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¿Cómo crear un podcast?

El podcast es un formato de audio relativamente reciente que ha ido ganando popularidad gracias al auge de plataformas como Spotify o Apple Music. En la actualidad, se estima que existen unos 621 millones de oyentes de podcasts en el mundo, un mercado que representa 13.785 millones de dólares, según Statista. De hecho, crear un podcast online es una excelente estrategia para promover tu negocio.
¿Cómo crear un podcast paso a paso?
- Determina los objetivos. Antes de montar un podcast debes tener claros los objetivos de negocio que quieres alcanzar. Puedes utilizar este formato para reforzar los lazos con tus clientes, por ejemplo, o para llegar a un público nuevo y ampliar tu nicho de mercado. También podrías usar el podcast para posicionarte como un referente en tu sector o como estrategia de lead nurturing para educar a las personas sobre tus productos o servicios.
- Dota de identidad al podcast. En Spotify hay cerca de 2 millones de podcasts, por lo que si quieres destacar, debes tener una identidad única. Piensa en un nombre atractivo que no haya sido utilizado y regístralo. Crea un logo que esté en sintonía con tu identidad corporativa o marca personal, que sirva para identificar tu podcast de un vistazo, y elige la música adecuada para las cortinillas de inicio, cambio de sección y fin de los episodios. En sitios como Jamendo podrás adquirir una licencia de por vida para utilizar la música.
- Elige un tema por episodio. Lo ideal es que cada podcast se enfoque en un tema único. De esta forma, podrás abordarlo con mayor profundidad y aportar valor al público que te escucha. Una estrategia para elegir temas interesantes consiste en realizar encuestas en las redes sociales o vía email para conocer las dudas, inquietudes y problemas de tu público objetivo.
- Determina la estructura del podcast. Un podcast desestructurado suele ser caótico y genera confusión. En cambio, la estructura aporta coherencia, claridad y ayuda a conectar con la audiencia. Los detalles del esquema dependerán del formato que elijas - entrevista, monólogo o diálogo - pero en sentido general debe contar con una introducción, un cuerpo en el que se desarrolle el tema, con alguna pausa o intermedio, así como una recapitulación de los puntos principales abordados y un cierre.
- Elabora el guion. Antes de comenzar a grabar, lo ideal es que escribas un guion o al menos anotes los puntos principales que vas a abordar en el podcast, los conceptos que no pueden faltar y los datos más relevantes para asegurarte de que son correctos. Así, podrás mantener el hilo conductor, evitarás quedarte en blanco y avanzarás más rápido en la edición. Recuerda que, como regla general, seguir un estilo sencillo, directo y claro suele ser la mejor opción para conectar con la audiencia.
- Prepara el equipo técnico. Para crear un podcast online no es necesario tener una formación en ingeniería de audio, pero si quieres ofrecer un producto de calidad, debes contar con un buen equipo para grabar. Además del ordenador, debes tener un micrófono dinámico con conexión USB, el cual te garantizará un proceso de grabación más fluido y una mayor calidad de sonido. Aunque no es obligatorio, usar unos auriculares de estudio te ayudará a evitar errores y realizar repeticiones.
- Edita el podcast. Tras grabar el podcast, tendrás que editarlo para conferirle calidad más profesional. En esta fase puedes eliminar los sonidos ambientales indeseados, cortar las pausas largas, corregir los desniveles del audio para equilibrar las voces o eliminar cualquier error. La edición también es el momento para incluir las pistas sonoras. Para ello, necesitarás un software de edición de audio y grabación de sonido digital, como Audacity, uno de los más sencillos e intuitivos que existen en el mercado, además de ser gratuito.
Por último, sube los episodios a alguna plataforma de podcast online, como Spotify for Podcasters, Ivoox, TuneIn o Apple Podcasts. Así podrás gestionar mejor los episodios, facilitar el acceso al contenido a tu audiencia, dar seguimiento a los indicadores clave de rendimiento o, incluso, ganar nuevos oyentes.

Cuando una empresa decide dar el paso hacia la internacionalización, no solo debe tener en cuenta los factores logísticos, sino también los detalles legales. Los contratos internacionales son una herramienta para solventar las disparidades legislativas y lograr que las relaciones comerciales fluyan mejor, de manera que las empresas puedan realizar transacciones y hacer negocios con más seguridad y eficacia. De hecho, si estás pensando en operar fuera de las fronteras nacionales, debes conocer los principales tipos de contratos del comercio internacional.
Las principales características de los contratos internacionales
- Consensual. El contrato internacional se basa en el acuerdo de las voluntades del importador o exportador y el vendedor o comprador, que coinciden en la integridad de las condiciones del mismo, desde el precio y los plazos de entrega hasta las características de la mercancía o la forma de resolver un conflicto.
- Bilateral. El contrato internacional supone la existencia de una prestación y contraprestación, por lo que implica un intercambio que acarrea obligaciones para todas las partes intervinientes.
- De libre discusión. En los contratos internacionales se prevé que las partes actúen en igualdad de situaciones, de manera que lleguen a un acuerdo mutuo sin recibir presiones de ninguna índole, aunque cada parte puede defender sus intereses, así como analizar, discutir y negociar los términos del contrato.
- Nominado. A pesar de que el contrato es, por denominación, un acuerdo o pacto entre dos o más partes bajo la forma que determinen, el contrato internacional se encuentra regulado de manera precisa por la Convención de las Naciones Unidas sobre los contratos de compraventa internacional de mercaderías, suscrito en Viena en 1980.
- Oneroso. El contrato internacional genera una ventaja o utilidad para las partes que intervienen, de manera que ambas adquieren obligaciones y reciben beneficios. Este tipo de contratos también suele suponer que el deudor tiene la obligación de amparar o indemnizar al acreedor por vicios ocultos o privación de la mercancía.
- Conmutativo. En los contratos de comercio internacional las obligaciones o prestaciones quedan claras desde el inicio, de manera que ambas partes son conscientes de sus deberes y beneficios.
- De ejecución instantánea. Las obligaciones emergentes de un contrato de comercio generalmente se cumplen en un solo momento, cuando el vendedor trasfiere la mercancía y el comprador la adquiere. Sin embargo, en el comercio internacional también pueden firmarse acuerdos sucesivos en ambas partes o una de ellas se compromete a realizar prestaciones periódicas y sucesivas, como cuando un importador mantiene lazos comerciales con un exportador a lo largo del tiempo.
Los tipos de contratos internacionales más comunes
Contrato de compraventa
Contrato de franquicia
Contrato de distribución
Contrato de agencia
Contrato de joint venture
Este contrato internacional regula la relación entre las empresas que se unen para alcanzar objetivos comerciales comunes. Las cláusulas principales se enfocan en precisar qué aporta cada empresa, ya sea en términos de capital, tecnología, materia prima, canales de distribución, saber hacer o productos.
Asimismo, establece las obligaciones fiscales y la distribución de beneficios, especificando el procedimiento y las reglas del reparto según las aportaciones. Se recoge el sistema de financiación y se determina el cuórum necesario para tomar decisiones importantes. Además, suele establecer obligaciones de confidencialidad y prohibición de competencia entre las empresas.
Es el contrato internacional más habitual, sobre todo en las pymes que están dando sus primeros pasos fuera de España. Este tipo de contrato de compraventa internacional es el que se utiliza cuando se entregan bienes o servicios. Recoge qué clase de producto se entrega y describe sus características, número de unidades, modo de envasado y embalaje, así como su etiquetado.
En este contrato de compraventa internacional también se debe indicar el plazo para recoger el producto cuando se recibe la orden de compra, el precio y el método de pago, así como las condiciones del mismo. También incluye los Incoterms, las normas que determinan las condiciones de entrega de la mercancía y delimitan los derechos y obligaciones de las respectivas empresas.
Este tipo de contrato de comercio internacional se utiliza cuando un franquiciador cede el uso de su marca y comparte su saber hacer con un asociado, a cambio de una compensación económica. Este documento refleja las obligaciones de ambas partes, desde el uso de la marca y la formación y asistencia, hasta las condiciones de suministro o el compromiso de no competencia.
Especiífica, además, las características de la estructura que el asociado creará en su mercado y la posibilidad de establecer una multifranquicia o subfranquiciar la actividad a terceros. Las cláusulas de este contrato internacional suelen prever el calendario de aperturas, establecer topes máximos de precios para los productos o servicios, y determinar el sistema de control sobre la gestión del franquiciado.
Este tipo de contrato de comercio internacional se utiliza cuando un fabricante llega a un acuerdo con otra empresa que adquirirá el producto y se encargará de comercializarlo en una zona geográfica determinada, asumiendo los riesgos que impliquen las operaciones. En este documento, se determinan las condiciones de compraventa de los productos, el modo de entrega y el plazo de pago.
Además, refleja el periodo de garantía concedido, las características del servicio de posventa, así como el stock y los recambios mínimos que el distribuidor debe tener en todo momento. Las cláusulas de este contrato internacional también recogen un acuerdo de exclusividad y no competencia, un volumen mínimo de ventas que la empresa comercializadora debe cumplir, así como una obligación de confidencialidad sobre la propiedad industrial.
Este tipo de contrato internacional se utiliza para regular la relación entre una empresa que encarga a otra agencia la promoción de ciertos productos o servicios en un territorio geográfico concreto para aumentar su cartera de clientes, a cambio de una remuneración económica. En este documento, se especifican los productos o servicios con los que se trabajará, las actividades a desempeñar y el territorio de actuación.
Las cláusulas de este contrato internacional también suelen incluir una prohibición de competencia y los derechos de exclusividad de ambas partes, regulando además el uso de la marca e indicando la prohibición de divulgar secretos comerciales. También debe indicar si el agente está autorizado a firmar contratos en nombre de la empresa o a recibir pagos de los clientes, especificando los incumplimientos que dan pie a la rescisión del contrato.
Los aspectos más relevantes al redactar contratos internacionales
Los contratos internacionales proporcionan protección legal, ya que especifican las obligaciones de cada parte e incluyen los términos y las condiciones de pago, pero es fundamental que estén bien redactados y contengan todos los términos y disposiciones necesarios. Por esa razón, es importante que las empresas implicadas:
- Certifiquen la legitimidad de las partes antes de celebrar el contrato, para cerciorarse de que la empresa extranjera realmente está registrada y autorizada para hacer negocios en su país de origen, además de estar al corriente en sus obligaciones tributarias.
- Especifiquen los deberes, obligaciones y responsabilidades para que no quede espacio a dudas y malinterpretaciones. Para evitar disputas, el contrato internacional debe detallar los deberes de cada una de las partes implicadas y especificar los INCOTERMS que se aplicarán.
- Determinen el ámbito geográfico, en caso de que la capacidad de una de las partes para participar en el negocio se limite a una zona geográfica específica, algo común en los contratos de franquicias y distribuidores.
- Detallen las características de la comunicación para que las relaciones comerciales lleguen a buen puerto. El contrato debe indicar desde la frecuencia de las comunicaciones hasta los contactos dentro de cada empresa, el canal de comunicación y el idioma o idiomas que se utilizarán.
- Definan la vigencia prevista del contrato, ya sea un evento único, un acuerdo sujeto a renovación anual o un contrato en curso que se prolongará por años, ya que así se evitan posibles disputas por una rescisión prematura del contrato.
- Determinen las causas de terminación del contrato o, si es posible, rescindir el mismo unilateralmente sin aducir ninguna razón. Este aspecto es especialmente importante en los contratos de distribución exclusiva, pues en ocasiones su terminación puede implicar un desembolso sustancial.
- Fijen la legislación aplicable para interpretar y ejecutar el contrato, así como en el caso de que se produzca una disputa entre las partes y sea necesario acudir a los tribunales. Además de la ley y el método de resolución de disputas, el contrato debe incluir el lugar elegido para resolverlas.
Nearshore: ¿Una opción para ampliar tu empresa?

La globalización provocó una profunda reestructuración de las economías en todo el mundo, impactando en diferentes áreas de las organizaciones, sobre todo en la gestión de las cadenas de suministro, la manufactura y los servicios. Como resultado, las industrias de los países más desarrollados, en especial Estados Unidos y las naciones europeas, deslocalizaron gran parte de su proceso productivo, apostando por un modelo offshore.
Sin embargo, los tiempos están cambiando y, aunque las empresas siguen sufriendo la presión de reducir costes para ser más competitivas en un mercado global saturado, se está apreciando un fenómeno diferente: el nearshore. Esta alternativa ha cobrado auge en las dos últimas décadas, fundamentalmente de la mano de empresas del Reino Unido, Francia, Italia y Dinamarca.
¿Qué es el nearshore?
El nearshore, también conocido como nearshoring, es un tipo de subcontratación o externalización de algunos de los servicios o actividades de la empresa hacia países que permiten reducir gastos, generalmente debido al menor coste salarial, aunque también puede ser conveniente por las materias primas de mayor calidad, ciertas ventajas fiscales o el acceso a habilidades técnicas.
A diferencia del offshore, la empresa que elige el nearshore se decanta por países cercanos para beneficiarse de su proximidad geográfica, los vínculos económicos y políticos, así como las similitudes culturales y legales. En Europa, los principales destinos nearshore son: España, Portugal, República Checa, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Rumanía y Bulgaria.
Siete ventajas del nearshore para tu pyme
Un estudio sobre los procesos de deslocalización y relocalización de las empresas reveló que los negocios que eligieron el modelo offshore tardan una media de 12,6 años en relocalizar su producción o realizar el nearshoring. Sus principales motivaciones son: reducir los costes, optimizar la estrategia de negocio y acceder a la tecnología.
De hecho, la disponibilidad de las nuevas tecnologías está influyendo en la decisión de acercar la producción a la empresa matriz, puesto que contribuye a disminuir drásticamente los costes operativos de la manufactura y, al mismo tiempo, demanda personal más cualificado, que posea habilidades y conocimientos tecnológicos más especializados.
Por consiguiente, las ventajas del nearshore son cada vez más interesantes para las empresas:
Ahorro de costes
Proximidad geográfica
Potencia el crecimiento de la empresa
Mayor competitividad
Supervisión y calidad
Atraer talento
Similitudes culturales y lazos económicos
El 80 % de las empresas que se deslocalizan pretenden ahorrar costes, según señaló un estudio realizado en la Universidad de Navarra. El principal beneficio del nearshore es que permite disminuir los costes fijos, sobre todo en términos de salarios y cargas sociales. Con esta estrategia de outsourcing podrás tener una plantilla más pequeña y dedicar menos tiempo y recursos a la gestión del personal, lo cual representa un ahorro por partida doble.
El nearshore también representa un ahorro adicional en términos de instalaciones, ya que, al contar con recursos remotos, podrás reducir los costes que implica mantener unas instalaciones físicas en el país de la empresa matriz.
El nearshore representa una doble ventaja para las empresas. Por una parte, la cercanía geográfica permite ahorrar costes en el envío de mercancías, así como evitar los típicos obstáculos y tasas aduaneras que se generan al comerciar con países fuera de la Unión Europea. También implica una reducción del tiempo de transporte y un servicio más eficaz al cliente.
Por otra parte, el hecho de que no existan más de tres o cuatro horas de diferencia, facilita la comunicación y el control de los tiempos, además de ser un factor esencial para empresas que necesitan un call center, por ejemplo.
El ahorro económico que representa el nearshore se puede reinvertir en otras áreas del negocio para hacerlo crecer. La externalización de algunos servicios también te permitirá ganar escalabilidad, de manera que podrías poner en marcha una estrategia de internacionalización sólida que incremente los ingresos de tu pyme.
La posibilidad de externalizar algunos de los procesos confiere una estructura más flexible a tu negocio, por lo que podrás responder de manera más ágil a los cambios del mercado. Eso te permitirá ser más competitivo en comparación con las grandes empresas que tienen estructuras más rígidas. Además, la reducción de costes que implica el nearshore te brinda la posibilidad de bajar los precios y ganar una mayor cuota de mercado.
Cuando una empresa se deslocaliza, el equipo de trabajo se encuentra lejos, de manera que el acceso es más limitado, lo cual puede afectar a la eficiencia de la estructura de gobernanza. Sin embargo, la cercanía geográfica que aporta el nearshore permite estar más cerca del equipo, por lo que es más fácil supervisar su trabajo y garantizar los estándares de calidad necesarios.
De hecho, un estudio realizado en los centros de llamadas reveló que, en el 45 % de los casos, la calidad del servicio se ve afectada por el offshoring. Las ubicaciones lejanas pueden tardar el doble en resolver una consulta, lo cual afecta a la calidad del servicio. En cambio, el modelo nearshore mejora la calidad del servicio y, por ende, el nivel de satisfacción de los clientes.
El modelo nearshore ya no se limita a la manufactura, también está llamando la atención de las empresas tecnológicas. De hecho, es una alternativa muy interesante para ampliar su fuerza laboral captando talento de países cercanos. Además, tener una cultura o idioma similar facilita la integración de esos profesionales en el flujo de trabajo de la empresa matriz, reduciendo el periodo de inserción.
Las diferencias culturales e idiomáticas pueden convertirse en un obstáculo sustancial para las empresas. En cambio, tener una cultura similar facilita el proceso de externalización, contribuyendo a evitar retrasos, problemas de comunicación y malentendidos.
La existencia de lazos económicos entre los países también agiliza el proceso burocrático. Si el país que eliges para el nearshore cuenta, además, con una normativa mercantil y fiscal similar a la que se aplica en España, evitarás sanciones por el desconocimiento de la ley.
¿Qué servicios puedo contratar como nearshore?
La tecnología informática, los call centers y la contabilidad son las actividades más deslocalizadas, aunque eso no significa que no puedas apostar por el nearshore para externalizar otras operaciones de tu pyme. Puedes contratar los servicios nearshore para:
- Externalizar los servicios secundarios que no forman parte del núcleo duro de tu negocio.
- Externalizar los servicios que utilizas de manera puntual, de manera que no tiene sentido contratar a personal para que se encargue de ellos.
- Externalizar los servicios que no puedes asumir por cuestiones económicas, ya que sería mucho más costoso formar y mantener al personal para lograr la misma calidad que puede brindarte una empresa nearshore por un precio más competitivo.
¿Qué empresas están apostando por el nearshore?
Inditex y Mango son dos grandes empresas españolas que aplican el nearshore. Ambas han incorporado a Turquía como parte del engranaje de sus cadenas de valor. Inditex, por ejemplo, ha reducido su apuesta offshore en países como China, Camboya y Bangladés para aumentar en más de un 6 % el número de proveedores y en casi un 2 % sus fábricas en Turquía en 2020.
Mango también mantiene una fuerte alianza con Turquía, sobre todo desde el punto de vista productivo. En la actualidad, cuenta con 210 fábricas en dicho país, que se ha convertido en su segundo proveedor. De hecho, esta empresa textil tiene un 40 % de su producción en cercanía.
Fexco, una fintech que proporciona servicios de tecnología financiera con sede en Irlanda, es otro ejemplo de nearshoring en España. En 2016, necesitaba modernizar su base tecnológica y reemplazar su software, heredado en las instalaciones, con soluciones basadas en la nube, de manera que contrató a desarrolladores de España y Polonia, con los que todavía mantiene equipos internos trabajando en varios proyectos.

En España hay más de 3,3 millones de trabajadores autónomos, según reveló el último informe de afiliación del Ministerio de Trabajo y Economía Social. El año próximo, todos esos trabajadores estarán sometidos al nuevo régimen de autónomos, aprobado a finales de agosto de 2022 por el Congreso de los Diputados, el cual supone varios cambios, fundamentalmente en materia fiscal.
¿Cómo se aplicarán las nuevas cuotas de autónomos?
La nueva ley de autónomos incluye diferentes modificaciones que atañen a este sector, una de las más relevantes es el establecimiento de las nuevas cuotas de autónomos. El objetivo de este cambio es equiparar las prestaciones entre el régimen general y RETA, sobre todo teniendo en cuenta que la pensión media de los autónomos es un 43 % menor a la general, lo que supone unos 600 euros de diferencia.
El nuevo régimen de autónomos prevé 15 tramos de rendimiento neto para calcular las cotizaciones a la Seguridad Social, que abarcan desde una primera categoría, en la que se encuentran los autónomos que ganan menos de 670 euros al mes, hasta un último escalafón para quienes ganan más de 6 000 euros al mes.
Las nuevas cuotas de autónomos se aplicarán de manera progresiva, a partir del año próximo y hasta 2025. Por ejemplo, un autónomo que gane menos de 670 euros al mes pagará una cuota de 230 euros a la Seguridad Social en 2023. En 2024, esa cuota disminuirá a 225 euros y en 2025, será de 200 euros. En cambio, el autónomo que se encuentre en el tramo mayor y gane más de 6 000 euros mensuales, tendrá que pagar 500 euros el año próximo, 530 en 2024 y un total de 590 euros en 2025.
¿Cómo se calculará la nueva cuota de autónomos?
Los autónomos pueden elegir su base de cotización teniendo en cuenta sus rendimientos netos. De hecho, la nueva ley de autónomos permite modificarla hasta seis veces a lo largo del año, en vez de cuatro como hasta ahora. Con esa flexibilidad, la Agencia Tributaria facilita el ajuste de la cotización a la previsión de rendimiento anual, el cual suele variar en función de la actividad realizada. El cambio de la base de cotización se puede solicitar a la Tesorería General de la Seguridad Social el primer día de marzo, mayo, julio, septiembre, noviembre y enero del año siguiente.
No obstante, aunque la elección de la cuota es voluntaria y se basa en las estimaciones que el propio trabajador realiza de su ejercicio, en el nuevo régimen de autónomos la Agencia Tributaria desempeña un papel más fiscalizador, sobre todo a la hora de determinar los ingresos reales en base a los cuales se calculan las nuevas cuotas de autónomos.
Para calcular los ingresos netos, la Agencia Tributaria realizará la regularización correspondiente a cada ejercicio económico, al año siguiente. Por consiguiente, si durante el año el autónomo ganó más de lo previsto, Hacienda le reclamará las cotizaciones pendientes. En cambio, si ha sobrestimado sus ganancias y ha pagado más, podrá solicitar la devolución de la diferencia.
Los principales cambios fiscales en la nueva ley de autónomos
El nuevo régimen de autónomos prevé otros cambios, más allá de las cotizaciones a la Seguridad Social, que es importante conocer. Por ejemplo, además de las deducciones generales, se contempla una deducción por gastos genéricos del 7 % para los trabajadores autónomos individuales y del 3 % para los trabajadores por cuenta propia societarios.
Los autónomos que inicien su actividad podrán seguir pagando una tarifa plana, aunque un poco más elevada, de 80 euros durante los primeros 12 meses, prorrogables por otro año si registra ingresos inferiores al SMI durante su primer año de ejercicio.
La nueva ley de autónomos elimina el tope de cotizaciones para mayores de 47 años y permite una desgravación del 10 % de las aportaciones al plan de pensiones en el IRPF. Además, reconoce una prestación del 50 % de la base reguladora compatible con otra actividad, que se puede cobrar de cuatro meses a dos años, sin necesidad de darse de baja en el RETA y sin que el autónomo tenga que cerrar su negocio, aunque debe producirse un cese de actividad parcial con una reducción del 75 % en el nivel de ingresos o ventas.

Todas las empresas que operan en España tienen que cumplir una serie de obligaciones fiscales. El Impuesto sobre Sociedades es una de las principales tasas destinada a gravar la obtención de renta por parte de las sociedades y otras entidades jurídicas, como las asociaciones y fundaciones que tengan un objeto mercantil.
Dicho impuesto se estructura en torno al resultado contable de la organización, por lo que demanda llevar una contabilidad mercantil. De hecho, las empresas obligadas a tributar por el Impuesto sobre Sociedades deben cumplir una serie de formalidades en su declaración, entre ellas la presentación del modelo 202.
Modelo 202: ¿para qué sirve?
El Modelo 202 sirve para hacer pagos a cuenta del Impuesto sobre Sociedades. Permite realizar una declaración y autoliquidación periódica del mismo, por lo que supone un adelanto del Impuesto de Sociedades, que luego se formaliza en el cómputo anual y se presenta al año siguiente mediante el Modelo 200.
Por consiguiente, la función principal del modelo 202 es realizar pequeños anticipos a la Agencia Tributaria. Luego, ese importe se descuenta de la cantidad a pagar resultante del Impuesto sobre Sociedades anual. De cierta forma, es el equivalente al modelo 130 que presentan los autónomos mediante el cual estos van adelantando de manera trimestral el IRPF.
En ciertos casos, el modelo 202 también sirve para declarar el Impuesto de la Renta de No Residentes, aquellas personas físicas o jurídicas que, aunque no residan en España, tienen establecimientos desde los que operan de forma habitual y continuada en el país.
¿Quiénes deben presentar el modelo 202?
Todos los sujetos pasivos del Impuesto sobre Sociedades cuya cifra de negocios supere los 6 millones de euros, independiente de los beneficios obtenidos, están obligados a presentar el modelo 202.
También deben presentarlo todos los sujetos que hayan obtenido un resultado positivo en el año impositivo anterior, aunque no hayan alcanzado esa cifra de negocio.
Además, las empresas que superen los 10 millones de euros netos están obligadas a presentar el anexo de comunicación de datos adicionales que se encuentra en el modelo 202.
¿Cuándo se presenta el modelo 202?
El modelo 202 se debe presentar en tres momentos a lo largo del año:
- El primer pago se tiene que presentar del 1 al 20 de abril
- El segundo pago se debe presentar del 1 al 20 de octubre
- El tercer pago se presenta del 1 al 20 de diciembre
Es importante que tengas en cuenta que la presentación del modelo 202 se realiza, únicamente, por vía telemática, lo cual significa que no puedes descargar el formulario, rellenarlo y presentarlo físicamente en una oficina de la Agencia Tributaria. Para presentar el modelo 202, tendrás que identificarte en el portal de Hacienda, ya sea usando el DNI electrónico, un certificado digital o con Cl@ve PIN.
Por último, debes saber que presentar el modelo 202 fuera de plazo puede conllevar una sanción, la cual varía en función del resultado de la declaración y de si la presentaste antes o después de haber recibido un requerimiento de la Agencia Tributaria.
La cuantía de la multa también depende de cuánto tardes en enmendar el error. Si no hay requerimiento de Hacienda y el resultado es a ingresar, el recargo será del 1 % más otro 1 % adicional por cada mes completo de retraso.
Si la declaración es negativa o queda a cero, se aplica una sanción fija de 100 euros, aunque no hayas recibido ningún requerimiento. No obstante, esa cuantía se duplica si la Agencia Tributaria solicita la presentación del modelo 202.
En el caso de las declaraciones positivas que hayan sido requeridas, la sanción oscila entre el 50 y el 150 % del resultado de la liquidación. Sin embargo, puedes reducir entre un 25 y 40 % los recargos o sanciones, realizando el ingreso en los plazos indicados en la notificación.

La satisfacción del cliente es un indicador fundamental para cualquier negocio. Saber en qué medida tus productos o servicios han cumplido las expectativas de los consumidores te permitirá diseñar estrategias más eficaces para ser más competitivo. Las encuestas de satisfacción del cliente son una herramienta excelente para saber si vas por el buen camino o necesitas aplicar cambios.
¿Por qué es tan importante satisfacer al cliente?
En un mercado tan competitivo y saturado como el actual, es muy difícil encontrar un producto o servicio realmente único, de manera que la decisión de compra de los clientes a menudo se ve influenciada por factores como el nivel de satisfacción.
De hecho, el 96 % de los consumidores afirma que el servicio al cliente es un factor importante a la hora de decidir si seguirá siendo fiel a una marca, mientras que el 77 % reconoce que una experiencia de cliente negativa afecta a su calidad de vida, según Forbes.
Los clientes fieles tienen cinco veces más probabilidades de volver a comprar y cuatro veces más posibilidades de recomendar la marca a un amigo. Además, después de una experiencia de marca positiva, los clientes pueden gastar hasta un 140 % más que aquellos que han tenido experiencias negativas.
Como resultado, no es extraño que las empresas enfocadas en el cliente sean un 60 % más rentables que aquellas que no tienen en cuenta su nivel de satisfacción y no se esfuerzan por mejorarlo, sobre todo en un mercado en el que los consumidores quieren sentirse apreciados y escuchados.
Los beneficios de realizar una encuesta de satisfacción del cliente
- Enriquece la experiencia del cliente. El 77 % de los consumidores tienen una imagen más positiva de las marcas que piden retroalimentación a sus clientes y aplican sus recomendaciones. Sin duda, realizar encuestas de satisfacción al cliente demuestra el compromiso de la marca con los consumidores. Por ende, estos se sentirán más valorados al saber que la empresa escucha y valora sus opiniones.
- Favorece la fidelización. Las encuestas brindan información importante sobre las expectativas, necesidades y preferencias de los clientes, por lo que podrás conocerlos mejor y optimizar su experiencia con tu marca para que se conviertan en clientes fieles. Considera que, en algunos sectores, un incremento de apenas un 2 % en la retención de clientes equivale a reducir en un 10 % los costes de adquisición.
- Revela áreas de oportunidad. El 65 % de las empresas afirma que tener más datos es fundamental para mejorar la experiencia del cliente. Los resultados de las encuestas de satisfacción del cliente pueden indicarte áreas de tu negocio susceptibles de mejora o, incluso, poner al descubierto nuevas oportunidades que no habías detectado, ya sea en el diseño de productos o en el proceso comercial.
- Diferencia tu marca. La búsqueda de la excelencia tiene recompensa. Tener en cuenta las opiniones de los clientes para mejorar la calidad hará que tu marca se diferencie del resto de competidores y es probable que termines ampliando tu cuota de mercado. Recuerda que muchos consumidores estarían dispuestos a pagar hasta un 17 % más por los productos o servicios de las empresas que ofrecen un servicio de atención al cliente excelente.
Los 5 pasos para elaborar una encuesta de satisfacción del cliente
- Define el área a evaluar
- Determina la estructura de la encuesta
- Elige inteligentemente las preguntas
- Selecciona los canales de comunicación para aplicar la encuesta
- Crea indicadores de evaluación y seguimiento
Antes de diseñar una encuesta de satisfacción del cliente, necesitas definir los objetivos que quieres alcanzar y el área a evaluar. Puedes enfocar tu encuesta en la valoración de un producto o servicio, centrar las preguntas en las expectativas de los clientes o evaluar la importancia de determinados aspectos de ese producto o servicio para el cliente.
Puedes realizar una encuesta para evaluar, por ejemplo, el grado de satisfacción de los clientes con tu tienda online o ser más preciso y enfocarte en la usabilidad y experiencia de compra. También puedes hacer una encuesta específica para mejorar el servicio al cliente o identificar oportunidades para lanzar un nuevo producto.
La estructura de la encuesta de satisfacción es esencial para lograr que los clientes respondan a tus preguntas. Un diseño atractivo y sencillo animará a las personas a responder, mientras que una estructura compleja y un diseño denso aumentará la tasa de abandono.
Comienza ofreciendo una introducción clara para persuadir a las personas a participar en la encuesta y prosigue con las preguntas más sencillas e interesantes para captar su atención. Es recomendable organizar las preguntas por bloques temáticos y darles una secuencia lógica para que el encuestado sienta que va avanzando.
Las preguntas más sensibles se suelen ubicar al final de la encuesta, pues generalmente en ese punto la persona se siente más cómoda y confiada, por lo que es más probable que responda. Y no olvides incluir al final un agradecimiento por la participación.
Las encuestas interminables causan agotamiento, tienen un elevado índice de abandono y sus resultados son menos fiables, ya que las personas terminan rellenándolas automáticamente. Eso significa que debes seleccionar inteligentemente las preguntas que más información te aporten, según tus objetivos.
Algunos ejemplos de preguntas de encuestas de satisfacción del cliente que puedes incluir son: ¿Con qué frecuencia usas el producto?, ¿Qué aspectos del producto cambiarías?, ¿La descripción del producto ha sido útil?, ¿El servicio técnico resolvió tu problema?, ¿Cómo calificarías el trato recibido por el equipo de atención al cliente?, ¿Recomendarías la tienda a otras personas?
A la hora de elaborar las preguntas, recuerda que deben tener un contenido neutral, pues si expresan un juicio de valor, pueden influir sobre la opinión de las personas, de manera que terminarás recopilando datos sesgados que no te permitirán evaluar realmente el nivel de satisfacción. También es importante que sean lo más cortas y sencillas posible, para que no den pie a equivocaciones.
En cualquier caso, el formato de encuesta de satisfacción del cliente ideal mezcla preguntas cerradas que se responden con un sí o un no, con aquellas que incluyen sistemas de puntuación y preguntas abiertas que animan al cliente a expresar su opinión como: ¿Qué mejorarías en la web?
Para realizar una encuesta de satisfacción a los clientes debes elegir el medio a través del cual les harás llegar la información. Si tienes puntos de venta, puedes crear encuestas presenciales cortas que los clientes respondan a la salida. Una alternativa consiste en instalar terminales de feedback, basados en la escala Likert, para obtener una retroalimentación rápida de tus clientes.
También puedes recurrir a las llamadas telefónicas, aunque este medio suele tener un coste más elevado, sobre todo si tienes que recurrir a agentes encuestadores. Además, como muchos consumidores se encuentran saturados con el telemarketing, el índice de respuesta suele ser bajo.
Otras alternativas más interesantes consisten en enviar encuestas a través del correo electrónico o directamente a los dispositivos móviles de los clientes. Plataformas como QuestionPro ofrecen plantillas para encuestas de satisfacción del cliente que permiten crearlas, distribuirlas y analizar los resultados. También puedes recurrir a las redes sociales, sobre todo si tienes una comunidad activa.
Para aprovechar los beneficios de una encuesta de satisfacción del cliente, necesitas aplicar los resultados a tu negocio y evaluar su impacto. Por consiguiente, debes establecer indicadores de satisfacción que te permitan evaluar a lo largo del tiempo si las acciones que estás llevando a cabo brindan los resultados esperados.
Existen diferentes indicadores de rendimiento, desde el índice de satisfacción general hasta la puntuación de esfuerzo del cliente, que evalúa el grado de dificultad que tiene un consumidor para resolver un problema, o el Net Promoter Score que mide a cuántos clientes les gusta tanto tu marca que la recomendarían a otras personas. Elige los indicadores más relevantes para tu negocio y úsalos con el fin de dar seguimiento a tu estrategia para mejorar la satisfacción del cliente.
Por último, puedes considerar la posibilidad de aplicar algunas estrategias para aumentar el porcentaje de respuesta a la encuesta de satisfacción. Ofrecer premios e incentivos, como un sorteo, un descuento en la próxima compra o un cheque regalo, puede animar a los clientes a participar en la encuesta.

La idea de negocio es de vital importancia, puesto que es el punto de partida sobre el que se construirá el proyecto empresarial. No obstante, una idea de negocio, por muy original y novedosa que sea, no siempre es sinónimo de oportunidad y éxito, es fundamental que sea rentable y encuentre acogida en el mercado. Por esa razón, si estás pensando en emprender un proyecto como autónomo o poner en marcha una pyme, será mejor que primero evalúes cuidadosamente tu idea de negocio.
Siete detalles que distinguen a una idea de negocio exitosa
Original e innovadora
Enfocada en el público
Sencilla e intuitiva
Rentable a corto o medio plazo
Contextualizada en su tiempo
Potencial para crecer
Sostenible
Copiar a la competencia casi siempre es sinónimo de fracaso. Fue lo que le sucedió a Microsoft en 2006 con el lanzamiento del reproductor MP3 Zune, cuando Apple ya había alcanzado una gran cuota de mercado con su iPod. Microsoft gastó 9 millones en publicidad, pero durante el primer año solo vendió un millón de dispositivos. Sus siguientes versiones tampoco tuvieron éxito, por lo que la compañía terminó perdiendo 1,3 mil millones de dólares.
Su caso demuestra que la originalidad y la novedad son dos características esenciales para que una idea de negocio destaque en el mercado y atraiga inversores. También es importante que no sea fácilmente reproducible o que pueda patentarse, en especial para las pymes, porque es una “garantía” de que los competidores más grandes no podrán copiarla rápidamente.
No obstante, una buena idea de negocio no siempre implica el lanzamiento de un producto o servicio inédito. No es imprescindible que inventes la rueda, también puede tratarse de una modificación, pero en ese caso debes asegurarte de que aporte un valor añadido que marque realmente la diferencia para los consumidores.
Muchas ideas de negocio han fracasado porque los emprendedores no han sabido perfilar adecuadamente a su público. McDonald's cometió ese error en 1996, cuando lanzó una línea exclusiva de hamburguesas. El problema fue que la Arch Deluxe no difería mucho de la Big Mac, pero era más cara. La empresa perdió aproximadamente 100 millones de dólares en publicidad, ya que los clientes que buscaban comida rápida no estaban dispuestos a pagar más por una hamburguesa gourmet.
Su ejemplo revela la importancia de conocer a los clientes potenciales y profundizar en sus necesidades, preferencias y expectativas. No cometas el error de pensar que, solo porque un producto o servicio es “estupendo y original”, la gente lo comprará. Debes descubrir las necesidades de los consumidores y ajustar tu idea de negocio a las mismas, no a la inversa. Para determinar tu propuesta única de valor, pregúntate si tu idea de negocio es realmente útil y por qué las personas comprarían tu producto o contratarían tus servicios, en vez de recurrir a la competencia o a otras soluciones ya existentes en el mercado.
Aunque pocas personas conocen la historia, en 2002 la empresa tecnológica Xybernaut Corporation lanzó “Xybernaut Poma”, el primer wearable y un fracaso comercial total. La unidad de procesamiento era lo suficientemente pequeña como para caber en un bolsillo, pero la genialidad de la idea de negocio colapsó cuando la empresa agregó un teclado en el antebrazo y una pieza óptica montada en la cabeza.
Xybernaut Poma no solo tenía un hardware muy rudimentario, un rendimiento deficiente y un precio elevado de 1 500 dólares, lo peor de todo era que el wearable en realidad era muy difícil de usar fuera de casa, por lo que no cumplía su promesa.
Su historia muestra que las mejores ideas de negocio no solo deben resolver los problemas de los consumidores de manera única y original, sino que las soluciones deben ser intuitivas y fáciles de usar. Un producto que quiera convencer al gran público no puede ser muy complicado. Por tanto, asegúrate de que tu idea de negocio sea lo suficientemente sencilla como para poder implementarla con las personas y los recursos que tienes a tu disposición, al menos al inicio. Si la idea demanda una gran cantidad de recursos y resulta difícil de entender para los consumidores potenciales, es probable que termine siendo un fiasco.
Toda empresa necesita generar ganancias, por lo que una buena idea de negocio tiene que ser rentable. De hecho, es importante que no cometas el error de elegir una idea “espectacular” sin potencial de ganancias, como hizo hace algunas décadas la DeLorean Motor Company.
La empresa fabricante de automóviles se propuso crear un nuevo coche deportivo con el respaldo de 200 millones de dólares en fondos de inversión. En 1981, comenzó la producción del DMC con puertas de ala de gaviota de apertura vertical. Sin embargo, el aumento desmesurado de los costos duplicó el precio del coche cuando salió al mercado. Su precio elevado y las malas críticas hicieron que DeLorean vendiera solo la mitad de las unidades esperadas, por lo que al año siguiente la compañía se declaró en bancarrota.
Para no cometer ese error, evalúa el tipo de inversión que tendrás que realizar para poner en marcha el negocio y estima cuándo podrás comenzar a ver el retorno de la inversión. Considera el presupuesto mensual de costes y los gastos fijos y variables. Para que el negocio sea rentable, los costes fijos no pueden superar las utilidades generadas. Ten en cuenta, además, que las necesidades del mercado cambian continuamente, por lo que amortizar una inversión a largo plazo es una decisión financiera que suele implicar un gran riesgo. Por eso, lo ideal es que la idea de negocio comience a ser rentable a corto o medio plazo.
Muchas ideas de negocio innovadoras han fracasado porque se han lanzado antes de tiempo, cuando el mercado no estaba listo para asumir esos productos o servicios. Uno de los fracasos más famosos es el de Pets.com, que surgió a finales de 1990. Se trataba de un e-commerce especializado en productos para mascotas con precios más competitivos que las tiendas físicas. Tras invertir 300 millones de dólares en dos años, el negocio fracasó simplemente porque en aquel momento los consumidores no estaban preparados para realizar sus compras online.
Eso significa que es conveniente que la idea de negocio encuadre en un mercado en crecimiento. Cambiar los hábitos de consumo de las personas no es imposible, pero cuesta mucho tiempo y dinero, algo que no suele estar al alcance de los autónomos y las pymes, que necesitan una idea de negocio viable, que pueda ponerse en marcha rápidamente y que comience a generar beneficios cuanto antes.
Una buena idea de negocio debe permitir que la empresa crezca a un ritmo sostenido. Así no tendrás que alcanzar cierto número de clientes para funcionar, pero el negocio tampoco colapsará si aumenta la demanda. Gigantes tecnológicos como Netflix y Amazon son excelentes ejemplos de negocios fácilmente escalables con una estructura flexible que se adapta rápidamente a los cambios en el mercado.
Una idea de negocio es escalable cuando la empresa puede ofrecer la misma solución a una gran cantidad de consumidores sin que el producto o servicio pierda sus características originales. Este tipo de negocios utilizan los recursos que necesitan según la demanda, evitan realizar grandes inversiones iniciales y se van adaptando a medida que ganan clientes, gracias a un modelo de negocio eficiente.
Las empresas que no se sumen a la economía sostenible se quedarán atrás rápidamente. Por eso, las mejores ideas de negocio siempre son sostenibles a largo plazo. Eso significa que deben tener costes fijos relativamente bajos, ya que unos costes demasiado altos implican un riesgo mayor, no solo al inicio del negocio, sino a lo largo de toda su vida.
No obstante, la sostenibilidad económica debe ir de la mano de la sostenibilidad ambiental y social. Un negocio que no sea rentable económicamente, no sobrevivirá, pero la creciente presión de los consumidores, clientes, empleados y reguladores está obligando a las empresas a mejorar las condiciones de sus trabajadores y reducir el impacto medioambiental de su actividad.
Por consiguiente, antes de poner en marcha tu idea de negocio, cerciórate de haber valorado su impacto social y ambiental. Para que una empresa sea sostenible, lo ideal es que tenga acceso a recursos que duren mucho tiempo, pues el agotamiento o encarecimiento excesivo de los mismos podría ponerla en riesgo. Utilizar recursos renovables o establecer alianzas con proveedores sostenibles es una excelente manera para empezar un negocio con buen pie en los tiempos que corren.
¿Qué es y cómo funciona un hackathon?

La era digital ha acelerado el mercado, demandando la puesta en marcha más rápida de las ideas de negocios y el lanzamiento de productos y servicios, por lo que las empresas necesitan renovarse continuamente para evitar caer en la obsolescencia. Para seguir siendo competitivas, las pymes deben abrazar nuevos modelos de negocio y metodologías de trabajo que les permitan seguir el ritmo. Una manera rápida, creativa y efectiva de buscar soluciones consiste en celebrar un hackathon.
¿Qué es un hackathon?
El término hackathon es la unión de las palabras hacker y marathon, de manera que se trata de un evento competitivo en el que expertos en tecnología, como diseñadores, programadores y desarrolladores, colaboran para encontrar soluciones a un problema dentro de un plazo de tiempo determinado.
El objetivo de este tipo de eventos es promover la colaboración entre profesionales para desarrollar un prototipo funcional, ya sea de un sitio web, aplicación o robot, que se pueda poner en marcha para resolver un problema concreto.
Cabe aclarar que, aunque el hackathon suele ser un maratón de código para generar soluciones digitales, esta iniciativa se está extendiendo a otros sectores, permitiendo que diferentes profesionales colaboren para resolver problemas. Facebook y Google han sido pioneros en celebrar este tipo de eventos, pero la NASA, algunas entidades bancarias y todo tipo de empresas también los están aplicando.
¿Cómo funciona un hackathon?
Generalmente el hackathon se desarrolla en entornos diseñados para fomentar la creatividad y facilitar la generación de nuevos conceptos, prototipos e ideas innovadoras. El evento dura 24 o 48 horas, pero si el problema es complejo, puede prolongarse durante varios días.
En el hackathon se define el problema a resolver, así como las normas del evento y las herramientas que los profesionales pueden utilizar. Puede realizarse de manera virtual o presencial, aunque se suelen formar grupos pequeños de entre dos y cinco personas.
Cuando termina, cada grupo presenta su prototipo de producto o propuesta de servicio. La elección de la idea más original, viable y eficaz puede quedar en manos de un jurado especializado o ser votada por los mismos participantes.
Los beneficios de desarrollar un hackathon para las empresas
- Enfocarse en la solución de un problema. Muchas veces las tareas cotidianas y los imprevistos terminan limitando la creatividad y la innovación en las empresas, sobre todo en las pymes. Organizar un hackathon permite enfocarse en un problema que la empresa necesita resolver, identificar la necesidad subyacente y obtener diferentes soluciones que puede implementar en poco tiempo.
- Acortar el proceso de desarrollo. Una de las ventajas más interesantes del hackathon es que facilita la sinergia entre empleados de la empresa, colaboradores y profesionales externos. Esas nuevas miradas permiten abordar el problema desde diferentes ángulos y perspectivas, así como obtener distintas soluciones que, de otro modo, podrían haber costado semanas o incluso meses de trabajo. Por tanto, la celebración de este tipo de eventos puede acortar los tiempos de desarrollo de un producto o servicio.
- Aumentar la motivación laboral. Cuando los empleados tienen que realizar las mismas tareas, es probable que se desmotiven, lo cual afectará a su productividad. El hackathon rompe su rutina, supone un desafío nuevo y los anima a salir de su zona de confort. Estos eventos desarrollan las habilidades blandas de los empleados, les ayudan a reforzar sus competencias técnicas y les permiten aprender nuevas metodologías de trabajo. También son una oportunidad excelente para ampliar su red de contactos externa e interna.
- Reclutar talento. Un hackathon es uno de los mejores sitios para detectar y reclutar talento. En este tipo de eventos se puede constatar el potencial de los profesionales, identificar sus fortalezas y ver cómo trabajan bajo presión. De hecho, ya existen empresas que usan los hackatones como herramienta para reclutar personal, con un coste menor que los métodos de selección tradicionales.
- Mejorar la marca empleadora. Los hackathones son una oportunidad para mejorar la marca empleadora de la empresa y transmitir una imagen más moderna, innovadora y disruptiva que atraiga a profesionales talentosos. Este tipo de eventos también pueden recibir una buena cobertura mediática, sobre todo si son los primeros que se realizan en determinada industria, por lo que contribuyen a reforzar la conciencia de marca.
Los principios fundamentales del Design Thinking

En un mercado altamente competitivo, las empresas que deseen seguir siendo relevantes deben innovar continuamente. También deben mantener un contacto sistemático con su público objetivo para comprender mejor los cambios en sus necesidades y poder satisfacerlas. Por estas razones, no es extraño que en los últimos tiempos se emplee cada vez más el término Design Thinking.
¿Qué es Design Thinking?
El Design Thinking se refiere a un conjunto de conocimientos y procedimientos cognitivos, estratégicos y prácticos, que utilizan los diseñadores en el proceso de diseño de productos o servicios. Conjuga tanto una metodología para generar ideas innovadoras como un enfoque creativo de resolución de problemas, que los diseñadores emplean para crear nuevo valor.
Sus orígenes se remontan a la década de 1960, cuando los diseñadores comenzaron a aplicar los procesos y la metodología científica a los aspectos del diseño para comprender mejor cómo funciona el proceso intelectual y qué factores influyen en el mismo, fundamentalmente cuando hay que resolver problemas multidimensionales complejos.
Muy pronto las empresas aplicaron los principios del Design Thinking para mejorar sus procesos de diseño, fomentar la creatividad de los equipos de trabajo y crear nuevos productos y servicios que satisficieran las necesidades de sus clientes.
Los 3 principios del Design Thinking
- Empatía
- Pensamiento divergente
- Experimentación
El Design Thinking pone en el centro del diseño al usuario y limita el influjo de las suposiciones del diseñador para que este comprenda cómo piensa el consumidor. Por ese motivo, uno de los principios del Design Thinking más importantes es la empatía. Los diseñadores deben ponerse en el lugar de la audiencia para detectar sus necesidades y problemas específicos, en base a los cuales podrán proponer soluciones creativas.
Un principio del Design Thinking fundamental consiste en fomentar el pensamiento divergente en los equipos de diseño. Este tipo de pensamiento, más espontáneo y fluido que el pensamiento lógico, permite explorar diferentes soluciones. De hecho, el Design Thinking estimula precisamente la creatividad y la exploración de distintas perspectivas y caminos para resolver los problemas, dando como resultado soluciones originales y disruptivas.
El Design Thinking es un método eminentemente iterativo, por lo que la experimentación es uno de sus principios cardinales. Anima a los diseñadores a probar diferentes ideas para constatar cuáles funcionan y cuáles no. Se basa en la construcción de prototipos o productos mínimos viables para comprobar si la idea funciona o hay que realizar modificaciones antes de lanzarla al mercado.
Los 5 pasos para aplicar el Design Thinking
El Instituto de Diseño Hasso Plattner de Stanford propuso un modelo de Design Thinking relativamente fácil de aplicar en el ámbito empresarial, compuesto por cinco etapas:
- Empatizar: investigar las necesidades de los usuarios
- Definir: determinar los problemas de sus usuarios
- Idear: desafiar las suposiciones y generar ideas
- Prototipar: empezar a crear soluciones
- Probar: poner a prueba las soluciones
La primera etapa del Design Thinking se enfoca en investigar al público objetivo para desarrollar una visión empática del problema que se intenta resolver. En esta fase, los diseñadores pueden consultar a expertos y realizar observaciones, encuestas o entrevistas para comprender mejor a los usuarios, sus necesidades, expectativas, experiencias y motivaciones. Así, podrán dejar de lado sus suposiciones y desarrollar una visión más realista sobre las personas que usarán el producto o servicio.
La segunda fase del Design Thinking consiste en definir el problema desde la perspectiva del usuario. El diseñador utiliza la información recopilada en la fase anterior para delimitar las necesidades concretas de su público objetivo y el problema que debe resolver. También comienza a pensar en las características, funciones y elementos que sirvan para resolver el problema y se plantea las preguntas clave para encontrar las soluciones.
En la tercera etapa del Design Thinking, el equipo de diseño comienza a generar ideas e identifica las soluciones más innovadoras. Los diseñadores abandonan sus suposiciones iniciales y se centran por completo en el usuario para ver el problema desde diferentes perspectivas y proponer soluciones creativas. Generalmente se utilizan diferentes técnicas psicológicas para promover la creatividad, como la tormenta de ideas o el método Scamper. Al final, se eligen las mejores ideas.
En esta fase del Design Thinking el equipo de diseño comienza a crear soluciones, generalmente produciendo una serie de versiones reducidas y económicas del producto para investigar su viabilidad y comprobar si puede solucionar el problema. Es una fase experimental, cuyo objetivo es identificar la mejor solución posible y ayudar a los diseñadores a formarse una idea más clara sobre las limitaciones del producto y el uso que le darán los consumidores.
El último paso del Design Thinking es comprobar las soluciones para entender mejor el funcionamiento del producto y la respuesta de los usuarios. Los diseñadores ponen a prueba el producto acabado para determinar las modificaciones o mejoras que se deben realizar, así como para descartar soluciones alternativas. También comprueban cómo las personas interactúan con el producto y qué piensan de este. En este punto, no es inusual que sea necesario retroceder a una etapa anterior del proceso para replantearse algunos aspectos de la concepción del producto o servicio.

Más del 70 % de las personas que emprenden en España lo hacen motivadas por la escasez de empleo, según reveló el último informe del Observatorio del Emprendimiento. Casi todas las iniciativas emprendedoras necesitan una inversión inicial, pero dado que durante las primeras fases de un negocio suele ser difícil tener acceso a las vías de financiación convencionales, el 59 % de los proyectos de negocio se financian con los ahorros personales, mientras que solo el 17 % logra el apoyo de las entidades financieras. En ese contexto, capitalizar el paro es una solución interesante para emprender un proyecto propio.
¿Qué es capitalizar el paro?
La capitalización del paro es el cobro en un único pago de la prestación de desempleo, con el objetivo de iniciar una actividad profesional. Con esta iniciativa, recogida en la actualización de la normativa en materia de autoempleo, el Estado pretende fomentar el empleo autónomo entre quienes reciben una prestación por desempleo de nivel contributivo.
No obstante, también puedes utilizar la capitalización del paro para constituir una cooperativa o una sociedad laboral, o para integrarte en las mismas como socio trabajador. Otra posibilidad consiste en destinar ese importe al capital social de una empresa de nueva creación o creada en un plazo máximo de 12 meses anteriores a la aportación. En ese caso, debes poseer su control efectivo, ejercer en la misma una actividad profesional y darte de alta en la Seguridad Social en el Régimen Especial de Trabajadores por Cuenta Propia o en el Régimen Especial de Trabajadores del Mar.
¿Cuáles son los requisitos para capitalizar el paro?
Desde el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), indican los requisitos para capitalizar el paro:
- Ser beneficiario de una prestación contributiva por desempleo y tener pendientes al menos tres mensualidades. Si se trata de una prestación por cese de actividad, debes tener pendiente seis meses.
- No haber cobrado un pago único en los 4 años anteriores a la solicitud.
- Empezar la actividad en el plazo máximo de un mes desde que se concede el pago único. Puedes comenzar la actividad y darte de alta en la Seguridad Social antes de la resolución del pago, pero no antes de su solicitud. En un plazo de un mes, prorrogable por otro mes, tendrás que inscribirte en el Régimen Especial de Autónomos.
- Justificar, a través de una memoria, la finalidad de la inversión, indicando además el capital necesario total y la distribución prevista de la inversión.
Existen algunas condiciones adicionales para capitalizar el paro:
- Si se ha impugnado el cese de la relación laboral que ha generado la prestación por desempleo, tendrás que esperar hasta que se resuelva el procedimiento para solicitar el pago único. Tampoco se concede a quienes estén sujetos a un ERE de suspensión o reducción de jornada, o a los trabajadores fijos discontinuos.
- No puedes capitalizar el paro siendo autónomo; o sea, si en los 24 meses anteriores a la solicitud has conciliado la prestación por desempleo de nivel contributivo con un trabajo como autónomo.
- Si quieres unirte a una cooperativa que prevé un periodo de prueba, tendrás que presentar la solicitud.
- No puedes ser socio capitalista en una cooperativa o sociedad laboral, ya que la capitalización del paro está pensada para fomentar el autoempleo.
¿Cuánto puedes cobrar?
La cantidad a cobrar variará según el destino de esa capitalización, aunque en sentido general, si justificas la inversión, puedes obtener el 100 % del valor del importe de la prestación. Otra opción es recibir únicamente la cantidad que justifiques como inversión o el importe total destinado a subvencionar las cuotas mensuales a la Seguridad Social, si no necesitas realizar una inversión inicial.
Si no obtienes toda la prestación en un solo pago, tienes la posibilidad de solicitar a la vez el abono mensual del importe restante para subvencionar la cotización a la Seguridad Social durante el desarrollo de la actividad. En cualquier caso, de la prestación por desempleo que tengas pendiente, se deducirá el importe del interés general del dinero aplicable en el momento de la solicitud.
¿Dónde se solicita el pago único?
Si quieres capitalizar el paro, tendrás que solicitar el pago único en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), ya sea de manera presencial o telemática. De hecho, puedes solicitarlo al mismo tiempo que la prestación por desempleo o en un momento posterior.
Tendrás que presentar la solicitud junto con una memoria de la actividad que vas a desarrollar, en la que expliques detalladamente la finalidad de la inversión y el capital que necesitas. Recuerda usar importes sin IVA, ya que el IVA soportado en la inversión no es subvencionable.
Ventajas de capitalizar la prestación por desempleo para ser autónomo
- Acceso a un capital para arrancar tu actividad. A diferencia de otras ayudas y subvenciones para autónomos, que suelen tardar en llegar, la capitalización del paro generalmente se recibe un mes después de haber cursado la solicitud, por lo que podrás invertir rápidamente ese capital en poner en marcha tu negocio.
- Flexibilidad en las modalidades. Para capitalizar el paro, no es necesario que realices una inversión inicial, puedes destinar ese capital a cubrir los pagos de las cuotas a la Seguridad Social, lo cual te brinda más seguridad y tranquilidad a la hora de emprender.
- Acceder a formación. Capitalizar la prestación por desempleo puede servirte para ampliar tu formación y aumentar las probabilidades de que tu proyecto tenga éxito. La ley prevé la posibilidad de destinar hasta el 15 % de la cuantía del pago único de la prestación a servicios de asesoramiento, formación e información relacionados con la actividad que deseas emprender.
- Cubrir los gastos de constitución. La capitalización del paro no solo se puede destinar a cubrir la inversión inicial, como la compra de maquinaria, mobiliario o vehículos industriales, sino que también puedes usarla para cubrir los gastos de constitución y puesta en marcha de la actividad, así como para pagar las tasas y tributos correspondientes. Los gastos de puesta en funcionamiento incluyen tanto los correspondientes al activo fijo o inmovilizado como al activo circulante, así como otros derivados del acondicionamiento del local, pago de franquicia, traspaso o gastos de alta de suministros. Además, podrás incluir los gastos generados durante los tres primeros meses en alquileres, cánones y suministros.
- Es compatible con otras ayudas y subvenciones. Capitalizar el paro no te impide solicitar otras ayudas y subvenciones, pues no se trata de un capital público, sino del anticipo de una cantidad que te corresponde por ley, aunque algunos subsidios autonómicos y locales sí podrían ser incompatibles. En ese caso, si necesitas una ayuda adicional para emprender tu negocio, recuerda que puedes contar con el aval de una SGR.
En cualquier caso, es importante que destines el importe recibido únicamente a financiar los gastos que implique la puesta en marcha de tu actividad o la incorporación a la cooperativa o sociedad laboral, ya que utilizarlo con otros fines puede suponer una infracción muy grave.
Cabe aclarar que la prestación contributiva por desempleo tributa por IRPF cuando se percibe en la modalidad de pago mensual, pero queda exenta de dicho impuesto cuando se percibe en la modalidad de pago único. De hecho, si cesas la actividad antes de los cinco años, aunque sea por causas justificadas, tendrás que declarar el importe percibido en el siguiente periodo impositivo.
No obstante, debes saber que la ley no prevé un plazo de tiempo durante el cual debas mantener obligatoriamente la actividad. Si el pago único está justificado y el cese de la actividad se produce por causas ajenas a tu voluntad, la Administración no puede exigir su devolución. En ese caso, es importante que conserves toda la documentación que justifique el cierre de la actividad, por si recibes una inspección.