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La gestión de las facturas es uno de los principales dolores de cabeza de muchos autónomos y pymes españolas. Desde 2017 el periodo medio de pago ha ido aumentando, hasta llegar a ser de 88 días, sobre todo cuando los clientes son grandes empresas, de las cuales solo el 12,54 % pagan con puntualidad, según reveló el informe sobre el Comportamiento de Pago de las Empresas Españolas. El factoring es una estrategia interesante para obtener la liquidez que necesitas sin asumir deudas.
¿Qué son las empresas de factoring?
El factoring es una operación mediante la cual la empresa cede sus facturas a otra compañía para que esta gestione los cobros. La empresa que transfiere las facturas se denomina “cedente” y quienes las cobran son las “empresas de factoring” o “factor”. Para realizar esa operación y asumir el riesgo que representan los impagos, la empresa de factoring cobrará un porcentaje de comisión sobre las facturas.
Cinco ventajas de contratar a una empresa de factoring
Obtienes liquidez inmediata
La ventaja más evidente del sistema factoring es que genera una liquidez inmediata. No tienes que esperar hasta que tus clientes paguen ni tendrás que gestionar pagarés para financiar las operaciones, podrás cobrar las facturas apenas las emitas.
Externalizas el cobro de las facturas
El factoring es un servicio externo de gestión del cobro de las facturas, por lo que no tendrás que dedicar recursos adicionales a estas operaciones, lo que te permitirá enfocarte en los procesos esenciales de tu negocio.
Disminuyes el riesgo
La posible insolvencia de los clientes no representa un peligro para tu negocio ya que la empresa de factoring suele asumir ese riesgo. Se trata de un detalle importante ya que el 64 % de las empresas españolas sufre las consecuencias de la morosidad, el 27 % afronta impagos significativos y el 9 % corre riesgo de cerrar por esta razón. La empresa de factoring también asumirá los riesgos que entrañan los pagos en monedas extranjeras, debido a los cambios negativos en el mercado de divisas.
No contraes deudas
A diferencia de las líneas de crédito o los préstamos para hacer frente a la necesidad de liquidez, con el factoring no generarás deudas. Así el balance de tu negocio estará saneado y te resultará más fácil obtener un crédito en el futuro, si lo necesitas.
Cuentas con asesoramiento financiero y comercial
Las empresas de factoring no se encargan únicamente del cobro de las facturas, también brindan servicios financieros y comerciales. El análisis de tu cartera de clientes y el riesgo que implica puede servirte como punto de partida para mejorar o elegir mejor a tus clientes.
¿Cómo funciona el sistema factoring?
La empresa de factoring analizará en profundidad al cedente y sus clientes, para asegurarse de que sean solventes y pueda cobrar las facturas de las que se va a hacer cargo. Luego el factoring se formaliza a través de un contrato, en el que se determinan los clientes con los que se trabajará, se brinda la autorización para el cobro de las facturas y se precisan los servicios que ofrecerá la empresa de factoring.
Ese contrato implica, por una parte, una condición de exclusividad ya que no puedes ceder las facturas a otra empresa y, por otra parte, que cedes todas las facturas a cobrar de los clientes pactados.
En este punto puedes elegir entre dos tipos de factoring:
Sin recurso
Tu negocio no tendrá ninguna responsabilidad si tus clientes no pueden hacer frente a los pagos. La empresa de factoring es quien asume las pérdidas y se encarga de gestionar los impagos. Esta modalidad de factoring es muy segura ya que te protege de la insolvencia de tus clientes, pero también es más cara ya que funciona como una especie de seguro contra impagos.
Con recurso
En esta modalidad la empresa de factoring solo gestiona y cobra las facturas de tus clientes, pero no se hace responsable en caso de impagos. Significa que tendrás que hacer frente a las pérdidas y cobrar las facturas impagadas. Si tienes clientes fiables, pero que suelen tardar en paga, es una opción interesante ya que implica menos comisiones.

Elaborar las nóminas es una de las tareas más importantes y que más tiempo demanda en la gestión laboral de una empresa. Su adecuada gestión no solo te permitirá ahorrar tiempo, sino que también repercutirá positivamente en las cuentas de tu pyme y en el ambiente laboral. Optar por un programa de nóminas te permitirá automatizar y optimizar gran parte de ese proceso, para que puedas destinar los recursos que liberas a hacer crecer tu negocio.
Ventajas de tener un programa de nóminas
Mayor eficacia y control
Con un programa de nóminas podrás llevar un control más preciso de toda la gestión laboral y las operaciones relacionadas con los empleados, para que puedas tomar mejores decisiones en esta área clave.
Reducir gastos
Los softwares de gestión laboral son muy fáciles de usar, por lo que no necesitarás contratar a un experto en recursos humanos que pase horas calculando las nóminas de los empleados. A la larga, ello implica un ahorro para tu negocio.
Disminuir los errores
Usar un programa de nóminas te ayuda a minimizar los errores humanos y trabajar de manera más eficiente. Al automatizar los cálculos y muchas de las tareas administrativas, reduces los fallos y agilizas el proceso.
Seguridad de uso.
Estos programas cuentan con un sistema de seguridad que protege la información de los trabajadores, lo cual te ayudará a cumplir con la ley de protección de datos. Además, permiten realizar copias de seguridad para salvaguardar todas las operaciones.
Actualización permanente
Muchos de los programas de nóminas están conectados al sistema RED, de manera que permiten enviar los diferentes modelos cómodamente. También te mantendrán actualizado de las novedades en el ámbito legislativo.
Los mejores programas para gestionar las nóminas en tu pyme
Nominasol. Este programa de nóminas, que funciona bajo una red local, permite múltiples usuarios, ejercicios y empresas. Te ayudará a confeccionar las nóminas, gestionar los seguros sociales, ajustar los salarios, calcular los finiquitos e incluso contempla las jornadas irregulares por horas. Además, te enviará avisos de vencimiento de contrato 20 días antes y te presenta las tablas oficiales de la Seguridad Social actualizadas.
Altai. Este programa, que funciona online y es multiempresa, te permitirá calcular las nóminas de los empleados y aplicar descuentos por préstamos o anticipos o añadir bonos y antigüedad. También genera contratos laborales y partes de accidentes, de manera que podrás dar seguimiento al movimiento del personal. Tiene opciones muy interesantes para realizar variaciones masivas en el mes, que te ahorrarán mucho tiempo y te permitirá enviar rápidamente los diferentes modelos a la Agencia Tributaria.
Sage NominaPlus. Con este programa de nóminas podrás trabajar desde tu ordenador u online. Te ayudará a dar seguimiento a los trabajadores y sus incidencias, así como a calcular los salarios y generar los pagos de manera eficiente y segura. Permite la liquidación de impuestos y seguros sociales gracias a su vínculo con el Sistema RED, que facilita la presentación telemática de los modelos.
Nómina3. Este software de gestión laboral se instala en el ordenador y permite dar un seguimiento completo a los trabajadores, desde sus vacaciones hasta las bajas médicas o la maternidad. Vinculado al Sistema RED, también facilita la presentación de los documentos de cotización a la Seguridad Social y, por supuesto, permite calcular los salarios, las pagas extraordinarias y las vacaciones.
10DiezNom. Este programa de nóminas se puede utilizar online o instalar en el ordenador. Te ayudará a calcular las nóminas a nivel individual o colectivo, teniendo en cuenta las incidencias y bonificaciones. Realiza el cálculo automático del IRPF, incluye todos los regímenes especiales, lleva las estadísticas de personal, gestiona las contrataciones de los trabajadores fijos discontinuos y genera los ficheros de cotización, afiliación y Seguridad Social a través de Sistema Red y Siltra.
Por último, recuerda que para elegir un programa de nóminas realmente eficaz debes partir de las necesidades de tu pyme. Si necesitas que varias personas accedan a la vez, por ejemplo, tendrás que decantarte por un programa multipuesto, pero si quieres acceder desde cualquier lugar y dispositivo, tendrás que elegir un programa que almacene los datos en la nube.

En un mercado cada vez más competitivo y saturado, el branding para pymes te permitirá destacar y distinguirte de tus competidores directos. Una buena estrategia de branding mejora la reputación de la marca, proyecta una imagen de confianza y facilita la fidelización de los clientes, lo cual se traduce en un negocio más sólido y, en consecuencia, un incremento de las ventas.
¿Qué es el branding?
El branding es el proceso a través del cual se construye y gestiona una marca para lograr que sea reconocible y se afiance en la mente de los consumidores. Engloba todas aquellas estrategias dirigidas a diferenciar una marca y darle una identidad corporativa, de manera que los consumidores puedan asociarla a valores específicos. El objetivo final es lograr una marca notable que aporte valor a la empresa.
Ventajas de hacer branding para tu pyme
Diferencia tu negocio dotándolo de una identidad corporativa única
El branding es una herramienta muy poderosa para diferenciar tus productos y servicios. Te ayudará a encontrar el valor diferencial de tu pyme y potenciarlo a través de una estrategia de marketing que genere conciencia de marca. A través de la estrategia de branding, podrás unificar los valores y atributos de tu marca, integrándolos bajo una identidad corporativa única que los consumidores puedan reconocer y con la cual se identifiquen.
Posiciona tu marca mostrando la dimensión más humana
El branding te ayudará a mostrar el lado más humano de tu negocio, de manera que te resulte más fácil crear vínculos emocionales con los consumidores. El objetivo de la estrategia de branding es lograr que tu marca se convierta en una ‘lovemark’. Los clientes no solo tiene que estar dispuestos a pagar por tus productos, sino que deben llegar a sentirse identificados con ellos, como han hecho exitosamente marcas como Apple o Converse.
Incrementa las ventas
El objetivo final del branding es posicionar la marca en el mercado, de manera que tu pyme incremente sus ventas. Si tu marca logra colarse en el “Top of Mind” del consumidor, tu volumen de negocio aumentará considerablemente, como demostró un estudio realizado en la United International University, según el cual la primera marca en la que piensa el consumidor es sinónimo de ventas, sobre todo cuando se trata de productos de uso cotidiano.
¿Cómo crear una marca y hacer branding para tu pyme?
Elige un nombre inolvidable
Un buen nombre facilita el recuerdo, pero un mal nombre condena la marca al olvido o, incluso, puede generar asociaciones negativas en la mente del consumidor. No es casual que grandes marcas cambiaran de nombre, como Research in Motion, que pasó a llamarse Blackberry, o AuctionWeb, que se convirtió en eBay. Por tanto, el primer paso para crear una marca es elegir un nombre único, original, atemporal y fácil de pronunciar.
Crea una identidad visual original
Los detalles gráficos de tu marca son tan importantes como el nombre, ya que muchas veces generan emociones o activan simbolismos en la mente del consumidor. Eso significa que debes asegurarte de que los colores y diseños que elijas transmitan el mensaje adecuado y puedan conectar rápidamente con tu público.
Encuentra tu propuesta de valor centrándote en tu público
¿Por qué un consumidor debería comprar tu producto? Para hacer branding en tu pyme necesitas encontrar la propuesta de valor única que te diferencia de la competencia. No pienses únicamente en los atributos que te diferencian sino en el valor y los beneficios que estos aportan a tu público ya que, al fin y al cabo, es a ellos a quienes debes convencer.
Diseña una estrategia de marketing y comunicación coherente
Una vez que hayas determinado tu propuesta de valor, la identidad visual, el mensaje que deseas transmitir y el tono que utilizarás, es importante que mantengas esa coherencia en todos los medios de comunicación que utilices, desde las redes sociales hasta los anuncios publicitarios, el packaging y el diseño del punto de venta. Así reforzarás tu identidad corporativa en la mente del consumidor.

Trabajar desde casa es una realidad cada vez más común. En España 1,43 millones de personas ya trabajan desde sus casas, según un informe de Adecco. Tener un negocio propio y gestionarlo desde casa no solo es cómodo sino también rentable, pero si no eres lo suficientemente disciplinado puedes desarrollar malos hábitos que disminuyan tu productividad y, a la larga, afecten tu calidad de vida.
Ventajas de trabajar desde casa
Ahorras costes. Trabajar desde casa implica tener menos gastos. No tendrás que alquilar una oficina, ahorrarás el coste del transporte e incluso podrás deducir una serie de gastos como autónomo relacionados con el alquiler del piso y los suministros del hogar.
Tienes flexibilidad horaria. Tener un negocio propio y trabajar en casa te brinda más flexibilidad para planificar tu jornada, de manera que podrás conciliar mejor las necesidades personales y profesionales. También evitarás los largos viajes hasta la oficina, un tiempo que puedes aprovechar para trabajar o solucionar tus asuntos personales.
Eres más eficaz. Trabajar desde casa puede aumentar en un 13 % tu productividad, según reveló un estudio realizado en la Universidad de Stanford. Es probable que puedas concentrarte más, al no estar expuesto a los ruidos y las conversaciones de la oficina. También tendrás más libertad para organizar el trabajo, aprovechando tus momentos de mayor productividad, de manera que seas eficiente.
¿Cómo trabajar desde casa sin perder la concentración?
Acondiciona tu espacio de trabajo
Aunque trabajes en casa, es importante que tengas una oficina o, al menos un lugar donde puedas tener a mano todos los documentos y materiales que necesitas. Tener un espacio acondicionado para trabajar, te ayudará a evitar las distracciones del hogar y contribuirá a que seas más productivo porque, apenas pongas un pie en esa oficina, tu cerebro entrará en “modo trabajo”. Lo ideal es que sea un sitio agradable y tranquilo donde te sientas a gusto.
Convierte la tecnología en tu aliada
Si tu trabajo demanda entregar proyectos y estar en comunicación constante con tus clientes, elegir una buena plataforma de trabajo te ahorrará tiempo y dolores de cabeza. Con opciones como Smartsheet podrás asignar proyectos, darles seguimiento y entregar documentos, de manera que el trabajo fluya con rapidez. También puedes recurrir a aplicaciones que te ayuden a planificar tu trabajo, como Google Calendar, o incluso apostar por un software de facturación y/o contabilidad para ahorrar tiempo en las tareas administrativas de tu negocio.
Sé disciplinado
Una de las principales ventajas de trabajar desde casa es la flexibilidad horaria, pero también debes ser lo suficientemente disciplinado como para ceñirte a un horario que te permita cumplir con los plazos de entrega. No es necesario que trabajes desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde, pero si tienes que trabajar 8 horas al día, debes asegurarte de que nada te perturbe durante ese tiempo.
No planifiques actividades personales a mitad de jornada
Aunque tengas un negocio propio y trabajes desde casa, lo ideal es que planifiques los asuntos personales o las citas médicas como lo harías si tuvieras que ir a la oficina; o sea, temprano por la mañana o por la tarde. Si cortas tu flujo de trabajo a mitad de la jornada, luego te resultará más difícil recuperar la concentración y es probable que termines perdiendo gran parte del día.
Planifica reuniones cara a cara
Aunque las teleconferencias y las vídeollamadas están a la orden del día, es conveniente que, de vez en cuando, planifiques reuniones presenciales con tus clientes. La mayoría de los espacios de coworking brindan la posibilidad de alquilar sus salones de reuniones, un detalle que te ayudará a proyectar una imagen más profesional ante tus clientes y te permitirá salir del aislamiento en el que, a menudo, se sumen los emprendedores que trabajan desde casa.

Cada vez más pymes deciden ampliar su mercado fuera de las fronteras nacionales. El informe de Club Inter Pyme reveló que el 14 % de las empresas españolas exporta sus productos y el 54 % realiza actividades de importación y exportación. No cabe duda de que la internacionalización representa nuevas oportunidades de negocio, pero la elección del primer país al cual exportar es el factor fundamental para el éxito de toda la estrategia de exportación.
Las ventajas de exportar para tu pyme
Aumentar el volumen de negocio.
Exportar tus productos a nuevos mercados representa una oportunidad de negocio para hacer crecer tu pyme ya que podrás encontrar nuevos clientes y aumentar la facturación.
Lograr reconocimiento internacional.
Una sólida estrategia de internacionalización te permitirá mejorar el reconocimiento de marca, logrando que esta traspase las fronteras nacionales y se posicione a nivel global. Como resultado, tu pyme ganará prestigio y generará más confianza en los bancos, proveedores, instituciones y clientes.
Diversificar los riesgos.
Encontrar nuevos mercados a los cuales exportar tus productos te ayudará a diversificar el riesgo, de manera que, en caso de recesión o contracción del mercado nacional, tu pyme amortiguará mejor el golpe.
Ganar en competitividad.
La internacionalización te permite usar la economía de escala para abaratar los costes de producción, lo cual hará que tu pyme sea más competitiva en los mercados donde opera.
Siete criterios para elegir un país para importar
Crecimiento económico del país
Un crecimiento sostenido de la economía implica un aumento de la demanda, de manera que podrás rentabilizar más rápido la inversión. Por ello, si quieres exportar un producto y lograr que tu negocio sea rentable, necesitas tener en cuenta las proyecciones de crecimiento del PIB de los países que te interesan.
Renta del país
La paridad del poder adquisitivo (PPA) es un indicador fundamental para determinar si tus productos tienen un mercado. Este indicador resume tanto la producción de bienes y servicios como su consumo y el nivel de precios, teniendo en cuenta la variación de los tipos de cambio, de manera que podrás formarte una idea fiable de la capacidad media de compra. Puedes consultar estos datos por países en el Banco Mundial.
Volumen y variación de las importaciones
El volumen de las importaciones de un país, una información que puedes consultar en Datos Macro, es un indicador del tamaño del mercado. También debes tener en cuenta la variación de las importaciones en los últimos años. Un crecimiento superior al 10 % indica que existe un mercado con capacidad para asumir tus productos, pero un crecimiento reducido o un descenso señala que es un mal momento para acceder a ese mercado. El hecho de que las importaciones desde España sean elevadas es un buen signo que te facilitará el acceso pues revela que esos productos ya son conocidos y se han hecho con una cuota de mercado.
Obstáculos arancelarios y técnicos
Los aranceles a la importación suponen un incremento del coste del producto que tendrás que repercutir sobre su precio, lo cual podría significar que tus productos son menos competitivos que los de factura local. Por tanto, asegúrate de que las tasas no sean muy elevadas. Otro aspecto relevante son los obstáculos técnicos que plantean los países a la importación, como demandar licencias especiales o engorrosos procesos de certificación y homologación que, a menudo, se alargan en el tiempo y representan un coste elevado.
Riesgos comerciales y fiscales
Antes de elegir un mercado, necesitas valorar los riesgos a los que se expone tu negocio. Las amenazas más comunes son el retraso en los pagos, los impagos y las variaciones en el tipo de cambio. También debes tener en cuenta que las empresas de algunos países tienen problemas para acceder al sistema bancario internacional y realizar los pagos. Infórmate además sobre la normativa que regula la repatriación de los beneficios.
Facilidad de acceso
Algunos países, sobre todo aquellos que quieren dinamizar su economía, brindan facilidades para emprender un negocio, ya sea simplificando los trámites burocráticos para la importación o exigiendo menos garantías a la hora de solicitar créditos. No olvides informarte sobre los procedimientos de reclamación que se aplican en el país y si existen convenios que protejan a las empresas de la confiscación o nacionalización.
Estabilidad del país
La estabilidad política también es un factor importante si quieres exportar tus productos ya que un cambio repentino en las leyes podría poner en riesgo tu negocio. Aspectos como la transparencia de la administración a la hora de brindar información y conceder licitaciones públicas jugarán a tu favor, pero un nivel elevado de corrupción jugará en tu contra. Puedes consultar el ranking de corrupción y transparencia a nivel global en este mapa.

El año pasado, el 51,2 % de las pymes que solicitaron financiación bancaria consideran que la obtuvieron en mejores condiciones en comparación con dos años atrás, sobre todo porque ha mejorado el tiempo de respuesta de la entidad financiera y el volumen de financiación, según el informe CEPYME.
No cabe duda de que las condiciones de financiación han mejorado para las pequeñas empresas, pero los préstamos para iniciar un negocio siguen siendo una asignatura pendiente ya que sin historial crediticio y un balance de cuentas que mostrar, muchas entidades bancarias se resisten a conceder un préstamo.
¿Cómo conseguir un crédito para iniciar mi negocio?
Existen diferentes modelos de financiación a los que puedes recurrir para obtener esa primera inversión que necesitas para poner en marcha tu idea de negocio. El préstamo bancario es una de las alternativas más comunes ya que te permitirá mantener el control total sobre el capital. Estos préstamos suelen estar sujetos a intereses que oscilan entre el 3,5 % y 7,5 % anual, en función del banco, el capital solicitado y el nivel de riesgo que represente tu proyecto.
Para aumentar las probabilidades de que te concedan el préstamo para abrir un negocio es recomendable que:
Tengas un buen historial crediticio. El banco lleva un registro de tus actividades financieras, incluidos los préstamos y el uso de la tarjeta de crédito. Si ya has solicitado otros préstamos, aunque sea a nivel personal, y has pagado en tiempo, la entidad bancaria lo valorará positivamente y es más probable que financie tu idea de negocio.
Presentes un plan de empresa detallado mediante el cual demuestres la viabilidad de tu idea de negocio. Describe tus productos o servicios, realiza un estudio de mercado en el que analices concienzudamente a la competencia y especifica los recursos que necesitarás para poner en marcha tu actividad. Un buen plan de empresa demuestra que tienes las ideas claras y que cuentas con un proyecto sólido que te permitirá pagar la deuda contraída.
Muestres un contrato con un cliente. Contar con un cliente antes de poner en marcha el negocio es una garantía adicional que el banco valorará positivamente ya que demuestra que existe un público interesado en tus productos o servicios, lo cual disminuye el nivel de riesgo que representa el crédito.
Consigas un aval fiable. El 46,7 % de las pymes que solicitan un crédito se ven obligadas a presentar garantías, una solicitud más común a las empresas con menos de 5 años de vida, según reveló el último informe de CESGAR. Contar con un aval no solo te permitirá brindar una imagen más profesional, sino que disminuirá el riesgo al que se expone el banco y aumentarán las probabilidades de que te concedan el préstamo para iniciar tu negocio.
¿Cómo me puede ayudar una SGR?
Según el mismo informe, el 18 % de las pymes considera que la falta de garantías solicitadas por los bancos es uno de los principales obstáculos para acceder a la financiación. Las SGR pueden ayudarte a conseguir tu primera inversión actuando como avalistas de tu proyecto.
Con el aval de una SGR no solo podrás tener acceso al préstamo para abrir un negocio, sino que también tendrás la oportunidad de mejorar sus condiciones. De hecho, el informe de CESGAR también indica que el 34,7 % de las pymes aún lamenta que los plazos de devolución son demasiado cortos y el 32,1 % indica que los gastos y comisiones que se exigen son muy altos. Con la ayuda de una SGR podrás negociar una reducción de los tipos de interés y la ampliación de los plazos de amortización.
¿Cuáles son los requisitos?
Antes de solicitar un aval de una SGR es importante que te informes sobre sus requisitos. Cada SGR tiene sus propias exigencias para avalar un proyecto de negocio, aunque por lo general demandan que la pyme no se encuentre en concurso de acreedores y esté al corriente de los pagos en la Seguridad Social y la Agencia Tributaria.
Para conocer los requisitos específicos, tendrás que enviar tu solicitud a la SGR que hayas elegido a través del portal ConAvalSí. Una vez que presentes la documentación, la SGR valorará tu proyecto y te informará sobre los costes de la operación.

El año pasado, el 34,2 % de las pymes intentó acceder a líneas de financiación de las entidades de crédito, según el informe CEPYME. Si tienes una pequeña empresa o quieres poner en marcha una idea de negocio, es probable que también debas recurrir a un préstamo. En ese caso te conviene conocer las diferencias entre aval y garantía, dos términos que a menudo se usan indistintamente pero que no son sinónimos.
¿Qué es una garantía?
La garantía es un contrato mediante el cual, el prestamista se asegura el repago en caso de impago del préstamo. A través de un acuerdo legal se obliga al prestatario, en este caso el autónomo o la pyme, a brindar una segunda “fuente de pago” a la que el prestatario puede recurrir si no recibe las cantidades pactadas.
Existen diferentes tipos de garantías:
Garantía personal
El solicitante del préstamo responde con su patrimonio en caso de impago. Suele tratarse de una garantía básica, con costes muy reducidos, que se utiliza para cubrir préstamos relativamente pequeños con devolución a corto plazo.
Garantía real
Esta garantía se basa en bienes o derechos concretos, por lo que suele brindar más confianza al prestamista. El ejemplo más común es la garantía hipotecaria sobre un bien inmueble, como puede ser el propio local donde se realiza la actividad, aunque también se puede realizar sobre la maquinaria de producción, por ejemplo, de manera que el prestamista puede requisarla en caso de impago.
¿Qué es un aval?
El aval es un tipo de garantía mediante la cual, un tercero, como puede ser las SGR, se compromete con el prestamista a hacer frente a la deuda si el avalado no cumple con el pago. Así se logra reducir el riesgo que representa la operación para el prestamista y el autónomo o la pyme puede acceder a condiciones de crédito más ventajosas.
Los avales se suelen usar cuando el prestatario no dispone de bienes suficientes para garantizar al prestamista la devolución del préstamo, aunque las empresas de reciente constitución, que no tienen un historial crediticio que las respalde ante el banco, también suelen recurrir a ellos pues saben que para una SGR su proyecto puede ser perfectamente viable.
Es habitual recurrir a los avales cuando se solicitan importes muy elevados o se desean mejorar las condiciones de financiación, brindando una imagen más profesional y reduciendo el nivel de riesgo al que se expone el banco al conceder el préstamo.
Existen diferentes tipos de avales:
Aval técnico.
Se usa para garantizar la capacidad de la empresa para cumplir con las obligaciones contractuales que ha contraído, de manera que la entidad avalista responde ante el cliente por el incumplimiento de las obligaciones de carácter no económico.
Aval financiero o económico.
Garantiza las operaciones en las que sea necesario pagar determinadas sumas de dinero en cierto plazo de tiempo. Puede tratarse de un aval comercial, en cuyo caso se garantizan operaciones como la compraventa de bienes y el fraccionamiento de pagos, o un aval financiero, que se utiliza cuando se solicita un préstamo o crédito a un banco.
En este artículo puedes entender mejor las diferencias entre el aval técnico y económico
¿En qué se diferencia el aval de la garantía?
El aval es un tipo de garantía, aunque todas las garantías no son avales. La principal diferencia entre aval y garantía se refiere al garante de la operación. En el caso de la garantía, respondes directamente ante el prestatario con tu patrimonio o el de tu empresa, en el caso del aval entra en juego un tercer actor que responde por ti ante el prestatario.
El procedimiento a seguir marca otra diferencia entre aval y garantía. Para brindar una garantía personal o real, basta que vincules el patrimonio o los bienes muebles o inmuebles al préstamo, pero para obtener un aval tendrás que presentar tu proyecto empresarial, las cuentas de la empresa y las proyecciones de crecimiento.

Una de las primeras decisiones que debes tomar a la hora de emprender un proyecto se refiere a la forma jurídica bajo la cual vas a operar. Trabajar como autónomo suele ser lo más sencillo, pero no siempre es lo más conveniente. En algunos casos es más interesante crear una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SL).
¿Qué es la responsabilidad limitada?
La responsabilidad limitada es el principio legal bajo el cual se constituye la Sociedad de Responsabilidad Limitada, una forma jurídica que protege al emprendedor al limitar su responsabilidad frente a terceros.
A diferencia de los autónomos, que deben responder con su patrimonio personal si el negocio quiebra y arrastra deudas o recibe una demanda a la que no puede hacer frente, el principio de responsabilidad limitada implica que el emprendedor solo puede perder lo que ha invertido en la empresa. Su patrimonio personal no se verá comprometido, a menos que se demuestre que ha actuado de mala fe.
Ventajas de crear una empresa de sociedad limitada
La responsabilidad frente a terceros se limita al capital social de la empresa y los bienes de su propiedad.
Existe la posibilidad de constituir una sociedad limitada unipersonal, de manera que no es necesario contar con un número mínimo de socios.
Sus costes de constitución son asequibles, en el orden de los 600 euros, y el capital social mínimo exigido es de 3 000 euros, que puedes usar para financiar inversiones en la empresa.
El proceso de constitución y gestión es más sencillo. Dado que la Sociedad de Responsabilidad Limitada cuenta con un capital pequeño, su constitución es más rápida y los estatutos demandan menos previsiones que una Sociedad Anónima. Sus costes legales y contables también suelen ser más asequibles.
El emprendedor puede asignarse un sueldo y desgravarlo como gasto de la empresa.
Más facilidades para acceder al crédito que ofrecen las entidades bancarias ya que una sociedad de responsabilidad limitada transmite una imagen más profesional y solvente.
Posibilidad de captar a clientes más importantes y acceder a proyectos de mayor envergadura ya que una empresa brinda más confianza y seguridad.
Reducción de la carga fiscal cuando se superan ciertas ganancias ya que el impuesto de sociedades es fijo al 25 %, mientras que los tipos impositivos del IRPF son progresivos. Además, según la ley de apoyo al emprendedor, durante los dos primeros años en los que obtengas beneficios podrás tributar al 15 %.
Requisitos y trámites para crear una sociedad de responsabilidad limitada
1. Registra el nombre de la empresa.
En el Registro Mercantil Central, ya sea de manera presencial u online, solicita el certificado negativo de denominación social, un documento mediante el cual se acredita que el nombre de tu empresa es único. Con ese certificado reservas el nombre para tu empresa durante seis meses, pasado el cual, si no has hecho el registro ante notario, tendrás que renovarlo.
2. Deposita el capital social en una cuenta bancaria a nombre de tu empresa.
Abre una cuenta bancaria y deposita los 3 000 euros que representan el capital social mínimo. El banco te dará un certificado de dicho ingreso.
3. Constituye la Sociedad de Responsabilidad Limitada.
Necesitas redactar, junto a los socios, los Estatutos Sociales, las normas por las que se regirá el funcionamiento de tu pyme. Con ese documento, la certificación negativa del Registro Mercantil Central y el certificado bancario, podréis firmar la escritura pública de la constitución de la sociedad ante notario.
4. Solicita el NIF.
Sigue los pasos que especifica la Agencia Tributaria para solicitar el NIF. Ten en cuenta que, al inicio, te facilitarán un NIF provisional, recibirás el definitivo en un plazo de seis meses.
5. Date de alta en IAE y presenta la Declaración Censal.
En Agencia Tributaria también debes dar de alta tu empresa en el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), indicando la actividad empresarial que vas a realizar. También tienes que presentar la declaración censal mediante el modelo 036 o 037.
6. Inscribe la empresa en el Registro Mercantil.
Para que tu empresa tenga forma jurídica, debes inscribirla en la oficina del Registro Mercantil de la provincia donde esté domiciliada, presentando todos los documentos que acrediten su constitución. Para realizar este trámite tendrás un plazo de dos meses, contando a partir de la obtención de la escritura de la constitución.
Por último, recuerda que puedes contar con un aval de las SGR para comenzar tu negocio y obtener la financiación que necesitas para llevar adelante tu proyecto.
Outsourcing: La manera de ampliar tu pyme

Si tu negocio está afrontando problemas en su funcionamiento, tiene costes elevados o simplemente quieres aumentar su productividad profesionalizando algunos servicios, el outsourcing puede ser la mejor solución. Externalizar algunas funciones de tu pyme te ayudará a dinamizar las operaciones, ahorrar costes, ser más eficiente y crecer.
¿Qué es el outsourcing?
El outsourcing es un proceso mediante el cual una empresa externaliza ciertos servicios o procesos, generalmente para lograr una mayor rentabilidad y eficiencia. Mediante la externalización se identifican aquellos procesos o servicios que podría desarrollar de manera más eficiente una empresa externa, aprovechando sus conocimientos, tecnología y experiencia. De esta manera, la empresa libera recursos importantes que puede destinar a promover el crecimiento de su negocio.
Ventajas del outsourcing para las pymes
Ahorrar costes. Externalizar algunos servicios te permitirá ahorrar costes, sobre todo en términos de personal, implantación de nuevos desarrollos e inversiones en activos. Un informe de Expansión reveló que las empresas que apuestan por el outsourcing pueden incrementar su productividad hasta un 30 % y disminuir sus gastos fijos en un 20 %.
Mejorar los servicios y/o productos. La externalización te permitirá aprovechar el conocimiento y la infraestructura de las empresas que contrates, de manera que puedas ofrecer un servicio o producto de mayor calidad a tus clientes.
Ganar en competitividad. Al externalizar determinados servicios podrás centrarte en especializar a tu pyme, lo cual te dará una ventaja frente a tus competidores. El outsourcing también dotará a tu empresa de una estructura más flexible que facilitará la adaptación ante los cambios del mercado.
Ampliar tu empresa. Con los recursos que ahorras al externalizar los servicios y el tiempo que tendrás a tu disposición, podrás hacer crecer tu empresa, invirtiendo en las actividades clave para el negocio. De hecho, si planeas ampliar tu negocio, recuerda que puedes contar con el aval de una SGR.
Inconvenientes del outsourcing
Mayor vulnerabilidad de la información confidencial ya que al externalizar determinados procesos tendrás que compartir datos con otras empresas, ya sea información contable, de recursos humanos o del propio proceso de fabricación.
Problemas de comunicación dados por malentendidos o retrasos en la transmisión de información con la empresa contratada, que pueden llegar a representar una pérdida económica o un daño reputacional de cara a tus clientes.
Pérdida de calidad ya que en muchos casos las empresas subcontratadas trabajan simultáneamente con varios clientes, por lo que existe el riesgo de que se produzcan retrasos en las entregas, lo cual puede dañar la confianza de los clientes y representar un problema para fidelizarlos.
¿Qué servicios puedes externalizar?
Las empresas suelen externalizar sus servicios “secundarios”, aquellos que no conforman el núcleo duro de la actividad económica de la pyme. Como regla general, podrás externalizar servicios administrativos, de seguridad y limpieza o incluso de logística, tecnología o comercialización.
Para decidir qué servicios puedes externalizar en tu pyme, debes tener en cuenta tres factores esenciales:
- Frecuencia de uso. Si se trata de una actividad puntual, que tu pyme demanda solo una vez al mes, no tiene sentido que contrates a personal para que la realice, por lo que es probable que sea más rentable externalizarla.
- Costes de la operación. Pregúntate si el outsourcing es una alternativa más económica en comparación con la inversión que demanda realizar la actividad al interno de la empresa. Analiza los costes a largo plazo de ambas opciones, tanto a nivel de infraestructura como de personal.
- Cualificación del personal. Si necesitas personal cualificado para determinadas actividades, pero su costo es muy elevado, es probable que sea más conveniente externalizar ese proceso. Una de las mayores ventajas del outsourcing es que puedes contar con profesionales que te permitan nivelar la balanza con los grandes competidores de tu sector, sin tener que asumir grandes gastos.
Facebook Ads: Trucos para promocionar tu empresa

Facebook es la red social con más usuarios activos, en 2018 contaba con más de 19,5 millones de usuarios en España, según Statista. Su enorme alcance la convierte en uno de los pilares de la estrategia de marketing de la mayoría de los negocios para dar a conocer sus productos y/o servicios, impactando en la audiencia adecuada. Si quieres integrar con éxito esta red social en el plan de marketing de tu empresa, necesitas comprender cómo funciona Facebook Ads.
¿Qué es Facebook Ads?
Facebook Ads es la plataforma que permite realizar publicidad en esta red social. A través de sus opciones de publicidad podrás mejorar la conciencia de marca, captar leads cualificados con un presupuesto ajustado, aumentar las ventas, realizar retargeting e incluso probar un producto o servicio antes de sacarlo al mercado.
Existen diferentes razones por las cuales Facebook Ads es una potente herramienta de marketing:
Segmentación de la audiencia. Uno de los puntos fuertes de las campañas en Facebook Ads es que permite segmentar la audiencia más allá del perfil sociodemográfico para llegar al cliente ideal, teniendo en cuenta también sus intereses y gustos.
Gran integración. La publicidad de Facebook Ads aparece integrada en el resto de los contenidos, de manera que es menos invasiva y sortea la ceguera a los anuncios que lastra el alcance de los típicos banners publicitarios.
Potencial viral. Los anuncios en Facebook Ads funcionan como las publicaciones, de manera que, si consigues muchos comentarios y “Me gusta”, pueden convertirse en un contenido viral que aumente considerablemente el tráfico a tu sitio web.
Herramientas de análisis. Los informes detallados que ofrece Facebook Ads, incluso en las campañas de branding, te ayudan a rediseñar las campañas para optimizar al máximo tu presupuesto y lograr conversiones.
¿Cómo implementar una campaña en Facebook Ads con éxito?
Para obtener buenos resultados con Facebook para empresas, es conveniente que sigas estas reglas:
La audiencia, cuanto más segmentada, mejor. Uno de los principales errores al implementar una campaña en Facebook Ads es priorizar la cantidad sobre la calidad. Es cierto que cuanto más segmentes, menor será tu “Alcance Potencial” si no aumentas el presupuesto, pero al menos estarás seguro de que tu anuncio llegará a un público realmente interesado. Una segmentación precisa te brindará el máximo retorno de la inversión posible.
Una imagen vale más que mil palabras. Dedica tiempo a elegir la imagen del anuncio porque será lo que llame la atención de tu público. Debe ser una imagen de calidad, profesional y que resalte entre todas las fotos que ve el internauta cuando se desplaza por su muro de Facebook. A la hora de diseñar la creatividad también es importante que elijas bien el mensaje porque Facebook no permite que las imágenes tengan más de un 20% de texto.
El formato de anuncio adecuado en la ubicación adecuada. Los vídeos están ganando terreno en Facebook, por lo que son una opción publicitaria cada vez más interesante. Adidas, por ejemplo, logró disminuir en un 43 % el coste por conversión recurriendo a un vídeo para hacer venta cruzada. Sin embargo, la elección del formato y la ubicación dependerán de tus objetivos de marketing. El formato carrusel es ideal para promocionar diferentes productos o resaltar sus características, las ofertas de Facebook son perfectas para dar a conocer los descuentos e incentivos de compra y el formato Canvas para generar una experiencia inmersiva.
La ubicación del anuncio también es vital. Como regla general, los anuncios en la columna derecha del ordenador son convenientes para las campañas de branding y las acciones de remarketing, pero si te interesa obtener conversiones, es mejor colocarlos en la sección de noticias.
Un ‘Call To Action’ claro y veraz. Utiliza una llamada a la acción que anime a los usuarios a acceder a tu sitio web o realizar esa acción que te has planteado como objetivo. Asegúrate de que sea veraz porque un usuario frustrado que no encuentra lo que has prometido es un cliente perdido y representa un gasto innecesario en tu campaña de marketing.
Prueba, prueba y prueba. El 26 % de los usuarios que hace clic en un anuncio en Facebook completa la compra, según el informe de CPC Strategy. Eso significa que las campañas en Facebook Ads funcionan, solo necesitas encontrar la fórmula adecuada para tu producto o servicio. Para ello, tendrás que realizar pruebas A/B que te permitirán determinar los anuncios que convierten mejor. Tendrás que crear distintos anuncios para cada público, de manera que puedas obtener datos estadísticos válidos en base a los cuales elegir las variantes más rentables.