo sobre tus hombros. También puedes apoyarte en un distribuidor con quien puedas compartir gastos y responsabilidades, aunque en ese caso tus márgenes de beneficio serán menores y corres el riesgo de perder el control sobre el posicionamiento de tus productos en el mercado. En realidad, no existe una estrategia de entrada ideal, pues todo depende de los productos que ofreces, la inversión que estás dispuesto a realizar y tus objetivos de expansión.
Diseña una buena campaña de marketing exterior
Al internacionalizar una empresa suele ser necesario realizar algunos cambios en el producto, sobre todo desde el punto de vista del marketing, para diferenciarte de la competencia y adaptarte a las características de tu nuevo público. En las primeras etapas, uno de tus principales objetivos será el branding. Una regla de oro para triunfar es: mantén la esencia de tu marca, pero adapta tu mensaje a la cultura local.
Para poner en marcha una campaña de marketing exterior, lo ideal es contratar a publicistas del país donde piensas vender, ya que estos conocerán mejor el segmento de mercado al que te diriges y podrán adaptar los anuncios publicitarios a las peculiaridades culturales. Así lograrás que tu mensaje alcance la máxima resonancia posible.
Evalúa sistemáticamente tu plan
Por último, considera que el plan de internacionalización no termina cuando empiezas a vender productos, debes planificar revisiones trimestrales o semestrales en las que cuantifiques las ventas y analices tus ganancias para optimizar cualquier detalle que te ayude a ser más eficiente y maximice la rentabilidad de tu e-commerce internacional.
¿Qué es el modelo 200 y quién debe presentarlo?

Si estás pensando en abrir una empresa o has comenzado tu propio negocio hace poco, debes saber que tienes una serie de obligaciones contables y fiscales. Conocer la legislación fiscal que se aplica a los diferentes tipos de sociedades mercantiles y saber qué documentos debes presentar es fundamental para no cometer errores que puedan dar pie a sanciones económicas. Una de las principales obligaciones fiscales de las empresas es la presentación del modelo 200.
¿Qué es el modelo 200 de Hacienda?
Todas las sociedades y entidades con personalidad jurídica que tengan su residencia en España deben cumplir los requerimientos de Hacienda. Una de sus principales obligaciones consiste en pagar el impuesto de sociedades, una tasa de carácter directa y personal que grava los beneficios que obtienen las empresas.
Ese impuesto tiene un carácter periódico, puesto que se aplica a cada ejercicio económico de la empresa.
El Modelo 200 sirve, precisamente, para presentar la declaración o liquidación del Impuesto sobre Sociedades.
¿Quién debe presentar el modelo 200?
Todas las sociedades que operen en España deben presentar el modelo 200 a Hacienda, incluyendo las entidades con personalidad jurídica, como las asociaciones y fundaciones, o los entes sin personalidad jurídica, como los fondos de inversión o de pensiones. Por consiguiente, es de presentación obligatoria para:
- Sociedades Mercantiles limitadas, anónimas, comanditarias, cooperativas, asociaciones…
- Agrupaciones de interés económico
- Uniones temporales de empresas
- Fondos de inversión inmobiliaria (FII)
- Fondos de capital riesgo (VC)
- Fondos de pensiones
- Fondos de activos bancarios
Sin embargo, también se aplican algunas excepciones. Además de los organismos del Estado, las Comunidades Autónomas y las entidades locales, quedan exentos de presentar el modelo 200 el Banco de España, las Reales Academias Oficiales y el Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito.
En otros casos se aplican exenciones parciales, como a las federaciones, colegios profesionales, sindicatos de trabajadores, entidades sin ánimo de lucro, cámaras oficiales, mutuas colaboradoras de la seguridad social y partidos políticos.
¿Cómo presentar el modelo 200?
Puedes presentar el Modelo 200 de Impuesto de Sociedades de manera telemática en la sede electrónica de la Agencia Tributaria. Lo habitual es presentarlo cada año entre los días 1 y 25 de julio, aunque esos plazos pueden variar, ya que la ley indica que se debe presentar 6 meses después de terminar el periodo impositivo, el cual no siempre tiene que coincidir con el año natural.
En dicho modelo tendrás que indicar los detalles del declarante, como el NIF y la razón social, con los correspondientes códigos de identificación. También debes precisar el periodo impositivo y ejercicio, señalando la fecha de inicio y fin, además de especificar si el ejercicio coincide con el año natural o no, o si es inferior a 12 meses.
Tendrás que indicar el código CNAE, que debe corresponder con la actividad que represente el mayor volumen de operaciones. También debes señalar el tipo de entidad, el régimen que se le aplica, el estado de cuentas y el número de empleados.
Debes detallar los saldos de las cuentas principales del Balance y la cuenta de Pérdidas y ganancias a final de ejercicio, con el estado de cambios en el patrimonio neto. En la sección de liquidación tendrás que indicar el resultado de la cuenta de pérdidas y ganancias, el resultado de la cuenta de pérdidas y ganancias antes del Impuesto de Sociedades y realizar las correcciones y ajustes necesarios.
En cuanto a la base imponible, con carácter general es del 25 %, aunque existen algunos tipos especiales, como el que aplica a las empresas de nueva creación, que pueden beneficiarse de un gravamen reducido del 15 % en el primer ejercicio que obtengan un resultado positivo, o las entidades acogidas al régimen Económico y Fiscal de Canarias, a las cuales se les aplica un 4 %. No olvides añadir el resto de bonificaciones y deducciones, así como las donaciones realizadas.
Por último, recuerda que, si el modelo 200 sale a devolver, debes acompañarlo de una domiciliación bancaria. Hacienda tiene un plazo de seis meses para realizar la devolución.

La facturación es una de las tareas contables más importantes de todo negocio, aunque también suele ser una de las más tediosas y que más problemas de contabilidad genera. Los errores y fallos en la facturación pueden incrementar significativamente el tiempo de cobro y causar problemas con el flujo de efectivo. Si trabajas como autónomo o tienes una pyme, los softwares de facturación se convertirán en tu mejor aliado, ya que te ayudarán a agilizar y simplificar este proceso. No solo podrás ahorrar tiempo, sino también evitar errores que puedan dar pie a sanciones de Hacienda.
¿Qué son los programas de facturación?
Un software de facturación es una herramienta automatizada que permite gestionar de manera rápida y sencilla las facturas de un negocio. Su principal objetivo es centralizar todo el proceso de facturación y la información relacionada con los clientes y proveedores.
Estos programas incorporan diferentes plantillas de facturas, aunque algunos incluso permiten diseñar un modelo totalmente personalizado. Generan de manera automática la numeración y fecha de la factura, así como el tipo impositivo a aplicar y el total final a pagar.
Algunos softwares de facturación cuentan con un sistema OCR, para reconocer y registrar automáticamente los documentos de gastos. Otros envían recordatorios de las facturas impagadas para que reclames su cobro.
Las ventajas de los softwares de facturación para las pymes y autónomos
- Minimizan los errores. Los programas de facturación asignan de manera automática el número de factura, lo cual te permitirá evitar los típicos errores de numeración. También realizan los cálculos automáticamente, de manera que solo tienes que introducir el importe por unidad y el número de unidades para obtener el importe final adecuado.
- Reducen los costes. Una ventaja importante de los softwares de facturación para pymes y autónomos, en especial aquellos que gestionan un gran volumen de facturas, es la reducción de costes. La digitalización de estas tareas agiliza el proceso administrativo, de manera que el equipo contable podrá dedicarse a otras funciones más importantes que impulsen el crecimiento del negocio. También ahorrarás los costes que implican la impresión y almacenaje de las facturas físicas.
- Aligeran la carga de trabajo. Estos programas facilitan la emisión de facturas proformas o rectificativas, además de permitir guardar los datos de los clientes y proveedores para acceder a ellos rápidamente. También ofrecen la posibilidad de enviar correos automáticamente a varios clientes y generar facturas periódicas, lo cual representa un ahorro de tiempo y reduce la carga de trabajo. Podrás tener todas las facturas en un mismo lugar y localizarlas fácilmente usando los diferentes criterios de búsqueda que ofrecen estos programas.
- Disminuyen los riesgos fiscales. Un software de facturación te permite operar con mayor orden contable. Eso significa que los registros de tu capital y movimientos serán más fieles y reflejarán la realidad contable del negocio en todo momento, por lo que podrás enviar información precisa a la Agencia Tributaria para realizar las correspondientes declaraciones de impuestos sin errores u omisiones involuntarias. Como resultado, reducirás los riesgos fiscales para tu empresa y es menos probable que te enfrentes a sanciones económicas derivadas de fallos o malas prácticas contables. No solo evitarás la carga financiera que suponen las multas, sino que protegerás la imagen de tu negocio al evitar que lo asocien a sanciones y multas fiscales, lo cual genera desconfianza en clientes, proveedores o posibles inversionistas, además de lastrar las posibilidades de acceder a ayudas públicas o presentarse a licitaciones.
- Facilitan la toma de decisiones. Incluso los programas de facturación gratuitos permiten apreciar de un vistazo qué facturas han sido cobradas y cuáles no, así como llevar la contabilidad básica del negocio. Podrás conocer las fechas de vencimiento de tus cobros, controlar los impagados y realizar una previsión de los pagos. Un buen software de facturación también elabora gráficos que reflejan la evolución mensual de la facturación y/o tus clientes y proveedores, para que tengas una visión global del negocio y puedas tomar decisiones estratégicas en base a su funcionamiento real.
Programas de facturación gratuitos que puedes usar en tu negocio
- ContaSimple. Este programa de facturación gratis para autónomos y pymes es ideal para quienes están comenzando su actividad empresarial ya que cuenta con un plan básico que prevé 50 Registros por año y hasta 10 clientes y 10 proveedores. Te permitirá llevar la contabilidad básica de manera sencilla y crear las facturas en cuestión de segundos en formato PDF para enviarlas directamente por correo electrónico. Soporta diferentes idiomas y permite gestionar los pagos y cobros. También ofrece resúmenes mensuales, trimestrales y anuales para que puedas formarte una imagen fidedigna del funcionamiento de tu negocio y te permite llevar los libros de contabilidad oficiales.
- FacturaScripts. Se trata de un software de facturación libre basado en un sistema de plugins que permiten personalizar diferentes detalles según tus necesidades. Cuenta con más de 100 plugins, algunos específicos para clínicas veterinarias o negocios de automoción, tanto gratuitos como de pago. Además, permite el acceso desde cualquier dispositivo y posee conectores con las principales plataformas de e-commerce.
- Facturae. Este programa de facturación gratuito para pymes y autónomos es del Ministerio de Industria, Energía y Turismo y ha sido especialmente diseñado para generar facturas electrónicas. Además de emitir facturas, las recibe, por lo que es una buena alternativa si tienes clientes y proveedores que ya trabajan con este sistema. También permite llevar el libro de IVA y, gracias a la funcionalidad “Histórico”, brinda una idea general del funcionamiento del negocio.
- Invoicely. Es un programa de facturación gratuito para los autónomos y las pymes que están comenzando su negocio y realizan pocas facturas al mes. Ofrece un procedimiento sencillo y directo para crear albaranes y facturas en cuestión de segundos. Cuenta además con plantillas de factura para que tengas un formato base y acepta diferentes divisas y pagos con Paypal.
- Jasmin. Este software de facturación online ofrece diferentes herramientas para facilitar las tareas contables. Cuenta con tablas de impuestos y motivos de exención preconfigurados para que las pymes y autónomos se mantengan actualizados y puedan cumplir con todos los requisitos fiscales. Además, permite controlar los gastos, supervisar las compras y llevar el inventario y almacenes con un único software. De hecho, su versión gratuita durante un año es una de las más completas del mercado, pues no tiene límites de usuarios ni documentos e incluye impuestos, gastos e inventario.
- Visionwin. Este software de facturación puede ser utilizado por todo tipo de negocios, ya que es muy versátil y adaptable. Brinda distintas opciones de facturación automática y digital que son muy intuitivas y fáciles de usar. Incluye diferentes informes y gráficos para analizar la información contable del negocio y posee una base de datos que proporciona una visión bastante amplia del progreso del mismo. Las opciones de facturación ofrecen plantillas de distintos tipos que se adaptan a cada necesidad. Este software se puede descargar y usar de forma gratuita, solo se paga el servicio de asesoramiento y soporte técnico.
- ContaMoney. Este software de facturación está diseñado para particulares, profesionales y gestorías. Incluye funciones como la generación automática de las facturas recurrentes y la sincronización de las cuentas con la entidad bancaria para mantener los movimientos actualizados. Cuenta con un plan gratis que incluye hasta 50 clientes o proveedores, así como dos años de histórico para dar seguimiento a la evolución del negocio. Incluso te permite personalizar las facturas con marca de agua.