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Blog Con Aval Sí

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elaborar los estatutos de tu empresa

Si estás pensando en emprender un negocio, tendrás que realizar varios trámites, desde elegir la forma jurídica de la empresa y obtener la certificación negativa del nombre, hasta solicitar el número de identificación fiscal en la Agencia Tributaria. Sin embargo, uno de los trámites más importantes al que no se le suele prestar mucha atención es la redacción de los estatutos de empresa.

¿Qué son los estatutos de empresa?

Los estatutos de empresa son las normas que regirán el funcionamiento de la sociedad y que determinan tanto su régimen interno frente a terceros como entre los socios. Aunque los estatutos se pueden modificar en cualquier momento, deben ser redactados pensando en su permanencia a lo largo del tiempo, ya que tienen naturaleza jurídica. Por tanto, los cambios que se realicen con posterioridad deben ser puntuales y pequeños.

Al ser un convenio constitutivo celebrado entre los accionistas, los estatutos constituyen la base sobre la que funcionará la empresa. Establecen el marco legal y las reglas de funcionamiento del negocio, detallando las normas y procedimientos a seguir para la toma de decisiones y la dirección de la empresa. Además, son un medio para proteger los derechos e intereses de los socios de la empresa, así como para asegurar el cumplimiento de sus obligaciones y responsabilidades.

Los aspectos más importantes para redactar los estatutos de empresa

La redacción de los estatutos se puede dividir por apartados, para que no olvides ningún detalle: 

  1. Información básica sobre la empresa
  2. Denominación. Se indica el nombre social de la empresa, incluyendo las siglas que identifican su forma jurídica, y se adjunta la documentación que acredita que ese nombre no estaba registrado.

    Domicilio social. Se señala la dirección de la empresa, generalmente indicando que cualquier cambio debe contar con la aprobación de los socios.

    Objeto social. Se reflejan las actividades a las que se dedicará la empresa con el mayor nivel de detalle posible, sobre todo si se necesitan licencias o permisos.

    Público. Se resumen las características del público objetivo en el que se enfocan los productos y/o servicios de la empresa.

  3. Información sobre el capital inicial y las participaciones
  4. Capital social. En los estatutos de la empresa hay que precisar el capital exacto con el que se constituye, teniendo en cuenta que determinadas formas jurídicas exigen un capital social mínimo obligatorio por ley. También se debe precisar cualquier otro tipo de aportación en especie.

    Política de participaciones y transmisiones. En este apartado se recoge cómo se dividen las participaciones entre los socios, quién tiene derecho a adquirirlas y cómo se traspasarán o en qué circunstancias. También se determina si la empresa aceptará la entrada de nuevos socios o el protocolo a seguir en caso de fallecimiento de uno de ellos.

  5. Información sobre los órganos de la empresa
  6. Estructura organizativa. En esta sección de los estatutos se detalla la organización de la empresa, especificando si tendrá un administrador único, existirán varios o se constituirá un consejo. Conviene especificar además cuánto cobrará el administrador y el sistema de retribución que se usará para pagarle, detallando las funciones y limitaciones del cargo.

    Acuerdos entre los socios. Se determina cómo, dónde y cuándo se votarán las decisiones estratégicas para la empresa y qué sistema se seguirá (si será por mayoría simple o absoluta, o se aplicará la regla de la mayoría relativa o cualificada). También se deben explicar las funciones y tareas de los socios, así como la forma de retribución.

  7. Información sobre la distribución de beneficios o la liquidación de la empresa
  8. Cuentas anuales y distribución de beneficios. Los estatutos de la empresa deben definir la duración del ejercicio social, el plazo de presentación de las cuentas anuales y la manera en que se distribuirán los beneficios entre los socios. También es importante especificar qué porcentajes se destinarán a la reinversión y la repartición, señalando además los baremos de reparto.

    Disolución y liquidación. Por último, los estatutos de empresa deben indicar la fórmula que se seguirá para disolver la sociedad y las causas que pueden dar pie a la misma.

En general, los estatutos deben ser lo más claros posible para evitar ambigüedades y confusiones que puedan afectar el funcionamiento de la empresa o dañar los derechos de los socios. Unos estatutos bien redactados pueden ahorrar muchos dolores de cabeza entre los socios, evitando disputas futuras.

Categoría: Legal
Qué son las SGR

La inmensa mayoría de las pymes necesita recurrir a la financiación externa en algún momento de su vida, ya sea para expandir su negocio o para financiar el circulante. De hecho, el 42,3 % de las pymes españolas requirió financiación bancaria en el año 2021, un fuerte incremento de 12 puntos porcentuales con respecto a 2019, según reveló el último informe “La financiación de la pyme en España”, realizado por Cesgar.

Dicho estudio también mostró que el porcentaje de pymes que rechaza la financiación bancaria, debido a condiciones que consideran inaceptables, aumentó ligeramente, situándose en el 2,8 %. Además, se ha apreciado un incremento de las necesidades de garantías o avales para conceder la financiación a las pymes, fundamentalmente aquellas que operan en los sectores de Servicios a las empresas, Comercio y servicios personales y Agricultura.

Un informe del Banco de España confirmó dichas tendencias: se ha producido un incremento de las peticiones de financiación rechazadas, situándose un punto porcentual por encima del conjunto de la Unión Europea. Además, las pymes refirieron un endurecimiento de las garantías requeridas, así como condiciones de los préstamos más negativas.

En un escenario en el que los problemas para acceder a la financiación para autónomos y pymes son las garantías demandadas, el aumento de las comisiones y los gastos asociados a los préstamos o las líneas de crédito, las Sociedades de Garantía pueden ser la solución.

¿Qué son las Sociedades de Garantía?

Las Sociedades de Garantía (SGR) son entidades sin ánimo de lucro, reguladas por el Banco de España, cuyo principal objetivo es facilitar la financiación para pymes y autónomos, mejorando además las condiciones del crédito. Las SGR se encargan de conceder avales financieros para respaldar a las pequeñas y medianas empresas ante la entidad bancaria, actuando como garantes de la deuda.

De hecho, la ley establece que al menos las cuatro quintas partes de sus socios deben ser pequeñas y medianas empresas. Las SGR no solo mejoran las condiciones de plazo y tipo de interés, gracias a los convenios que negocian con las entidades financieras, sino que también ofrecen asistencia y asesoramiento financiero a sus socios.

¿Por qué te conviene contar con al apoyo de las SGR?

Mayor acceso a la financiación, ya que puedes contar con la garantía que aportan las SGR, sobre todo en el caso de las empresas que no disponen de bienes suficientes para garantizar la devolución del préstamo, o las pymes más pequeñas y de reciente constitución que no cuentan con un historial crediticio que las avale.

Mejorar las condiciones de financiación, con la posibilidad de reducir los tipos de interés de la deuda y/o ampliar los plazos de amortización para pagar con mayor comodidad.

Recibir un préstamo o una línea de crédito mayor, ya que las entidades bancarias están más dispuestas a aumentar el capital si la pyme o el autónomo cuentan con un aval. Por consiguiente, el apoyo de una SGR asegura la operación y permite ampliar la financiación.

Tener acceso a todos los servicios que proporcionan las SGR, incluyendo el asesoramiento financiero y un estudio técnico de la operación, así como la tramitación de subvenciones estatales.

¿Cómo puedes obtener el aval de las SGR?

Para conseguir el aval, necesitas convertirte en socio de las SGR, lo cual significa que tendrás que adquirir participaciones en las mismas, en proporción al aval que solicites, pues estas entidades se financian, en parte, con los fondos de las aportaciones que realizan sus socios. Dicho importe será recuperado cuando se cancele el crédito.

Según la SGR, tendrás que pagar una comisión de estudio y, si aceptan tu solicitud, otra comisión de aval anual que dependerá del importe pendiente de amortización.

Para solicitar el aval, tendrás que presentar la operación relacionada con el crédito, así como la documentación empresarial y crediticia necesaria para realizar un análisis de riesgo.

Los expertos de la SGR realizarán un análisis previo de tu actividad empresarial para aprobar o rechazar tu solicitud, se  centrarán  en la viabilidad del proyecto, por lo que te ofrecerán  la solución financiera más adecuada para tu negocio. 

¿Dónde encontrar las SGR?

Las SGR están  representadas por CESGAR, que asume las funciones de coordinación, cooperación y defensa de sus intereses. Actualmente, existen 18 Sociedades de Garantía Recíproca a las que podrás solicitar el aval y presentar la documentación, o bien a través de las 60 sucursales que las SGR tienen en todo el territorio nacional, o bien de manera telemática, a través de su plataforma Con Aval Sí.

Categoría: Contabilidad
Financiación y créditos para expandir tu pyme

La financiación es una herramienta esencial para las pymes que desean expandir su negocio. Durante algunos años, el coste medio de la financiación de las pymes españolas disminuyó, en comparación con la media de los países más solventes de la Unión Europea. Sin embargo, las subidas de tipos que está aplicando el Banco Central Europeo han dado un vuelco a esa tendencia, de manera que el coste de la financiación para las pymes se irá encareciendo hasta 2024, según confirmó el Banco de España. En ese escenario, resulta comprensible que haya caído la proporción de pymes que han solicitado préstamos bancarios, marcando un mínimo histórico desde 2009.

¿Dónde encontrar financiación para pymes?

Sociedades de Garantía

La mayoría de las pymes considera que el mayor obstáculo para acceder a la financiación son las garantías solicitadas. De hecho, las peticiones de financiación rechazadas en el período comprendido entre abril y septiembre de 2021 aumentaron en 2 pp con respecto al observado seis meses antes, situándose en un 7 %, lo cual implica 1 pp por encima del registrado en el conjunto de la Unión Económica y Monetaria.

Las pymes también están constatando un endurecimiento de las garantías requeridas y de las condiciones de los préstamos. En esos casos, las Sociedades de Garantía (SGR) pueden actuar como garantes de la deuda para facilitar el acceso a la financiación Solicitando tu aval a una SGR, podrás negociar condiciones más ventajosas, como reducir los tipos de interés y ampliar los plazos de devolución. También contarás con asesoramiento financiero durante todo el proceso de financiación y te facilitará la tramitación de subvenciones estatales. A través de la plataforma online Con Aval Sí, puedes hacer tu solicitud a la SGR más cercana.


ICO

El Instituto de Crédito Oficial se ha convertido en uno de los mayores apoyos para las pymes durante la crisis y la pandemia, gracias a una serie de líneas de financiación públicas diseñadas para impulsar el emprendimiento, mejorar la liquidez e impulsar el crecimiento de las empresas.

Las Líneas ICO están pensadas para facilitar fondos con la intermediación de las entidades de crédito. A nivel nacional existen hasta 7 líneas ICO, como ICO Empresas y Emprendedores, enfocada en las inversiones productivas, ICO Garantías SGR SAECA o ICO crédito comercial, dirigida a mejorar la liquidez de la pyme. Dentro de estas, también se encuentran tres líneas financiadas con los fondos NextGenerationEU, enfocadas en promover el desarrollo de proyectos sostenibles, y la transformación digital de las actividades económicas.

En cambio, la línea ICO internacional se centra en financiar la internacionalización de la pyme o la actividad exportadora. No obstante, antes de recurrir a las líneas ICO, debes tener claro que las entidades bancarias aplican sus criterios de concesión, ya que son quienes asumen el riesgo de impago.

ENISA

La Empresa Nacional de Innovación, de capital público y adscrita al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, cuenta con cinco líneas de financiación. La Línea ENISA Crecimiento se enfoca en financiar proyectos empresariales de expansión y mejora competitiva que tengan un modelo de negocio viable y rentable, pero quieran cambiar su sistema productivo, ampliar su capacidad productiva o diversificar productos y mercados.

La Línea ENISA Emprendedores se centra en las pymes de reciente constitución, para apoyar a los emprendedores durante los primeros pasos de su negocio. En cambio, la Línea ENISA Jóvenes Emprendedores está dirigida fundamentalmente a las startups innovadoras creadas por jóvenes menores de 40 años, para facilitarles los recursos financieros que necesitan durante las primeras fases de su proyecto empresarial.

También existe la línea ENISA AgroInnpulso, pensada para promover la transformación digital de toda la cadena de valor de las empresas que operan en el sector agroalimentario y el medio rural. De hecho, los fondos de esta línea provienen del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Por último, la línea ENISA Emprendedores Digitales impulsa el emprendimiento digital femenino. Con el apoyo del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, su objetivo es reducir la brecha de género existente en este ámbito.

Cabe aclarar que estos créditos se conceden siguiendo criterios más flexibles y suelen ofrecer condiciones muy ventajosas, como pagar intereses mínimos si el negocio tiene pérdidas.

CDTI

El Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial es una entidad pública empresarial que depende del Ministerio de Ciencia e Innovación, creada con el objetivo de promover la innovación y el desarrollo tecnológico de las empresas españolas canalizando las solicitudes de ayudas económicas. 

En la actualidad, brinda diferentes vías de financiación de proyectos de I+D+i, así como para la creación y consolidación de empresas de base tecnológica. La Línea de Innovación Global, por ejemplo, apoya los proyectos aplicados destinados a mejorar la competitividad de la empresa incorporando las tecnologías emergentes en el sector. Tiene un tipo de interés fijo que se sitúa aproximadamente en torno al 2 % y una cobertura financiera de hasta el 75 % del presupuesto financiable, con un plazo de devolución de 7 años. No obstante, requiere avales al menos por el 50 % del préstamo.

En cambio, la Línea de Expansión tiene como objetivo ayudar a las empresas tecnológicamente innovadoras que potencien la innovación en las regiones de España más desfavorecidas y/o que atraviesan dificultades económicas. Se trata de una ayuda parcialmente reembolsable que puede cubrir hasta el 75 % del presupuesto aprobado y tiene un plazo de devolución de 9 años, con un año de carencia desde que termina el proyecto.

iPyme

iPyme es un organismo dependiente de la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, que se encuentra subordinada a su vez al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en el que podrás acceder a crear tu empresa y a las últimas ayudas publicadas, muchas de las cuales están dirigidas a la mejora de la competitividad empresarial.

Básicamente, es un buscador de ayudas y subvenciones para que los emprendedores y las empresas puedan acceder con mayor facilidad a la financiación. Incluye todas las ayudas e incentivos convocados por las administraciones públicas y los organismos relacionados, los programas europeos dirigidos a empresas y aquellos específicos convocados por DGIPYME. Sin embargo, considera que las subvenciones no están aseguradas y que normalmente pasa un periodo de tiempo relativamente largo entre su concesión y el ingreso definitivo.

Otras fórmulas de financiación interesantes para tu negocio

Leasing

Se trata de un contrato de arrendamiento financiero que te permite usar determinados bienes o inmuebles, pagando una renta durante cierto periodo de tiempo. Al terminar el plazo, puedes renovar el contrato o proceder a la compra pagando el precio residual. Esta opción es interesante porque es de fácil concesión y se puede financiar el 100% de la inversión, aunque a la larga suele ser más costosa.

Renting

Es un contrato de alquiler a largo plazo, por lo que la propiedad continúa siendo del arrendador. A cambio de un importe mensual, tendrás derecho a disfrutar del bien durante un período determinado, además de los servicios asociados al mismo, aunque no tendrás opción a compra. Tiene como ventaja que se puede financiar el 100% de la inversión y es completamente deducible.

Factoring

Es un mecanismo de financiación a corto plazo muy interesante cuando se producen retrasos en el cobro que afectan a la liquidez de tu empresa. Consiste en ceder las facturas impagadas a un intermediario comercial o financiero, que te abonará inmediatamente la cantidad acordada, generalmente menor al total de la factura, y se encargará de cobrar al deudor el importe completo. Así podrás reducir los costos administrativos vinculados a la gestión de cobro de las facturas y obtener financiación a partir de las mismas.

Confirming

Te permite cobrar las facturas antes de la fecha de plazo pactada con la empresa. Básicamente, es un servicio de gestión de pagos que corre a cargo de las entidades financieras, que son las que te pagarán de manera anticipada. Por supuesto, la entidad financiera cobrará una comisión por el anticipo y unos intereses en función del tiempo anticipado de cobro.

Forfaiting

Con esta herramienta puedes hacer efectivos inmediatamente los créditos y operaciones con pago diferido, a medio y largo plazo. A diferencia del factoring, lo que cedes son las letras y pagarés y, en caso de impago, la entidad financiera es la que asume la pérdida. De esta manera, mejoras tu liquidez y el ratio de solvencia, además de eliminar el riesgo de impago.

Categoría: Contabilidad
Diferencia entre aval técnico y económico

Los avales son esenciales a la hora de solicitar un crédito o presentar una oferta para un proyecto, pues son una garantía de que una entidad externa responderá por las obligaciones que contraes. Conseguir un aval también brinda más credibilidad a tu empresa y mejora su imagen, lo que aumenta las posibilidades de acceder a proyectos de mayor envergadura que te permitan crecer. 

Para ampliar el horizonte de tu negocio puedes recurrir a dos tipos de avales: el aval técnico o el aval económico, también llamado aval financiero. El aval económico es el más conocido, puesto que es el que suelen solicitar las entidades bancarias para conceder un préstamo o línea de crédito a las empresas o autónomos. Sin embargo, el año pasado el 4,7 % de las pymes requirió avales técnicos para desarrollar su actividad, según el XI Informe sobre “Financiación de la Pyme en España” elaborado por SGR-CESGAR. El 2,8 % de las empresas solicitaron dicho aval para el cobro de subvenciones y el 2,5 % para acceder a procesos de contratación pública.

¿Qué es el aval técnico?

El objetivo principal del aval técnico es garantizar la capacidad de la pyme o el autónomo para cumplir con las obligaciones contractuales que ha contraído. Generalmente, se solicita para participar en concursos y subastas públicas, así como para importar mercancías en régimen temporal, la ejecución de obras y los contratos de suministros.

El aval para licitación, por ejemplo, permite a las empresas garantizar sus obligaciones legales y formales ante los organismos públicos para cumplir con los requerimientos de la legislación vigente. Puede tratarse de avales provisionales cuando responden a una licitación pública en concurso convocada por las administraciones públicas, o definitivos si una vez adjudicado el concurso, se formalizan para garantizar el cumplimiento de dicho contrato de obra o gestión de servicios y suministros.

La entidad que te avale responderá ante tu cliente por el incumplimiento de las obligaciones de carácter no económico. En una obra, por ejemplo, cubrirá posibles desviaciones de plazo, calidad y coste. Si no terminas en tiempo o la calidad final no es satisfactoria, el cliente para el que trabajas tiene derecho a ejecutar el aval y recibir una compensación por los daños causados. Eso no significa que la entidad avalista asumirá tus prestaciones y se encargará de finalizar la obra o solucionar los problemas de calidad, sino que indemnizará económicamente a tu cliente según el perjuicio causado y las condiciones que estipule el contrato del aval.

También existen avales técnicos específicamente diseñados para las empresas que quieran operar en el extranjero, conocidos como aval internacional. Esta garantía permite participar en licitaciones en el mercado internacional, cubriendo las obligaciones legales y formales que adquiera la empresa ante organismos públicos de un país extranjero. En estos casos, lo más habitual es que el banco del país destino conceda un aval bancario con una contragarantía de una SGR, que es la que garantiza en última instancia la actividad la empresa.

Cabe aclarar que los avales técnicos suelen ser una alternativa más conveniente que los seguros de caución para garantizar el cumplimiento del compromiso contraído ante los proveedores o los organismos públicos. De hecho, suelen cubrir cuantías mayores que los seguros de caución y no establecen exclusiones por forma jurídica, de manera que son accesibles para los autónomos y las pymes.

¿Qué es el aval económico?

Los avales económicos se centran en garantizar las operaciones en las que sea necesario pagar una cantidad determinada en un plazo de tiempo específico, cubriendo los compromisos y obligaciones de pago que la pyme o autónomo contraiga con otra persona o empresa. Los avales económicos se dividen a su vez en dos categorías:

1.     Aval comercial

La entidad avala el pago de las sumas derivadas de operaciones de naturaleza comercial, como pueden ser: la compraventa de bienes, el fraccionamiento de pagos o los pagos a cuenta. En algunos casos, se pueden avalar pagos rotativos, como los que se realizan cuando se entregan suministros periódicamente. 

El aval comercial se suele utilizar en las operaciones de compraventa y es habitual anexarlo al contrato. En este caso, la entidad avalista sí asume tus obligaciones, ya que son de tipo económico. De hecho, los avales comerciales suelen tener un carácter solidario, lo cual significa que la entidad avalista responderá por todas tus obligaciones.

2.     Aval financiero

La entidad avalista garantiza el pago del préstamo o crédito que has contraído con otra entidad financiera. Este aval suele ser necesario cuando solicitas un préstamo o crédito, ya que así el banco se asegura de que recibirá el pago.

Al brindar mayor cobertura a los bancos reduciendo el riesgo al que se exponen, los avales financieros suelen mejorar los tipos de interés y plazos de devolución. Además, solo pagarás por los gastos de estudio de la operación de financiación y la comisión por la aceptación del aval, y no se aplican intereses, por lo que suele ser una opción más económica y conveniente que avalar con el patrimonio personal.

Las similitudes entre el aval técnico y económico

En los avales, ya sean técnicos o económicos, participan tres actores bien diferenciados. Por una parte, se encuentra el avalado, la pyme o autónomo que solicita el aval y tiene la obligación de cumplir lo pactado, y por otra parte se encuentra el avalista, la SGR o compañía aseguradora que respalda al avalado pagando la cuantía establecida si este incumple las condiciones del contrato que firmó con el beneficiario, que es la empresa, persona o entidad receptora del aval con potestad para ejecutarlo.

Ambos tipos de avales también deben seguir cierta arquitectura jurídica, una especie de líneas maestras que garantizan la legalidad de la relación y el contrato para todas las partes intervinientes. El Banco de España señala que el texto de los avales que actúen como garantías debe:

-        Permitir su calificación jurídica inequívoca, especificando que se trata de un aval.

-        Posibilitar la identificación del régimen legal aplicable, en particular cuando se trata de garantías sujetas a normas de Derecho especial.

-        Concretar la obligación garantizada, detallando el tipo de aval, la cantidad máxima de dinero que el avalista garantiza y/o el tipo de desviaciones de la obra o servicios por los que se responsabiliza.

-        Fijar la duración o vigencia de la garantía, también conocida en el ámbito legal como plazo de garantía, señala las fechas en las que el beneficiario del aval puede hacer la reclamación y exigir el cumplimiento de las obligaciones a la empresa contratada o, en su defecto, al avalista.

-        Determinar el plazo para su exigibilidad, conocido como plazo de caducidad, se refiere a la fecha de vencimiento de la obligación o fianza después de la cual el avalista queda eximido de sus obligaciones, la cual debe prolongarse durante un período razonable posterior a la duración máxima del plazo de garantía. Cabe aclarar que, aunque el plazo de garantía transcurre de manera ininterrumpida, el plazo de prescripción se interrumpe mediante requerimientos extrajudiciales o la acreditación de que el causante del daño estaba al corriente del mismo.

-        Establecer los requisitos y condiciones para la ejecución del aval que debe cumplir el beneficiario al reclamar la garantía, generalmente mediante la aportación de pruebas de que el avalado ha incumplido sus obligaciones o causado un daño.

¿Cuáles son las principales diferencias entre el aval técnico y económico?

Aunque las figuras jurídicas que participan en los avales coinciden y su estructura legal es bastante similar, los fines de los mismos divergen. La principal diferencia entre el aval técnico y económico es que, mientras que el primero garantiza el cumplimiento de tus obligaciones contractuales, el segundo garantiza los compromisos de índole comercial o financiera que adquieras. Por eso, los avales técnicos se suelen utilizar para presentaciones a concursos o licitaciones para contratos de obras, mientras que los avales económicos se enfocan en garantizar operaciones que demandan el pago de una cantidad de dinero, ya sea a proveedores o entidades bancarias.

Otra de las principales diferencias entre el aval técnico y económico se refiere a sus implicaciones financieras. Con un aval técnico evitas la inmovilización del capital que suele destinarse a la constitución en efectivo de las fianzas mientras dure el contrato. Por tanto, tendrás más libertad para disponer de tus recursos económicos. El aval técnico tampoco exige pignoración de fondos por parte de la empresa, mientras que las entidades bancarias pueden llegar a pedirte que inmovilices gran parte de la garantía solicitada para concederte el aval económico.

Otra diferencia importante es que el aval técnico no se considera un producto financierosegún el Banco de España. Al no pasar por el sistema bancario, no computará en el CIRBE, el registro donde se anotan las obligaciones contraídas con las entidades financieras. Así, podrás mantener libres los límites de riesgo con las entidades de crédito, de manera que tu capacidad crediticia no se vea afectada, lo cual te permitirá utilizar esos recursos bancarios para financiar otros proyectos y lograr que tu negocio siga creciendo.

Por último, recuerda que, si necesitas un aval técnico o económico, puedes solicitarlo online registrándote a través de Con Aval Sí, una plataforma que respalda la financiación de emprendedores, pymes y autónomos para que puedan desarrollar sus proyectos profesionales. 

 

 

Categoría: Contabilidad
Conseguir un aval

Si tienes un negocio, es probable que en algún momento necesites un préstamo o una línea de crédito para financiar el circulante, ampliar tu almacén o poner en marcha un proceso de internacionalización. Aunque las condiciones de financiación han mejorado en los últimos años, los autónomos y las pymes siguen encontrando trabas para acceder a los préstamos, fundamentalmente debido a la falta de garantías solicitadas, el precio de la financiación y los trámites administrativos, según reveló el XII Informe sobre “Financiación de la Pyme en España” elaborado por SGR-CESGAR.

Las ventajas de contar con un aval para pedir un préstamo o crédito bancario

Conseguir un aval te brindará una posición más ventajosa frente a la entidad bancaria para que puedas negociar plazos de devolución más cómodos o intereses más bajos. Dado que los préstamos con aval representan un riesgo menor para las entidades bancarias, en comparación con las operaciones financieras sin aval, pueden aplicar tipos de interés más bajos.

Además, el aval puede facilitarte el acceso a una mayor financiación, ya que los bancos suelen ofrecer préstamos o líneas de crédito mayores cuando la pyme o el autónomo cuenta con otra entidad que los avale. También brinda acceso a la financiación bancaria a las empresas que no cuentan con un historial crediticio, como los negocios de reciente constitución o aquellos muy pequeños que no disponen de bienes suficientes para garantizar la devolución del préstamo.

De hecho, el citado informe señaló que las empresas más jóvenes, con menos de 5 años de vida, conforman el grupo más numeroso al que se le solicitan garantías. Exactamente, un 23,2 % de esas pymes han tenido que recurrir a los avales para suplir sus necesidades de financiación.

¿Cuáles son los requisitos para solicitar un aval?

Cada SGR establece sus propios requisitos, aunque en sentido general existen algunas condiciones transversales:

  • Ser autónomo o tener una pequeña y mediana empresa, lo cual implica que no puede emplear a más de 250 trabajadores, el volumen de facturación debe ser inferior a los 50 millones de euros y la cifra de balance inferior a 43 millones de euros.
  • El negocio no puede estar en vías de disolución ni en concurso de acreedores.
  • Estar al corriente de pagos con la Seguridad Social y la Agencia Tributaria.

A dichos requisitos se pueden sumar otros, como no operar en el sector inmobiliario o en industrias contaminantes. De hecho, es probable que tengas que presentar el modelo de declaración de “No causar perjuicio significativo” al medioambiente durante todo el ciclo vital del proyecto o actividad que vayas a desarrollar, tanto durante la fase de implantación como al final de su vida útil. Eso significa que las actividades enfocadas en los combustibles fósiles, la eliminación de desechos que puedan causar daños al medioambiente o aquellas que emitan demasiados gases de efecto invernadero quedan excluidas.

¿Qué documentación necesito para conseguir un aval si soy autónomo?

En el caso de los autónomos, para conseguir el aval deben presentar los siguientes documentos, que pueden variar de una SGR a otra:

  • Solicitud de aval, en la cual debes indicar tus datos, si se trata de un préstamo o un crédito, su importe y el plazo de devolución o si necesitas un aval técnico. También tendrás que señalar el objeto de la operación y si existen otros avalistas o créditos bancarios.
  • Memoria de la actividad económica en la que indiques tus principales objetivos, así como los productos y/o servicios que ofreces, la actividad que desempeñas, la distribución prevista del capital, las inversiones que vas a realizar y la previsión de ingresos, gastos y rendimientos durante varios ejercicios, generalmente tres años. Este documento es muy importante, ya que permite valorar la viabilidad económica y financiera de tu proyecto.
  • Cuenta de Pérdidas y Ganancias de los dos últimos ejercicios cerrados y del actual, un documento contable esencial, ya que refleja el resultado económico de la actividad que desempeñas.
  • IRPF, resumen anual de IVA, Modelo 347 y último recibo de pago a la Seguridad Social.

Los documentos a presentar para conseguir un aval en el caso de las pymes

Las pymes que quieran conseguir un aval tendrán que presentar documentos ligeramente diferentes:

  • Solicitud de aval.
  • Escrituras de constitución de la sociedad.
  • Autorización a una entidad declarante para solicitar el informe a la C.I.R.B.E.
  • Impuesto de Sociedades de los dos últimos ejercicios cerrados.
  • Declaración de ayudas públicas recibidas o solicitadas.
  • Balance y Cuenta de Pérdidas y Ganancias del ejercicio en curso.
  • Resumen anual de IVA en curso, Modelo 347 del último ejercicio.

En el caso de las sociedades de reciente constitución, deben presentar su plan de negocio. En éste debes describir tu actividad y productos o servicios, incluyendo un estudio de mercado y un análisis de la competencia. Tendrás que presentar, además, el plan de inversión, con la previsión de los resultados a tres años para demostrar que tienes un modelo de negocio sólido que te permita devolver el préstamo.

Ten en cuenta que la SGR valorará positivamente que estés incursionando en un sector en auge. Contar con un proyecto de internacionalización o con planes para invertir en I+D son otros factores que inclinarán la balanza a tu favor. También se valora positivamente la formación profesional y la experiencia laboral en el sector.

Pasos a seguir para conseguir un aval

En la actualidad, gracias a la digitalización, conseguir un aval se ha convertido en un trámite muy sencillo que puedes realizar desde tu hogar o puesto de trabajo. Primero necesitas elegir la SGR que opere en tu Comunidad Autónoma o, en su defecto, CREA SGR, una entidad especializada en los sectores audiovisual, cultural, contenidos digitales, juego, ocio, entretenimiento y deporte a nivel nacional.

Las SGR brindan la posibilidad de presentar la solicitud online. Para ello, tendrás que registrarte en su plataforma www.conavalsi.com y rellenar todos los datos, además de elegir el tipo de aval que necesitas, ya sea técnico o financiero.

En el caso del aval financiero, por ejemplo, cuando indiques el importe y plazo podrás ver el tipo de interés orientativo que se aplica, la comisión del aval y de estudio, así como el depósito reembolsable, pues tendrás que hacerte socio de la SGR adquiriendo participaciones en un porcentaje equivalente al importe que deseas avalar, aunque podrás recuperar ese dinero cuando termine la operación.

Luego, tendrás que adjuntar la documentación solicitada. Una vez que presentes la solicitud, los expertos de la SGR valorarán tu petición. Si consideran que es viable, te informarán de manera más detallada sobre los costes de la operación y autorizarán la concesión del aval. En ese punto, no queda más que formalizarlo.

Categoría: Negocios
Proceso de ventas

Si estás comenzando una actividad empresarial o tienes una idea de negocio, dejar todo en manos de la suerte o la inspiración no es una buena idea. Para tener éxito, necesitas dominar algunos conceptos fundamentales del marketing. Saber qué es el proceso de ventas y cuáles son sus fases te permitirá diseñar un embudo de ventas eficaz que aumente las conversiones.

Podrás determinar cuánto tiempo necesitan tus clientes potenciales para pasar por cada etapa del proceso de ventas y optimizar el trabajo del equipo de marketing y ventas, para que se enfoquen en los leads cualificados con mayor potencial de conversión. Como resultado, podrás realizar previsiones económicas más precisas de cara al futuro y plantearte objetivos de ventas más realistas.

¿Qué es el proceso de ventas?

El proceso de ventas es la secuencia de fases necesaria para convertir las oportunidades en una venta, desde que se genera un lead hasta que se concluye el negocio. Obviamente, todos los procesos de venta no son iguales ni siguen las mismas etapas, depende del tipo de negocio, la naturaleza de los productos o servicios e, incluso, del perfil del cliente.

Si trabajas como autónomo, es probable que realices más ventas transaccionales, de manera que cada venta se concluirá durante el contacto con un cliente. Si tienes una pyme, es posible que realices ventas complejas, con un ciclo más largo, que demandan más planificación.

Las características del proceso de ventas ideal

Cada negocio es único, de manera que debe diseñar un proceso de ventas que responda a sus características y satisfaga las necesidades de su público objetivo, pero en términos generales debe cumplir estos requisitos:

  • Centrado en el cliente. Los consumidores actuales tienen acceso a una gran cantidad de información sobre los productos y a un universo prácticamente infinito de opciones en Internet, de manera que las empresas deben alinear las fases de su proceso de ventas con los hábitos de compra de sus clientes, poniéndolos en el centro de su estrategia de marketing.
  • Orientado a objetivos. Es importante establecer de antemano los objetivos y resultados que se espera alcanzar en cada etapa del proceso de ventas y durante el paso de una fase a otra, para poder dar seguimiento a la actividad del equipo de ventas y cambiar todo aquello que no funcione.
  • Comprensible. Un proceso de ventas eficaz debe ser fácil de comprender para todas las partes implicadas. Tanto los agentes de ventas como los especialistas en marketing deben entender cada etapa y elemento del proceso, por lo que es fundamental definir claramente las acciones necesarias para eliminar todo tipo de ambigüedad y reducir los errores.
  • Replicable. Las fases y acciones del proceso de ventas tienen que ser lo suficientemente estandarizadas y generales como para poder repetirlas en diferentes circunstancias y escenarios de ventas sin tener que aplicar cambios sustanciales.
  • Flexible. Al definir las fases del proceso de ventas, también es necesario prever cierto margen para los imprevistos, las necesidades cambiantes del negocio o las peticiones específicas de los clientes, por lo que debe admitir pequeñas modificaciones para adaptarse a las peculiaridades de las distintas operaciones de ventas.
  • Medible. Todo proceso de ventas debe incluir acciones y actividades que se puedan medir a través de indicadores clave de rendimiento, para garantizar el cumplimiento de los objetivos y facilitar la mejora.

¿Cuáles son las fases del proceso de ventas?

1.     Prospección

En esta primera etapa del proceso de venta tienes que buscar a tus clientes potenciales. Puedes comenzar identificando a las personas que llegan a tu sitio web, te siguen en las redes sociales o comentan en tu blog. También puedes usar plataformas como LinkedIn o Quora, sobre todo si trabajas directamente con profesionales.

Todas esas personas no se convertirán en clientes, debes identificar a tu prospecto. El prospecto es un cliente potencial que podría estar interesado o, incluso, listo para comprar tus productos o contratar tus servicios. Se trata de aquellos consumidores que tienen una necesidad que puedes satisfacer, poseen la capacidad económica para comprar y/o tienen poder de decisión en su empresa, un detalle fundamental si vendes a otras pymes.

2.     Acercamiento

Antes de realizar una llamada de ventas en frío o enviar un correo electrónico, es importante que conozcas mejor a tus clientes potenciales. Por eso, en esta etapa del proceso de venta debes profundizar en el prospecto y familiarizarte con sus necesidades, hábitos e intereses. Puedes comenzar con datos básicos como el nombre, edad, género, profesión e intereses.

Para crear esa base de datos, puedes usar tu sitio web diseñando un lead magnet que aporte valor a los visitantes y los anime a rellenar un formulario en el que te brinden esos datos básicos. Una estrategia eficaz consiste en ofrecer un ebook o whitepaper sobre un tema que les interese o diseñar una oferta exclusiva para los clientes que se suscriban.

3.     Calificación

Esta fase del proceso de ventas es esencial porque te permitirá optimizar tus recursos y energía. La calificación de leads es un proceso mediante el cual decides si el prospecto puede convertirse en un cliente o no. En práctica, analizas si es probable que avance en el embudo de ventas. Al detectar en tu base de datos los leads que tienen más probabilidades de comprarte un producto o contratar un servicio, podrás enfocar tu atención en ellos.

Para calificar los leads, puedes preguntarte si coinciden o se acercan al perfil de tu cliente ideal. Ten en cuenta sus necesidades y prioridades, el presupuesto del que disponen y la autoridad dentro de la empresa, en caso de que trabajes con otras pymes. Puedes evaluar su interés por tus productos o servicios analizando el nivel de interacción en las redes sociales, el número de veces que visitan tu web, la tasa de apertura de correos electrónicos o las descargas de contenidos.

También es importante que determines en qué etapa del proceso de compra (atención, investigación, decisión o acción) se encuentran los leads que te interesan. Por ejemplo, es probable que un usuario que consulte la página de precios esté muy adelantado en el embudo de ventas, en la fase de decisión o acción, mientras que un usuario que solo ha visitado un par de veces tu web puede estar en la fase de atención o investigación.

4.     Presentación de la oferta

En esta fase de la venta, debes usar la información que has recopilado sobre tus clientes potenciales para segmentarlos y crear diferentes mensajes que se adapten a sus perfiles, tomando en consideración en qué punto del embudo de ventas se encuentran. Por ejemplo, un lead que se encuentre en la etapa de atención o investigación necesitará más información para tomar su decisión, mientras que otro que se halle en etapas más avanzadas estará listo para escuchar tu solución.

Para poner en marcha esta estrategia, puedes recurrir a diferentes canales de comunicación, como contactar mediante el correo electrónico, hacer una llamada telefónica o solicitar una cita presencial. Elige el canal más adecuado según las características de tu producto o servicio y las preferencias de tu cliente potencial, pero asegúrate de dejar claro cómo tu producto o servicio puede satisfacer su necesidad o solucionar su problema.

La presentación de la oferta no suele ser el momento más oportuno para presionar. En cambio, puedes aprovechar esa interacción para obtener más datos que enriquezcan el perfil de ese leadEn esta fase del proceso de ventas, tu objetivo será lograr que esa persona tenga en cuenta tus productos o servicios a la hora de tomar la decisión final.

5.     Negociación

En esta etapa de la venta, el cliente potencial ya tiene la información sobre tus productos o servicios, de manera que tendrás que convencerle de que son la mejor opción para satisfacer sus necesidades o resolver su problema. Si vendes directamente a los consumidores, lo más importante es disminuir su percepción de riesgo. Si los consumidores perciben que existe un riesgo elevado de equivocarse en su elección, preferirán no comprar. Brindar una garantía amplia o un reembolso son estrategias eficaces para vencer esa resistencia.

Si trabajas con profesionales o pymes, es probable que en esta fase de la venta el prospecto te plantee objeciones, preguntas o dudas. No es algo negativo, sino un indicador de que tiene interés y necesita más información antes de tomar su decisión de compra. Para gestionar las objeciones, puedes aplicar el método LAER.

El primer paso es mostrar una preocupación auténtica, escuchando y validando sus objeciones. El segundo paso consiste en explorar esas preocupaciones, ya que en algunos casos el prospecto puede levantar una cortina de humo o, incluso, no declarar explícitamente su “problema”. Algunos clientes potenciales, por ejemplo, pueden poner el precio como excusa o decir que no están interesados, pero en realidad temen que el servicio les decepcione. Cuando detectes la objeción real, el último paso es elaborar una respuesta dirigida a calmar esa inquietud.

6.     Cierre de la venta

En algunos casos, no basta con que el prospecto acepte la compra, necesitaréis seguir negociando otros detalles, como las condiciones de entrega o los plazos de pago. No es raro que muchas ventas se esfumen precisamente en esta etapa porque ambas partes no logran ponerse de acuerdo en detalles esenciales que pueden representar un coste añadido para la pyme o el autónomo.

Por tanto, afronta esta etapa del proceso de venta con calma y, si es necesario, pide permiso al prospecto para volver a contactarlo con más detalles. También puedes poner en práctica diferentes técnicas de cierre de ventas para acelerar el proceso, desde asumir que el trato ya está atado hasta usar una serie de preguntas para conseguir el “sí” definitivo.

7.     Servicio de postventa

El proceso de ventas no termina cuando se cierra el trato o se produce la venta. Fidelizar a un cliente es fundamental para lograr que haga compras recurrentes. De hecho, a las pymes les cuesta seis veces más conseguir un cliente nuevo que retener uno antiguo. Para ello, debes brindar un buen servicio de postventa. 

Tu cliente debe saber que estarás ahí para solucionar cualquier problema, lo cual sentará las bases para crear una relación de confianza que, más adelante, te permitirá ofrecerle otros productos o servicios. También es vital que sepas si le gustó el producto o se siente satisfecho con el servicio, ya que esa retroalimentación te permitirá mejorar tus ofertas de cara al futuro. Además, un cliente satisfecho es sinónimo de buenas referencias que harán crecer tu negocio.

Las claves para diseñar un proceso de ventas que sea realmente eficaz

  • Define tus objetivos desde el inicio. Para encontrar la mejor hoja de ruta para tu negocio, primero debes saber a qué punto quieres llegar. Por consiguiente, antes de diseñar los pasos del proceso de ventas necesitas definir los objetivos que deseas alcanzar en cada etapa. Por ejemplo, puedes comenzar con objetivos como acelerar la fase de calificación o aumentar la captación de leads cualificados.
  • Involucra a tus equipos de trabajo. Antes de definir objetivos para tus equipos de ventas, marketing o diseño de productos, es importante que los involucres para conocer su punto de vista. Su experiencia te proporcionará una información muy valiosa para saber si las metas que te planteas son realistas o necesitas ajustarlas, así como para comprender mejor el recorrido del cliente, sus necesidades y principales objeciones.
  • Determina las acciones del proceso de venta. Para empezar, puedes usar una plantilla de diagrama de flujo del proceso de ventas adaptándola a las características de tu negocio, el sector donde operas y, sobre todo, los recorridos típicos de los clientes. Analiza qué pasos han funcionado en el pasado y cuáles no aportaron mucho valor. Ten en cuenta las fases en las que se producen más abandonos y las acciones que contribuyen a que esos leads avancen a lo largo del embudo de ventas.
  • Prueba, evalúa y modifica. Una vez que hayas creado un proceso de ventas, impleméntalo y dale seguimiento. Cuando los equipos de marketing y ventas sigan el proceso, pídeles que analicen cómo responden los leads a cada elemento. Así podrás identificar las acciones que funcionan y aquellas que debes modificar para alcanzar los resultados esperados.

Categoría: Marketing
Open Innovation

Hace unos años, las empresas que querían innovar solo contaban con sus recursos, de manera que el tiempo, el dinero y el talento se convertían en grandes obstáculos para la creatividad, lastraban su potencial y, a menudo, les impedían aprovechar nuevas oportunidades. La Open Innovation ha cambiado esa realidad. Ese modelo anima a las empresas a buscar apoyo fuera de su ámbito organizacional para que puedan reaccionar con mayor rapidez a los cambios del mercado y operen de manera más eficaz.

¿Qué es la Open Innovation exactamente?

El uso del término Open Innovation ha sido promovido por Henry Chesbrough, profesor de la Escuela de Negocios Haas de la Universidad de California. Originalmente se utilizó para referirse a un paradigma en el que las empresas recurren tanto a ideas internas como externas, siguiendo caminos propios o de terceros para insertarse en el mercado y avanzar en su desarrollo tecnológico.

No obstante, con el paso del tiempo, el concepto de Open Innovation ha ido perfilándose mejor y ahora se refiere a un proceso de innovación distribuido, basado en flujos de conocimientos que la organización gestiona utilizando diferentes mecanismos en consonancia con su modelo de negocio. De esta manera, la innovación deja de ser un proceso que ocurre únicamente en la empresa, para incluir a los consumidores creativos y a las comunidades de usuarios innovadores.

En práctica, las empresas que se adscriben al paradigma de la innovación abierta no solo tienen en cuenta las ideas de sus empleados, sino también aquellas que provienen de fuentes externas. Se abren a la participación de diferentes agentes para desarrollar soluciones, afrontar retos y resolver problemas de manera más eficaz. 

El cambio de paradigma que supone la Open Innovation

El modelo cerrado de innovación que solían seguir las empresas solo permitía poner en marcha pocos proyectos, ya que existían límites al conocimiento científico y tecnológico del que disponía la organización. Cuando los productos pasaban esa primera etapa, comenzaba la fase de desarrollo. Como resultado, al mercado llegaban muy pocos proyectos y, a menudo, con gran retraso. Todo ello con un gran coste.

El modelo de innovación abierta no es lineal, los productos pueden entrar y salir del mercado en diferentes momentos de cada una de sus fases de desarrollo. Además, prevé diferentes estrategias de lanzamiento.

Las empresas que sigan el enfoque de plataformas de la Open Innovation, por ejemplo, pueden introducir un producto parcialmente completado en el mercado para proporcionar un marco o conjunto de herramientas a los contribuyentes, los cuales amplían la funcionalidad del producto y, por ende, su valor general, una estrategia común en el desarrollo de APIs.

En cambio, los modelos de Open Innovation basados en el concurso de ideas promueven la implementación de un sistema que fomenta la competitividad entre los contribuyentes, premiando las presentaciones más valiosas, como ocurre en un hackathon o en las iniciativas de crowdsourcing. De esta forma las empresas tienen acceso a una gran cantidad de ideas innovadoras y pueden profundizar en las necesidades de sus clientes o colaboradores a un coste asequible.

Las ventajas de la Open Innovation para las empresas

-          Reducir los costes que implican las fases de investigación y desarrollo de nuevas ideas y productos, así como gestionar de manera más eficaz el tiempo que conlleva dicho proceso.

-          Optimizar y acelerar la fase de desarrollo de producto aumentando la productividad, ya que al externalizar algunos de los procesos, el personal interno puede enfocarse en las tareas que aportan más valor.

-          Incorporar a los clientes al inicio del proceso de desarrollo para conocer mejor sus necesidades, expectativas y preferencias sobre el producto o servicio que se está desarrollando.

-          Potenciar la sinergia entre innovaciones internas y externas para conseguir ideas más originales y creativas, pues cuantas más personas se unan al proyecto, más soluciones podrá obtener la empresa.

-          Realizar una investigación de mercados más precisa y orientada a los clientes que mejore las probabilidades de éxito del producto o permita descubrir nuevas oportunidades y alternativas.

-          Potenciar el marketing viral para promover los nuevos productos o servicios aprovechando los early adopters, una estrategia que reducirá los costes de publicidad.

-          Aumentar la velocidad de respuesta de la organización acelerando los procesos de trabajo, gracias a la combinación de distintos enfoques, propuestas y metodologías que agilizan la búsqueda de soluciones, lo cual le permitirá ser más competitiva en el mercado.

-          Diversificar y ampliar el talento en la empresa, ya que la construcción de redes de colaboración externas facilita la detección y contratación de nuevos profesionales con gran potencial. 

como crear un podcast para tu empresa

El podcast es un formato de audio relativamente reciente que ha ido ganando popularidad gracias al auge de plataformas como Spotify o Apple Music. En la actualidad, se estima que existen unos 621 millones de oyentes de podcasts en el mundo, un mercado que representa 13.785 millones de dólares, según Statista. De hecho, crear un podcast online es una excelente estrategia para promover tu negocio.

¿Cómo crear un podcast paso a paso?

  1. Determina los objetivos. Antes de montar un podcast debes tener claros los objetivos de negocio que quieres alcanzar. Puedes utilizar este formato para reforzar los lazos con tus clientes, por ejemplo, o para llegar a un público nuevo y ampliar tu nicho de mercado. También podrías usar el podcast para posicionarte como un referente en tu sector o como estrategia de lead nurturing para educar a las personas sobre tus productos o servicios.
  2. Dota de identidad al podcast. En Spotify hay cerca de 2 millones de podcasts, por lo que si quieres destacar, debes tener una identidad única. Piensa en un nombre atractivo que no haya sido utilizado y regístralo. Crea un logo que esté en sintonía con tu identidad corporativa o marca personal, que sirva para identificar tu podcast de un vistazo, y elige la música adecuada para las cortinillas de inicio, cambio de sección y fin de los episodios. En sitios como Jamendo podrás adquirir una licencia de por vida para utilizar la música.
  3. Elige un tema por episodio. Lo ideal es que cada podcast se enfoque en un tema único. De esta forma, podrás abordarlo con mayor profundidad y aportar valor al público que te escucha. Una estrategia para elegir temas interesantes consiste en realizar encuestas en las redes sociales o vía email para conocer las dudas, inquietudes y problemas de tu público objetivo.
  4. Determina la estructura del podcast. Un podcast desestructurado suele ser caótico y genera confusión. En cambio, la estructura aporta coherencia, claridad y ayuda a conectar con la audiencia. Los detalles del esquema dependerán del formato que elijas - entrevista, monólogo o diálogo - pero en sentido general debe contar con una introducción, un cuerpo en el que se desarrolle el tema, con alguna pausa o intermedio, así como una recapitulación de los puntos principales abordados y un cierre.
  5. Elabora el guion. Antes de comenzar a grabar, lo ideal es que escribas un guion o al menos anotes los puntos principales que vas a abordar en el podcast, los conceptos que no pueden faltar y los datos más relevantes para asegurarte de que son correctos. Así, podrás mantener el hilo conductor, evitarás quedarte en blanco y avanzarás más rápido en la edición. Recuerda que, como regla general, seguir un estilo sencillo, directo y claro suele ser la mejor opción para conectar con la audiencia.
  6. Prepara el equipo técnico. Para crear un podcast online no es necesario tener una formación en ingeniería de audio, pero si quieres ofrecer un producto de calidad, debes contar con un buen equipo para grabar. Además del ordenador, debes tener un micrófono dinámico con conexión USB, el cual te garantizará un proceso de grabación más fluido y una mayor calidad de sonido. Aunque no es obligatorio, usar unos auriculares de estudio te ayudará a evitar errores y realizar repeticiones.
  7. Edita el podcast. Tras grabar el podcast, tendrás que editarlo para conferirle calidad más profesional. En esta fase puedes eliminar los sonidos ambientales indeseados, cortar las pausas largas, corregir los desniveles del audio para equilibrar las voces o eliminar cualquier error. La edición también es el momento para incluir las pistas sonoras. Para ello, necesitarás un software de edición de audio y grabación de sonido digital, como Audacity, uno de los más sencillos e intuitivos que existen en el mercado, además de ser gratuito.

Por último, sube los episodios a alguna plataforma de podcast online, como Spotify for Podcasters, Ivoox, TuneIn o Apple Podcasts. Así podrás gestionar mejor los episodios, facilitar el acceso al contenido a tu audiencia, dar seguimiento a los indicadores clave de rendimiento o, incluso, ganar nuevos oyentes.

Categoría: Marketing
Tipos de contratos en comercio internacional

Cuando una empresa decide dar el paso hacia la internacionalización, no solo debe tener en cuenta los factores logísticos, sino también los detalles legales. Los contratos internacionales son una herramienta para solventar las disparidades legislativas y lograr que las relaciones comerciales fluyan mejor, de manera que las empresas puedan realizar transacciones y hacer negocios con más seguridad y eficacia. De hecho, si estás pensando en operar fuera de las fronteras nacionales, debes conocer los principales tipos de contratos del comercio internacional.

Las principales características de los contratos internacionales

  • Consensual. El contrato internacional se basa en el acuerdo de las voluntades del importador o exportador y el vendedor o comprador, que coinciden en la integridad de las condiciones del mismo, desde el precio y los plazos de entrega hasta las características de la mercancía o la forma de resolver un conflicto.
  • Bilateral. El contrato internacional supone la existencia de una prestación y contraprestación, por lo que implica un intercambio que acarrea obligaciones para todas las partes intervinientes.
  • De libre discusión. En los contratos internacionales se prevé que las partes actúen en igualdad de situaciones, de manera que lleguen a un acuerdo mutuo sin recibir presiones de ninguna índole, aunque cada parte puede defender sus intereses, así como analizar, discutir y negociar los términos del contrato.
  • Nominado. A pesar de que el contrato es, por denominación, un acuerdo o pacto entre dos o más partes bajo la forma que determinen, el contrato internacional se encuentra regulado de manera precisa por la Convención de las Naciones Unidas sobre los contratos de compraventa internacional de mercaderías, suscrito en Viena en 1980.
  • Oneroso. El contrato internacional genera una ventaja o utilidad para las partes que intervienen, de manera que ambas adquieren obligaciones y reciben beneficios. Este tipo de contratos también suele suponer que el deudor tiene la obligación de amparar o indemnizar al acreedor por vicios ocultos o privación de la mercancía.
  • Conmutativo. En los contratos de comercio internacional las obligaciones o prestaciones quedan claras desde el inicio, de manera que ambas partes son conscientes de sus deberes y beneficios.
  • De ejecución instantánea. Las obligaciones emergentes de un contrato de comercio generalmente se cumplen en un solo momento, cuando el vendedor trasfiere la mercancía y el comprador la adquiere. Sin embargo, en el comercio internacional también pueden firmarse acuerdos sucesivos en ambas partes o una de ellas se compromete a realizar prestaciones periódicas y sucesivas, como cuando un importador mantiene lazos comerciales con un exportador a lo largo del tiempo.

Los tipos de contratos internacionales más comunes

  1. Contrato de compraventa

  2. Es el contrato internacional más habitual, sobre todo en las pymes que están dando sus primeros pasos fuera de España. Este tipo de contrato de compraventa internacional es el que se utiliza cuando se entregan bienes o servicios. Recoge qué clase de producto se entrega y describe sus características, número de unidades, modo de envasado y embalaje, así como su etiquetado.

    En este contrato de compraventa internacional también se debe indicar el plazo para recoger el producto cuando se recibe la orden de compra, el precio y el método de pago, así como las condiciones del mismo. También incluye los Incoterms, las normas que determinan las condiciones de entrega de la mercancía y delimitan los derechos y obligaciones de las respectivas empresas.

  3. Contrato de franquicia

  4. Este tipo de contrato de comercio internacional se utiliza cuando un franquiciador cede el uso de su marca y comparte su saber hacer con un asociado, a cambio de una compensación económica. Este documento refleja las obligaciones de ambas partes, desde el uso de la marca y la formación y asistencia, hasta las condiciones de suministro o el compromiso de no competencia.

    Especiífica, además, las características de la estructura que el asociado creará en su mercado y la posibilidad de establecer una multifranquicia o subfranquiciar la actividad a terceros. Las cláusulas de este contrato internacional suelen prever el calendario de aperturas, establecer topes máximos de precios para los productos o servicios, y determinar el sistema de control sobre la gestión del franquiciado.

  5. Contrato de distribución

  6. Este tipo de contrato de comercio internacional se utiliza cuando un fabricante llega a un acuerdo con otra empresa que adquirirá el producto y se encargará de comercializarlo en una zona geográfica determinada, asumiendo los riesgos que impliquen las operaciones. En este documento, se determinan las condiciones de compraventa de los productos, el modo de entrega y el plazo de pago.

    Además, refleja el periodo de garantía concedido, las características del servicio de posventa, así como el stock y los recambios mínimos que el distribuidor debe tener en todo momento. Las cláusulas de este contrato internacional también recogen un acuerdo de exclusividad y no competencia, un volumen mínimo de ventas que la empresa comercializadora debe cumplir, así como una obligación de confidencialidad sobre la propiedad industrial.

  7. Contrato de agencia

  8. Este tipo de contrato internacional se utiliza para regular la relación entre una empresa que encarga a otra agencia la promoción de ciertos productos o servicios en un territorio geográfico concreto para aumentar su cartera de clientes, a cambio de una remuneración económica. En este documento, se especifican los productos o servicios con los que se trabajará, las actividades a desempeñar y el territorio de actuación.

    Las cláusulas de este contrato internacional también suelen incluir una prohibición de competencia y los derechos de exclusividad de ambas partes, regulando además el uso de la marca e indicando la prohibición de divulgar secretos comerciales. También debe indicar si el agente está autorizado a firmar contratos en nombre de la empresa o a recibir pagos de los clientes, especificando los incumplimientos que dan pie a la rescisión del contrato.

  9. Contrato de joint venture

    Este contrato internacional regula la relación entre las empresas que se unen para alcanzar objetivos comerciales comunes. Las cláusulas principales se enfocan en precisar qué aporta cada empresa, ya sea en términos de capital, tecnología, materia prima, canales de distribución, saber hacer o productos.

    Asimismo, establece las obligaciones fiscales y la distribución de beneficios, especificando el procedimiento y las reglas del reparto según las aportaciones. Se recoge el sistema de financiación y se determina el cuórum necesario para tomar decisiones importantes. Además, suele establecer obligaciones de confidencialidad y prohibición de competencia entre las empresas.

Los aspectos más relevantes al redactar contratos internacionales

Los contratos internacionales proporcionan protección legal, ya que especifican las obligaciones de cada parte e incluyen los términos y las condiciones de pago, pero es fundamental que estén bien redactados y contengan todos los términos y disposiciones necesarios. Por esa razón, es importante que las empresas implicadas:

  • Certifiquen la legitimidad de las partes antes de celebrar el contrato, para cerciorarse de que la empresa extranjera realmente está registrada y autorizada para hacer negocios en su país de origen, además de estar al corriente en sus obligaciones tributarias.
  • Especifiquen los deberes, obligaciones y responsabilidades para que no quede espacio a dudas y malinterpretaciones. Para evitar disputas, el contrato internacional debe detallar los deberes de cada una de las partes implicadas y especificar los INCOTERMS que se aplicarán.  
  • Determinen el ámbito geográfico, en caso de que la capacidad de una de las partes para participar en el negocio se limite a una zona geográfica específica, algo común en los contratos de franquicias y distribuidores.
  • Detallen las características de la comunicación para que las relaciones comerciales lleguen a buen puerto. El contrato debe indicar desde la frecuencia de las comunicaciones hasta los contactos dentro de cada empresa, el canal de comunicación y el idioma o idiomas que se utilizarán.
  • Definan la vigencia prevista del contrato, ya sea un evento único, un acuerdo sujeto a renovación anual o un contrato en curso que se prolongará por años, ya que así se evitan posibles disputas por una rescisión prematura del contrato.
  • Determinen las causas de terminación del contrato o, si es posible, rescindir el mismo unilateralmente sin aducir ninguna razón. Este aspecto es especialmente importante en los contratos de distribución exclusiva, pues en ocasiones su terminación puede implicar un desembolso sustancial.
  • Fijen la legislación aplicable para interpretar y ejecutar el contrato, así como en el caso de que se produzca una disputa entre las partes y sea necesario acudir a los tribunales. Además de la ley y el método de resolución de disputas, el contrato debe incluir el lugar elegido para resolverlas.
Categoría: Internacionalización
Nearshore

La globalización provocó una profunda reestructuración de las economías en todo el mundo, impactando en diferentes áreas de las organizaciones, sobre todo en la gestión de las cadenas de suministro, la manufactura y los servicios. Como resultado, las industrias de los países más desarrollados, en especial Estados Unidos y las naciones europeas, deslocalizaron gran parte de su proceso productivo, apostando por un modelo offshore.

Sin embargo, los tiempos están cambiando y, aunque las empresas siguen sufriendo la presión de reducir costes para ser más competitivas en un mercado global saturado, se está apreciando un fenómeno diferente: enearshore. Esta alternativa ha cobrado auge en las dos últimas décadas, fundamentalmente de la mano de empresas del Reino Unido, Francia, Italia y Dinamarca.

¿Qué es el nearshore?

El nearshore, también conocido como nearshoring, es un tipo de subcontratación o externalización de algunos de los servicios o actividades de la empresa hacia países que permiten reducir gastos, generalmente debido al menor coste salarial, aunque también puede ser conveniente por las materias primas de mayor calidad, ciertas ventajas fiscales o el acceso a habilidades técnicas.

A diferencia del offshorela empresa que elige el nearshore se decanta por países cercanos para beneficiarse de su proximidad geográfica, los vínculos económicos y políticos, así como las similitudes culturales y legales. En Europa, los principales destinos nearshore son: España, Portugal, República Checa, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Rumanía y Bulgaria.

Siete ventajas del nearshore para tu pyme

Un estudio sobre los procesos de deslocalización y relocalización de las empresas reveló que los negocios que eligieron el modelo offshore tardan una media de 12,6 años en relocalizar su producción o realizar el nearshoring. Sus principales motivaciones son: reducir los costes, optimizar la estrategia de negocio y acceder a la tecnología.

De hecho, la disponibilidad de las nuevas tecnologías está influyendo en la decisión de acercar la producción a la empresa matriz, puesto que contribuye a disminuir drásticamente los costes operativos de la manufactura y, al mismo tiempo, demanda personal más cualificado, que posea habilidades y conocimientos tecnológicos más especializados.

Por consiguiente, las ventajas del nearshore son cada vez más interesantes para las empresas:

  1. Ahorro de costes

  2. El 80 % de las empresas que se deslocalizan pretenden ahorrar costes, según señaló un estudio realizado en la Universidad de NavarraEl principal beneficio del nearshore es que permite disminuir los costes fijos, sobre todo en términos de salarios y cargas sociales. Con esta estrategia de outsourcing podrás tener una plantilla más pequeña y dedicar menos tiempo y recursos a la gestión del personal, lo cual representa un ahorro por partida doble.

    El nearshore también representa un ahorro adicional en términos de instalaciones, ya que, al contar con recursos remotos, podrás reducir los costes que implica mantener unas instalaciones físicas en el país de la empresa matriz.

  3. Proximidad geográfica

  4. El nearshore representa una doble ventaja para las empresas. Por una parte, la cercanía geográfica permite ahorrar costes en el envío de mercancías, así como evitar los típicos obstáculos y tasas aduaneras que se generan al comerciar con países fuera de la Unión Europea. También implica una reducción del tiempo de transporte y un servicio más eficaz al cliente.

    Por otra parte, el hecho de que no existan más de tres o cuatro horas de diferencia, facilita la comunicación y el control de los tiempos, además de ser un factor esencial para empresas que necesitan un call center, por ejemplo.

  5. Potencia el crecimiento de la empresa

  6. El ahorro económico que representa el nearshore se puede reinvertir en otras áreas del negocio para hacerlo crecer. La externalización de algunos servicios también te permitirá ganar escalabilidad, de manera que podrías poner en marcha una estrategia de internacionalización sólida que incremente los ingresos de tu pyme.

  7. Mayor competitividad

  8. La posibilidad de externalizar algunos de los procesos confiere una estructura más flexible a tu negocio, por lo que podrás responder de manera más ágil a los cambios del mercado. Eso te permitirá ser más competitivo en comparación con las grandes empresas que tienen estructuras más rígidas. Además, la reducción de costes que implica el nearshore te brinda la posibilidad de bajar los precios y ganar una mayor cuota de mercado.

  9. Supervisión y calidad

  10. Cuando una empresa se deslocaliza, el equipo de trabajo se encuentra lejos, de manera que el acceso es más limitado, lo cual puede afectar a la eficiencia de la estructura de gobernanza. Sin embargo, la cercanía geográfica que aporta el nearshore permite estar más cerca del equipo, por lo que es más fácil supervisar su trabajo y garantizar los estándares de calidad necesarios.

    De hecho, un estudio realizado en los centros de llamadas reveló que, en el 45 % de los casos, la calidad del servicio se ve afectada por el offshoring. Las ubicaciones lejanas pueden tardar el doble en resolver una consulta, lo cual afecta a la calidad del servicio. En cambio, el modelo nearshore mejora la calidad del servicio y, por ende, el nivel de satisfacción de los clientes.

  11. Atraer talento

  12. El modelo nearshore ya no se limita a la manufactura, también está llamando la atención de las empresas tecnológicas. De hecho, es una alternativa muy interesante para ampliar su fuerza laboral captando talento de países cercanos. Además, tener una cultura o idioma similar facilita la integración de esos profesionales en el flujo de trabajo de la empresa matriz, reduciendo el periodo de inserción.

  13. Similitudes culturales y lazos económicos

  14. Las diferencias culturales e idiomáticas pueden convertirse en un obstáculo sustancial para las empresas. En cambio, tener una cultura similar facilita el proceso de externalización, contribuyendo a evitar retrasos, problemas de comunicación y malentendidos.

    La existencia de lazos económicos entre los países también agiliza el proceso burocrático. Si el país que eliges para el nearshore cuenta, además, con una normativa mercantil y fiscal similar a la que se aplica en España, evitarás sanciones por el desconocimiento de la ley.

¿Qué servicios puedo contratar como nearshore?

La tecnología informática, los call centers y la contabilidad son las actividades más deslocalizadas, aunque eso no significa que no puedas apostar por el nearshore para externalizar otras operaciones de tu pyme. Puedes contratar los servicios nearshore para:

  1. Externalizar los servicios secundarios que no forman parte del núcleo duro de tu negocio.
  2. Externalizar los servicios que utilizas de manera puntual, de manera que no tiene sentido contratar a personal para que se encargue de ellos.
  3. Externalizar los servicios que no puedes asumir por cuestiones económicas, ya que sería mucho más costoso formar y mantener al personal para lograr la misma calidad que puede brindarte una empresa nearshore por un precio más competitivo.

¿Qué empresas están apostando por el nearshore?

Inditex y Mango son dos grandes empresas españolas que aplican el nearshore. Ambas han incorporado a Turquía como parte del engranaje de sus cadenas de valor. Inditex, por ejemplo, ha reducido su apuesta offshore en países como China, Camboya y Bangladés para aumentar en más de un 6 % el número de proveedores y en casi un 2 % sus fábricas en Turquía en 2020.

Mango también mantiene una fuerte alianza con Turquía, sobre todo desde el punto de vista productivo. En la actualidad, cuenta con 210 fábricas en dicho país, que se ha convertido en su segundo proveedor. De hecho, esta empresa textil tiene un 40 % de su producción en cercanía.

Fexco, una fintech que proporciona servicios de tecnología financiera con sede en Irlanda, es otro ejemplo de nearshoring en España. En 2016, necesitaba modernizar su base tecnológica y reemplazar su software, heredado en las instalaciones, con soluciones basadas en la nube, de manera que contrató a desarrolladores de España y Polonia, con los que todavía mantiene equipos internos trabajando en varios proyectos.

Categoría: Internacionalización
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