Consentimiento legal de cookies

Utilizamos cookies, propias y de terceros, para mantener sus preferencias y analizar sus hábitos de navegación en nuestra página web, con la finalidad de garantizar la calidad, seguridad y mejora de los servicios ofrecidos a través de la misma. Las cookies pueden ser aceptadas, rechazadas, bloqueadas y borradas, según desee. Ello podrá hacerlo mediante las opciones disponibles en la presente ventana o a través de la configuración de su navegador, según el caso. Más información en el apartado Política de Cookies de nuestra página web o configuralas o recházalas pulsando en nuestro gestor de configuración

Las cookies técnicas sirven para garantizar el correcto funcionamiento del portal web, así como para proporcionar comodidad y fluidez a la navegación del usuario.

Las cookies analíticas o de medición ayudan a los propietarios de páginas web a comprender como interactúan los visitantes con las páginas web reuniendo y proporcionando información de forma anónima.

Cookies para integrar funcionalidades de redes sociales en el sitio Web y compartir contenidos del sitio Web en dichas redes sociales.

Guardar preferencias Rechazar cookies Aceptar todas las cookies

Blog Con Aval Sí

Página 7
Contabilidad en las pymes

Para que una empresa tenga éxito, es imprescindible llevar un control de su situación financiera. Los problemas de contabilidad afectan al funcionamiento de un negocio e, incluso, pueden hacerlo fracasar. El 68,8 % de los emprendedores reconoce que la falta de planificación financiera es una de las principales causas del fracaso de las pymes y el 40,6 % piensa que los problemas se originan por incurrir en gastos recurrentes sin tener garantías de ingresos, según indicó una investigación llevada a cabo en la Escuela de Organización Industrial.

¿Qué es la contabilidad de una empresa?

La contabilidad de una empresa es el conjunto de técnicas y procedimientos que se utilizan para recoger los movimientos contables de la organización. En práctica, es el registro de todas y cada una de las operaciones económicas que realiza el negocio para mantener esa información ordenada y agrupada.

La contabilidad también implica un análisis de las cuentas de la empresa, con el fin de conocer su situación financiera en todo momento. Su principal objetivo es brindar un cuadro real de los beneficios y pérdidas del negocio para proyectar planes a medio o largo plazo que estimulen el crecimiento empresarial.

Los 10 problemas de contabilidad más comunes en las pymes

Llevar la contabilidad de una empresa, aunque sea pequeña, no implica únicamente reflejar sus ganancias y beneficios, hay mucho más detrás de los asientos contables, por lo que es fácil cometer errores. Algunos fallos son fáciles de detectar y corregir, pero otros son más serios e, incluso, pueden llegar a afectar la salud financiera del negocio.

Con el paso del tiempo, las malas prácticas contables pueden distorsionar la verdadera situación económica de la empresa. Los errores en la contabilidad no solo pueden dar pie a costosas sanciones por parte de la Agencia Tributaria, sino que también te impedirán encontrar inversores o acceder al crédito cuando lo necesites e, incluso, podrían poner el negocio al borde de la insolvencia. Los problemas de contabilidad más comunes que debes evitar son:

  1. No organizar bien el trabajo contable

En la contabilidad, lo ideal es ir por delante del trabajo, no a remolque, lo cual significa que debes asumir un rol proactivo en todo momento. Sin embargo, uno de los principales problemas de contabilidad en las pymes consiste, precisamente, en dejar que el trabajo se acumule. Muchos negocios no cuentan con un sistema de trabajo metódico, debido a la falta de tiempo o porque no disponen inmediatamente de toda la documentación para reflejar en los libros contables.

Como resultado, se suelen producir desfases y errores entre los documentos y su registro contable, de manera que algunos ingresos y gastos se pierden por el camino. No registrar todos los movimientos de caja, por ejemplo, es un error habitual que puede hacer que termines perdiendo la pista de ese dinero. Si no registras todos los movimientos, cuadrar las cuentas será extremadamente complicado y no podrás conocer la situación económica real de tu empresa.

  1. Ahorrar tiempo con algunas partidas contables

Otro error común consiste en ahorrar tiempo con algunas partidas contables, sobre todo en los préstamos a largo plazo. Si no los reclasificas en los asientos contables de la empresa todos los meses, sino que esperas hasta el año próximo, a efectos contables tendrás un falso crédito a corto plazo.

Este problema de contabilidad afecta al balance del negocio, ya que no refleja adecuadamente la deuda. Terminará dañando la imagen de solvencia de tu pyme y dibujará un escenario falso de su funcionamiento real, por lo que puede conducirte a tomar malas decisiones en base a datos económicos que no se ajustan a la realidad.

  1. No conciliar sistemáticamente los libros contables con las cuentas bancarias

Conciliar las cuentas con frecuencia es fundamental para detectar posibles errores u omisiones contables. Se trata, simplemente, de verificar que el saldo de la cuenta que figura en los libros contables sea exacto y coincida con el saldo real de la cuenta bancaria de la empresa. Si no haces la conciliación bancaria cada mes, los registros se acumularán y cuadrar las cuentas se convertirá prácticamente en una misión imposible.

La conciliación permite detectar gastos cargados por error, así como recibos o facturas pagadas que no has contabilizado. Así podrás estar seguro de que todas las transacciones se han registrado con precisión y, si no ha sido así, podrás realizar las correcciones o ajustes necesarios en los libros contables antes de que las diferencias se vuelvan enormes y difíciles de rastrear.

  1. Partidas mal asignadas

Los asientos contables son una herramienta básica para llevar el registro de la actividad de tu negocio y mantener al día el libro diario de compras y ventas. Te permiten mantener las cuentas en orden para presentar las declaraciones de impuestos o ante posibles inspecciones de Hacienda. Sin embargo, existen diferentes tipos de partidas contables, algunas recogen o cierran la situación financiera de la empresa y otras identifican el número de cuentas que intervienen en una transacción. 

Uno de los problemas de contabilidad más comunes en las pymes consiste en asignar determinadas partidas a cuentas contables que no les corresponden. Los gastos de representación, las multas, los comprobantes de pagos, los gastos extraordinarios y los bienes de inversión son los que más dolores de cabeza causan, sobre todo si no tienes la experiencia o los conocimientos contables suficientes, ya que es probable que no sepas en qué libro de contabilidad debes registrarlos.

  1. Pobre estructura de cuentas

Otro problema de contabilidad en las pymes es que adolecen del nivel de personalización necesario. Las cuentas no se desglosan con el nivel de detalle suficiente y los conceptos no se separan adecuadamente según la actividad de la empresa.

En el caso de las startups tecnológicas, por ejemplo, un error común consiste en reflejar facturas de servicios de software en las cuentas “saco” u “otros servicios”, donde también se suelen incluir erróneamente las facturas por la publicidad en las redes sociales. Abusar de la categoría “Extra” para anotar los gastos impedirá que te formes una imagen fiel de la realidad financiera de tu negocio. Por eso, lo ideal es definir categorías para cada gasto y detallar lo máximo posible los gastos e ingresos en los que incurres.

  1. No tener una política de gastos clara

Para que un negocio funcione, no basta con planificar el presupuesto, debe contar con una política de gastos clara. Se trata de las normas y prácticas que dictan cómo gestionar el dinero, estableciendo los límites que deben seguir tanto los directivos como los empleados, despejando cualquier tipo de dudas respecto a los pagos, consumos y reembolsos. No tener una política de gastos clara es un error común que cometen muchas pymes, que suelen cubrir los gastos más frecuentes recurriendo al efectivo de caja.

Al final del año, esos gastos pueden llegar a representar un importe considerable, de manera que sin un control adecuado pueden causar problemas a la hora de llevar la contabilidad y realizar la declaración de impuestos. Por tanto, es necesario que registres todos los gastos de tu negocio, por pequeños que sean. Así, podrás saber dónde va el dinero, establecer presupuestos más realistas y tener una imagen más real de tu situación financiera.

  1. No registrar las transacciones pequeñas

El control presupuestario de una pyme también debe incluir las pequeñas transacciones, lo que se conoce como “gastos hormiga”. Se trata de transacciones muy pequeñas, como el envío de un paquete postal o la compra de papel para la oficina, cuyo impacto unitario en la cuenta de resultados de la empresa es pequeño pero que en conjunto pueden llegar a suponer alrededor del 10 % del gasto total mensual.

Si no registras esos gastos porque consideras que son irrelevantes, pueden terminar creando problemas en la contabilidad de tu pyme. De hecho, contabilizar todos esos gastos hormiga te ayudará a visualizar su impacto en tu negocio para que puedas eliminarlos o sustituirlos por otros complementarios que te permitan ahorrar. Si te mantienes al tanto de las transacciones pequeñas, te será mucho más fácil administrar las operaciones más grandes.

  1. Pérdida de justificantes

Los datos económicos que se recogen en las declaraciones y autoliquidaciones que se presentan en cada ejercicio fiscal deben contar con un soporte físico que los justifique. El desorden o la falta de justificantes para respaldar los asientos contables es un problema relativamente habitual en la contabilidad de las pymes.

Con vistas a una auditoría, inspección fiscal o la declaración de impuestos, debes conservar todos los justificantes y recibos, clasificándolos adecuadamente y asegurándote de que sean fácilmente accesibles, al menos durante los cuatro o seis años que se exigen a efectos fiscales. Por ejemplo, si extravías una factura cuyo importe ya habías incluido en una liquidación, ese gasto dejará de ser deducible. Además, es probable que los efectos de esa pérdida se trasladen a diferentes impuestos y ejercicios fiscales.

  1. No estar al tanto de los cambios en las leyes tributarias

Las leyes fiscales determinan desde el Impuesto de Sociedades que debe pagar la empresa hasta el IVA que aplica a sus productos y servicios, así como las retenciones del IRPF a los trabajadores a su cargo, las cotizaciones a la Seguridad Social y el derecho a determinadas bonificaciones. Sin embargo, las regulaciones y legislaciones fiscales cambian cada año, algunas veces se trata de cambios menores, pero en otras ocasiones incluyen modificaciones importantes.

Si no conoces las novedades en materia fiscal, no podrás cumplir correctamente con tus obligaciones tributarias, de manera que no solo podrías exponerte a medidas sancionadoras, sino que las cuentas anuales de tu pyme no serán fiables, puesto que no se ajustan a la realidad fiscal y contable.

  1. Mezclar las finanzas personales con la contabilidad de la pyme

Dado que las pymes suelen ser sociedades limitadas con capital aportado por los socios, no es inusual que las finanzas personales y de negocios terminen mezclándose. Cuando comienzas un negocio, es habitual que todo lo personal se convierta en empresarial, desde el número de teléfono hasta la cuenta bancaria. También es probable que termines poniendo dinero de tu bolsillo para cubrir los gastos de la empresa o que saques dinero de la empresa para cubrir tus gastos personales.

Algunos socios, incluso, terminan convirtiéndose en los principales acreedores de su negocio, una práctica que afecta al balance anual, brindando una mala imagen de cara a posibles inversores y haciendo que pierdas tanto el control de tus finanzas personales como el de la contabilidad de la empresa, ya que no podrás saber con exactitud cuáles son los gastos y ganancias reales de tu negocio. Por eso, lo ideal es que tengas una cuenta de empresa que te permita controlar mejor los ingresos y gastos. Al mantener separadas las finanzas personales de las empresariales, podrás detectar fácilmente errores y problemas en la contabilidad para subsanarlos antes de que sea demasiado tarde.

¿Por qué es tan importante llevar adecuadamente la contabilidad de una empresa?

Llevar adecuadamente la contabilidad no solo es un deber fiscal, sino que también te ayudará a tomar decisiones más estratégicas para tu negocio. Tener una imagen fiel del funcionamiento de tu empresa te permitirá evaluar diferentes escenarios comerciales para decidir mejor sobre el desarrollo de productos o los planes de expansión.

Conocer, en todo momento, tus ingresos y costes, el inventario del que dispones, los beneficios de las inversiones realizadas o el riesgo crediticio al que te expones también te ayudará a optimizar el funcionamiento del negocio y ganar en eficiencia. De hecho, llevar una contabilidad precisa te permitirá administrar mejor el efectivo y detectar los gastos superfluos, para que puedas ahorrar en diferentes partidas.

Tener las cuentas contables al día aporta otro beneficio importante: mejora la credibilidad de tu empresa, de manera que te resultará más fácil ganarte la confianza de clientes, proveedores u otros socios comerciales, además de atraer a inversores o agilizar el acceso al crédito.

En resumen, una contabilidad bien hecha actúa como un escudo protector, pues te permitirá ir un paso por delante para prever posibles obstáculos en el camino o aprovechar nuevas oportunidades que impulsen el crecimiento de tu negocio.

Categoría: Contabilidad
branding B2B

En un mercado cada vez más competitivo, el branding B2B sigue ganando protagonismo como una vía para distinguir y humanizar la marca, aunque se trate de negocios entre empresas. En vez de confiar únicamente en el equipo de ventas para captar nuevos clientes, como antaño, el branding B2B es una herramienta poderosa para ganar ventaja sobre los competidores, transmitiendo una imagen de marca más coherente, sólida y profesional.

Branding B2B: ¿qué es exactamente?

El branding B2B es un proceso de creación y desarrollo de la marca para darla a conocer a otras empresas y profesionales, promocionando su identidad corporativa, valores y propósito. Por tanto, incluye todas aquellas acciones dirigidas a posicionar la marca y transmitir una imagen positiva que aumente su valor en el mercado.

Eso significa que el branding B2B va mucho más allá del diseño de un logotipo, la creación de un sitio web o la promoción de un producto, ya que se enfoca en la identidad de la empresa y los aspectos clave que la diferencian de la competencia para ganarse la confianza de los clientes, proveedores y demás actores del mercado.

¿Cómo poner en marcha una estrategia de branding B2B en tu empresa?

  • Identifica los valores de tu empresa
  • Antes de comenzar a diseñar una estrategia de branding B2B, es importante que tengas claro qué diferencia a tu empresa y los valores sobre los que sustenta su actividad. Quizá destaques por el servicio al cliente, la innovación o la calidad única de tus productos. Determina los valores que conforman el core de tu negocio, con los que deseas que los demás te identifiquen, sin perder de vista que en el ámbito B2B la rapidez, flexibilidad y adaptabilidad son cualidades particularmente apreciadas.

  • Profundiza en tu público objetivo
  • La audiencia de las empresas que trabajan en el sector B2B es más pequeña que la de aquellas que venden directamente a los consumidores, pero eso no significa que se pueda descuidar dando por hecho que necesitan los productos o servicios que ofreces. Por esa razón, es importante que profundices en las características, necesidades y expectativas de tus clientes potenciales. Crea tu buyer persona e identifica su problema principal, ya que se convertirá en otro de los pilares de tu estrategia de branding B2B.

  • Determina tu propuesta de valor
  • La propuesta de valor es el núcleo de tu ventaja competitiva, ya que resume claramente por qué otros profesionales deberían decantarse por tus servicios o productos en vez de elegir los de la competencia. Para determinar eso que te hace especial, debes conocer las propuestas de tus competidores más cercanos y tener claro cómo lo que ofreces ayuda a tu buyer persona, ya sea facilitándole la gestión de sus operaciones cotidianas, aumentando su productividad o contribuyendo a crear un entorno de trabajo más seguro.

  • Crea una narrativa de branding atractiva
  • Toda estrategia de branding debe sustentarse en una narrativa interesante. Puedes contar los orígenes de tu empresa y su historia hasta la actualidad, dejando patente por qué vale la pena decantarse por ella. Esa narrativa también debe exponer tu identidad corporativa, valores fundamentales y visión, sirviendo, además, para afianzar tu reputación empresarial. Y por supuesto, no te olvides de definir la voz de tu marca, una voz que te represente y resuene con tu audiencia.

  • Desarrolla una identidad de marca distintiva
  • Toda estrategia de branding B2B demanda una representación gráfica coherente de la marca. Eso significa que debes elegir el diseño, la tipografía y los colores que se utilizarán, tanto en el logo como en la página web, tarjetas de presentación y el resto de los elementos visuales de tu empresa. Esa coherencia visual te ayudará a destacar, ser fácilmente reconocible y reforzar el mensaje que deseas transmitir a tu audiencia.

    Por último, pero no menos importante, debes alinear a tu equipo de trabajo y colaboradores con el branding de tu empresa para que puedan transmitir correctamente el mensaje y la propuesta de valor.

    Categoría: Marketing
    aceleradoras de empresas

    Tener una buena idea de negocio no basta para emprender. Poner en marcha una empresa y lograr que sea rentable, en un mercado cada vez más competitivo y saturado, no es fácil, por lo que muchos emprendedores deciden contar con el apoyo de las incubadoras y aceleradoras de empresas. Si estás dando tus primeros pasos, las incubadoras te ayudarán durante el proceso de startup y, si ya has avanzado un poco más, las aceleradoras podrán guiarte en las fases posteriores para que puedas desarrollar tus proyectos y llegues al mercado.

    Lista de las mejores incubadoras y aceleradoras de empresas

    1. Seedrocket. Es la primera aceleradora de base tecnológica creada en España. Desde 2008, ha contribuido al nacimiento, crecimiento y consolidación de más de 400 startups innovadoras en el panorama español, con nombres tan famosos como Chicfy, Habitissimo, Escapada Rural, Deporvillage y Uvinum. Este acelerador de empresas cuenta con un espacio de coworking en el que podrás compartir experiencias con otros emprendedores, aprovechar sinergias y establecer contactos valiosos para tu negocio. Por supuesto, también podrás disponer de la ayuda de los mentores cuando necesites orientación.
    2. Impact Accelerator. Esta incubadora y aceleradora de IEBS-Digitalent apoya proyectos de diferentes países, entre ellos España. Ha acelerado 154 startups, entre las cuales se encuentran nombres tan famosos como Sensei y Parquery. Afirma que cada empresa recibe una media de más de 1 millón de euros tras pasar por su proceso de aceleración, capital más que suficiente para llevar adelante sus proyectos. Actualmente cuenta con tres programas, uno dirigido a la robótica, otro enfocado en los coches conectados y un tercero dedicado al crecimiento empresarial que brinda un programa de aceleración de tres meses, 100 000 euros de capital libre, la opción de recibir inversión privada de uno de sus socios inversores, así como formación y mentoría.
    3. Lanzadera. Esta incubadora y aceleradora de empresas acepta todo tipo de proyectos, no solo aquellos con un enfoque tecnológico. De hecho, ha acelerado a más de 1 000 startups, las cuales han conseguido 700 millones de euros en inversión. Este proyecto facilita las condiciones necesarias para que los emprendedores puedan poner en marcha negocios eficientes, implantando un modelo empresarial sólido. Como resultado, se ha convertido en un gran ecosis­tema empresarial en España, contando además con el vehículo de inversión Angels para abarcar las fases de creación y desarrollo de una empresa.
    4. Intercom. Empresas como Infojobs, Softonic y Niumba han crecido con la ayuda de la que podría calificarse como una de las mejores incubadoras de España. Fundado en 1995, el Grupo Intercom cuenta con una amplia experiencia ayudando a los emprendedores, aunque se ha especializado en el lanzamiento de negocios en Internet y en “venture builder”. Durante todo ese tiempo, ha acompañado a más de 50 emprendedores que han sacado adelante sus proyectos de negocio, llamando la atención de gigantes como Amazon y Tripadvisor.
    5. Ship2B. Es uno de los mejores aceleradores de startups que operan en el ámbito social. De hecho, apuesta por proyectos innovadores que tengan un impacto social y/o medioambiental positivo. Esta incubadora ofrece procesos personalizados de aceleración, relaciones con grandes empresas y acceso a financiación. Ya ha acelerado casi 200 startups y conseguido más de 85 millones de euros en financiación, pues también se encarga de canalizar el capital hacia esas nuevas empresas a través de su red de inversión y fondos de venture philanthropy.

    En sentido general, las mejores aceleradoras e incubadoras no solo ayudan a los emprendedores a definir y validar su idea de negocio, sino que también les brindan acceso a inversores y una valiosa red de contactos. Además, proporcionan apoyo técnico y comercial, facilitan los medios que los emprendedores necesitan y les garantizan una formación y asesoramiento personalizado para que sus proyectos despeguen con éxito.

    Categoría: Negocios
    Elaborar un plan de carrera profesional

     

    El talento es el ingrediente más indispensable para tener éxito, pero el éxito también depende de cómo se gestiona ese talento”, escribió Allan Schweyer, especialista en Recursos Humanos. La fuerza de una empresa proviene de sus empleados, por lo que, si tienes trabajadores a tu cargo, debes asegurarte de que se encuentran motivados y comprometidos.

    De hecho, los incentivos económicos no son el único camino para retener el talento. Hoy en día, los profesionales también aprecian otro tipo de beneficios, como una mejor conciliación familiar o la posibilidad de desarrollarse profesionalmente a largo plazo. Por esa razón, el plan de carrera es una excelente herramienta para encauzar tu negocio y motivar a tus empleados, mostrándoles que te preocupa su formación y que estás comprometido con su crecimiento profesional.

    Un informe realizado por PwC reveló que el 65 % de los trabajadores considera que la formación profesional es tanto responsabilidad suya como de la empresa y el 83% se mostró dispuesto a aprender nuevas capacidades o incluso reciclarse por completo, lo cual desvela que cuando se les ofrece la oportunidad, los trabajadores están dispuestos a seguir formándose en el seno de la organización. 

    ¿Qué es un plan de carrera profesional?

    El plan de carrera es un proceso mediante el cual se establecen metas profesionales y se identifican tanto los pasos a dar como los recursos que se deben destinar para alcanzarlas. En el caso de las pequeñas y medianas empresas (pymes), el plan de carrera se pacta con cada uno de los trabajadores, teniendo en cuenta sus objetivos e intereses, así como su trayectoria laboral y competencias profesionales.

    Esa “hoja de ruta” no solo contempla las necesidades formativas de los trabajadores, sino también los objetivos de negocio de la empresa y las características del sector donde opera. En la práctica, hacer un plan de carrera te servirá para identificar el desarrollo que cada empleado puede tener dentro de tu empresa y satisfacer sus aspiraciones profesionales, así como para gestionar de manera más transparente y eficaz tu negocio. 

    Los beneficios de contar con un plan de carrera en tu negocio

    • Armoniza las estrategias de la empresa con los objetivos del personal. El plan de carrera es un instrumento eficaz para potenciar el crecimiento del negocio, a través de la formación y capacitación de sus trabajadores, ayudándoles a avanzar en su carrera profesional y brindándoles estabilidad. Es una estrategia con la que todos ganan, pues esa profesionalización repercute positivamente en los resultados de la empresa. 
    • Aumenta la motivación y el nivel de compromiso de los empleados con la empresa. El plan de carrera proporciona a los trabajadores nuevos retos y responsabilidades que les permitan seguir creciendo profesionalmente, lo cual suele aumentar su motivación y fomenta el vínculo con la empresa, incrementando su lealtad y sentido de pertenencia.
    • Retiene el talento humano y reduce la tasa de rotación de la plantilla. Un plan de carrera proporciona una vía clara de ascenso laboral y ofrece cierta seguridad dentro de la empresa. Si los empleados saben que tienen oportunidades de crecer dentro de la organización, no necesitarán buscarlas fuera, de manera que disminuye la rotación laboral y se retiene el talento, lo cual suele implicar un ahorro de costes, tiempo y esfuerzo para la empresa.
    • Mejora la marca empleadora. Una empresa que se preocupa por el desarrollo profesional de su plantilla y mejora sus condiciones laborales comienza a ser percibida como un lugar de trabajo atractivo. Una cultura corporativa que premia el esfuerzo y la dedicación potencia la marca empleadora y aumenta el reconocimiento a nivel social de la empresa, lo cual atraerá a nuevos talentos y le permitirá diferenciarse de la competencia.
    • Aumenta la productividad. Unos empleados más motivados y satisfechos estarán más comprometidos con la empresa y trabajarán mejor. Es probable que dejen de ver sus tareas como obligaciones y comiencen a percibirlas como pequeños pasos en su carrera profesional, lo cual se terminará reflejando en un mejor clima laboral y un aumento de la productividad. Por tanto, no es casual que los programas de capacitación y formación puedan generar un 218 % más de ingresos por empleado para las empresas. Eso significa que los planes de carrera profesional tienen un excelente retorno de la inversión.

    ¿Cómo hacer un plan de carrera, paso a paso?

    1. Determina las necesidades futuras de tu negocio

    Para elaborar un plan de carrera profesional, debes planificar tu plantilla, considerando el número de empleados actuales y sus cargos. No olvides detalles como el porcentaje de rotación, la tasa de abandono y las jubilaciones. Por ejemplo, si sabes que el encargado de un área se jubilará dentro de cinco años, tendrás que cubrir su puesto, por lo que es recomendable que vayas formando a alguien para que ocupe su lugar.

    Comienza evaluando el talento con el que ya cuentas dentro de tu empresa. Es importante que conozcas las fortalezas y debilidades de los trabajadores para determinar en qué áreas necesitan mejorar, así como sus aspiraciones dentro de la empresa. De esta manera, podrás identificar a los profesionales más capaces y comprometidos, que puedan acceder a puestos de mayor responsabilidad, para que aporten un valor añadido a la organización.

    2. Identifica las competencias necesarias para cada puesto

    Cada puesto de tu empresa tiene un perfil por competencias. Por ejemplo, un comercial debe tener buenas habilidades comunicativas, ser empático, tener iniciativa, saber negociar y llegar a acuerdos. Conocer las competencias de cada puesto te permitirá encontrar a la persona más adecuada para cubrirlo. Puedes comenzar creando un perfil individual de cada uno de tus empleados con estos datos:

    • Nombre del empleado
    • Edad
    • Formación académica
    • Puesto que desempeña
    • Antigüedad en la empresa
    • Puntos fuertes y principales competencias
    • Puntos a mejorar que influyen negativamente en su trabajo
    • Necesidades de capacitación
    • Evaluación de desempeño
    • Posibles puestos a ocupar 

    3. Diseña un posible mapa de carrera

    Con el organigrama en una mano y las descripciones de los puestos de trabajo en otra, puedes diseñar los vínculos entre los diferentes puestos en tu empresa. El objetivo es crear un mapa de carrera que sea transparente, en el que resumas las demandas de cada puesto y el camino a seguir para llegar hasta ellos.

    Así tus empleados tendrán claro, desde el primer momento, cuáles son sus posibilidades de crecimiento dentro de la empresa y qué pasos necesitan dar para ascender y alcanzar las metas profesionales que se han propuesto. Esa transparencia habla bien a favor de la organización y motiva a la plantilla a esforzarse.

    4. Planifica la formación

    En esta fase debes determinar qué tipo de formación necesita cada uno de los empleados para que puedan ascender en tu empresa. Es una buena idea partir de las evaluaciones de desempeño, pues te ayudarán a comprender cuáles son las capacidades y potencialidades de los trabajadores, así como sus puntos débiles y áreas a reforzar. De hecho, debes asegurarte de que la formación sea lo suficientemente desafiante como para motivar a los empleados a aprender algo nuevo y salir de su zona de confort.

    Al mismo tiempo, no pierdas de vista las necesidades de tu empresa, ya que son vitales a la hora de fijar las metas formativas a cumplir en el plan de carrera profesional. Obviamente, también es importante mantener una comunicación fluida con la plantilla y las personas que ocupan puestos directivos, ya que toda la empresa debe conocer las acciones formativas.

    Puedes aprovechar tanto la formación bonificada y los programas de capacitación como la experiencia de otros trabajadores que pueden formar a los empleados más jóvenes. Incluso, puedes hacer rotación de puestos de trabajo para que los empleados vayan conociendo las diferentes áreas de la empresa y se formen una imagen más global de su funcionamiento. Sea cual sea la acción formativa que elijas, asegúrate de que siga un plan bien estructurado, que prevea la posibilidad de que el trabajador asuma puestos intermedios.

    5. Elabora un cronograma de aplicación

    Un plan de carrera profesional sin fechas límite tiene grandes probabilidades de convertirse en papel mojado. Es fundamental que, junto a tus empleados, estiméis un tiempo prudencial para cumplir cada uno de los objetivos. Lo ideal es moverse en diferentes marcos temporales: corto plazo (3 a 6 meses), medio plazo (1 a 2 años) y largo plazo (más de 3 años), los cuales se deben ajustar a las necesidades de tu empresa y la plantilla.

    En cualquier caso, recuerda que los empleados necesitan tener tiempo suficiente para aprender cosas nuevas sin que ello afecte a su desempeño en otras áreas, no solo en la laboral sino también en la esfera familiar. Por esa razón, es recomendable dividir el plan de carrera profesional en objetivos más pequeños, cada uno con fechas límite razonables.

    6. Evalúa y actualiza el plan de carrera

    El progreso del plan de carrera profesional se debe medir y revisar periódicamente, por lo que es importante incluir plazos de evaluación. Así, siempre sabrás en qué punto del camino os encontráis y si es necesario introducir correcciones. El proceso de evaluación y control del plan de carrera profesional suele ser más sencillo si fijas metas anuales y las compruebas al final de cada año, pero también puedes realizar evaluaciones trimestrales o semestrales.

    Es conveniente evaluar las competencias y habilidades que van adquiriendo los empleados, poniéndolas a prueba en la práctica, si su rol dentro de la empresa lo permite como parte de su trabajo. Por supuesto, también es fundamental medir su nivel de satisfacción con la formación, para ir ajustando el plan de carrera a sus necesidades y expectativas.

    En todo caso, recuerda que el plan de carrera profesional no es un documento estático, sino un proyecto en continua evolución que debes mantener siempre actualizado. Así, los empleados podrán avanzar en su carrera profesional y tu empresa podrá responder a los continuos cambios que se producen en el mercado y la sociedad.

    Plan de carrera profesional, ejemplo en el sector turístico

    Marriott International es un buen ejemplo de un plan de carrera profesional. A pesar de operar en un sector que se caracteriza por la elevada rotación de su personal, el grupo hotelero puede presumir de tener uno de los índices más bajos de rotación de personal (18%) y haber sido catalogada como una de las 100 mejores empresas donde trabajar.

    Esta cadena hotelera cuenta con un sólido programa de capacitación y desarrollo de los empleados, que se pone en marcha desde el mismo momento en que contrata a una persona. Cada programa sigue trayectorias diferentes para formar a los empleados en las áreas que más les interesen y que necesite la empresa.

    Marriot prioriza las promociones internas, brindando a cada empleado la oportunidad de avanzar tan lejos como se lo permitan sus habilidades y capacidades. De hecho, la empresa afirma que el 50 % de sus directivos actuales han sido promovidos desde dentro. Así, el plan de carrera les ayuda a construir un liderazgo sólido, perpetuar una cultura organizacional que fomenta el bienestar de los empleados y los alinea con los objetivos de negocio, además de brindarles una ventaja competitiva en el sector.

    Por último, recuerda que la formación suele ser mucho más eficaz cuando se realiza de forma estructurada y reflexiva. Contar con un plan de carrera profesional sólido demostrará a la plantilla que la empresa está dispuesta a apoyar su crecimiento, pero también te permitirá formarte una idea general sobre su progreso y sabrás lo que puedes esperar de cada uno de ellos durante un período de tiempo determinado. Esa transparencia contribuirá a crear un ambiente de trabajo más positivo, planificar proyectos futuros con mayor precisión y diseñar mejores estrategias de reclutamiento que hagan crecer tanto al negocio como a sus trabajadores.


    Categoría: Recursos Humanos
    como hacer el cierre contable de tu empresa

    El cierre contable es uno de los procesos más importantes en la contabilidad de una empresa. Revisar y cuadrar las cuentas te permitirá determinar con exactitud si tu negocio ha generado ganancias o pérdidas durante el ejercicio. También podrás cuantificar con precisión los resultados de tu actividad empresarial para tener una panorámica general de su funcionamiento a lo largo del año. Por tanto, no solo es una herramienta valiosa para comprobar la eficacia de la actividad, sino también para tomar decisiones estratégicas de cara al próximo año.

    ¿Qué es el cierre contable?

    El cierre contable es un procedimiento mediante el cual se cuadran y finalizan las cuentas anuales de una empresa dentro de un ejercicio contable, que normalmente implica un periodo de doce meses y se suele asociar al año natural, desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre, haciendo coincidir el fin del año fiscal con el final del año natural.

    No obstante, en algunos casos el ejercicio puede ser más corto de lo habitual, ya que depende de factores como el momento en que se creó la empresa o la fecha de su disolución, aunque en ningún caso puede superar los 12 meses.

    Generalmente, se hace coincidir el año natural con el ciclo económico del negocio, tomándolos como periodo de referencia para comparar la información fiscal, contable y económica, pero las empresas tienen libertad para fijar el periodo de 12 meses naturales que mejor se ajuste a las características de su actividad. Por esa razón, en sectores como la agricultura, el vacacional o la educación se suelen elegir otras fechas para realizar el cierre contable, las cuales reflejan mejor el ciclo natural de la actividad.

    En cualquier caso, independientemente del periodo que elijas para realizar el cierre contable, debes saber que tienes un plazo de seis meses para trasladar esa información a Hacienda, puesto que se trata de la base sobre la que se calculan las obligaciones fiscales correspondientes.

    La importancia del cierre contable para las empresas

    • Conocer los resultados del ejercicio. El cierre contable es muy útil para visualizar y valorar los resultados que ha obtenido tu negocio a lo largo del año. Los valores finales de las cuentas, operaciones e inversiones revelan los niveles de rentabilidad de la actividad y la efectividad en la gestión del capital, brindando un panorama más claro del rendimiento en general.
    • Comprobar la fiabilidad del proceso contable. El cierre contable, junto al balance de comprobación, implican un proceso de evaluación de los registros y conciliaciones, así como la revisión de las facturas y la documentación tributaria, por lo que te permitirá detectar y corregir posibles errores para asegurarte de que la información contable de tu empresa es precisa y fiable.
    • Precisar los cambios en el patrimonio neto de la empresa. Para realizar el cierre contable es necesario analizar los bienes con los que cuenta la empresa, desde los vehículos y locales hasta el mobiliario o la maquinaria. Por consiguiente, es una herramienta particularmente útil para determinar la pérdida de valor de dichos activos y estimar su futura depreciación, así como para tomar decisiones más informadas sobre la necesidad de realizar nuevas inversiones o solicitar líneas de crédito.
    • Resumir la dinámica de los gastos. En el cierre contable de una empresa se desglosan todos los gastos en los que ha incurrido, por lo que brinda información detallada sobre la evolución de cada uno y el capital que demandan. Así, también podrás estimar los costos operativos para el próximo ejercicio y aplicar cambios para reducirlos si es necesario.
    • Auditar el inventario y su gestión. Para realizar el cierre contable, es necesario analizar el inventario de existencias, por lo que aporta información actualizada sobre su valor contable y los gastos que genera su gestión. Así, podrás formarte una idea más específica sobre esta área de tu negocio y su eficiencia para que puedas proyectar estrategias de gestión más adecuadas que te permitan ahorrar.
    • Dotar a la empresa de provisiones. El cierre contable no solo sirve para analizar el ejercicio que acaba de terminar, sino también para proyectarse al futuro y garantizar la estabilidad del negocio. Te permite determinar con mayor precisión el monto que debes asignar a las provisiones para cubrirte las espaldas en caso de emergencias, riesgos y gastos inesperados.
    • Reflejar la evolución histórica de la empresa. El cierre contable no solo es una obligación fiscal, sino que también sirve para dar seguimiento a la evolución del negocio. Sus resultados son indicadores fiables para que puedas comparar el rendimiento de la actividad a lo largo de los años e introducir los cambios que sean necesarios para corregir su curso.

    Como resultado, el cierre contable te permitirá comenzar el nuevo ejercicio con una visión más clara del funcionamiento de tu negocio. Aporta la base organizativa contable para la toma de decisiones, ayudándote a evitar posibles riesgos para su continuidad y planificar estrategias más eficientes que fomenten su crecimiento.

    Cierre contable paso a paso

    Antes de comenzar el cierre contable de la empresa, hay que cuadrar la contabilidad. Por tanto, tendrás que comprobar que los datos coincidan con lo que reflejan los libros contables de tu negocio y realizar los ajustes necesarios para seguir adelante con el asiento de cierre contable. 

    1. Hacer el balance de comprobación de sumas y saldos. Al comprobar la suma del debe y el haber de las diferentes cuentas y el saldo correspondiente, podrás conciliar el libro mayor con la estructura económica y financiera de la empresa. Esta operación también permite detectar posibles errores en los mayores contables de alguna cuenta del libro diario.
    2. Comprobar el plan general contable. Verifica que no hay errores en la contabilidad de los siguientes grupos o cuentas: Financiación básica, Activo no corriente, Existencias, Acreedores y deudores por operaciones comerciales, Cuentas financieras, Compras y gastos, Ventas e ingresos y Gastos e ingresos imputados al patrimonio neto.
    3. Revisar el recuento de existencias. Tendrás que restar las existencias no consumidas de las compras realizadas a lo largo del año, como las mercancías y las materias primas que se utilizan para fabricar productos. Esa cifra debe cuadrar con el número de existencias que tienes en la actualidad. De hecho, una variación de existencias afectará al resultado de la empresa, originando un ingreso o gasto.
    4. Reclasificar deudas y créditos. Debes reclasificar las obligaciones pendientes del año contable y expresarlas como deudas a corto plazo, según la cuantía a pagar en el ejercicio siguiente. Lo mismo se aplica a los créditos a cobrar de manera total o parcial durante el próximo ejercicio contable.
    5. Aplicar los ajustes contables por periodificación. Según el principio de devengo, todos los gastos e ingresos no se tienen en cuenta para realizar el cierre contable, por lo que debes realizar un ajuste en las cuentas. Los gastos que se anticipan para el año próximo o los pagos por adelantado de clientes no se pueden incluir en el ejercicio de ese año.
    6. Regularizar el asiento de pérdidas y ganancias. En este paso del cierre contable debes regularizar las cuentas de pérdidas y ganancias, analizando la diferencia entre ingresos y gastos. También debes regularizar las cuentas de patrimonio neto, el resultado de los gastos imputados al patrimonio neto y los ingresos imputados al patrimonio neto.
    7. Realizar el asiento de amortización del inmovilizado material. Para realizar el cierre contable de la empresa, también debes tener en cuenta el precio, estado y valor de compra del inmovilizado material, aplicando los coeficientes de amortización correspondientes.
    8. Cerrar el libro de inventarios y las cuentas anuales. En este libro debe quedar reflejado el balance inicial al comienzo del ejercicio, los balances de comprobación de sumas y saldos, el inventario de cierre y las cuentas anuales.
    9. Asiento de regularización. Para terminar el cierre contable de la empresa, debes calcular la diferencia entre ingresos y gastos durante el año. Así, sabrás si se han generado pérdidas o ganancias. Luego tendrás que aplicar la cuota de impuesto de sociedades que corresponda, contrastándola con los pagos a cuenta y retenciones durante el ejercicio. Además, debes volver a calcular el asiento de regularización, incluyendo el gasto en impuesto de sociedades.
    10. Asiento de cierre. El último paso en el cierre contable del ejercicio consiste en saldar todas las cuentas abiertas. Tendrás que cargar las que tengan saldo acreedor y abonar las que tengan saldo deudor. A partir de este momento se dejan de registrar las operaciones de este periodo.

    Por último, recuerda que si retrasas el cierre del ejercicio, te expones a que los saldos bancarios o de acreedores y deudores alteren tu balance. Además, no podrás conocer la situación real de tu empresa, lo cual podría llevarte a tomar malas decisiones que pongan en riesgo su continuidad.

    Por otra parte, no depositar las cuentas anuales dentro del plazo de tiempo establecido te impide inscribir cualquier tipo de documento en el Registro Mercantil e implicará una sanción económica, cuya cuantía dependerá de la dimensión de la empresa, el importe total de las partidas del Activo y las ventas del último ejercicio declarado a Hacienda.

    Categoría: Contabilidad
    ideas de negocios sostenibles

    La sostenibilidad ha dejado de ser una opción para convertirse en una prioridad para las empresas. Los consumidores no solo están cada vez más comprometidos con la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, sino que las normativas de la Unión Europea también son más exigentes para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En ese contexto, la sostenibilidad se incorpora como un eje transversal en el funcionamiento empresarial, lo cual abre múltiples oportunidades de negocio.

    Negocios sostenibles, innovadores y rentables para cuidar el planeta

    1. Desarrollo de nuevos alimentos. El mundo está sometido a una enorme presión para alimentar a sus 8 mil millones de personas. Por esa razón, es clave impulsar negocios sostenibles enfocados en el desarrollo de alimentos sustitutivos. La empresa Mighty Cricket, por ejemplo, utiliza la harina de grillos para elaborar una gran variedad de productos proteicos, incluso barras de chocolate, y Jiminy’s reemplaza la proteína animal en el pienso y las golosinas para perros con proteína de insectos.
    2. Alimentación 3D. La impresión 3D de alimentos es un negocio sostenible con un gran potencial, ya que reduce los costes al usar las cantidades exactas de ingredientes, lo cual también disminuye el desperdicio. Empresas como Upprinting Food van un paso más allá al aprovechar los ingredientes rechazados o que no se utilizan en la industria alimenticia para crear compuestos imprimibles en 3D, que luego se extruyen en formas más apetitosas o se deshidratan para alargar su vida útil.
    3. Materiales de construcción sostenibles. El sector de la construcción está viviendo una auténtica revolución de la mano de nuevos materiales más sostenibles y la incorporación de unos criterios de gestión ambiental más respetuosos con el medio ambiente. La empresa Greenfiber, por ejemplo, ha creado un aislamiento compuesto por un 85 % de celulosa proveniente de papel reciclado, mientras que RavenWindow produce ventanas inteligentes con un filtro termocrómico que bloquea automáticamente el calor solar en verano y en invierno lo deja pasar para calentar el hogar.
    4. Smart delivery. La creciente digitalización de las compañías y la enorme demanda que han generado los pedidos a domicilio están creando una oportunidad de negocio que no solo debe ofrecer nuevas soluciones para el transporte de mercancías en la ciudad, sino que también tiene que hacerlo de forma más eficiente. Smart Monkey.io ha tomado ventaja, analizando los datos logísticos de las empresas para ayudarlas a planificar y optimizar las rutas de manera sencilla, rápida y automática. Así, puede reducir hasta en un 25 % las entregas fallidas y hasta en un 30 % la huella de carbono de las operaciones.
    5. Moda sostenible. La industria de la moda es una de las más contaminantes del mundo. Sin embargo, también es uno de los nichos más “fáciles” de explotar con una base de clientes concienciada, ya que a los consumidores les interesa cada vez más dónde y cómo se fabrican las prendas, más allá de su coste o estética. Este año, H&M confirmó que sus beneficios se han disparado un 150 % gracias al negocio de segunda mano. En este sector existen oportunidades que van más allá de los tejidos orgánicos o la ropa vintage para adentrarse en el fashion sharing, un fenómeno que aboga por el alquiler de prendas y evita la compra innecesaria, o el trashion, ropa hecha a partir de desechos, como la apuesta de la marca Ecoalf.
    6. Aplicaciones digitales 4.0. La sostenibilidad va de la mano de la digitalización. Las herramientas informáticas, en especial la Inteligencia Artificial, el Big Data o el Aprendizaje Automático, serán decisivas para ayudar a las empresas a detectar los procesos ineficientes y aplicar nuevas soluciones de automatización, basadas en industria 4.0, que les permitan predecir y optimizar todos los procesos haciendo un uso más racional de los recursos. Eso significa que las empresas que incursionen en este sector con nuevas propuestas tecnológicas más sostenibles podrán ganar cuota de mercado rápidamente.
    7. Consultoría verde. Para alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo, la UE va a movilizar, al menos, un billón de euros en inversiones sostenibles durante la próxima década, de manera que los especialistas en financiación verde serán cada vez más demandados por las organizaciones que quieran aprovechar estos fondos, ya sea para poner en marcha una idea de negocio o mejorar la sostenibilidad de una empresa existente. Por consiguiente, montar una consultoría especializada en este tipo de financiación y proyectos podría tener una excelente perspectiva de futuro.

    Por último, cabe aclarar que, en ocasiones, para poner en marcha ideas de negocio sostenibles e innovadoras es necesario disponer de una inversión inicial considerable. Si es tu caso, puedes recurrir a iniciativas de crowdfunding, aunque también existen ayudas estatales y europeas para impulsar este tipo de proyectos. Otra posibilidad consiste en aliarse con empresas sostenibles en proceso de expansión para ayudarlas a desembarcar en el mercado español.

    Categoría: Negocios
    personas haciendo deporte en la empresa

    Los trabajadores valoran cada vez más el salario emocional, de manera que las empresas deben esforzarse por mejorar su calidad de vida ayudándolos a satisfacer sus necesidades profesionales, personales y familiares. El deporte es una opción muy eficaz para mejorar la salud de los trabajadores, generar un buen clima laboral y aumentar la productividad. Ya sea una jornada de yoga o senderismo, un torneo de pádel, sesiones de entrenamiento semanales o la creación de equipos deportivos, el deporte mejora el employer branding y protege la salud mental de los trabajadores.

    El deporte en equipo, una herramienta para mejorar el clima laboral

    Los deportes en equipo son particularmente beneficiosos para las empresas, como confirmó un estudio realizado en la Universidad de Loughborough. Estos investigadores constataron que no solo mejora la salud de los trabajadores, sino también su condición física y el bienestar general.

    Cuando los empleados tienen la oportunidad de hacer deporte juntos se encuentran en un contexto diferente al laboral, más informal y relajado, que favorece la creación de vínculos más sólidos. Por esa razón, este tipo de deporte para trabajadores fomenta la cohesión grupal e incrementa la motivación.

    De hecho, los deportes en equipo son especialmente beneficiosos para generar un estilo de comunicación efectivo, ya que animan a los empleados a construir buenas relaciones, mejorar sus habilidades de escucha y proporcionar una retroalimentación más constructiva. Los deportes que se rigen por reglas y normas también promueven la disciplina y el orden, favoreciendo la eficacia de la cadena de mando para optimizar la toma de decisiones y el funcionamiento organizacional.

    Todas esas ventajas se reflejarán en el clima de la empresa. Los empleados trabajarán más a gusto y podrán comunicarse de manera más asertiva. Como resultado, la información fluirá mejor, se reducirán los conflictos internos y las incidencias se podrán solucionar con mayor rapidez, lo cual acelerará los proyectos en equipo y aumentará la eficiencia empresarial.

    Plan de deportes para trabajadores, una opción con la que todos ganan

    La práctica de deporte ayuda a los empleados a liberar tensiones, les permite gestionar mejor el estrés y mejora su estado de ánimo, ya que durante el ejercicio físico se liberan endorfinas, unos neurotransmisores que generan la sensación de bienestar. Por ende, contribuye a prevenir el síndrome de burnout, evitando el desgaste físico y emocional que en ocasiones causa el trabajo.

    Cuando los empleados se sienten mejor y gozan de buena salud, las bajas laborales y el absentismo también se reducen. Una investigación realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública e Higiene Ambiental de los Países Bajos constató que los empleados que no practican deporte se ausentan del trabajo una media de 5 días más al año que quienes hacen ejercicio físico, un problema que se agudiza entre quienes realizan un trabajo sedentario.

    El deporte no solo protege la salud de los trabajadores, también fortalece su sentido de pertenencia y mejora la cultura corporativa, dos aspectos cada vez más importantes para convertirse en una empresa capaz de atraer y retener talento. Cuando los empleados tienen la oportunidad de divertirse, sentirse bien y prosperar en el trabajo, es menos probable que decidan cambiar de empresa, lo cual reduce la rotación de personal y sus costes añadidos.

    Además, el deporte para trabajadores puede disparar la creatividad, ayudando a la empresa a destacar con soluciones innovadoras y más originales. El ejercicio físico no solo potencia las funciones cognitivas, aumentando la velocidad de respuesta, la memoria de trabajo y la concentración, sino que también estimula la originalidad, fluidez y flexibilidad, los tres procesos que se encuentran en la base de la creatividad.

    La clave para aprovechar todos los beneficios del deporte consiste en involucrar a los trabajadores en la iniciativa y buscar diferentes opciones que encajen con sus preferencias. El plan deportivo de la empresa debe facilitar los recursos, tiempo y espacios adecuados para que los empleados realmente lleguen a disfrutar el ejercicio físico y lo incluyan en su estilo de vida.

    Categoría: Recursos Humanos
    ejemplo de cuenta de resultados de empresa

    La cuenta de resultados, también conocida como cuenta de pérdidas y ganancias, es uno de los documentos contables más importantes de una empresa. Muestra la utilidad o pérdida del negocio durante cierto periodo de tiempo, ya sea un mes o un año, por lo que es esencial para entender su rendimiento, comparar su desempeño con la competencia y tomar decisiones estratégicas de cara al futuro.

    La importancia de la cuenta de resultados en una empresa

    La cuenta de resultados es uno de los cinco estados financieros  más importantes de una empresa. Revela cómo los ingresos se transforman en beneficio según se restan los gastos. Por consiguiente, proporciona una visión rápida de los gastos más relevantes, para identificar las áreas o procesos en los que se puede recortar para eliminar costes innecesarios.

    La cuenta de resultados también es una herramienta muy valiosa para medir la rentabilidad del negocio. Gracias a esa información, podrás saber si tu empresa tiene resultados positivos o negativos y determinar el margen que obtienes en las diferentes áreas. Además, podrás comparar su rendimiento con el de otras empresas del sector para determinar si es necesario aplicar alguna acción correctiva.

    Este documento también es muy valioso para los inversores, quienes lo usan para calcular el valor del negocio. Asimismo, las entidades bancarias utilizan la cuenta de resultados para determinar la capacidad de endeudamiento de una empresa y la facilidad con que podría devolver el préstamo.

    Los elementos principales de la cuenta de resultados que debes comprender

    La cuenta de resultados contiene todas las operaciones y transacciones realizadas en cierto periodo de tiempo. Dado que cada empresa es única, debe operar con información diferente en cuanto al nivel de detalle y clasificación, por lo que es difícil hacer referencia a una estructura o formato estándar para elaborar la cuenta de resultados.

    Para tener una información fidedigna que facilite la gestión y el control de tu actividad, la cuenta de resultados debe reflejar todas las líneas de negocio, tipos de clientes, proveedores y, en general, el sector donde opera. No obstante, en sentido general, este documento se estructura alrededor de estos conceptos contables:

    1. Resultados de explotación. Refleja el resultado que genera la actividad habitual del negocio, teniendo en cuenta los ingresos menos los gastos normales de explotación, incluyendo las amortizaciones.
    2. EBITDA. Es el resultado de la explotación directa del negocio antes de restar las amortizaciones, por lo que permite valorar su capacidad para generar beneficios, teniendo en cuenta únicamente su actividad productiva.
    3. Resultado financiero. Refleja el resultado de ingresos y gastos financieros a lo largo de un ejercicio, tomando en consideración aspectos como los intereses de los préstamos, los títulos de renta fija, la tenencia de divisas o los gastos por dividendos de acciones.
    4. Resultado extraordinario. Se refiere a los gastos e ingresos que no tienen relación directa con la actividad habitual de la empresa, pues son el resultado de operaciones no recurrentes, como la compra o venta de un inmueble.
    5. Resultado neto. Es el resultado que obtiene la empresa tras restar al total de ingresos todos los gastos, incluyendo los impuestos y amortizaciones.

    El punto de partida para interpretar la cuenta de resultados es comprobar si arroja un resultado positivo o negativo. No obstante, desde el punto de vista financiero, ese resultado no implica que la empresa tenga más o menos liquidez o tesorería, ya que muchas veces los ingresos o los gastos tienen plazos de cobro y pago distintos, y generan posiciones de liquidez que difieren de las cifras indicadas en la cuenta de resultados.

    Por esa razón, más allá del saldo positivo o negativo, es fundamental que analices otros indicadores que te permitan comprender cómo mejorar los ingresos y a qué coste. Evaluar los ingresos y gastos de forma desagregada, por ejemplo, te permitirá conocer el umbral de rentabilidad de tu negocio y determinar si la gestión está dando los resultados esperados.

    La cuenta de resultados de la empresa también permite comprobar los costes máximos de estructura que puedes mantener, según las ventas y tus costes directos fijos y variables. Si te fijas en los costes financieros del negocio, podrás saber si el endeudamiento está bajo control o es excesivo, en cuyo caso es probable que termine ahogando las ganancias y provocando pérdidas.

    Por último, el análisis de la cuenta de resultados también revela los beneficios para que puedas fijar el reparto entre los propietarios o destinarlo a nuevas inversiones que contribuyan al ulterior crecimiento del negocio. Con esa visión general, podrás tomar decisiones estratégicas para optimizar el funcionamiento de tu empresa, minimizando los gastos y pérdidas, y maximizando las ganancias y rentabilidad.

    Categoría: Contabilidad
    autónomo y trabajar por cuenta ajena

    La pluriactividad y el pluriempleo no son fenómenos nuevos, pero con el aumento de los empleos a tiempo parcial y una inflación desenfrenada, cada vez más personas compatibilizan dos trabajos. En otros casos, la pluriactividad se convierte en una opción para ir desarrollando un proyecto profesional más apasionante, mientras se cuenta con la seguridad económica que brinda un empleo por cuenta ajena.

    De hecho, la última Encuesta de Población Activa del INE reveló que, en 2022, más de medio millón de españoles tenían dos trabajos, la mayoría en el sector de los servicios. También se ha apreciado que el 6,4% de las personas que trabajan por cuenta propia compaginan dicha actividad con un empleo por cuenta ajena, un fenómeno más habitual entre los jóvenes menores de 25 años.

    ¿Qué es la pluriactividad?

    La pluriactividad es una situación en la que la persona realiza un trabajo por cuenta propia y otro por cuenta ajena, de manera que está dada de alta y cotiza en dos o más regímenes del Sistema de la Seguridad Social. Puede tratarse, por ejemplo, de un informático que trabaje durante toda la semana en una empresa y durante los fines de semana desarrolle proyectos web en calidad de autónomo para sus propios clientes.

    Sin embargo, la pluriactividad no debe confundirse con el pluriempleo, ya que, en este caso, la persona trabaja por cuenta ajena para dos o más empresas diferentes en actividades que dan lugar al alta obligatoria en un mismo Régimen de la Seguridad Social. Puede ser el caso de un informático que imparta clases en un instituto por la mañana y en otro centro por la tarde.

    La principal diferencia radica en que la persona pluriempleada siempre trabajará para otras empresas, mientras que la situación de pluriactividad implica que desarrolla una actividad por cuenta propia, además de cumplir con el horario laboral en una organización.

    ¿Puedo trabajar por cuenta propia y ajena a la vez?

    La legislación española contempla la pluriactividad, de manera que puedes trabajar por cuenta ajena y tener una empresa o ser autónomo a la vez. Solo debes estar dado de alta y cotizar por los regímenes correspondientes a la Seguridad Social.

    No obstante, antes de poner en marcha un negocio propio, debes asegurarte de que la empresa donde trabajas lo permite. El artículo 21 sobre el pacto de no concurrencia y permanencia en la empresa del Estatuto de los Trabajadores indica que una empresa puede pactar con un trabajador una dedicación exclusiva, de manera que no compatibilice su trabajo con otros empleos, ya sea por cuenta ajena o propia.

    Esta medida tiene como objetivo proteger a la empresa de una posible competencia desleal. La ley indica que dicho pacto solo es válido cuando el empresario tiene un interés industrial o comercial efectivo y compensa económicamente al trabajador de manera adecuada. En cualquier caso, el pacto de no competencia no puede extenderse más allá de los dos años para los técnicos y seis meses para el resto de los trabajadores.

    Si has firmado un documento de este tipo, puedes rescindir el acuerdo comunicándolo por escrito a la empresa con 30 días de antelación. Sin embargo, si has recibido una formación profesional a cargo de la empresa para poner en marcha determinados proyectos o realizar un trabajo específico, es probable que estés sujeto a un tiempo de permanencia. En ese caso, la empresa tiene derecho a una indemnización por daños y perjuicios, si abandonas el puesto de trabajo antes del plazo pactado.

    Tres ventajas de la pluriactividad

    1. Mayor seguridad económica. Al ser trabajador por cuenta ajena y autónomo podrás diversificar tus fuentes de ingresos, lo cual te brindará una base económica más sólida y una mayor estabilidad a largo plazo. Si un negocio va mal, podrás compensar parte de las pérdidas con el otro, de manera que te sentirás más seguro. De hecho, es una fórmula a la que recurren muchos emprendedores cuando están dando sus primeros pasos en el negocio y no quieren abandonar la estabilidad que les proporciona su empleo en una empresa.
    2. Conocer el funcionamiento del negocio por dentro. Poner en marcha un negocio desde cero no es sencillo, pero si tienes experiencia en el sector, todo será más fácil. Trabajar por cuenta ajena en una empresa consolidada te brindará los conocimientos y habilidades necesarias para tener éxito cuando decidas lanzar tu propio negocio. Podrás conocer su funcionamiento desde dentro, detectar nichos de mercado desatendidos u optimizar procesos y perfeccionar productos que te permitan posicionarte rápidamente.
    3. Acceder a ayudas y bonificaciones. Los trabajadores en situación de pluriactividad pueden acceder a diferentes ayudas y bonificaciones para reducir la carga fiscal a la que podrían verse sometidos. Si es la primera vez que te das de alta en el RETA y tienes un contrato a jornada completa, puedes elegir como base de cotización el 50 % de la base mínima establecida durante los primeros 18 meses y el 75 % durante los siguientes 18 meses. En cambio, si trabajas por cuenta ajena a tiempo parcial con una jornada superior al 50 %, puedes elegir hasta el 75 % de la base mínima de cotización durante los primeros 18 meses y durante los siguientes 18 se aplicará el 85 %. También tienes la opción de acogerte a la tarifa plana para autónomos.

    ¿Cómo se cotiza a la Seguridad Social en situación de pluriactividad?

    Si estás en situación de pluriactividad, cotizarás en dos regímenes distintos de la Seguridad Social. Por una parte, como trabajador asalariado tendrás que cotizar en función de la nómina que recibas y el tipo de contrato laboral que tengas. No obstante, en ese caso el mayor peso de la cuota a la Seguridad Social recae sobre la empresa, mientras que como trabajador sólo tendrás que aportar un porcentaje pequeño de su salario, que es retenido cada mes.

    En cambio, como trabajador autónomo tendrás que elegir la cuota a pagar entre la base mínima y máxima. En la actualidad, existen 15 tramos de “ingresos reales” o rendimientos netos, entre los cuales deberás elegir según tus previsiones de negocio, cotizando lo que le corresponda a dicho tramo. Por ejemplo, si ganas entre 1.300 y 1.500 euros en tu negocio, tendrás que pagar 300 euros mensuales. No obstante, puedes cambiar la base de cotización hasta seis veces al año.

    En caso de que se produzca un exceso de cotización, tienes derecho a la devolución de las cuotas. Desde 2017, no es necesario solicitar la devolución del exceso, la Seguridad Social lo reintegra automáticamente. Por tanto, si has cotizado por contingencias comunes más de 13 822,06 euros anuales, tienes derecho a una devolución del 50 % del exceso, hasta un máximo del 50 % de las cuotas ingresadas en el RETA.

    Cabe aclarar que, en materia fiscal, tendrás que realizar tu declaración de IRPF como asalariado y también tendrás que presentar las declaraciones de IVA trimestrales y reflejar cada año en la declaración de la renta los ingresos que has tenido en el ejercicio de tu actividad como autónomo. La base imponible del IRPF se calculará sumando los rendimientos de ambos trabajos y el tipo de retención sobre la base imponible se aplicará en función de los ingresos de ambas actividades.

    ¿La pluriactividad concede derecho a dos pensiones?

    A lo largo de la vida laboral, irás acumulando una serie de cotizaciones que te dan derecho a ciertas prestaciones, como la pensión de jubilación. En el momento de abandonar el mercado laboral, existen dos variables importantes para calcular la cuantía final de la pensión: la base de cotización y el número de años cotizados.

    Tendrás derecho a recibir dos pensiones si puedes acreditar los requisitos necesarios para cada una de ellas. Por tanto, debes haber cotizado un mínimo de 15 años y al menos 2 años en el intervalo de 15 años inmediatamente anteriores a causar el derecho. Si solo causas pensión en uno de los regímenes, las bases de cotización de ambos se sumarán para determinar la base reguladora, aunque esa suma no podrá exceder la base máxima establecida por ley.

    En cualquier caso, la situación de pluriempleo no implica un adelanto de la edad de jubilación. Además, la cifra final de días cotizados no puede superar la de días trabajados de forma efectiva, por lo que el pluriempleo no afecta sustancialmente a la forma en que se calcula la pensión de jubilación ni cambia sus límites.

    Categoría: Legal
    Plan general contable pyme
    Tener la contabilidad al día es fundamental para cualquier empresa. No solo te evitará sanciones administrativas, sino que te permitirá conocer la situación de tu negocio en todo momento para que puedas tomar medidas correctivas a tiempo o aproveches nuevas oportunidades para hacerlo crecer. Las pymes tienen la posibilidad de aplicar el Plan General Contable, el cual les permitirá armonizar su información económica y financiera con la normativa europea.

    ¿Qué es el Plan General Contable para pymes?

    Las empresas deben seguir las normas que establece el Plan General Contable, el cual fue creado en 1973, aunque desde entonces ha sido objeto de varias modificaciones, la última de las cuales fue aprobada mediante el Real Decreto 1/2021. Elaborado por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, se trata de un documento legal, adaptado a los procedimientos europeos, que persigue el objetivo de uniformar los criterios contables.

    Este documento contiene la normativa contable vigente que se aplica a las empresas en España, por lo que se trata de un manual de referencia y consulta al que recurren todos los profesionales contables para aclarar sus dudas y definir procesos. Por consiguiente, el Plan General Contable proporciona un marco legal y normativo para realizar la contabilidad financiera obligatoria de las empresas.

    Al definir unos criterios homogéneos para valorar, realizar y presentar las cuentas anuales de las empresas, así como otras operaciones comerciales y financieras, facilita el acceso a una información clara y comprensible que se puede utilizar para comparar el rendimiento de las sociedades, analizar la actividad empresarial y su evolución, así como detectar errores y riesgos financieros. De hecho, su producto, las cuentas anuales, se deposita en el Registro Mercantil, por lo que tiene un carácter público.

    Las pymes, en particular, pueden regirse por el Plan General de Contabilidad de Pequeñas y Medianas Empresas, una normativa contable más específica que se adapta mejor a su funcionamiento y que ha sido actualizada recientemente.

    El plan de contabilidad para pymes pretende simplificar y agilizar la gestión contable, así como abreviar la presentación de las cuentas anuales, permitiendo, además, que los emprendedores tengan una imagen fiel de la situación económica de su empresa y adquieran más control sobre los indicadores financieros.

    ¿Cuáles son los requisitos para aplicar el plan de contabilidad en pymes?

    El Plan General de Contabilidad para pymes es opcional, pero puedes aplicarlo, en vez de usar la versión general, si cumples al menos dos de estos requisitos durante dos ejercicios consecutivos:

    • No tener más de 50 trabajadores, como media, durante el ejercicio.
    • El total de las partidas del activo no puede superar los 4 millones de euros.
    • El importe neto de la cifra anual de negocios no debe ser mayor de 8 millones de euros.

    En el caso de las microempresas, los criterios para aplicar el Plan General Contable cambian:

    • No tener más de 10 trabajadores empleados durante el ejercicio.
    • El total de las partidas del activo no debe superar el millón de euros.
    • El importe neto de la cifra anual de negocios no debe ser mayor de 2 millones de euros.

    ¿Cómo se estructura el Plan General Contable para pymes?

    • Marco Conceptual de la Contabilidad

    • Esta sección es una de las más importantes del Plan General de Contabilidad, ya que recoge los principios contables, así como las normas de contabilidad y los principales elementos de valoración a la hora de realizar las cuentas anuales. En este marco teórico, se especifican los requisitos de información y los elementos de las cuentas anuales, los criterios de registro y de valoración, además de la normativa aceptada que se debe aplicar.

    • Normas de Registro y Valoración para pymes

    • Se especifican los principios contables que deben aplicar las pymes en diferentes supuestos para registrar y contabilizar sus operaciones económicas y financieras. Esta sección recoge exactamente:

      -       Desarrollo de principios contables.

      -       Inmovilizado material.

      -       Normas particulares sobre el inmovilizado material.

      -       Inversiones inmobiliarias.

      -       Inmovilizado intangible.

      -       Normas particulares sobre el inmovilizado intangible.

      -       Activos corrientes y grupos enajenables mantenidos para la venta.

      -       Arrendamientos y otras operaciones similares.

      -       Instrumentos financieros.

      -       Existencias.

      -       Moneda extranjera.

      -       IVA, IGIC y otros impuestos indirectos.

      -       Impuestos sobre beneficios.

      -       Ingresos por ventas y prestación de servicios.

      -       Provisiones y contingencias.

      -       Pasivos por retribuciones a largo plazo al personal.

      -       Transacciones con pagos basados en instrumentos de patrimonio.

      -       Subvenciones, donaciones y legado recibidos.

      -       Combinaciones de negocios.

      -       Negocios conjuntos.

      -       Operaciones entre empresas del grupo.

      -       Cambios en criterios y estimaciones contables.

      -       Hechos posteriores al cierre del ejercicio.

    • Cuentas Anuales

    • Este apartado del Plan General Contable explica cómo se deben presentar los resultados que ha obtenido la pyme en su actividad económica en el Registro Mercantil. Aclara los criterios para presentar las Cuentas Anuales, con el fin de asegurarse de que se recoja una información relevante y valiosa que refleje fielmente la situación de la empresa.

      Los estados financieros obligatorios que deben quedar reflejados en las cuentas anuales de la empresa son:

      -       Balance General o de Situación.

      -       Cuenta de Resultados o de Pérdidas y Ganancias.

      -       Estado de Cambios en el Patrimonio Neto.

      -       Estado de Flujos de Efectivo (obligatorio únicamente para las grandes empresas).

      -       Memoria Anual del ejercicio.

      Estos documentos, que también deben seguir las líneas del Código de Comercio, muestran varios aspectos del negocio, desde el coste histórico de la empresa hasta las inversiones financieras, las deudas contraídas o el estado de cambios en el patrimonio. Cabe aclarar que las cuentas anuales se deben presentar una vez al año en el Registro Mercantil, un mes después de su aprobación por parte de la junta general de la entidad.

    • Cuadro de Cuentas

    • En esta sección se detalla la información para elaborar el cuadro de cuentas, dividiéndola en una serie de grupos y subgrupos, según los hechos económicos y el tipo de datos contables que se deben registrar en cada cuenta.

      Grupo 1: Financiación Básica. Incluye desde el capital y fondo social hasta las reservas, subvenciones, deudas o pasivos por fianzas.

      Grupo 2: Inmovilizado. Recoge tanto las inmovilizaciones materiales como las inversiones inmobiliarias, las inversiones financieras o la amortización del inmovilizado.

      Grupo 3: Existencias. Prevé tanto los aprovisionamientos como las materias primas, los productos terminados o en curso y su deterioro.

      Grupo 4: Acreedores y deudores. También incluye la información de proveedores, clientes y Hacienda Pública.

      Grupo 5: Cuentas financieras. Debe reflejar los empréstitos, deudas a corto y largo plazo, inversiones, fianzas y, por supuesto, la tesorería.

      Grupo 6: Compras y gastos. Se incluyen, además, los gastos de personal, servicios externalizados, tributos y pérdidas.

      Grupo 7: Ventas e ingresos. También se contabilizan las subvenciones, donaciones y legados.

      Cabe aclarar que cada grupo o subgrupo sirve para consolidar la información contable que se ha registrado en las cuentas o subgrupos inferiores. 

    • Definiciones y Relaciones Contables

    • Este apartado especifica dónde deben ir y cómo se trabajan los elementos patrimoniales de la empresa, explicando la relación entre las diferentes cuentas en el momento de registrar las operaciones y los asientos.

      Indica, por ejemplo, qué cuentas deben colocarse en el “debe” o el “haber”, así como aquellas que son “activo” o “pasivo”. También detalla las cuentas de patrimonio neto y la financiación externa a largo plazo de la pyme, que se destina a financiar el activo no corriente y cubrir cierto margen del corriente, incluyendo, además, aquellas situaciones transitorias en las que se requiera financiación.

    Por último, considera que si decides adscribirte al plan de contabilidad para pymes, tendrás que aplicarlo durante, al menos, tres años, a no ser que tu negocio supere los límites establecidos, en cuyo caso tendrás que aplicar el Plan General.

    Categoría: Contabilidad
    Seguridad Comunicación segura mediante certificado del servidor SSL y el acceso a la información protegida y se almacenada cifrada. Su IP de acceso 98.82.120.188